[…] João desde que llegó jugó bien, pero tiene una gran cualidad: ¡le encanta jugar al fútbol! Cuando encuentras un jugador así, como Riyad [Mahrez], Phil [Foden] es así: tienes un diamante en tus manos».
Pep Guardiola previo al Manchester City 3-0 Everton del 21 de noviembre.
Para Pep Guardiola, el elogio a un futbolista conlleva un proceso de hechura a mano donde el jugador ha sido protagonista, donde él ha supervisado una transformación que luce en lo grande, pero reside en los detalles más pequeños. Es la aduana de un entrenador que toca cada aspecto de su dirigido y deja una huella permanente. Así es la historia de João Cancelo, un hombre que llegó a Manchester hace dos años y medio siendo lateral, pero hoy es mucho más que eso.
Hoy día, el Manchester City sería imposible de entender sin la presencia y el cambio significativo del portugués. El equipo que mejor compite en la actualidad, al que cuesta más trabajo sacarle una diferencia en el día a día, funda una nueva capa de su identidad en el ex Juventus. En agosto del 2019, cuando los ingleses pagaron 65 millones de euros, ficharon un lateral profundo que venía de ser el hombre de mayor altura en las bandas de la Vecchia Signora de Massimiliano Allegri. Sería oportunista decir que João estaba desaprovechado en aquel entonces, pero si algo queda claro al paso del tiempo es que quizá él y Pep necesitaban encontrarse.
Ahora, en pleno final del 2021, es todavía más visible que eran tal para cual, que tenían que cruzar caminos en busca de escribir otro episodio de la historia donde el mentor halla al talento y lo abraza para revelarlo. Así comenzó el andar en Inglaterra de un futbolista que hoy lo es en toda la extensión de la palabra, que no puede ser encasillado en una posición y un rol determinado porque, de hacerlo, se le devolvería a los días previos a encontrar su destino.
Aquel lateral que estiraba el campo y actuaba casi como un extremo en el penúltimo Scudetto de la Juve en 2019 recibía normalmente pegado a la línea, permitiendo que su volante pisara mucho más zonas intermedias. El Cancelo de aquel tiempo tenía interacciones mucho más limitadas y sujetas a que su volante de turno (Cuadrado, Bernardeschi, Costa o, por ejemplo, aquel Matuidi que actuaba como un falso interior izquierdo) apareciera dentro o le llevara balón afuera, donde picaba al espacio y llegaba al fondo para centrar o pasar atrás. En otras palabras, antes de descubrir su verdadera personalidad en el campo, era más un facilitador que un protagonista.
“Cuando un jugador llega de otra cultura, necesita tiempo para adaptarse, incluso yo necesitaba tiempo. De la forma en que queríamos jugar, necesitaba tiempo. A veces eres paciente, a veces no».
Pep Guardiola previo al Manchester City 3-0 Everton del 21 de noviembre.
De ese momento, de lo que se suponía que era, queda la técnica y su ya conocida capacidad para manejar ambos perfiles y partir de ambos lados del campo. El tiempo y el trabajo en los aspectos más micro por parte del staff del City fueron dándole luz a lo que, por fin, ha llegado a ser de forma definitiva: un futbolista trampa, al que es imposible etiquetar y sujetar a nomenclaturas que no terminan por englobar su impacto y sus posibilidades. Y, entonces, Guardiola volvió a hacerlo. Transformó el juego y la carrera de otro lateral para sostener un nuevo paso en la evolución de su modelo, pero otorgándole ahora un impacto sin precedentes que se ve a cada partido y con prácticamente cada acción de este en el día a día.
En poco más de dos años, João Cancelo ha encontrado su verdadera esencia bajo el mando de Pep. Dejó de ser un facilitador y se convirtió en el hombre que explica el sistema de un equipo, recibiendo cada vez mejor al pie en zonas bajas (durante reinicios) y ayudando al equipo a juntar los pases que necesita para crecer en el campo, ascender con balón y, por consecuencia, mantenerse juntos para activarse mejor y balancearse tras pérdida. Parte de allí y escala hundiendo al rival con cada intervención, llegando él ahora a zonas intermedias para permitir que sus interiores vuelen y los atacantes puedan aparecer en el área.
El equipo se junta donde esté él. Su lado fuerte se define por él. Ahí estuvo, siendo el vértice del triángulo con su interior y su extremo sin importar el costado. El portugués interviene mucho y muy bien. Junta, organiza, equilibra y permite que pasen muchas cosas, pero siendo él protagonista. Dibuja y encuentra líneas de pase con la naturalidad que le da el talento y el conocimiento de alguien que jugó toda su vida en un modelo como el de Pep.
De promediar 75 acciones con balón por partido en la Juventus hace dos temporadas y media, ha pasado a (¡)108.5(!) por juego en el Manchester City 2021-22. Hoy, a punto de terminar el 2021, João se ha convertido en el jugador con más pases completados (mil 407) y el que más pases acertados ha metido al último tercio del campo (232) en las cinco grandes ligas europeas. Pero va mucho más allá: en la misma categoría, es el segundo con más pases progresivos (245), tercero en pases en profundidad (58) y quinto en pases clave (38).
En clave Premier League, hasta el Boxing Day, es el jugador de la liga con más acciones con balón (mil 953), más pases (mil 512, promediando 84 por partido y acertando 72.4 (86%) en total, con media de 27.2 (90% de acierto) en mitad propia y (¡)45.7(!) en campo rival (80% de efectividad) y el tercero con más balones filtrados (12, empatado con Trent Alexander-Arnold). Todo dicta que João Cancelo se ha convertido en el futbolista más influyente del equipo más dominante de la actualidad. No cabe la normalidad en él porque su forma de jugar es un hack del sistema. Con él, Guardiola ha logrado la transformación más importante de un lateral en los últimos 10 años. Es, sin duda, la trampa que hoy explica por qué sigue sin haber mejor equipo y mejor entrenador en el mundo que el Manchester City y Pep.