Un servidor se despertó hoy con vibras de que veríamos muchas sorpresas. No sin alarma porque ya comenzó la Copa América y, con ello, las noches más largas pese a que el sol salga antes. Qué paradoja. El sol es eurocentrista, nos queda claro. Yo no tenía todas conmigo de que Portugal y Bélgica hicieran los deberes ante Turquía y Rumanía con cierta holgura, sin dejarlo para el día de antes del examen final como alguno que yo me sé. Y mucho menos de que convencieran tanto por su propuesta. Los lusos serán primeros del Grupo F matemáticamente, lo sentenciaron al comienzo del segundo periodo con el 0-3 que Ronaldo le regaló a Bruno Fernandes cuando iban solos contra el portero. Después de que Bernardo Silva abriese la lata y de que Akaydin la liase parda con una cesión a Bayindir donde no tocaba para meterse el gol más cómico de toda la Eurocopa, en propia meta. Otro más, santo cielo…
Para terminar con la mufa cityzen en sus respectivas selecciones, De Bruyne también cuajó un partido extraordinario y anotó el 2-0 ante una Rumanía con desparpajo y pizarra, después de que Tielemans pusiera pronto por delante a los suyos. El Grupo E que comparten con Eslovaquia y Ucrania queda precioso, con un cuádruple empate a 4 puntos. Pudo pasar cualquier cosa en un divertido Georgia 1-1 República Checa que sirve como colofón para ese primer turno que tanto disfrutamos y que echaremos de menos a partir de mañana. Los checos llegaban con dudas, pero están compitiendo bien; tanto en un repliegue intensivo en su debut, como hoy volcados al ataque. Mikautadze quería darle el primer punto en una ‘Euro’ a su nación y, desde los once pasos, volvió a ver puerta al filo del descanso. Pero el bombardeo de centros rival dio frutos y Patick Schick, Mr. Eurocopa, marcó casi sin querer el tanto del empate.
🥇🇧🇪 ROMELU LUKAKU
«Está gafado». «Solo marca en fuera de juego». «Ya les avisaba yo de que era un tronco. Llámenle Tronkaku«. Recordáis lo que dijimos de los teóricos troncos aquí, ¿no? Son como esa frase que algunos utilizan para tratar de no parecer culpables y que después de recitarla, a mí me lo parecen aún más. Me refiero al «no sé de qué me hablas», aunque esta vez, y solo esta vez, yo la usaré para referirme a Romelu. No sé de qué me hablan quienes le tiran tantos palos al ‘9’ de la Roma como en los tres primeros ejemplos que abren este párrafo. Lukaku no solo es diferente y diferencial, sino que le sienta de lujo a la Bélgica de Tedesco. Un incomprendido ahora mismo, a pesar de ser el máximo goleador del clasificatorio rumbo a la Eurocopa, con 14 tantos en 8 compromisos. Está claro que, de cara a puerta, tiene un bloqueo importante en los grandes torneos de selecciones, porque esto ya lo vimos también en el Mundial 2022. Y aunque esta vez lleve tres anulados en posición antirreglamentaria, lo que hará crecer su ansiedad, eso no impide que sea trascendental en cada ataque de los Red Devils.
Guía Eurocopa 2024, Bélgica: De Bruyne y los jinetes del apocalipsis
Primero, con descargas de espaldas propias de un pivot de fútbol sala, para habilitar disparos desde la frontal y llegadas desde segunda línea. La del 1-0 de Tielemans, por ejemplo. Como último servicio en el partido, gestionando contras en forma de receptor de juego directo, con el choque ya roto. Si no atacaba él los espacios, lanzaba a De Bruyne o ejercía como señuelo para que otros le pusieran en ventaja. En el 2-0, por ejemplo. Y entre medias, no paró de moverse con una astucia impagable para arrastrar compañeros y generar espacios. Altruismo puro y duro, comprensión total del juego, persistencia como el que más y una técnica tan particular como envidiable. Burca y Drăgușin terminaron desesperados, y eso que el central del Tottenham pinta a cosa seria a sus 22 años. No podían saltar a la zona entre líneas a por un De Bruyne que esperaba, paciente, para recibir pases filtrados entre líneas, a la espalda de Marius Marin. Les costaba ir a la ayuda con un Jérémy Doku al que Tedesco potenció generándole situaciones de aclarado, sin que se acercara Theate, hoy el lateral izquierdo. Con la autosuficiencia del extremo punzante del City bastaba. Y tampoco podían echar siempre una mano en el flanco izquierdo defensivo rumano, donde Lukebakio y Castagne hicieron daño con las pasadas por fuera del lateral, mientras Dodi amenazaba desde el pico del área. Bélgica estuvo perfectamente engrasada. Y por ello deberían invitar a cenar a Romelu, indudable jugador-sistema.
🥈 🇬🇪 GIORGI MAMARDASHVILI
Los guardametas estaban haciéndose de rogar en esta Eurocopa, hasta que apareció el muro de Tiflis. Ese arquero que le costó menos de un millón de euros al Valencia, procedente del Dinamo Tbilisi, y que podría vender por una morterada si lo gestiona bien, cosa que nadie espera que vaya a suceder conociendo a Peter Lim y el resto de la propiedad. El portero de 198 centímetros de envergadura ha demostrado, no solo hoy, tener una envergadura interesantísima por lo bien que la adereza con sus reflejos gatunos y agilidad bajo palos. Podemos afirmar ya que, simple y llanamente, es uno de los mejores paradores del mundo, a sus 23 primaveras. De los que dan puntos. La estadística avanzada, de hecho, refleja que ante la República Checa evitó más de tres goles. Yo creo que el dato engaña. Influye la falta de puntería del rival en situaciones manifiestas, así como los muchos disparos centrados y/o lejanos que atrapó. A decir verdad, la cifra, contextualizada, pierde valor. Y Mamardashvili también pudo hacer algo más en el gol encajado, sobre todo por no salir de debajo de los postes en algunas acciones para achicar espacios y tapar más portería. No era sencillo, en todo caso, los dirigidos por Willy Sagnol estaban muy hundidos y, aunque resistieron bien en bloque bajo, el área estaba superpoblada de efectivos que complicaban la visión y el espacio de actuación de un cancerbero con cierto punto de mejora en los balones por aire, así como con los pies.
Guía Eurocopa 2024, Georgia: Khvicha y las primeras veces
Cualquiera diría que lo estamos alabando, si hasta ahora hemos hablado más de defectos que de virtudes. Es momento ya de mencionar que también realizó varias intervenciones de mérito tirándose abajo, con flexibilidad y manos duras para no conceder segundas jugadas a disparos potentes. Además, blocó las que iban centradas. Y realizó la que puede ser la mejor intervención del campeonato a un disparo de Patrick Schick, el más insistente del bando checo hasta que se retiró con molestias. Georgia ha sorprendido para bien en esta Eurocopa, dentro de que en sus partidos han pasado demasiadas cosas para sus intereses, seguramente. Y al igual que lo pudo ganar en alguna transición conducida por Kvaratskhelia o por Chakvetadze cuando salió fresco, especialmente la que marró Saba Lobjanidze en la última jugada del choque, si han llegado vivos y todavía con opciones de clasificarse en caso de vencer a Portugal en la próxima fecha, es por la figura de Mamardashvili.
🥉🇵🇹 PEPE
Llamadme nostálgico si gustáis, no hay problema. Pero ya que está de moda eso de tirar factos, ahí va el mío: hoy me queda claro que esta Portugal son Pepe y diez más. MVP ante Turquía en un encuentro que no fue plácido, aunque el resultado (0-3) sugiera lo contrario. Montella sorprendió sin Yildiz y Arda Güler en los costados; al parecer, este último estaba tocado y no ingresó hasta el tramo final, cuando no les quedaba otra que apretar para no desangrarse más en el gol average general, que puede marcar la diferencia entre estar o no en octavos. En su lugar entraron Yunus Akgün, con finta y conducción en derecha; y Kerem Aktürkoğlu, autor del tanto sin portero a Georgia en izquierda. Y este último, junto a las subidas del siempre desequilibrante Kadıoğlu, trajeron por la calle de la amargura a Cancelo, hoy ubicado en el lateral derecho del 4-2-3-1 de Martínez, más ortodoxo que el sistema implementado ante la República Checa. Nada que ver con lo que sucedió por el carril central, en el que un Pepe imperial disfrazado de Peter Pan borró del tablero a Barış Yılmaz, punta móvil como el primer día, pero prácticamente intrascendente.
Guía Eurocopa 2024, Portugal: Cristiano en la Portugal de los centrocampistas
Yo fui durante muchos años un feligrés de Képler Laverán Lima Ferreira. De los mejores defensores que recuerdo, con un prime en 2016 que coincidió con el año de la consecución de la Eurocopa para Portugal. Para sorpresa de casi nadie, eso no pesó demasiado en la gala del Balón de Oro. Recuerdo que me enfadé bastante porque un buen puñado de amigos se reía cuando yo manifestaba que le votaría entre los tres primeros a este galardón. Dicho esto, quedarán pocas dudas de mi fascinación por la leyenda del Real Madrid y del Porto. Sin embargo, este curso le vi signos evidentes de envejecimiento. Y, en concreto, se me viene a la cabeza una goleada del Sporting CP en la que Viktor Gyökeres le quitó las pegatinas e hizo que se le viesen las costuras a campo abierto. Desde entonces, me cuestioné si Pepe estaba todavía para estos trotes, pero me alegré de que mi compatriota Roberto Martínez le escogiera a él como socio de Rúben Dias, para qué os voy a engañar. Tenía cierto temor a que le retratasen a lo bestia en una cita así. Bien, pues Pepe le ha cerrado el pico a todos aquellos que le llaman jubilado, mientras yo solo espero que me perdone por dudar de él. Hoy no solo nos recordó a ese central de época repeliendo balones con su testa imantada; no, no, cuando tocaba perseguir e, incluso, anticipar a Yilmaz, aunque tuviese que saltar a 60 metros de Diogo Costa, allá que iba. Y estuvo imperial al cruce también, tanto para cerrar la frontal como la línea de fondo. Atento y rápido. Kepler, promesa de ti, la lectura es el mejor hobby que puede tener un cuarentañero. Pensé en ser ateo, pero todavía creo.