HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
Bélgica trae a Qatar 2022 los últimos coletazos de su gran generación, con Kevin de Bruyne y Thibaut Courtois en plenitud, pero con una defensa envejecida, con Eden Hazard ya lejos de sus mejores días y un Romelu Lukaku sin ritmo tras temporada y media de dudas y lesiones. Roberto Martínez tiene el reto de llevar a este grupo de jugadores a una última cabalgata por la gloria después de rozar las puertas hace cuatro años.
Si en otros torneos podía haber dudas sobre quién era el líder de esta selección, es claro que llegan al Mundial como el equipo de Kevin de Bruyne. El del Manchester City tiene libertad total para descender a la base y organizar, acelerar ataques, involucrar compañeros y llegar al área. Es un equipo construido para potenciarle y acompañarle.
Bélgica opta por salidas elaboradas desde atrás, donde Alderweireld y Vertonghen, pese al paso de los años, mantienen sus capacidades para construir, meter pases largos precisos y conectar con compañeros por delante. Construye generalmente por izquierda, donde el central de ese lado tiende a abrirse a banda, y, por delante, carrilero y mediapunta (generalmente Carrasco y Eden Hazard, aunque Trossard viene ganándose un lugar) se intercambian alturas y roles, con uno abriéndose y otro fijando dentro. Tiene paciencia en primeros pases, buscando mover mucho de lado a lado, con Witsel en ocasiones descendiendo a primera línea para que esta sea muy ancha, y luego verticalizando ya sea gracias a Tielemans o a De Bruyne, al encontrar al hombre libre por dentro. En ataques posicionales en campo rival, es interesante su búsqueda por poblar mucho un mismo carril, juntando a muchos jugadores en pocos metros, y luego encontrar al carrilero en ventaja con un cambio de juego. No hay que olvidar tampoco la opción de que Romelu Lukaku se tire a banda si Roberto Martínez espera un partido en el que no tendrán tanta posesión y sí oportunidades para transitar.
Muchos jugadores han envejecido y sus mejores días han quedado atrás. Eden Hazard suele jugar bien con Bélgica; apoya dentro, suma, complementa, pero ya no desequilibra. Los centrales pueden resistir protegiendo el área y suman sacando el balón, pero sufren y están lentos defendiendo a campo abierto o viéndose obligados a salir de zona. Tras los numerosos golpes que han sufrido en los últimos años, y las inmensas expectativas puestas en esta generación, se piensa en esta selección belga como una obra inacabada. Fruto de ello, son un equipo muy débil mentalmente cuando entran en tramos decisivos de partidos: propensos a desmoronarse al primer golpe. Será muy interesante medirles en fases de eliminación directa y comprobar cómo responden.
XI TIPO
FIGURA: KEVIN DE BRUYNE
Como se ha comentado, es un equipo construido en torno a Kevin De Bruyne. Parte de zona de atacantes, pero tiene libertad para bajar a la base y organizar, juntarse con compañeros en pocos metros y llegar al área donde amenaza con su disparo. Hace daño especialmente con sus centros medidos al segundo palo, donde espera encontrar en Lukaku un socio similar a Erling Haaland, junto al que está destrozando la Premier League.
Será posible también verle de falso nueve, con el delantero del Inter de Milán tirado a banda y él con mucha libertad por dentro, buscando sacar a centrales de zona y conducir transiciones. En Rusia 2018, hace cuatro años, Eden Hazard fue la estrella de la selección y se quedaron muy cerca de la gloria. Ahora es el turno de Kevin para ver hasta dónde puede llevar a Bélgica.
PROMESA: AMADOU ONANA
El centrocampista que ha llegado en el último verano al Everton puede ser muy útil para Roberto Martínez en esta cita mundialista. Aunque parece difícil mover el doble pivote titular, donde Axel Witsel es importante por su veteranía, calma al sacar el balón y el equilibrio que da al equipo; y Tielemans es clave por su capacidad para filtrar pases y dar creatividad, Onana representa un perfil diferente que Bélgica seguramente necesitará en algún momento. En situaciones de transición defensiva y respuesta a la pérdida, tiene unos pulmones, técnica en el robo y capacidad para repetir esfuerzos y recuperar metros que ningún otro centrocampista posee. En escenarios donde necesiten defenderse, aportará capacidad para cerrar carril central y obligar al rival a jugar por fuera, mientras que en contextos donde tengan que ofender con decisión, un perfil como el suyo, que permita ganar segundas jugadas, recuperar y poder encadenar ataques, también es vital.
ENTRENADOR: ROBERTO MARTÍNEZ
Segundo mundial y tercer gran torneo para Roberto Martínez al mando de la selección de Bélgica, habiendo alcanzado en los anteriores torneos las semifinales y los cuartos de final. De cara a Qatar 2022, apuesta por una línea continuista con lo visto hasta ahora, optando por la vieja guardia mientras da entrada, poco a poco, a nuevas generaciones. Ha sabido matizarse al bajón de Hazard haciendo que el líder del equipo sea De Bruyne, pero será vital para él, y por tanto para Bélgica en general, una buena versión de Lukaku que permita estirar, amenazar a campo abierto y generar goles. Quién sabe si será, ahora sí, la última oportunidad de esta generación, así que harían bien en no desperdiciarla.