Análisis táctico: México previo a Qatar 2022

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La selección mexicana ha revelado a sus 26 convocados de cara a la Copa del Mundo. En el amistoso pendiente ante Suecia, el equipo de Gerardo Martino hará las últimas pruebas y cerrará la preparación correspondiente. Antes de este encuentro, analizamos a México previo a Qatar 2022.

Inicios ante presión alta

México parte de una estructura en 4-3-3 o 4-2-3-1, pero en ambas se ven los mismos comportamientos. Los mediocampistas están próximos a la base de la jugada para atraer y sujetar rivales. El equipo aprovecha la atracción de esos tres jugadores interiores para usar a los laterales creando superioridad numérica: dos contra uno con el central ante el delantero que presiona. Una vez eliminada una línea de presión, se busca a un hombre libre o compañero mejor ubicado para acelerar el juego y llegar a zonas altas.

Ataque posicional

La selección usa el pase hacia atrás como mecanismo para preparar la progresión. México juega intencionalmente hacia atrás para invitar al rival a subir la presión y alargarse, distorsionando sus distancias de relación. Cuando esto pasa, el equipo busca hombres libres o mejor ubicados con relación a su marca directa para acelerar el juego.

El centro delantero desciende constantemente entre líneas para conectar con el juego, crear superioridad a la espalda de los mediocampistas rivales y, sobre todo, sacar a los centrales de su zona. En caso de que estos salten,
extremos e interiores tendrán posibilidad de desmarcarse al espacio y llegar de frente al área.

Recuperación de balón

Presión alta

México puede presionar en 4-3-3 o 4-4-2. Inician dividiendo por dentro y una vez que se activa el balón, orientan hacia la banda cargando
el bloque sobre esa zona con el fin de encerrar al poseedor en esa zona y provocar pérdidas.

Debilidad: repliegue

México busca presionar alto la mayoría del tiempo. Cuando el rival juega hacia atrás, acompañan subiendo el acoso. Sin embargo, el equipo se va haciendo largo y se generan espacios entre líneas por donde el rival consigue progresar. Los adelantados suben la presión, pero los más atrasados sostienen y ahí es donde el bloque pierde las distancias de relación.

El equipo de Gerardo Martino sufre para defender el achique en banda tras pase diagonal a esa zona. No cierra espacios o líneas de pase o bien no gana el duelo individual y el rival progresa de afuera hacia adentro.

Más debilidades de México

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