Seagulls y tractor boys se enfrentaban en la cuarta jornada de la mejor liga del mundo en The Amex con un 0-0 final pero con un partido entretenido en el que destacó Carlos Baleba, ex mediocentro del Lille.
Era la segunda titularidad para el centrocampista camerunés; lo hacía en casa contra el recién ascendido Ipswich Town.
Baleba fue vital para sostener al equipo, ayudar al progreso a través de su zancada en conducción haciendo avanzar metros, cortando transiciones rivales con sus intercepciones y ganando duelos para evitar acciones rivales que les permitieran avanzar hacia portería.
Como vemos en el mapa de calor, su ratio de acción es bastante amplio. Baleba es un centrocampista móvil y no posicional. Un pivote que se desenvuelve mejor acompañado, ya que de esta manera sus virtudes salen más a relucir teniendo mayor libertad.
Una libertad que le dio Ayari y le ayudó a recorrer metros y deshacerse de presiones de los de Kieran McKenna.
Ver a Baleba fue como ver una mezcla entre Bissouma y Moisés Caicedo; sus antecesores en la posición. Llevó el balón hacia posiciones peligrosas, como Yves Bissouma, pero también demostró la habilidad del ecuatoriano para estar en el lugar correcto en el momento justo y recuperar la posesión mientras protegía a los cuatro defensores.
Baleba tiene la capacidad para ser uno de los mejores pivotes de la Premier League, es más potente y atlético que la mayoría de ellos. Lo del sábado fue una buena muestra, dominando al centro del campo del Ipswich Town conformado por Kalvin Phillips y Sam Morsy.
Con su gran impacto en el encuentro con MVP inclusive, Carlos Baleba va ganando enteros en el once del Brighton. El año pasado no consiguió tener continuidad en el juego con Roberto de Zerbi y ahora tiene que ganarse la confianza de un Fabian Hürzeler que parece haber encontrado al motor ideal para que carbure su tan atractivo equipo.