Casualidades en el fútbol, o quizá no, la última vez que el AC Milan ganó en San Paolo fue un 25 de octubre de 2010. A bote pronto, nada llamativo más allá de una mala racha importante para la squadra rossoneri en territorio napolitano. O quizá sí. Los seguidores más fieles del Calcio habrán percibido un déjà vu porque, efectivamente, al asociar las etiquetas «Milan» y «2010», también nos remontamos hasta la última campaña en la que el equipo de Lombardía conquistó su último Scudetto, de la mano de Massimiliano Allegri. Y, para completar un paralelismo que roza lo paranormal, aquel 1-2 milanista en Napoli sirvió para cerrar una jornada 8 de Serie A, lo mismo que ha ocurrido este domingo con la victoria del combinado dirigido por Pioli ante el de un Gatusso que, aquel día, portaba el brazalete de capitán de Il Diavolo.

Bennacer-Kessié mandaron en mediocampo y Theo brilló un día más en un ataque vertical y muy complementario del Milan por banda izq. Estas dos cuestiones, junto al rendimiento de Kjaer+Romagnoli, probablemente sean las grandes claves de la mejoría del equipo desde que llegó Pioli.
— Iñaki María Avial ⚽ (@mariaavial) November 22, 2020
Pioli ha encontrado la fórmula para potenciar a sus piezas más dotadas a nivel individual, ser un bloque unido difícil de maniatar aunque tenga un estilo y dibujo perfectamente definidos, pero que maneja diferentes registros de juego, aunque como más cómodos se sienten sus baluartes defensivos es replegando cerca del área de Donnarumma, pudiendo salir fugazmente al contragolpe. Pese al desembarco de Sandro Tonalli –considerada una de las mayores perlas del fútbol italiano–, Franck Kessié e Ismaël Bennacer se han consolidado como el probablemente doble pivote mejor compenetrado de la Serie A, en lo que ha sido una importante muestra de personalidad por parte del técnico, por lo criticado que llegaba el costamarfileño y la juventud del argelino (22). Y hablando de dudas, Kjær desembarcó en la ciudad de Il Duomo como uno de esos fichajes con muchos motivos para fracasar y pocos de triunfar. Pero nada más lejos de la realidad. Puede que tomar San Paolo en la jornada 8 sea una mera casualidad, el tiempo lo revelará; pero lo cierto es que el AC Milan, contra todo pronóstico, este 2020 ha dejado de ser un equipo anclado en tiempos pretéritos.