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هلا! شخبريك؟ (Hala! Shakhbarik?) Este es el saludo que escuchas en Qatar. Espero que estés muy bien. La semana pasada vimos la torcida historia de Hakeem al-Araibi, jugador nacido en Bahréin, refugiado en Australia y encarcelado en Tailandia. Nos hemos dado una vuelta por todo el mundo árabe para prepararnos para el mundial de Qatar. ¡Sé bienvenido a tierras mundialistas! Durante siete semanas estaremos hablando del futbol de este país. Es momento de comenzar este capítulo. Por cierto, con este texto he llegado a 200 historias. Si te soy sincero, jamás pensé en llegar a esta cifra. ¡Vamos!

Recomendación musical 1

En estos textos de Qatar haré lo siguiente: una recomendación musical será qatarí, mientras que la otra será algo que exude arabismo, pertenezca o no a la región. Para esta primera parada en Qatar he decidido empezar por las bases, como bien lo indica el título de este texto. Por eso busqué como vil poseso la música tradicional, no el pop. Eso llegará después. Es así como di con este disco de música del islam, porque en Doha se estableció una comunidad de músicos iraquíes exiliados. Aquí esta Mohammed Saleh Abd Al-Saheb Lelo (محمد صالح عبد الساحب ليلو). Nacido en Bagdad, se especializó en el ‘ud y el qanun. Escucharemos la primera canción de dicho álbum: Qum na Dimi (قوم نا ديمي).

Vamos al tema de hoy.

Qatar se apresta a recibir al mundo entero

El primer mundial de futbol en el Medio Oriente. Tal es el hito que ha logrado esta pequeña península localizada en otra península de mayor tamaño. Con una extensión de menos de 12.000 kilómetros cuadrados, hemos pasado en cuatro años de la sede más extensa (Rusia) a la más reducida. Y de pronto los ojos de todo el mundo se encontrarán en Doha para tener la máxima justa de un solo deporte. Desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre será el epicentro del futbol.

Una persona poco avizorada podrá pensar que este país es indigno de poder partir el queso; por ejemplo, su tamaño podría ser insuficiente para esos sueños de grandeza. Sin embargo, ha quedado demostrado que esto es un error. Qatar es un país que ha escalado peldaños hacia los reflectores mundiales. Primero a partir de las riquezas que tiene o tenía por ofrecer, luego gracias a la energía. Ahora busca poner la fiesta para todos los encuentros deportivos y políticos que haya disponibles.

Lo curioso es que también se cree que un país como Qatar tampoco merece tener el mundial. Después de todo, desde la edición de 1934 no debutaba un país siendo sede. Lo que pocos saben es que el futbol también tiene su historia aquí. Ya sea a trompicones, a estancamientos o a golpes sobre la mesa, el futbol qatarí ha podido avanzar. Esta es su historia.

Breve introducción de Qatar como país

Para empezar, no hay que olvidar que, además de su pequeña extensión, tiene una población de 2,3 millones de habitantes. En cuanto a fronteras, solamente guarda vecindad física al sur con Arabia Saudita, mientras que está rodeado por el resto de puntos cardinales por el Golfo Pérsico. Otro país que podría decirse vecino es Bahréin, apenas a 36 kilómetros de distancia. Hay una isla que está muy cerca (menos de dos kilómetros), pero también pertenece a Bahréin. Su capital es Doha (الدوحة), que concentra el 60% de la población, pero hay otros puntos como al-Khor (الخور), al-Khuwair (الخواير) y Dukhán (الدخان), por mencionar solamente algunos.

En cuanto a historia, podemos afirmar que hay presencia humana desde hace más de 50 mil años. Aun así, Qatar permaneció durante mucho tiempo como actor secundario. Sucedía que esta península se localizaba cerca de las principales rutas comerciales, y al ofrecer perlas era una parada para que los navegantes y comerciantes descansaran… y nada más. Por ahí pasaban los principales imperios de la zona, como los babilonios, los persas, el califato omeya, la dinastía usfúrida y hasta los portugueses.

El siglo XIX fue bastante convulso. Hubo primero una pelea los clanes Al Khalifa (آل خليفة) y Al Thani  (آل ثاني) para ver quién controlaba el territorio, con victoria final para este último. Luego, sufrió un ataque a manos de una alianza entre Bahréin y Abu Dabi que bien pudo haber aniquilado a toda la población de esta península. Esto causó que los otomanos incluyeran a Qatar en su territorio en 1871. Las cosas no salieron como esperaban. Los otomanos no quisieron apoyar al jeque, y en respuesta dejaron de pagar impuestos. Esto escaló hasta la batalla de al-Wajbah  (الوجبة), que cimentó las bases de una Qatar independiente.

Con la llegada de la I Guerra Mundial, la posición de los otomanos se debilitó y esto fue aprovechado por los ingleses, que incluyeron a Qatar como protectorado en 1914. Les dieron protección contra cualquier amenaza interna o externa. En 1939 se encontró petróleo, pero la riqueza derivada de ahí se retrasó por la II Guerra Mundial. Pasado este conflicto, se fortaleció este país con la independencia de India y Pakistán, con lo que pasó a ser la principal fuente de ingresos a expensas del anacrónico comercio de perlas. La modernización iba viento en popa, y sin embargo no era tan rápida como en otras posesiones de ultramar.

Finalmente, Qatar obtuvo la independencia en 1971. No era algo que aceptaban de inmediato; se quedaban sin su ángel de la guarda ante cualquier amenaza. Aparte, hubo pláticas fallidas para integrarse con Bahréin y el resto de Emiratos tres años atrás. El tiempo demostró que esto fue acertado. Con el encuentro de más yacimientos de petróleo y gas natural, la economía dio un salto cuántico. Mientras tanto, la situación política era inestable, con golpes de estado dentro de la misma casa real Al Thani. Pero eso quedaba maquillado por esos petrodólares que ingresaban a las arcas.

Posteriormente, Qatar siguió la tendencia de diversificar su economía cuando se dieron cuenta de que estos combustibles no solamente eran elásticos, sino que no serían para siempre. Empezaron a alzar la mano para organizar todo evento que hubiese disponible, desde congresos hasta justas como los Juegos Asiáticos. También la creación de la cadena televisiva al-Jazeera (الجزيرة) les dio muchísimo realce (esto lo veremos más adelante). Sería insensato pasar por alto la compañía de aviación Qatar Airways. Finalmente, Qatar se ha convertido en un actor clave para dirimir todas las disputas y conflictos, dándole permiso a potencias para construir sus bases militares. Es así como Qatar tiene un futuro más que brillante.

Los inicios del futbol en Qatar

Dentro de otras cosas, el petróleo trajo el futbol a Qatar. Se tienen indicios de que en 1948 ya se pateaba el balón en Dukhán. Naturalmente eran solamente extranjeros los que lo jugaban. El primer club vio la luz en 1950, y su nombre era al-Najah (النجاح), que se convertiría en al-Ahli (الأهلي). La federación de futbol de Qatar se constituyó en 1960. Dos años después se terminaría de construir el Estadio de Doha, el primer recinto de pasto natural de toda la región. En 1963 se jugaría la primera liga.

Los primeros golpes de Qatar como organizador de eventos deportivos se dieron precisamente en el Estadio de Doha. Primero llegó la pelea de Muhammad Ali, que tuvo gradas llenas para por lo menos aparecer en el mapa deportivo mundial. Más tarde el vigente campeón mundial de futbol Pelé con su Santos FC jugó un amistoso contra al-Ahli. Se dice que aquí el astro brasileño recibió su primera y única tarjeta amarilla, pero esto no está confirmado.

Antes de eso, Qatar jugó su primer partido, un amistoso contra Bahréin (derrota 2-1 en 1970). Sus inicios fueron lentos, con más derrotas que victorias en eliminatorias a Copas Asiáticas, Mundiales (debut en el camino a Argentina 1978) y la Copa del Golfo. Mientras daba unos bandazos increíbles en el futbol juvenil (de eso hablaremos después), le costaba trabajo trasladar ese dominio a la selección mayor. En esta época hay que destacar el nombre de Evaristo de Macedo. El DT de Brasil sentó las bases del futbol qatarí.

Avance sustancioso sin remate

Qatar pareció por vez primera en Copa Asiática en su edición de Kuwait 1980 y en 1992 obtuvo su primer título, la Copa del Golfo. En ese lapso obtuvo un crecimiento sostenido, como una sensacional victoria 3-0 sobre Japón en la edición de la Copa Asiática de la que fueron sedes 1988 y una campaña relativamente buena para Italia 1990. Ahí llegaron al grupo final, donde quedaron en tercer lugar detrás de Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos.

A finales de los años 90 y principios de siglo, Qatar comenzó a tocar las puertas del Campeonato del Mundo cada vez más fuerte. Para Francia 1998 tuvo sonadas victorias contra China e Irán, lo que les permitió tener posibilidades reales de incluso llegar al mundial directamente. Le bastaba una victoria en casa contra Arabia Saudita; desgraciadamente una derrota por la mínima los apartó. El proceso para 2002 iba bien, pero no hubo nada que hacer ante la selección china potenciada con la gestión del trotamundos serbio Bora Milutinović (Бора Милутиновић).

La llegada de DTs extranjeros, como el danés Jørgen Erik Larsen, el bosnio Džemaludin Mušović, los franceses Philippe Troussier (con paso por las selecciones de Costa de Marfil, Nigeria, Sudáfrica y Japón, entre otros) y Bruno Metsu (célebre por meter a Senegal a cuartos de final) más el uruguayo Jorge Fossati trajo resultados agridulces, yendo desde el oro en los Juegos Asiáticos de 2006 hasta una decepcionante Copa Asiática al año siguiente.

Bache inesperado

Esta época estuvo marcada por el anuncio de Qatar como sede del mundial 2022 y la sede de la Copa Asiática en 2011. Se pensaba que la década pasada era un preludio para una cosecha de resultados que por lo menos se tradujera en triunfos consistentes. Ese oro en Doha 2006 venía acompañado del uso y abuso de jugadores naturalizados que llegó a alertar al Comité Disciplinario de la FIFA (eso lo veremos después).

Todo parecía normal con esos cuartos de final en la Copa Asiática del 2011 y la conquista del Campeonato de Asia Occidental 2014 con una selección plagada de reservas. Desgraciadamente la en la edición de la justa continental de Australia 2015 los vio salirse por la puerta de atrás en fase de grupos.

Créditos: Brendon Thorne/Getty Images

Para Rusia comenzaron pisando fuerte, certificando su estancia en la ronda final con siete victorias y solamente una derrota. Y como servían estas eliminatorias para clasificarse a la Copa Asiática, pudieron asegurar su lugar en este torneo que aumentaría a 24 selecciones. Sin embargo, en el grupo final ni siquiera opusieron resistencia para acabar últimos. El fiasco de la Copa del Golfo todavía remachó las dudas de cara a su mundial.

Lo que pocos imaginaban es que se estaba cocinando una rebelión desde Doha.

El ambicioso plan para ser un anfitrión decente

Como parte de su plan de desarrollo al 2030, Qatar abrió la Aspire Academy para desarrollar el deporte. Entre ellas, el futbol experimentó un renacimiento. Por primera vez teníamos a una generación desarrollada íntegramente en Qatar y con un DT que los acompañó desde que eran cadetes, el español Félix Sánchez Bas. ¿Habría posibilidad de ver los frutos de su cosecha? Por cierto, no te pierdas después el texto que describirá a detalle en qué consiste esto.

Qatar tendría que jugar eliminatorias para su mundial, pero era porque eran válidas para clasificarse a la Copa Asiática de 2023. Estaba proyectado que ganaran su grupo prácticamente sin despeinarse, y no habría necesidad de jugar la última ronda destinada únicamente para los que tenían oportunidad de llegar al mundial. Eso significaba por lo menos cinco ventanas FIFA sin actividad. Para combatir esto, idearon un plan para llegar con actividad al mundial.

En efecto, Qatar ha tenido un cuatrienio con preparaciones por todo el mundo. Primero, lograron ganar por primera vez la Copa Asiática en 2019. Luego, la retirada de Australia como invitado de la Copa América les abrió la puerta para disputar una competencia de Sudamérica. En un grupo con Argentina, Colombia y Paraguay ocuparon la última posición con un punto más que merecido.

El convenio de la Concacaf con Qatar Airways también les permitió disputar la Copa de Oro en 2019. Tuvieron un gran juego con selecciones como Panamá, Honduras y El Salvador. Aquí lograron pisar las semifinales contra los anfitriones Estados Unidos, pero un gol en el último minuto les frustró una final hipotética. Mientras las mejores 12 selecciones asiáticas se mataban por cuatro o cinco boletos, Qatar tuvo carta abierta para disputar amistosos contra el grupo A de las eliminatorias europeas; es decir, Portugal, Irlanda, Serbia, Luxemburgo y Azerbaiyán. En esta ocasión, los resultados no acompañaron el buen trajín de su sistema de juego.

Qatar tuvo el tino de revivir la Copa Árabe por fin con aval de la FIFA. Esto fue en detrimento de la Copa Confederaciones, daño colateral del cambio de meses de junio a noviembre y la pandemia por COVID-19. Fue un gran ensayo (cuya guía te la trajimos en su momento), en el cual volvieron a llegar a semifinales. Imagina que la semifinal contra Argelia vio un tiempo añadido tal que parecía un tiempo extra. Así cayeron con Argelia, mientras que dejaron escapar el bronce en penales ante Egipto.

Gracias a todo esto, Qatar pudo colarse dentro de las mejores 50 selecciones del ránking FIFA, con un honroso lugar 42 en la lista de agosto de 2021. Así pues, lograron evitar el vergonzoso récord de la sede con la peor posición para el sorteo, rebasando por mucho a Rusia y a Sudáfrica. Hay una gran expectativa para saber cómo les irá en su mundial, pero podemos estar seguros de que darán batalla y sentarán las bases de un dominio regional.

Jugadores históricos

El que Qatar haya estado fuera del radar del futbol durante mucho tiempo no quiere decir que no haya producido leyendas que dieron de qué hablar en el Golfo Árabe y en Asia. Podemos mencionar a los siguientes jugadores:

Adel al-Mulla (عادل الملا). Conocido como “Dólar”, fue de los primeros ídolos de la liga qatarí. En la selección marcó tres tantos en 17 partidos. Uno de ellos fue el decisivo para que vencieran a Japón y clasificaran a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Tras su retiro, fue analista para la cadena televisiva Kass. Desgraciadamente falleció este año.

Mubarak Mustafa (مبرك مصتفى). Sus habilidades con el balón le permitieron ser el mejor jugador árabe en 1992 y 1998. Con él, el club al-Arabi prácticamente no tuvo rival en la liga qatarí durante la década de 1990.

Khalid Salman (خليد سلمن). Si Mustafa era la carta de presentación de al-Arabi, Salman era el embajador del club al-Sadd. Con él lograron ser el primer club qatarí en ganar la Champions League Asiática (1991). Salman también fue de los primeros nombres en causar dolores de cabeza a las selecciones pesadas. Le marcó una tercia a Brasil en el mundial sub-20 de Australia 1981 y dos a la Francia de Platini en los Olímpicos de Los Ángeles 1984.

Mansour Muftah (منصور مفتاح). Responsable de que en Qatar se comenzaran a apasionar por el futbol. Leyenda de al-Rayyan, causando conmoción en su familia fanática de al-Arabi a muerte; ¡esa decisión le valió ser golpeado seriamente por su hermano! Fue el primer qatarí en repetir como mejor delantero de la península arábiga (1985 y 1986). Fue tan influyente en la historia del futbol qatarí que el premio al máximo romperredes de la Qatar Stars League se llama “premio Mansour Muftah”.

En la actualidad tenemos bastantes nombres, como Almoez Ali (المعز علي), Hassan al-Haydos (حسن الهيدوس), Akram Afif (أكرم عفيف), Sebastián Soria, Abdelkarim Hassan (عبد الكريم حسن), Wesam Rizik (وسام رزق), Karim Boudiaf (كريم بوضياف) y Bilal Mohamed (بلال محمد).

Las rivalidades de Qatar

La selección de Qatar es conocida como “al-Annabi” (العنابي), palabra en árabe que quiere decir “la marrón”, debido al color de la bandera. La situación geopolítica e histórica de esta península ha producido tres rivalidades con partidos de alta tensión:

Bahréin. Habíamos visto que un ataque de Bahréin casi acaba con Qatar a mediados del siglo XIX. También te dijimos que este fue el primer rival de la selección qatarí como selección independiente. De 2004 a 2021 tuvo una pésima racha contra Bahréin en la que empató diez veces y registró seis descalabros. Esta maldición acabó en la inauguración de la Copa Árabe, cuando ganó 1-0 no sin una dosis de drama. El historial es desfavorable para los qataríes con siete victorias, 19 igualadas y 11 derrotas.

Arabia Saudita. Es la bestia negra de Qatar, y las relaciones todavía se han agriado con la crisis diplomática del 2017 al 2021. Los halcones verdes han propinado derrotas dolorosas como la que tuvieron para Francia 1998. Qatar más o menos se resarció con un triunfo sorpresivo en la Copa Asiática del 2019 que cimentó su camino triunfal para su gesta continental. De cualquier manera, Arabia Saudita domina la rivalidad con 16 victorias, el doble de las que ha obtenido Qatar, lo cual se complementa con 17 empates.

Emiratos Árabes Unidos. Este es el llamado Derbi del Golfo. En realidad no había tanto problema con ellos por mucho que se enfrentaran. Todo cambió con el bloqueo en 2017, cuando los Emiratos se ensañaron con las sanciones. Imagina que en la Copa Asiática 2019 de la que fueron sedes ni siquiera le levantaron la prohibición de que ciudadanos qataríes visitaran este país. Se enfrentaron en semifinales y el príncipe Nahyan Al Zayed (نهيان آل زايد) acaparó los boletos para asegurarse de que el estadio estuviera lleno de amiríes. Fue la mejor motivación porque Qatar los humilló 4-0. En esta ocasión, el balance favorece a Qatar con 14 triunfos, 8 empates y 10 derrotas.

Fuentes

Martínez, Patricio. Qatar, un pequeño gigante. PUEAA UNAM. Fecha desconocida
Qatar 2022. Football History. Fecha desconocida
Federación de Futbol de Qatar. Football History in Qatar. Fecha desconocida
QRMedia. The hidden history of sport in Qatar. Fecha desconocida
Krug, Matthias. Narrating Qatar´s fascinating football history has never been more important. Qatar Foundation. 29 de diciembre de 2020
Qatar Stars League. Legends
11v11. Historial de Qatar

Qatar es el primer país árabe en ser sede de un mundial, pero no necesariamente quiere decir que es su estreno como organizador de algún campeonato de futbol. Te mencionamos que uno de sus fuertes es poner el país para la fiesta, y es mejor si eso incluye campeonatos deportivos. Qatar ha sido anfitrión de Copas Asiáticas, Mundiales Juveniles e incluso Juegos Asiáticos. La lista completa de competencias disputadas en Qatar se verá en nuestra siguiente parada.

Recomendación musical 2

Las segundas recomendaciones obedecerán a mis gustos sobre la música árabe, así que podrás adentrarte en mi personalidad de esta manera. Ahora te presento a Souad Massi (سعاد ماسي), cantante argelina beréber. Es considerada como una de las mejores voces en el Norte de África. Esta niña de una familia pobre de los barrios bajos de Argel no se dejó amedrentar por los golpes de estado de su país y luchó para salir adelante en su carrera. Así, sus discos eventualmente encabezaron las listas de world music en Francia y el Reino Unido. Sus canciones están llenas de valentía, amor y resistencia contra la intolerancia, y no esconde que sus influencias son AC/DC e INXS. Esta es su canción insignia: Ghir enta (غير انت| Solamente tú). Es un grito hacia el amado y la incertidumbre del enamoramiento.

Recapitulemos

Qatar es un país que en su momento subsistió gracias al comercio de perlas. Por aquí pasaron varias potencias que la subyugaron, como los otomanos y los británicos. Ganó su independencia en 1971. Ahí comenzó a ganar notoriedad con los yacimientos de petróleo y gas natural. Poco a poco ha diversificado su economía con la celebración de eventos deportivos, entre otras estrategias. El futbol en Qatar vino con los descubrimientos de petróleo a finales de los años 40. El primer suceso fue un partido de Pelé en 1973. Poco a poco comenzó a mejorar. Nombres como Bruno Metsu, Philippe Troussier y Evaristo de Macedo lograron subir de nivel a Qatar. El crecimiento no ha sido sostenido, con victorias increíbles y estancamientos inesperados. Para prepararse para el mundial han logrado ganar la Copa Asiática, entre otros logros. Como jugadores históricos podemos mencionar a Adel al-Mulla, Mansour Muftah, Mubarak Mustafa y Khalid Salman, entre otros. Sus mayores rivalidades son Bahréin, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

Nos vemos la siguiente. Nshoofak ala kheir! (نشوفك على خير!)

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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