Viajando por las sedes: Hamburgo

Mapa

Cuándo y cómo se fundó

La referencia más antigua es del legendario geógrafo Claudio Ptolomeo, que nombró a este lugar como Tivea. Antes, había pueblos de cazadores y pescadores desde el paleolítico superior y el neolítico, pero el primer asentamiento permanente fue la cultura de Hamburgo. Esta zona fue colonizada por los sajones a mediados del siglo VI.

Origen del nombre

El nombre de Hamburgo apareció con el primer asentamiento perenne, un castillo construido por Carlomagno para vigilar la parte norte del río Elba y así defenderse de escaramuzas de pueblos eslavos. La terminación “-burg” denota pueblo; en cambio, se desconoce el origen de la palabra Hamma.

Breve historia

Desde que comenzó el siglo IX, Hamburgo creció vertiginosamente primero como sede de arzobispado católico, luego arrebatándole la batuta a Bremen, el otro pueblo fuerte del norte, y todo gracias a su posición privilegiada. Naturalmente eso le valió quedar en la mira para destrucciones y ocupaciones: vikingos, daneses, polacos… una y otra vez se levantó para continuar con su resplandor en el norte.

Era tan clave al norte de Alemania, que el emperador Federico Barbarroja le garantizó la mayor libertad, la económica. Le condonaba los impuestos hasta el río Elba y el Mar del Norte y además por medio de una carta elevaba su estatus al de Ciudad Imperial Libre. Al dominar los Mares del Norte y Báltico, Hamburgo se transformó en un importante puerto del norte. Y luego en 1241 se alió con la ciudad de Lübeck, dando origen a la Liga Hanseática. Por eso en su nombre oficial dice “Ciudad Libre y Hanseática” de Hamburgo. Desde finales del siglo XIII tuvimos rudimentos de la jurisprudencia alemana, con una descripción de los derechos humanos y económicos y un precursor a la constitución.

Mantuvo su independencia durante la Reforma al adoptar el luteranismo en 1529 y recibir refugiados neerlandeses, franceses y judíos sefardíes portugueses. Por ahí del siglo XIX surgió una santa patrona de la ciudad, Hammonia, la referencia poética y romántica y símbolo de la ciudad en ese entonces. Tras una breve anexión al imperio napoleónico y su liberación de los rusos, mantuvo su independencia en todas las formas de gobierno alemanas: la Confederación Germánica, la Alemana del Norte, el Imperio Alemán y la República de Weimar. Mientras tanto, en 1888, Hamburgo ingresó a la Unión Aduanera del Norte, apuntalando así su crecimiento. Llegó a cuadruplicar su población, a 800.000 mil habitantes. Así fue el tercer puerto europeo más importante hacia el Atlántico.

En sí, la pasó mal con el ataque aliado de la Operación Gomorra, cargándose a más de 40.000 personas. Fue en su momento la mayor campaña de bombardeos de la historia de la guerra alemana. Fue tan cruento ese ataque que es conocido como el Nagasaki alemán. Hamburgo quedó destruida en un 70%, pero tan altiva siguió batallando, que se rindió tres días antes del suicidio de Adolf Hitler. A esas 40.000 bajas le sumamos 70.000 en el campo de concentración de Neuengamme.

Paradójicamente la partición de Alemania le terminó afectando. El Telón de Acero llegaba a 50 kilómetros al este de Hamburgo, y eso terminó separando a la ciudad del resto de Alemania. Eso redujo el comercio de Europa. Luego, en 1962 el río Elba se desbordó, causando una inundación que afectó a una quinta parte de la ciudad de Hamburgo, y mató a 300 personas. Eso sí, la Reunificación Alemana de 1990 y el ingreso de los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) a la Unión Europea en 2004, prometen un regreso por todo lo alto de Hamburgo.

Importancia de la ciudad

Hamburgo es una de las tres ciudades-estado de Alemania, es el puerto más grande de Alemania y el tercero de Europa (tras Amberes y Rotterdam). Aquí hay especialistas a nivel mundial de derecho internacional y de economía, es sede de cumbres y conferencias mundiales; por ejemplo, el G20 celebró su cumbre en 2017 en esta ciudad. Hamburgo tiene 2.500 puentes que cruzan ríos y canales, la mayor cantidad en Europa. En Alemania se dice que si naces en o gobiernas en Hamburgo, tienes posibilidades de gobernar el país; aquí nacieron los cancilleres Helmut Schmidt y Angela Merkel, y aquí gobernó Olaf Scholz. Aquí está el banco mercantil más antiguo de Europa, el Banco Berenberg. En los medios de comunicación, Hamburgo lleva la voz cantante, con los periódicos Der Spiegel y Die Zeit, así como multinacionales como Lufthansa y Unilever, entre otras. En la música, Hamburgo se ha hecho presente, como catapulta a la fama de los Beatles, y la escuela de Hamburgo, de relevancia para la música alemana de los años 80s y 90s. 

Población

Hamburgo tiene casi 2 millones de habitantes, aumenta medio millón si incluimos la zona urbana, pero en cuestiones metropolitanas, su población llega a casi 5,5 millones. Es así la segunda ciudad más poblada de Alemania detrás de Berlín.

Qué visitar

El Speicherstadt es el complejo de almacenes más grande del mundo. Con su característico estilo neogótico, varios de estos edificios han sido reconvertidos en restaurantes, cafés, museos e incluso hoteles. Es patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Puedes recorrerlo a pie o con una lancha a motor.

En ese Speicherstadt hay un museo singular, el Burg Coffee Museum. Si eres amante del café, es pecado no venir. Tuestan su propio café desde hace 100 años; aquí están expuestos los principales utensilios de café, desde botes hasta molinillos. Al final hay una cafetería para acompañar la muestra de café que te regalan tras tu visita.

Cerca del Speicherstadt se encuentra el Elbphilharmonie, la sala de conciertos que ha irrumpido en el paisaje hamburgués con una fachada que recuerda a las olas del mar o a un iceberg. Inaugurado en 2017, se ha metido en la lista mundial de edificios que no deben faltar en una visita.

Miniatur Wunderland es la meca del modelismo. Disfruta de modelos a escala de las principales ciudades, y principalmente hay una réplica de Hamburgo con 50.000 hombrecitos; aquí hay una pista para trenes de más de 15 kilómetros de longitud.

La iglesia de San Miguel (Michaeliskirche) es un bello templo protestante con capacidad para 2.500 fieles. De arquitectura barroca, cuenta con esculturas de mármol, órganos e imágenes de Jesucristo. Su campanario tiene 132 metros de altura; puedes subir por sus 435 escalones, o bien hay un elevador.

El ayuntamiento (Rathaus) es un suntuoso edificio de estilo neorrenacentista, tiene 647 habitaciones forradas de tapices, cuadros, candelabros de araña. En su plaza también puedes apreciar conciertos cada año. Saliendo de ahí, vete de compras a la Mönckebergstrasse, con tiendas de todo tipo, como el Karlstadt Sport, el mayor centro de deportes de Europa, o Saturn, donde encuentras discos de vinilo y videojuegos.

El paseo Jungfernstieg tiene una situación privilegiada para el lago Alster: lindas casas y vegetación lo rodean, y eso convive con tiendas de lujo y grandes paseos.

Hamburgo es también escenario de una zona contracultural vibrante. No es solamente el barrio de St. Pauli. La Reeperbahn tiene buena parte de la vida nocturna, desde discotecas hasta clubes de striptease. Ojo, no está permitido tomar fotos. Y también Reeperbahn es un punto de visita obligado para los amantes de los Beatles; aquí grabaron su primer sencillo.

Para conocer un Hamburgo diferente, basta con pasar por Fischmarkt, un mercado con gran personalidad. Abre los domingos en la mañana y se anuncian las subastas del pescado más fresco. Es el edificio más antiguo de Hamburgo; fue construido en 1703. Puedes comprar comida en sus puestos, entre ellos los Fischbrötchen.

Finalmente, en una milla puedes conocer cinco museos. No es broma; aquí está la Kunst Meile, que tiene al Bucerius Kunst Forum, el Deichtorhallen (fotografía y arte contemporáneo), el Kunsthalle, el Kunstverein Hamburg y el Museum für Kunst und Gewerbe Hamburg (arte y diseño). Para no perder el tiempo, compra el Kunst Pass y ahórrate horas de cola. No vayas en lunes porque la mayoría de los museos cierra.

Estadio: Volksparkstadion Hamburg

Un estadio que originalmente no estaba pensado para el Hamburger SV, sino para el club más grande de aquel entonces, el Altona 93. Tal como lo conocemos, reemplazó al Bahrenfelder Stadion, y en 1953 se culminó la construcción, usando restos del distrito Eimsbüttel, que había sufrido los estragos del bombardeo. El momento clave para su vida fue cuando el Hamburger SV calificó a la recién formada Bundesliga en 1963, y desde entonces juega aquí. Ha recibido dos mundiales, la Eurocopa pasada y fue la sede de la final de la Europa League en 2010. Tiene capacidad para 57.000 espectadores en partidos de liga y 51.500 para partidos internacionales.

Partidos que se jugarán

Distancia con otras ciudades