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HISTORIAL

¿CÓMO CLASIFICÓ?

ANÁLISIS

He aquí una de las cenicientas de la Copa del Mundo. Australia llega a Qatar 2022 siendo un combinado con serios problemas sin balón, que genera dudas en la defensa del área y cuyos argumentos ofensivos se han visto fortalecidos contra selecciones de menor nivel. En todo caso, cuenta con pocas armas competitivas y tiende a partirse sin balón, generando más dudas que certezas cuando el rival es poseedor de la pelota.

Desde la táctica, Australia apuesta por un 4-2-3-1 del todo vertical en momentos con balón, por poco beneficiado que se vea en los ida y vuelta a los que queda expuests en la inmensa mayoría de sus partidos. En general, es un equipo que trata de juntarse por fuera, sobre todo por la zona derecha, buscando este sector una y otra vez con cambios de juego continuos. No obstante, también tiende a buscar soluciones por dentro a partir del giro de su mediapunta o las descargas en apoyo de su delantero. Los dentro-fuera en estos momentos con balón son continuos y ciertamente productivos.

No obstante, la selección australiana es frágil sin balón. El balón va hacia el área rival tan pronto como vuelve a la propia, lo que lo convierte en un combinado eminentemente contragolpeador, con bastante ritmo asociativo en estas transiciones, pero que tras pérdida lo arriesga todo a la presión del poseedor y descuida lo que ocurre a su espalda. También en repliegues es una selección que tiende a conceder mucho espacio entre líneas y que se parte con suma facilidad, sobre todo inmerso en esta dinámica de transiciones continuas.

En todo caso, quizá ante selecciones de menos talento no sea tan alegre con balón y busque protegerse algo más en un repliegue medio o medio-bajo. Ante equipos que buscan jugar, Australia parte de este mismo 4-2-3-1 para juntarse hombre a hombre en el centro del campo (clave la marca del mediapunta sobre el mediocentro rival) y que los extremos se desplacen de fuera hacia dentro para presionar de laterales/carrileros hacia centrales. El combinado de Oceanía orienta hacia adentro y libera a laterales, buscando dar un paso adelante cuando el balón llega a banda, con marcas individuales también sobre este sector.

Los argumentos generales de Australia para la Copa del Mundo son escasos. Al ser un equipo que puede poner en serios aprietos a selecciones de menor calado, es de suponer que ante rivales más asociativos busquen un repliegue, sobrevivir de la mejor manera posible y salir a la contra rápidamente buscando los descensos del delantero, los movimientos de los extremos al espacio o las transiciones veloces involucrando a muchos jugadores en secuencias de balón con pocos toques de por medio.

XI TIPO

FIGURA: AARON MOOY

Después de unas temporadas en el ostracismo chino, Aaron Mooy ha vuelto esta campaña a Europa con la misma chispa con la que abandonó el Brighton. El “Kevin de Bruyne de los pobres” está llamado a liderar la débil selección australiana y a ser el gran argumento competitivo de los suyos. Su facilidad para leer situaciones de peligro será de indescriptible valor para Australia, tanto a la hora de salir al contragolpe (Mooy es un genio a la hora de ubicarse tras pérdida rival) como en los momentos en que sus compañeros dispongan de la pelota. Dar forma al ataque posicional de su equipo será la llave competitiva del colectivo australiano.

PROMESA: JOEL KING

Dentro de una veterana convocatoria australiana, la figura de Joel King se ha abierto paso en el lateral izquierdo, pues es uno de los pocos jugadores que milita actualmente en un equipo europeo (su club es el Odense danés). Con balón es un jugador atrevido al incorporarse al ataque, con buen pie para salir de presión y que mantiene una buena relación con cercanos. No está llamado a destacar en la Copa del Mundo, pero será de los pocos jugadores jóvenes con aspiraciones a algo más con los que pueda contar Australia en su convocatoria.

ENTRENADOR: GRAHAM ARNOLD

Graham Arnold es otro de los seleccionadores que conoce a la perfección los secretos de la competición del país que ahora dirige. Empezó su carrera como asistente de Frank Farina y Guus Hiddink con Australia (entre 2000 y 2007) para luego arrancar su periplo como primer entrenador en el Central Coast (112 partidos), en el Vegalta Sendai (8 partidos) y el Sydney (130 partidos). En 2018 asumió el cargo de Australia sub-23 y desde ese mismo año dirige al primer equipo. En su palmarés cuenta con dos ligas australianas y una copa nacional. Afín al 4-2-3-1, ahora tiene la responsabilidad de dignificar la presencia de su nación en la Copa del Mundo de Qatar 2022.

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Manu Escuder
Periodista, analista y scout. Formando y formándome. También escribo en Revista Panenka.

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