Japón 1-1 (1-3 penaltis) Croacia: El déjà vu croata

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Empieza a haber algo místico en la relación que tiene esta generación croata, la que lidera Luka Modric, con las prórrogas y las tandas de penaltis. En su camino hacia la final en Rusia, superaron a Dinamarca y a la propia selección anfitriona gracias a los lanzamientos desde los once metros, y a Inglaterra en semifinales la vencieron en la prórroga. Para no perder la costumbre, su primera eliminatoria del Mundial de Qatar, la que les medía a la sorprendente selección de Japón, también se decidió con lanzamientos desde el punto de penalti. Ahí, en esa instancia, el guardameta Dominik Livakovic se erigió como héroe nacional al detener tres penas máximas y asegurar el pase a los cuartos de final. Espera Brasil.

Los primeros 45 minutos fueron, probablemente, los mejores de Japón en esta Copa del Mundo, y eso que estamos hablando de un equipo que ya dejó segundas partes de mucho nivel ante Alemania y España en la fase de grupos. Partiendo de un 3-4-2-1, el esquema que el seleccionador, Hajime Moriyasu, había estado usando en contextos de remontada, los asiáticos encontraron ventajas claras ante el 4-3-3 balcánico. Buscando salir jugando de manera elaborada, involucrando tanto a sus tres centrales como al doble pivote (fantásticos Morita y Endo), lograban atraer los saltos en presión de los interiores croatas, Modric y Kovacic. Una vez logrado y gracias a las buenas versiones asociativas de sus centrocampistas, especialmente Wataru Endo, Japón lograba filtrar a espaldas de los interiores, con Kamada y Doan recibiendo en los costados de Brozovic, aprovechando su superioridad numérica. Una vez hecha esa conexión, los de Moriyasu abrían juego hacia fuera, donde Ito y Nagatomo se encontraban en situación de 1×1 y con capacidad para desbordar. Especialmente por la banda derecha, con un jugador de perfil más ofensivo como es Junya Ito y enfrentando a Barisic, el lateral suplente de Croacia, obligado a jugar por la baja de Sosa.

Buscando minimizar esas recepciones por dentro en zonas intermedias, Josko Gvardiol empezó a aparecer como un bombero apagando fuegos. El central del RB Leipzig está realizando un torneo fantástico, y este partido no fue menos. El delantero de Japón, Daizen Maeda, buscaba constantemente estirar mediante sus desmarques, separando a los centrales del mediocampo para tener esa superioridad dentro. Pero Gvardiol, en vez de dejarse distraer por esas rupturas del delantero del Celtic, empezó a saltar dentro a las recepciones de Ritsu Doan, dejando a Brozovic con Kamada, e impidiendo giros. Haciendo corto al equipo y deslizando la línea hacia delante, Gvardiol logró emparejar bastante el encuentro.

Japón logró rentabilizar su primer tiempo de dominio yéndose con ventaja al descanso, gracias a un gol de Maeda tras una acción a balón parado. Buscando proteger ese resultado en la segunda parte, los nipones dieron un paso atrás y Croacia empezó a mandar en el encuentro. Fue especialmente débil para Japón su sector derecho de la defensa, donde se juntaba un extremo como es Ito jugando de carrilero y un Tomiyasu sorprendentemente nervioso y errático. El del Arsenal tuvo su primera titularidad en el torneo, obligado tras la baja por sanción de Ko Itakura, y no aportó la seguridad que se le presuponía.

Croacia empezó a empujar mucho por fuera mediante juego exterior, con sus laterales llegando, Perisic desbordando y gente poderosa cargando el área (Dalic probó hasta con tres delanteros en el partido; empezó Petkovic, entró Budimir y luego éste se fue sustituido para que entrara Livaja). Con un buen Brozovic dirigiendo más las conducciones y movilidad de Kovacic, encadenaron ataques con situaciones de centro lateral, justo igual que en el gol, una buena secuencia con Juranovic llegando por fuera, buscando pase atrás para Lovren, y centro de este mientras la defensa salía, con Perisic rematando en el intervalo entre Tomiyasu e Ito.

Tanto el resto de la segunda parte como la prórroga en su totalidad se jugó con bastante respeto, conocedores ambos de los riesgos de dejar espacios y conceder un gol. Moriyasu buscó revolucionar con sus revulsivos por excelencia, Takuma Asano y Kaoru Mitoma. Estuvo bien el carrilero del Brighton dando salidas con largas conducciones y permitiendo al equipo llegar arriba. Croacia aguantó gracias a las buenas actuaciones de Lovren y Gvardiol defendiendo a campo abierto, ganando duelos y gestionando situaciones de transición para minimizar daños. Los minutos pasaban como una calma tensa antes del inevitable destino de los penaltis.

Ahí, Livakovic fue el héroe deteniendo los lanzamientos de Minamino, Mitoma y Yoshida, asegurando el pase a cuartos de final. Gloria a Japón que ha realizado un torneo dignísimo, clasificando en un grupo muy complicado, venciendo a dos campeonas del mundo y, finalmente, cayendo en penaltis ante la actual subcampeona. Croacia, con esta victoria y cómo se ha producido, seguro que ha tenido un déjà vu de lo ocurrido hace cuatro años. Para repetir ese glorioso camino, ahora toca Brasil. Seguro los de Tite no se quieren arriesgar a una prórroga, porque en ese escenario nadie se maneja mejor que los croatas.

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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