Los talentos ocultos de South Beach

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Hasta hace un par de meses, jugar en el Inter Miami significaba estar alejado del foco, del gran público. Posicionado como uno de los peores equipos de la Major League Soccer, existían pocos motivos para acercarse a visualizar los partidos del equipo de Florida. Entonces, David Beckham logró convencer a Leo Messi de unirse a la entidad y, desde entonces, ha cambiado la vida de la institución, de los fans y de los propios jugadores del equipo. Desde que Leo está jugando para el equipo, han ganado todos y cada uno de los partidos (9 de 9). En ocasiones necesitando de los penaltis, sí, pero victorias al fin y al cabo. Mientras la institución afronta su nueva realidad, habiendo ganado ya un título y clasificándose para la final de otro, atrayendo las miradas de todo el continente americano, todas la atención se posa en el impacto de las llegadas de Leo Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba al equipo del, también nuevo, Gerardo Martino. Pero hay dos adolescentes locales, nacidos en el propio estado de Florida, que están aprovechando la atención de la realidad de su equipo de toda la vida para hacerse un nombre en el fútbol internacional. Se trata de Benjamin Cremaschi y Noah Allen.

Cremaschi, nacido en el año 2005 en Miami e hijo de padre argentino, es un interior con mucho recorrido, que ocupa diferentes alturas del campo, llega al área y, lo más importante en el actual Inter Miami, está mostrando una gran sinergia con Messi a la hora de compartir campo. Dentro del 4-4-2 sin balón con el que cierra Miami, a comienzos de la etapa Martino fue normal ver a Cremaschi actuando en el doble pivote, haciendo pareja con Sergio Busquets, pero los problemas del estadounidense tapando su zona (muy impetuoso saltando, desprotegiendo su espalda y no tapando bien líneas de pase) abrían puertas al rival, lo que obligó al Tata a reaccionar y moverle a la banda en fase defensiva, generalmente cerrando por derecha. Sin embargo, este cambio en su faceta sin balón no ha afectado a su comportamiento con el mismo donde, como he comentado antes, es un jugador que destaca por su movilidad y la cantidad de zonas del campo en las que aparece. Sabe usar muy bien su cuerpo para amagar y escapar de la vigilancia de su par, y está constantemente moviéndose buscando abrir líneas de pase.

Es común verle muy involucrado en los primeros pases del equipo, en ocasiones lateralizando por derecha, haciendo como tercer central ahí (aunque en los últimos partidos el equipo ha pasado a jugar con tres centrales desde inicio, lo que empuja un poco más arriba su posición en estas situaciones), recibiendo de centrales y permitiendo al lateral derecho, DeAndre Yedlin, ganar altura y fijar arriba en el campo. Tiene una buena relación con Messi, donde destaca su capacidad para jugar en corto e ir encontrando y devolviéndole las paredes al argentino, teniendo una muy buena relación con cercanos y permitiendo al equipo ganar altura en el campo a partir de sus combinaciones en corto. Igualmente, es común verle acompañar las jugadas hasta el último tercio del campo, siendo capaz de tirar desmarques que hundan la defensa rival o buscando balones al espacio. En los 9 partidos de lo que vamos a llamar La Era Messi, sus contribuciones son de un gol y tres asistencias, nada mal para un centrocampista que es capaz de aportar tanto en la base de la jugada y que igualmente suma esos números cuando se asoma arriba.

Igualmente, su actitud y sus esfuerzos tras pérdida son poco reprochables, desgastándose persiguiendo a poseedor y acompañando el repliegue hasta abajo. Como se decía con anterioridad, tiene margen de mejora en todo lo que tiene que ver con la lectura sin balón y capacidad para cerrar su espalda, al igual que aun tiene mucho que añadir a sus virtudes con balón, como podría ser atreverse más con pases largos y cambios de orientación, pero este chico del 2005 está aprovechando su oportunidad de estar en el escaparte para mostrarse al mundo, y sus virtudes no están pasando desapercibidas.

El otro chico del que se hablará en este artículo es Noah Allen, nacido en Pembroke Pines, Florida, en el año 2004 y al que, paradójicamente, la llegada de las estrellas al equipo no le ha sentado tan bien como se podía suponer. Allen es lateral izquierdo por lo que, obviamente, la llegada de Jordi Alba le ha restado minutos y protagonismo. De todos modos, la apuesta de Martino por los tres centrales en los últimos partidos parece haberle abierto la puerta de nuevo, en esta ocasión actuando como central exterior izquierdo en esa línea de tres centrales. Saliendo con el balón jugado desde atrás, Allen ofrece soluciones recibiendo bajo presión, acosado, filtrando pases y encontrando a compañeros por dentro. Es un jugador sobre el que construir salidas desde atrás gracias a su buen pie y visión para saltar líneas rivales y conectar con compañeros. Tiene margen de mejora en sus primeros contactos con el balón, donde a veces sus controles no son limpios y se le van largos, ofreciendo robos y situaciones peligrosas al equipo contrario. En defensa basa su mayor virtud en su velocidad, especialmente corrigiendo al espacio, pero todavía tiene margen de mejora en su orientación corporal cerrando su espalda y sufre si afronta el duelo parado y el rival busca un cambio de ritmo, tardando en la arrancada. A pesar de ser un año mayor, es un proyecto menos maduro que Cremaschi, y que además la llegada de Alba choca un poco con su posición en el equipo, pero vale la pena detenerse en él y apostar por su futuro.

Mientras Miami festeja su nueva realidad, en medio de fiestas y celebraciones, dos adolescentes buscan abrirse un hueco en el mundo del fútbol. Que venga el mismísimo Leo Messi a jugar en tu equipo es una bendición que no tiene todo el mundo, deben pensar, así que están poniendo todo de su parte en su búsqueda del sueño americano.

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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