Se enfrentaron en la segunda jornada de esta nueva edición de la Premier League dos equipos que presumiblemente estarán en lo más alto de la tabla: Manchester City y Newcastle. Y una figura a destacar es Phil Foden, quien lideró a los sky blues en una gran victoria (1-0).
Con nuevo rol en este encuentro debido a la lesión de Kevin de Bruyne, Guardiola le colocó por dentro detrás de la línea de ataque aprovechando el intervalo entre Joelinton, Burn y Botman. Un ajuste táctico que funcionó a la perfección, ya que Kyle Walker, al actuar como lateral ancho, atrajo la marca de Burn para generar espacio a Foden.
Foden dio una clase magistral de cómo detectar espacios y generar ventajas a través del control orientado a la media vuelta. Su conducción de balón prodigiosa le permite avanzar metros con facilidad, lo cual ayuda a su equipo a acercarse a zonas de peligro. Y su retención del cuero da un plus a la hora de gestionar posesiones.
Acabó con una asistencia, pero su partido va más allá y no nos podemos quedar sólo con el pase de gol a Julián Álvarez. Foden machacó al centro del campo del Newcastle con sus giros rápidos. Indetectable para el rival, siendo la llave para generar en el Manchester City. Y sobre todo, arriesgando, siendo él mismo, sacando el fútbol y el carácter que lleva dentro.
Dar siete pases claves no está al alcance de cualquiera. Y es que «Foden liberado» es la definición de verso libre. Todo lo hizo bien, completando una exhibición individual y, quizá, el partido de mayor madurez de su carrera hasta ahora.
Foden fue ese jugador escurridizo con el balón pegado bailando por zona de tres cuartos, pero también bajando a recibir para agilizar el progreso desde la base de la jugada. Jugó esta vez por derecha, siendo el receptor más cercano e importante para Julián Álvarez. El respaldo de la zaga le hace al City tener un futbolista con mayor libertad como era De Bruyne o ahora Foden. Además, el partido del mediapunta inglés que no se entiende sin el trabajo de Rodri, Kovacic e incluso Akanji cuando partía por zona central al medio campo.
Marcó las diferencias y se vio al Foden más líder, pidiendo el esférico de manera constante y empujando a su equipo cada vez que tocaba el balón. Pep Guardiola le otorgó galones; y él respondió con creces. Parece que lo tiene todo para ser el relevo perfecto del belga. Un jugón en un equipo de jugones, eso es este enorme talento generacional.
