Mexicanos y polacos debutaron en el Mundial de Qatar 2022 con el partido que estaba marcado en rojo en sus calendarios desde hace meses. Pese a que la victoria saudí ante Argentina horas antes había puesto patas arriba el grupo y en este deporte nunca se puede dar nada por supuesto, lo esperado era que, estas dos selecciones, se repartieran un boleto de octavos de final. Ganar hoy significaba dar un paso de gigante y perder suponía decir casi adiós a tus opciones el día uno. En Doha, ambos conjuntos sintieron el peso de la responsabilidad sobre sus espaldas, en un partido jugado más con el miedo a perder que con la ambición a ganar. Finalmente, un empate que no deja satisfecho a ninguno pero tampoco triste del todo a nadie.
México, aunque no presionó alto como acostumbra, asumió protagonismo desde la posesión, enfrentando a una Polonia que, pese a que se rumoreaba y ya había probado una línea de cinco atrás, salió en 4-1-4-1. Los dirigidos por el Tata Martino encontraron vías para dañar el bloque rival por fuera, con sus extremos Alexis Vega e Hirving Lozano. Héctor Herrera, que pisaba distintas alturas, descendía a la base para organizar junto a Edson Álvarez y el Tri dejó buenas combinaciones a partir del funcionamiento de sus triángulos exteriores, con las relaciones lateral-interior-extremo. Por derecha, con Jorge Sánchez quedando algo más bajo o metiéndose dentro y Lozano recibiendo abierto o enfocado a la ruptura y la profundidad. En izquierda, con Jesús Gallardo ganando altura por fuera y Vega dando juego interior, reteniendo y soltando en el momento adecuado. Lograron situaciones de alcanzar línea de fondo y profundizar por fuera, con buenas secuencias por derecha con Sánchez atrayendo abajo, Herrera rompiendo por delante y aclarando la recepción de Lozano, pero les faltó concretar y traducir ese dominio en ocasiones claras, ante un Szczęsny que se mostró seguro en la portería polaca. Incapaces de conectar por dentro, ni con Luis Chávez ni con los descensos en apoyo de Henry Martín, México tenía el dominio pero no lo logró reflejar en el marcador.
Hubo detalles a comentar en el bloque de la selección dirigida por Czeslaw Michniewicz, con conductas de sus extremos hundiéndose persiguiendo a laterales rivales, mientras los laterales propios, Matty Cash y Bereszynski, saltaban a la recepción del extremo rival. Lograron tapar bien el carril central, negando recepciones y con Krychowiak apareciendo en coberturas en caso de que el rival lograra filtrar. En el área también se mostraron seguros, tanto por la comentada seguridad transmitida por el guardameta de la Juventus, como por lo bien que estuvieron Glik y Kiwior sumando despejes y no dejándose anticipar.
Con balón, sin embargo, la selección europea dejó una actuación muy pobre. Ni en sus pocos ataques posicionales lograron filtrar dentro, conectar con Lewandowski o Zielinski y aprovechar la separación entre líneas rival, ni se impusieron en juego directo. Cabe destacar la buena actuación de Edson Álvarez sin balón, negando a Lewandowski esas salidas directas yendo al choque con él y no dejándole girarse, sumado a lo bien que estuvieron los interiores cerrándose y buscando hacer al equipo corto para imponerse en la caída.
Ya en la segunda parte, cambió Polonia a 4-4-1-1 con la entrada de Bielik junto a Krychowiak, adelantando Zielinski unos metros su posición. Subieron unos metros su bloque e incluso tuvieron alguna situación presionando la construcción rival, con Edson transmitiendo sus dudas en este contexto. La acción del penalti surge con una pérdida en salida de Edson Álvarez, pero luego Ochoa le negó la gloria a Lewandowski y escribió una página más de su fantástica historia en las Copas del Mundo.
Había demasiadas cosas que perder en el tramo final como para que ninguna de las dos selecciones corriera verdaderos riesgos en busca del gol. Hubo cambios ofensivos pero, en el campo, se priorizaba el control y el orden, el miedo a exponerse. Ambas selecciones mostraron sus problemas para crear en ataque posicional, y ahora se jugarán su clasificación para los octavos ante saudís y argentinos. Veremos si ahí, en esos partidos, México y Polonia se desmelenan y muestran mejor fútbol. Por ahora, combate nulo.