Tras conocerse a los equipos clasificados a la liguilla de la Liga MX Femenil, es casi seguro que se pasará por alto a las escuadras más regulares o que al menos mostraron algo distinto a lo suyo. Si bien el boleto a la fase final no se consiguió, este análisis ayudará a resaltarlos para no sólo evitar su olvido, sino con la esperanza de ver un trabajo similar el próximo torneo. Hablamos específicamente de tres equipos que se quedaron fuera de la fiesta grande.
Atlas
El primer torneo de Fabiola Vargas a cargo del equipo rojinegro no pasó desapercibido. Iniciaron el torneo dando la campanada al derrotar a Tigres, pero en los siguientes encuentros sólo sumaron a base de empates. Lo positivo fue sacar esos resultados ante los equipos que en teoría, pudieron llevarse más.
Su primera derrota del torneo fue ante Chivas, y eso sería un indicador de la distancia marcada en ese momento entre equipos de la parte alta que son candidatos al titulo y el mismo Atlas. Aún con bastos fichajes y ya ciertos planes de juego, hace falta dar el siguiente salto, porque incluso llegando a depender de sí mismas en la jornada 17, las rojinegras carecen de calidad que sostenga los malos ratos de juego. Ya se verá si recibe el empujón necesario para volver a clasificarse a liguilla y mostrar un nivel aún más alto que tanto entrenadora como jugadoras dejaron en el Apertura.
León
El segundo torneo al mando de Adrián Martínez fue mucho mejor que el de su debut. León había conseguido siete puntos hasta la sexta fecha del campeonato. ¿Por qué es tan importante esa jornada? En esa ronda, en el empate ante el América, debutaron sus tres refuerzos argentinas: Mariana Larroquette, Romina Núñez y Ruth Bravo. Tras ese partido, la sensación de ver a un equipo más equilibrado.
Las esmeraldas llegaron con una última aspiración de clasificar tras una combinación de resultados rivales. El lograr un triunfo les aseguraba entrar a la fase final, pero hubo algo curioso: las Panzas Verdes fueron el tercer peor local del torneo, consiguiendo sólo nueve puntos. Aún con ello, la respuesta desde el banquillo y una mejora en la plantilla les permitieron depender de sí mismas en ese último partido. Sin embargo, los demás equipos están subiendo sus prestaciones, así que la misión para que León alcance el siguiente escalón es encontrar consistencia.
Juárez
Milagros Martínez, la entrenadora de Juárez, llegó con la etiqueta de infravalorada, aunque con la mezcla de su experiencia europea con su paso por la rama varonil, dejando un equipo lleno de cosas interesantes que mejoró su rendimiento. Si bien las Bravas iniciaron perdiendo muchas oportunidades de sumar puntos, el empate ante Rayadas les ayudó a encontrar el camino correcto. Después llegaron dos derrotas más, lo que dejó un panorama poco alentador con cuatro puntos de 21 posibles.
Los nombres nuevos encajaron rápido en el 4-4-2 y fueron un plus, en especial en el acomodo de sus ofensivas Jasmine Casarez y Myra Delgadillo, además de las extranjeras Julitha Singano y Jermaine Seoposenwe, la goleadora del equipo. Todas podrían ser una constante más adelante. Juárez tiene una posibilidad de cambiar esa cara de equipo de fondo de la tabla para ser algo más que un animador y próximo rival incomodo. Ahora tienen la oportunidad de potenciar la base que se tiene.
No haber conseguido el objetivo de entrar a la liguilla puede significar un fracaso, pero la importancia radica en ver si los lugares que obtuvieron se vuelven una constante o, mejor aún, una dinámica ascendente para mejorar el rendimiento. Hay equipos que tuvieron un gran torneo y lograron clasificarse en torneos pasados, pero se fueron quedando en el fondo de la tabla.
El tiempo dirá que tan aptos son para dar el salto a grandes ligas, al menos en el papel. Al final, todo esto sirve para hacer una liga más competitiva y con menos equipos goleados que parecen abandonados a su suerte. La expectativa es que, de entrada, los casos de Atlas, León y Juárez estén cambiando la perspectiva de lo que significa competir en la Liga MX.
