Argentina se convirtió en uno de los mejores equipos del mundo. De cara al mundial de Qatar 2022, la campeona de la Copa América se ha puesto a punto y tiene una identidad de juego muy definida. A continuación analizamos a la Selección Argentina de Lionel Scaloni.
Estructuras con balón
Estructuras sin balón
Ángel Correa, Guido Rodríguez y Julián Álvarez son los cambios más recurrentes. Lionel Messi lidera su lista de goleadores con siete anotaciones. Además, Giovani Lo Celso es el máximo asistidor del equipo con cinco.
Momento con balón: inicios ante presión alta
Argentina utiliza una estructura 4-2-1-3 donde Leandro Paredes y Rodrigo De Paul se ubican a la misma altura. Alejandro Papu Gómez o Alexis Mac Allister ocupan la siguiente para poder recoger la segunda jugada. Los envíos tienden a ser diagonales, algo que facilita el golpeo del arquero Gerónimo Rulli desde su pie derecho. El objetivo suele ser Nicolás González o Lautaro Martínez. De 11 inicios registrados en cuatro partidos, ocho se dieron en juego directo. Dos envíos fueron cortos y uno en diagonal, además de que cinco de ellos terminaron en una progresión.
Momento con balón: ataque posicional
Como falso nueve, Lionel Messi tiene mucha libertad de movimiento. Desciende entre líneas sobre el interior izquierdo y muchas veces arrastra a centrales para que otros ataquen los espacios que se liberan. Provoca muchas sinergias en carriles interiores.
Cuando Lautaro Martínez juega, este fija a los centrales y crea espacio entre líneas para los interiores o mediapuntas. Con esto, Argentina tiende a ser más exterior. Además, aumenta el uso de centros diagonales o laterales hacia el área.
De 110 ataques posicionales registrados en cuatro partidos, la selección de Scaloni finalizó jugadas en ocho ocasiones. De esas ocho oportunidades, siete se dieron con juego asociativo y otra con un desmarque al espacio, a la espalda de la línea defensiva rival. Progresó 53 veces hasta tres cuartas partes del campo.
En las eliminatorias mundialistas de CONMEBOL, Argentina lideró la posesión de balón con 58%. Brasil (55%) y Chile (54%) cerraron el top tres. En este contexto, la albiceleste promedió 560 pases por partido, más que cualquier otra selección. Brasil (545) y Chile (487) fueron las siguientes. Además, la campeona de América juntó una media de 5.25 pases por posesión.
Momento sin balón: presión alta
La presión puede ser en 4-4-1-1, donde los delanteros inician tapando al mediocentro y luego el centro delantero más cercano al balón salta por el central. El mediocentro más atrasado puede estar próximo a la línea defensiva o bien ser arrastrado por los rivales, separándolo de los centrales. Por su parte, el extremo alejado del balón puede quedar descolgado y no cerrar para unirse a la línea de mediocampistas.