Entrada la recta final de la fase regular del Apertura 2022, el América ya ha vuelto a ser definitivamente el equipo reconocible y fluido que había construido Fernando Ortiz. Apenas unos retoques han bastado para superar el mal inicio de torneo y reclamar el liderato del torneo gracias a un contexto coherente con sus piezas y mucha calidad. Una vez más, la escena se la robó Álvaro Fidalgo, el destacado de este fin de semana, con una exhibición de muy alto nivel ante Tigres.
Partiendo del 4-2-3-1 habitual, las Águilas jugaron un partido muy dividido que fue, por muchos lapsos, un golpe a golpe donde encontraron a unos felinos que jamás pudieron estar compactos entre líneas. Lo que los regios fueron incapaces de hacer, Álvaro Fidalgo lo resolvió del lado de Coapa. La pausa y la tendencia a juntar jugadores en el sector izquierdo -el costado fuerte del América- fueron la clave para atacar mejor y generar ocasiones más claras.
Acercándose sobre Luis Fuentes y compensando bien el triángulo que formaba con su lateral y Jonathan Rodríguez, Fidalgo fue el gestor de ataques. La pelota siempre pasaba por él, fuese para compactar al bloque jugando en corto sobre sus hombres cercanos o encontrando a Diego Valdés (también de partidazo) a los costados de Guido Pizarro, y todo completando ese triángulo con mucha inteligencia, llegando a caer a la banda y sumando mucha amenaza con sus pases desde zona de lateral para activar a Cabecita o asociarse con Fuentes, saliendo de situaciones de apremio con buenos controles o regate corto (dos de tres completos). Lo mismo para lanzar o trazar pases sobre el pico del área en el lado contrario, encontrando a Emilio Lara o Alejandro Zendejas en amplitud para oxigenar los avances.
Con unos Tigres que buscaron atacar a tumbos y superar en velocidad al América, Álvaro Fidalgo también mostró su capacidad para leer transiciones. Su accionar en duelos individuales, acosando y anticipándose a posibles decisiones de su par en conducción, fue muy potente y permitió a los azulcremas retardar un poco los embates universitarios. Esto también se vio reflejado cuando buscó proteger pases de Guido Pizarro o Rafael Carioca sobre la zona que pisaban Sebastián Córdova o Jordy Caicedo, defendiendo hacia adelante y ayudando a que su bloque pudiera ver de más de cara la pelota.
Sus números son una representación de todo. Para haber sido un partido de golpes mutuos, Álvaro Fidalgo intervino 99 veces, completó 80 de 84 pases intentados y acertó hasta 10 de 13 balones largos que buscó, incluyendo tres pases clave. Sin balón, llegó a ganar 10 de 12 duelos que disputó por bajo, mostrando esa capacidad para proteger al equipo. La liguilla sigue acercándose, y el español está cerrando el torneo en un nivel que le permitirá marcar la diferencia ante cualquiera.
