Que el Toluca de Ignacio Ambriz empiece a sumar actuaciones individuales destacadas implica una cosa fundamental para su proyecto: se está volviendo capaz de competir -e incluso ganar- cuando juega mal o sufre. Hace tres jornadas, por ejemplo, lo hizo Fernando Navarro. La virtud de los equipos grandes y los buenos procesos puede terminar siendo esta, y sólo es posible cuando hay pizarra y calidad hombre a hombre. Con esto en mente, sólo queda decir que Leonardo Fernández se ha robado la escena en la quinta fecha del Apertura 2022, echándose al hombro a los suyos para comandar la victoria mexiquense en León por 0-1.
El uruguayo se ha sumado a la lista -tres en cinco fechas de este torneo- de jugadores que han rescatado partidos y resultados para sus equipos sobre el límite. De nuevo, sucede que el héroe termina ayudando a resolver o resuelve directamente un trámite de partido que, aunque se simplifica en el papel, es más difícil de lo que aparenta. Partiendo del extremo diestro en el 4-3-3 de Ignacio Ambriz, Leonardo Fernández fue una fuente infinita de soluciones para todos los problemas del bloque, que estuvo en aprietos durante todo el primer tiempo y hasta la expulsión de Fidel Ambriz al minuto 52.
Sufriendo una buena presión media-alta por parte de los de Renato Paiva, el Toluca tuvo que ingeniárselas para encadenar pases en sus reinicios y asentarse arriba, pues tuvo un rival que, además, fue agresivo y proactivo para defender. Con la Fiera achicando el campo hacia adelante (grandes minutos de Paul Bellón y Jaine Barreiro), Leo tuvo que frotar la lámpara e inventarse un juego diferente, haciendo prácticamente de enganche para ayudar a los suyos a resistir y luego a definir. Jugaba libre y buscando crear la ventaja y la superioridad para darle respiro al Toluca.
Volviendo a jugar con Marcel Ruiz de pivote -en lugar de Claudio Baeza-, los mexiquenses tuvieron muchos problemas para sumar salidas por dentro porque eran orientados hacia las bandas y forzados a jugar la pelota en diagonal o tirarla larga. Y como Marcel casi no intervino en ese momento, Leo se acercó cada vez más a la base de la jugada con el fin juntar pases, agrupar al equipo y buscar lances con sentido. En el primer tiempo, esto fue un bálsamo que evitó, junto a Tiago Volpi, irse perdiendo al descanso.
En el segundo tiempo, ya con un hombre más, Leonardo Fernández se desató por completo. Pasó de recibir el primer o segundo pase a jugar mucho más arriba, buscando atacar el espacio entre Paul Bellón y Osvaldo Rodríguez (central y lateral zurdos) desde el pase y el movimiento constante. Además, ofreció gran amenaza en la frontal del área con su educada pierna izquierda, fuese para patear al arco o filtrar el último pase. Su asistencia para Daniel Álvarez al minuto 89, aunque fuera metros más atrás, refleja muy bien lo que fue su partido en el Nou Camp: centro de un proyecto entero.
Desde los números, su partido es todavía más fuerte. Intervino 97 veces y siempre buscó asociarse corriendo riesgos al pasar (59 de 70 envíos completos para un 84%), pero produjo muchísimo al frente. No sólo genero hasta tres ocasiones claras, sino que puso siempre a sus compañeros de cara al gol (seis pases clave), ayudó a coser al León a centros (cuatro de nueve completados) y fue quien puso los balones con ventaja en largo (¡ocho de diez trazos completos!). Sin duda, el juego de Leonardo Fernández está encontrando su punto con Ignacio Ambriz, y la victoria en León muestra que ya puede condicionarlo todo cada semana.