Cinco apuntes de Premier League – Jornada 23

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La jornada 23 de la Premier League podría considerarse como la más importante de la temporada inglesa hasta el momento. Este fin de semana representó una sacudida a la pelea por el título entre Manchester City y Arsenal, ajustándola mucho antes del partido pendiente entre ellos que se jugó este miércoles-, además de complicar a quienes luchan por puestos de competición europea y hundir un poco más a los que buscan salvar la categoría. El Liverpool llevándose un Derbi del Merseyside crucial ante el Everton, el dramático empate del Arsenal ante el Brentford en casa, la jerárquica victoria del Manchester City como local contra el Aston Villa, el Manchester United marcando la diferencia en un horrible Derbi de las Rosas frente a Leeds y la sorprendente goleada del Leicester al Tottenham son la propuesta para repasar la vigésimo tercera fecha de la Premiership.

Stefan Bajčetić domina a orillas del Mersey

El Liverpool consiguió este lunes su primera victoria en Premier League en 42 días. Desde el 2-1 contra el Leicester City el 30 de diciembre pasado, el vigente subcampeón no había podido sumar de a tres en un partido de liga. Así se puede valorar este triunfo ante el Everton en una nueva edición del Derbi del Merseyside, donde, pese al triunfo, siguen saliendo muchos problemas, aunque con noticias bastante positivas que podrían hacer que el sol salga sobre Anfield. Los de Jürgen Klopp volvieron a sufrir llevando mayor iniciativa durante el primer tiempo, esta vez enfrentándose al 4-5-1 que viene construyendo Sean Dyche con los Toffees de cara a cerrar todo por dentro y forzar al rival a ir por fuera. A nivel colectivo, los Reds mostraron de nuevo que el nivel individual de varias piezas sigue siendo una merma para el rendimiento colectivo, volviéndoles propensos a malas pérdidas de balón, desajustes defensivos tanto en la transición tras la pérdida como en el momento sin balón. Los problemas para defenderse de centros laterales y conservar bien las referencias de marca en su área siguen siendo muy habituales también, pero esto no evitó que encontraran en el vértigo la llave para ganar el duelo casero. De hecho, fue a partir de dos enormes contraataques -uno venido de tiro de esquina en contra y remate al palo- y otro tras robo que llegaron los dos tantos de la diferencia. En todo esto, como lo ha contado de forma fenomenal Raúl Martínez, ha sido fundamental Stefan Bajčetić; el joven español dejó una exhibición muy importante jugando como interior zurdo en el 4-3-3 de Klopp siendo el hombre con mayor libertad de recorrido en vertical, fuese para participar en la base de la jugada sumando pases para tratar de mantener junto al equipo en ataque o escalar metros de dentro y un poco hacia zona de lateral para ganar presencia arriba y aparecer en la frontal. Es cierto que ha jugado como pivote antes en el Liverpool, pero el respaldo de Fabinho fue fundamental en este encuentro para verle en una versión mucho más libre de cara a organizar desde el pase en distintas alturas del campo, pero también defendiendo cerca del brasileño y buscando ofrecer ayudas en ese triángulo bajo que completó junto a Joe Gomez y Andy Robertson.

Del Arsenal-Brentford o un día capital en la lucha por el título

Además de la derrota por 1-3 ante el Manchester City a mitad de esta semana en el juego pendiente de la jornada 12, el partido del fin de semana contra el Brentford será uno que el Arsenal no olvidará cuando termine esta temporada de Premier League. Sabiendo que los Bees eran una prueba grandísima antes del duelo de candidatos al título frente a los Cityzens, había poco margen de error y dejarse puntos no estaba permitido. Un día más, el equipo de Thomas Frank salió a mostrar todo sus recursos ante un Big Six y, por tramos de partido, metió en aprietos al ahora colíder de la liga a partir de una gran exhibición de Ivan Toney y Bryan Mbeumo. Defensivamente, ambos puntas emparejaron a William Saliba y Gabriel Magalhães en los reinicios del Arsenal y castigaron las dudas que llegó a tener el equipo de Mikel Arteta en salida de balón, siendo puntos muy importantes de la presión al hombre que buscaba el Brentford en un bloque alto muy bie trabajado. Ofensivamente, dejaron muchísimo peligro intercambiándose alturas y posiciones con mucha inteligencia y sincronía, dejando que uno fuera al apoyo mientras el otro se ofrecía al espacio para que las contras de los Bees tuviesen ese punto de conexión que se ofrece de espalda en ataque y la amenaza en profundidad para activarles. No obstante, el Arsenal fue encontrando soluciones a partir de la sinergia de su triángulo derecho conformado por Ben White -lateral-, Martin Ødegaard -interior- y Bukayo Saka -extremo-, con el lateral partiendo bajo para luego llegar alto y arrastrar a Rico Henry -carrilero zurdo del rival-, dejando al extremo en posición para atacar mano a mano a Ben Mee -central- mientras el interior buscaba con más holgura la espalda de Mathias Jensen -interior izquierdo-. Esto, además, habría sido imposible sin una gran versión de Thomas Partey en el mediocentro Gunner; el ghanés dejó un encuentro muy sólido a nivel pasador, sobre todo filtrando entre líneas, activando a compañeros en la frontal, conectando con el apoyo de Edward Nketiah y también lanzando en largo hacia las bandas. Lo mismo sin balón, especialmente en la contrapresión, ganando duelos y permitiendo que el equipo pudiera asentarse más arriba con el paso de los minutos.

La creatividad de Guardiola con Bernardo Silva

La baja de João Cancelo está obligando a Pep Guardiola a tirar como pocas veces de su creatividad para resolver problemas estructurales de su equipo. En el 3-1 del Manchester City al Aston Villa, el entrenador catalán dejó claro que esta virtud suya para encontrar soluciones no tiene límites, y si bien se antojaba como una posibilidad remota, la cumplió este fin de semana. Partiendo del 3-2-2-3 que ha venido replicando constantemente en el 2023, el catalán decidió utilizar a Bernardo Silva como lateral izquierdo en los momentos sin balón del equipo, que realmente fueron muy pocos. Pero cuando los Cityzens tuvieron la pelota, el alma del nuevo rol del portugués afloró con claridad. Desprendiéndose desde la lateral zurda, Bernardo pasaba a cerrar en el doble pivote junto a Rodri en una especie de reedición de lo que Guardiola y Mikel Arteta -su auxiliar por aquel entonces- buscaron en el 2017 con Fabian Delph ante la lesión de larga duración Benjamin Mendy o, posteriormente, con Oleksandr Zinchenko, o sólo Pep con el mismo João Cancelo en el último par de temporadas. Pisando la zona del doble pivote, Bernardo se convirtió en un foco creativo con la pelota, dando mucha seguridad al equipo tanto al mover de lado a lado como al profundizar con buenos pases tensos por dentro, girando el juego con trazos largos o rompiendo líneas con su conducción y regate. Lo más divertido de su rol fue su libertad para mezclar alturas y zonas con total naturalidad, lo que incluso le permitió añadirse a la línea de atacantes para crear la superioridad ante los defensas del Villa, que en algunos tramos de partido pasaron de cuatro (4-4-2) a cinco (5-2-3) y hasta a seis (6-2-2) por cómo se recorrían Lucas Digne y Ashley Young -sus laterales- hacia adentro y dejaban venir a Jacob Ramsey y Emiliano Buendía -sus volantes- para proteger el ancho del campo. Al final del encuentro, con la entrada de Nathan Aké y la salida de Riyad Mahrez en concreto -un lateral zurdo mucho más convencional-, Bernardo Silva terminó como extremo diestro. Fue la muestra total de la creatividad del entrenador y, sobre todo, de la capacidad del jugador para entender el juego y jugarlo sin importar el rol y la posición.

La caja de herramientas de Erik ten Hag

Otro entrenador con una caja de herramientas y creatividad infinitas es Erik ten Hag. Para muestra, la apuesta hecha en el Leeds 0-2 Manchester United. En un escenario de juego que tuvo una buena presión del local desde un bloque medio-alto con vigilancia individual, la idea inicial fue tirar a Marcus Rashford por la izquierda, Jadon Sancho en derecha, Bruno Fernandes de mediapunta y Wout Weghorst en punta, pero la tendencia de sus mediocampistas a hacer demasiado largo el campo hizo que esta ruta de partido no funcionase. Así, por segunda ocasión al hilo, el entrenador neerlandés decidió enrocar a sus hombres de ataque para crear un tándem que le permite al United tener más opciones de cara a llegar a campo rival sin tener los perfiles necesarios para hacerlo. Como hizo en el duelo anterior contra el Leeds días atrás, ante la lesión de Christian Eriksen y la suspensión de Casemiro, la solución fue recorrer a Wout Weghorst de mediapunta por detrás de Marcus Rashford, quien pasó a ser el nueve, pasar a Bruno Fernandes a la banda derecha, sacar a Jadon Sancho y meter a Alejandro Garnacho en el costado zurdo. Gracias la modificación, los Devils consiguieron otra fluidez para conectar en campo contrario, con el delantero de los Países Bajos dando apoyos de espaldas, reteniendo balón, imponiéndose en los duelos a Tyler Adams y abriendo espacios en profundidad para que los demás los atacaran. Su participación aclarando la jugada en el 0-1 y asistiendo en el 0-2 a Garnacho tras una muy buena presión fueron la confirmación de que se puede confiar en él con un nuevo rol que recuerda, al menos en esencia, a lo que buscó en su día José Mourinho con Marouane Fellaini en la mediapunta. Hacer madera de árbol caído y seguir construyendo.

Leicester-Tottenham, un duelo sin matices

El duelo entre Leicester y Tottenham fue uno entre dos equipos capaces de lo mejor y lo peor en cuestión de segundos. Tácticamente pero, sobre todo, en la gestión de partidos. Sin embargo, en medio de esa urgencia de ambos por sacar puntos, los Foxes dejaron una exhibición que recordó a épocas mejores, cuando eran un dolor de cabeza recurrente para los Big Six. En primer lugar, el 4-1 propinado a los Spurs se puede explicar a través del gran trabajo de la línea defensiva de los de Brendan Rodgers, con Harry Souttar, Wout Faes y Victor Christiansen -centrales y lateral zurdo- bastante sólidos marcando individualmente a Heung-min Son, Harry Kane y Dejan Kulusevski respectivamente. No sólo les vencieron constantemente en los duelos, sino que en evitaron varias veces que se pusieran de frente y le negaron a Kane la comodidad para que ofreciera sus apoyos, ahogando los intentos de progresión del Tottenham. Al anular esta, que es casi la única manera reconocible de los Spurs para avanzar y crear peligro, convirtieron la línea de medio campo en un muro por tramos de partido y le dieron a su equipo la capacidad de asentarse muy rápido en la frontal rival, generando ocasiones de peligro venidas casi sólo por ganar los duelos. En segunda instancia, las exhibiciones ofensivas y de presión que dejaron James Maddison, Harvey Barnes y Kelechi Iheanacho, acompañados por Nampalys Mendy y Kiernan Dewsbury-Hall -los pivotes-, terminaron de darle sentido a la goleada. La claridad de los dos últimos mencionados en el último tercio de campo y la agresividad y finura de los primeros tres de cara al área de Fraser Forster desembocaron en una serie de llegadas que los Foxes fueron aprovechando hasta irse 3-1 al medio tiempo y para sellar el 4-1 sobre el final con algo más de balón en sus pies. Lo más duro de este encuentro para los londinenses, además de las sensaciones y el marcador final, fue la lesión de Rodrigo Bentancur, quien estará ocho meses fuera tras haberse roto el ligamento cruzado de su rodilla izquierda.

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Roberto González
Periodista y analista. Amo el fútbol desde que tengo memoria. Disfruto encontrar y explicar el porqué de las cosas.

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