Países Bajos 2-2 (3-4 penaltis) Argentina: Una zurda inmortal

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

En una villa nació, fue deseo de Dios
Crecer y sobrevivir a la humilde expresión
Enfrentar la adversidad
Con afán de ganarse a cada paso la vida

En un potrero forjó una zurda inmortal
Con experiencia, sedienta ambición de llegar
De cebollita, soñaba jugar un Mundial
Y consagrarse en Primera
Tal vez jugando pudiera a su familia ayudar…

Esta letra, perteneciente a la canción La Mano de Dios, de Rodrigo Bueno en un homenaje a Diego Armando Maradona, es hoy más aplicable que nunca a Leo Messi. Porque Leo está haciendo un mundial totalmente maradoniano, echándose al país entero a sus espaldas y realizando un fútbol preciosista, efectivo e imparable como si la edad no pasase para él. En los cuartos de final ante Países Bajos, un gol y una asistencia imposible suya pusieron a Argentina 2-0 arriba, acercando el camino a la semifinal. Sin embargo, los neerlandeses consiguieron volver a la vida y empatar el partido, con un gol en la última acción del tiempo reglamentario que va directamente a la historia de las Copas del Mundo. Finalmente, en la tanda de penaltis, Emiliano Martínez se consagró como el héroe, igual que en la semifinal ante Colombia de la Copa América del año pasado. Argentina volvió a eliminar a una selección neerlandesa dirigida por Louis van Gaal desde los once metros, igual que en Brasil 2014. En esa ocasión, fue en semifinales y la gloria no acabó sonriendo a la albiceleste en la final ante Alemania. Ahora, de la mano de Leo Messi y del recuerdo del Diego en el 86, esperan que la historia y el destino sí les sonría.

De entrada, Scaloni se adaptó a van Gaal. Cómo ya lo había hecho Gustavo Alfaro, el seleccionador de Ecuador, en la fase de grupos por ejemplo. Línea de cinco atrás para hacer espejo al sistema rival y que los emparejamientos queden más claros. Ambos equipos, sin embargo, tenían una ventaja numérica en la salida. Tres centrales ante dos delanteros para presionarles. Se aprovechó Argentina de ello, buscando profundizar por derecha con Cristian Romero subiendo en conducción, obligando a un salto de Blind y poder atacar esa espalda con un profundo e incisivo Nahuel Molina. Arrancó bien el encuentro la campeona de América, encontrando a Messi y produciendo a partir de ello, pero Países Bajos se sacudió el domino y logró igualar la contienda.

Con Jurriën Timber ganando altura y soltándose, los de van Gaal lograban hacer efectivo el 3×2 de los centrales ante Messi y Julián y encontraban vías de progresión, pero luego es cierto que se atascaron ante el impecable trabajo del bloque argentino tapando el carril central. Con muy buenas conductas tanto de los centrales como de los tres medios para ir intercambiándose marcas, nunca dejando recibir solo a un rival y siempre buscando no descoordinar la espalda de la última línea, lograron tapar las vías de amenaza de los europeos. Memphis Depay dejó buenos descensos en apoyo buscando lanzar a Bergwijn y Gakpo al espacio, pero Argentina controlaba y no sufría remates. Por si fuera poco, Scaloni corrigió la posición de Julián Álvarez y le puso a vigilar mucho más de cerca a Timber, tapando esa ventaja neerlandesa. El trabajo sin balón de la Albiceleste fue muy bueno, logrando que pasaran pocas cosas en el partido y que la calidad ofensiva decidiera.

Y eso ocurrió, cuando en el minuto 35 Leo Messi se inventó una asistencia que nadie más imaginó, que nadie soñó. Filtró para el desmarque de Nahuel Molina en el espacio entre Blind y van Dijk y el lateral del Atlético Madrid no erró. 1-0 para Argentina. Obligado ahora a llevar más la iniciativa, van Gaal dio entrada a dos perfiles de creatividad y capacidad de amenaza desde el golpeo como son Koopmeiners y Berghuis, pero Países Bajos seguía atascada. Incapaz de conectar por dentro ni de rajar el bloque argentino, los minutos pasaban y la frustración en los europeos era notable.

Esquemas a partir del minuto 66´

Buscando romper el bloqueo, se vio obligado van Gaal a cambiar. 4-4-2, dos extremos a pie cambiado para buscar centros tensos al segundo palo, y un delantero de referencia como Luuk de Jong. Scaloni, por su parte, dio entrada a Paredes por De Paul, adelantando la posición de Enzo Fernández para que el del Benfica se pudiera soltar más y ayudara a dar salidas y conectar con Messi. La sentencia pareció llegar en el minuto 73´, cuando Dumfries, inocentemente, cometió penalti sobre Acuña (gran partido del lateral del Sevilla llegando en profundidad y decidiendo bien). Messi convirtió y amplió la ventaja, dificultando mucho la tarea a Países Bajos. Decidió ir con todo van Gaal a por el empate, dando entrada a Weghorst por Memphis para reforzar la apuesta por el juego directo y situaciones de centro lateral, cargando mucho el área (van Dijk instalándose en área rival por largos tramos), aprovechando la calidad en los envíos de Berghuis y Gakpo. El propio Weghorst recortó conectando con un centro de Berghuis y a Argentina le entró el pánico. El miedo a perder lo que tenían en el bolsillo y por lo que tanto habían peleado. Países Bajos, sin nada que perder, empezó a bombardear el área, ganar segundas jugadas y a meter a todo el equipo arriba, pero pasaban los minutos y no lograban el ansiado empate. Fue entonces, en el 90+11, cuando Koopmeiners demostró una sangre fría impropia de ese minuto de partido a estas alturas de competición, y se inventó una asistencia a balón parado para mandar el partido a la prórroga. Gol que se recordará durante muchísimos años.

En ese tiempo extra, pese a la inercia positiva que traían, Países Bajos dio un pasito atrás, y el primer tiempo de la prórroga fue de una calma tensa sin ningún equipo con capacidad para atreverse a arriesgar (65% de posesión Argentina, 0-0 en remates). Ya en la segunda parte del alargue, Scaloni decidió ir con todo, deshizo la línea de cinco y dio entrada a Di María. Argentina dejó minutos para ganar el encuentro, a partir de visiones super acertadas de Enzo, Messi y el propio Di María. En esos últimos 15 minutos, 82% de posesión Argentina y 7-1 en remates. El palo, Noppert y van Dijk les negaron la gloria.

Así acabaron ambos equipos la prórroga

El partido se encaminó a los penaltis, y ahí Argentina demostró una convicción, seguridad y resiliencia envidiable. Fallaron solo un penalti, Enzo que lo pateó afuera del arco, y Emiliano Martínez se consagró como héroe en estas lindes al detener los lanzamientos de van Dijk y Berghuis. Argentina y Messi están a dos partidos de ser campeones del mundo. El sueño tan ansiado de Leo y de un país que busca ese objetivo desde 1986, cuando lo lograron gracias a Maradona. Ahora espera Croacia. Y luego, quizás, la eternidad.

Picture of Hugo Marugan
Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

También lee: