Este momento será tu legado, procura que sea especial
(Viva Suecia, Leiva)
Hemos estado por el simple hecho de estar. ¿Has ido al estadio por mera costumbre? No me malentiendas, podemos decirle tradición, suena más futbolero. Yo lo he hecho.
Desmenuzo con razones que hemos escuchado en bucle desde que elegimos o se nos eligió equipo: por amor a los colores, por el escudo, porque hay que estar en las buenas y en las malas…
Vistazo hacia atrás. ¿Cuántos Cruzazules te ha tocado ver? Partiendo de que incluso el de un mismo técnico no es el mismo durante una temporada, menos en torneos distintos. ¿Cuántos Cruzazules has ido a apoyar al estadio? Afino: ¿Con cuántos de esos te sentías identificado por su manera de jugar?
Es una obviedad; tú no vas, compras un boleto y esperas ver perder a tu equipo…o al menos no en la gran mayoría de las veces. Confías en que sacará la victoria, en algunos casos luego de una interna negociación piensas que un empate no incomoda y probablemente has llegado a pensar que una derrota digna no fastidia tanto.
Tras el 4-0 ante Juárez, Martín Anselmi, técnico celeste, bajó a conferencia de prensa y dijo algo que me dejó pensando y que derivó en lo que escribo hoy: «Cuando además de ir al estadio a alentar a tu equipo, vas a ver jugar a tu equipo porque estás identificado por cómo juega, eso es impagable».
Hay tanto por hablar de este equipo actualmente que quisiera que no se me escurriera nada, igualmente no es el propósito y no podría. Algo faltaría para abarcar desde las abrumadoras estadísticas que incrementan semana a semana hasta descifrar los malabares de Anselmi para que su máquina sea tan camaleónica, incluso para poder dibujar la fortaleza en la que se ha convertido la casa cementera.
Puede ser algo jodido, en este caso como celeste, ver semana a semana a La Máquina superar rivales, inflar cifras, romper récords y que a pesar de todo eso no es garantía de sumar otra estrella.
El legado de Martín va más allá de eso. No saco el paraguas…o espero no estarlo haciendo tanto. No me fascina la idea de sumar a su Cruz Azul a la lista de otros conjuntos cementeros que convivirían bien con el romántico grupo que lidera a nivel global la Naranja Mecánica de Johan Cruyff…pero es una posibilidad.
Hoy ya no se va al Estadio Ciudad de los Deportes meramente por el escudo, por la tradición familiar, por el aislamiento de un par de horas, por algún futbolista en especial, por mera fe.
Hoy el aficionado celeste convive con menor problema con un desenlace en el que no se acaba dando la vuelta. Hay menos muecas al imaginar un diciembre con 9 estrellas.
Todo está conectado que no me gustaría olvidarme de alguien en la fórmula que hoy y después, tiene que ser mapa para futuros proyectos de Cruz Azul. Las figuras de Iván Alonso y Martín Anselmi serán brújulas para cuando esta institución pueda titubear en el rumbo.
Que la comunión de esta afición con la institución, su interés por comprender el porqué de los triunfos y su mejor convivencia con la inevitable posibilidad de la derrota no quede en el olvido.
Autor: Johan Corona