No todos los equipos tienen 20 partidos jugados, pero, por número de jornada, podemos dar por inaugurada la segunda vuelta de la Premier League. La nueva mitad de la temporada ha arrancado con dos duelos históricos de por medio y resultados muy importantes que pueden dar pie a semanas interesantes para equipos de gran interés. El Manchester United tiñendo de rojo la ciudad con su gran victoria en el Derbi ante el City, el Arsenal adueñándose del norte de Londres venciendo al Tottenham, el categórico repaso del Brighton al Liverpool, Kai Havertz y Kepa Arrizabalaga dándole oxígeno al Chelsea de Graham Potter y Aleksandar Mitrović decidiendo para mal el Newcastle-Fulham son las propuestas para repasar la fecha 20 de la Premiership.
United vs City: Manchester volvió a ser roja
La edición 189 del Derbi de Mánchester dejó claro algo que venía haciendo eco y, por fin, parece materializado: el Manchester United ha vuelto y es capaz de competir de igual a igual con las grandes dinastías de los últimos años en la liga y ante los potentes nuevos proyectos. La victoria de los Red Devils se explica a través del leve estancamiento que atraviesa el Manchester City y, sobre todo, por otro brillante plan de partido de Erik ten Hag. Asumiendo que el campeón defensor buscaría dominar a través del balón, el entrenador neerlandés planteó un escenario de mano a mano permanente por todo el campo, marcando individualmente a los Cityzens y siempre orientándolos hacia afuera para evitar que progresaran por dentro. Con los celestes partiendo de un 4-3-3 que ponía a Kyle Walker y João Cancelo iniciando bajos, aunque con el portugués siendo el más adelantado de los dos y a Bernardo Silva acercándose mucho a Rodri en el centro del campo para atraer presión y rajar las líneas desde el pase o la conducción, el Manchester United se adaptó perfectamente y mantuvo sus referencias muy claras para marcar. Las cuatro referencias más claras en la cancha fueron las que más diferencias marcaron: Aaron Wan-Bissaka -quien dejó su mejor partido desde que llegó a Old Trafford- controlando a Phil Foden en la banda derecha, Tyrell Malacia enfrentando a Riyad Mahrez, Fred siguiendo a Kevin De Bruyne a todas partes y Raphaël Varane siendo el que más apretó a Erling Haaland le garantizaron al equipo minutos de buena defensa en propio campo y salidas a la contra. Tan fue así que el gol Cityzen cayó en la única jugada del partido en que De Bruyne se escapó del marcaje de Fred, sirviendo un centro espectacular a Jack Grealish a segundo palo desde línea de fondo. Además, Varane logró neutralizar la amenaza de Haaland tanto en el área como al apoyo, manteniéndolo incómodo y evitando que se le buscara como soporte lejano. Y, pese al gol encajado, el United no dudó del plan. Se mantuvo firme con la idea de ten Hag, siguió provocando robos y logró dos carreras al espacio -fuera de lugar de Marcus Rashford incluido en el empate- que se tradujeron en los dos goles del para obtener su revancha contra el campeón de la Premier League. Quizá al City le faltó acierto en el último tercio, pero la idea del entrenador neerlandés se impuso para que Mánchester volviera a ser roja.
Tottenham vs Arsenal: el norte de Londres fue Gunner
Así como Mánchester se pinto de rojo, el norte de Londres se llenó de banderas Gunners. Por primera vez desde la temporada 2013-14 (doble triunfo por 1-0), el Arsenal ha vencido al Tottenham en los dos Derbis a jugar en la campaña de Premier League. El dato no es menor porque ha venido acompañado de consistencia y, sobre todo, muy buen fútbol de parte de los de Colney. La victoria del equipo dirigido por Mikel Arteta se explica a partir de comprender el juego en su globalidad y la capacidad de adaptarse a todo tipo de circunstancias, jugando varios partidos en uno. En el primer tiempo, en lo que pintaba para ser un duelo de presiones altas e intensas, el Arsenal consiguió hundir a los Spurs en su propia mitad de terreno, avanzar con claridad de dentro hacia afuera y, además, les presionó de manera notable. Con Oleksandr Zinchenko partiendo de la lateral zurda para meterse en zona de doble pivote con el fin de ayudar a progresar y ser un seguro ante la pérdida, Granit Xhaka intercambiándole alturas por tramos, Thomas Partey gestionando pases en corto y lanzando en largo, Martin Ødegaard -como ya es usual- sumando en distintas alturas y conquistando espaldas de pivotes para castigar en la frontal, además de Bukayo Saka siendo diferencial en el mano a mano por derecha, los Gunners dominaron claramente y dejaron minutos dignos del mejor equipo de la liga. También mostraron su mejor cara con su habitual presión alta con marca individual, produciendo robos a altura media y en el último tercio del campo. Pero los Spurs reaccionaron en el segundo tiempo adelantando líneas, buscando llegadas por fuera y siempre pasando por un Harry Kane omnipresente al apoyo. Antonio Conto incluso cambió el 3-4-2-1 a de inicio a un 4-2-4 para el tramo final del partido con los ingresos de Ben Davies por Clément Lenglet, Richarlison por Matt Doherty (carrilero diestro) e Ivan Perišić por Ryan Sessegnon, y el peligro generado puso a trabajar a Aaron Ramsdale al máximo nivel, sacando varios remates con alto valor gol.
El De Zerbi Way arrolló al Liverpool
El Brighton es, definitivamente, uno de los cinco equipos que no pueden dejar de verse en esta Premier League. Este duelo contra el Liverpool transportaba inevitablemente al 1 de octubre del año pasado, el día del debut de Roberto De Zerbi como entrenador de los Seagulls. Aquel partido terminó con un vibrante empate a tres en Anfield y la sensación de que iba a construir algo muy grande. Tres meses y medio después, con un Mundial de por medio, le ha recetado un contundente 3-0 en casa, con una evolución muy potente de su idea. Teniendo a Alexis Mac Allister de regreso en el once inicial, el estratega italiano devolvió a Pascal Groß a la lateral diestra, insistió con Kaoru Mitoma de titular en el extremo izquierdo tras los problemas recientes con Leandro Trossard y volvió a darle titularidad al joven irlandés Evan Ferguson. A partir de su 4-2-4 con balón, el Brighton descosió a los Reds por dentro y por fuera con mucha facilidad gracias a esas pisaditas de balón de los centrales para provocar el salto a la presión y la típica red de pases que montan con los pivotes para superarla. Lewis Dunk y Levi Colwill dejaron muy buenas cosas iniciando juego, provocando que los atacantes del Pool les apretaran y achicando hacia adelante para evitar contras y recuperar balón. Mac Allister y Caicedo estuvieron muy bien gestionando pases y permitiendo avances por dentro. Groß sumó muchísimo desde su ubicación por dentro en la derecha y su criterio con la pelota, y Ferguson y Adam Lallana mostraron que su sinergia sigue creciendo, con el irlandés ofreciendo apoyos e imponiéndose de espaldas constantemente a los centrales y el inglés siendo ese mediapunta que busca siempre atacar el costado del mediocentro. Y, por si fuera poco, Solly March -doblete y asistencia incluidos- y Mitoma destrozaron a los laterales en el mano a mano. Fue una exhibición completa del Brighton pese a no controlar algunas transiciones, pero dio golpes definitivos y arrolló al Liverpool con el De Zerbi Way.
Havertz, Thiago y Kepa le dieron oxígeno al Chelsea
Si algo necesitaba el Chelsea en estos momentos de agobio en la Premier League era oxígeno. El joven proyecto de Graham Potter estaba urgido de una victoria que se le escondía desde el 27 de diciembre, cuando venció 2-0 al Bournemouth en casa. Pero este fin de semana, ante el Crystal Palace, volvió a mostrar la serie de problemas que viene arrastrando, con excesiva libertad y movimientos que no terminan por mezclar bien para que el equipo se asiente en campo rival. Esta vez, enfrentando a un compacto vecino que se paró en 4-2-3-1 y buscó taparle carriles centrales para robar y correr, mostró más asteriscos por no tener suficiente perfiles adecuados para el plan de partido. Partiendo de un esquema idéntico al del rival, los Blues atacaron con Lewis Hall -lateral izquierdo- muy abierto y profundo, Trevoh Chalobah -lateral derecho- cerrado como tercer central, Jorginho y Conor Gallagher como doble pivote, Hakim Ziyech abierto en la derecha y el centro poblado con Kai Havertz, Mason Mount y Carney Chukwuemeka. El asunto fue que el bloque nunca estuvo preparado para la pérdida de balón, tuvo tramos imprecisos y, de nuevo, una tendencia a partirse con movimientos sin pelota en vez de juntarse, además de que el joven Gallagher no tiene las condiciones para ser un organizador en el medio campo. Con tanta gente arriba y pocos comportamientos que casaran de verdad, sólo brillaron tres hombres. Kai Havertz fue el primero porque, gol aparte, le dio un mar de soluciones a los suyos jugando al apoyo y abriendo líneas de pase hacia los pasillos intermedios del campo y siempre sumó en la presión. Thiago Silva fue el segundo, pues su talento defensivo solucionó situaciones límite a la contra y en defensa de área, pero también dio muchísimas garantías reiniciando el juego, comandando progresiones y lanzando en largo. Y Kepa Arrizabalaga hizo de héroe otra vez, atajando cinco hasta en cinco ocasiones.
Fulham, a un Mitro de la victoria en Newcastle
El Newcastle, al menos en Premier League, parece inmune a la derrota. Hablar de la última vez que perdió un partido de liga nos remonta al 31 de agosto, cuando el Liverpool le venció 2-1. Desde entonces, la mayoría de sus victorias se han sustentado en su clara idea de juego y sus recursos en todas las zonas del campo. Pero la victoria depende de algunas cosas más en ocasiones, de tener mejor o peor fortuna en situaciones definitivas, y ese fue el caso ante el Fulham el pasado sábado. Los Cottagers plantearon un partido complejo cerrándose en un bloque medio en 4-4-2, buscando emparejar a centrocampistas y establecer ayudas para evitar que llegaran por fuera, aunque el plan de Marco Silva no encontrara muchas soluciones y terminara permitiendo muchas escaladas de Kieran Trippier por fuera. De hecho, las Urracas lograron imponer sus vías ofensivas habituales, con un Callum Wilson martirizando a los centrales londinenses de espaldas, al remate y con movimientos muy inteligentes, además de Joe Willock sumándose a la carga del área. Y cuando los del Toon perdieron algo de control y los capitalinos pudieron asomarse al área, Bobby Decordova-Reid consiguió un penal que Aleksandar Mitrović convirtió en gol, pero que se anuló por invasión de área. Minutos más tarde, con las rutas que tanto los distinguen, Alexander Isak puso el tanto del triunfo, dejando al Fulham a un Mitro de sacar un resultado que hubiese cambiado el top cuatro de la liga.