La tercera fecha del Apertura 2022 enfrentó a dos de los equipos que más expectativa han levantado en el arranque de la Liga MX. América y Toluca se midieron el pasado miércoles en el Estadio Azteca en un duelo que motivaba mucho por sus entrenadores y las grandes plantillas que tienen a disposición. Aunque el encuentro quedó condicionado por la expulsión de Claudio Baeza a los 30 minutos, Richard Sánchez no se anduvo con rodeos y dejó la actuación individual destacada de la jornada.
Siempre se cree que jugar 11 contra 10 es facilita, pero puede complicarse bastante más de lo que parece. Pese a que el partido tenía mucho ritmo, llegadas e intercambio de golpes hasta la salida del mediocentro chileno de los Diablos, Richard fue una solución constante para las necesidades de las Águilas en el 4-2-3-1 de Fernando Ortiz. En su regreso a la titularidad, el paraguayo supo repartir la base de la jugada con Álvaro Fidalgo, bajar para recoger primeros pases y aparecer en zonas más altas.
Cuando bajaba más que Fidalgo, ofreció buenas líneas de pase al costado de Fernando Navarro (mediapunta del Toluca en su momento sin balón) y logró darle fluidez a varias salidas con sus controles. Ahí, las decisiones al soltar pases, acelerar jugadas o mantener más la pelota ayudaron al América a mantenerse más junto, además de haber estado muy bien al lanzar a sus hombres de banda (cinco de seis lances completos). Además del español, Diego Valdés fue uno de sus mejores socios con su libertad a lo ancho del campo. 76 intervenciones y 55 de 57 pases completados son una prueba de eso.
Al dejar que Fidalgo se retrasara más sobre la izquierda para dirigir posesiones, Richard Sánchez buscó meterse más sobre el espacio entre Claudio Baeza y Alan Rodríguez -doble pivote de los Diablos al defender-. Con esto, además de generar dudas al rival por su ubicación, los movimientos de Valdés y los apoyos de Henry Martín, siempre estuvo en buena zona para ser quien continuaba posesiones o habilitara directamente a sus atacantes. Ya estando 11 contra 10, también sumó mucho lanzando balones al área (cinco centros correctos en seis intentos) y poniendo compañeros de cara al arco (seis pases clave).
A nivel defensivo, sobre todo después de la expulsión de Baeza, el paraguayo también mostró sus recursos para cortar contras y barrer el centro del campo. No sólo es que haya estado bien en sus duelos individuales durante todo el partido (seis ganados de 10 totales), sino que fue un arma muy confiable para que el América pudiera hacer una buena contrapresión. Y, por supuesto, marcó el golazo que le aseguró a los azulcrema tres puntos muy valiosos ante uno de los grandes animadores del torneo.
