RB SALZBURG 0-2 ATLÉTICO DE MADRID: TILA Y MATE PARA CONTRARRESTAR EL RED BULL
Por: Iñaki María
Muchos dicen que Austria es un paraje ideal, pero lo cierto es que el viaje del Atlético de Madrid a Salzburgo se puede catalogar de cualquier cosa menos de vacacional. La intensidad, las triangulaciones telepáticas y un plan alternativo en la pizarra de Jesse Marsch provocaron un cortocircuito del equipo español durante el primer cuarto de hora. El técnico estadounidense sustituyó el 4-4-2 en línea que venía siendo la principal seña de identidad de su equipo por el 4-3-1-2, algo que desconcertó a un Atleti que se vio sorprendido por una inferioridad numérica constante en el carril central. Y, por si la ventaja táctica fuese poco, Mwepu comenzó lateralizando su posición para atraer a Saúl y ensanchar así el espacio donde se estaba desangrando el equipo español. Kristensen y Ulmer servían como apoyo para progresar, Llorente dudaba si tapar a Junuzović o a Szoboszlai, Koke muchas veces quedaba extremadamente expuesto con la perla húngara a su derecha y Mërgim Berisha a su espalda, y los centrales no podían saltar a corregir el espacio entre líneas a tiempo porque Daka y Koïta amenazaban la profundidad con sus desmarques de ruptura. El plan de los locales, a quienes solo les servía la victoria, funcionó casi a la perfección. Circulaciones de balón siempre rápidas y verticales, pudiendo servir la amplitud de los laterales o interiores momentáneamente como apoyo, pero siempre acabando dentro. Y, concretamente, buscando a un Berisha que olió la sangre como el que más y llegó a disparar al poste a los dos minutos de juego. Sin embargo, más allá de esa acción, al Salzburg le faltó clarividencia en el último tercio del campo porque su dominio no dio fruto en forma de gol. Disparó hasta en 18 ocasiones, de las cuales solo dos fueron a puerta y ninguna de ellas llegó en la segunda mitad.
Pero entonces Simeone tomó aire, recordó que esto era la Champions y decidió dar un paso atrás –consciente de que su equipo casi siempre respondió al blindaje– para después dar dos hacia delante. Cocinando el duelo a fuego lento, Saúl pasó a jugar como mediocentro más posicional y Koke ocupó el interior izquierdo sin salir tan lejos de zona cuando su equipo no tenía en balón. Un cambio de piezas inteligente para aprovechar la explosividad de Saúl en las ayudas y que, mientras tanto, Resurrección pudiese domar el balón con mayor tiempo y espacio. El Atlético mejoró principalmente en dos cuestiones a través del movimiento de fichas pero, sobre todo, de mentalidad más conservadora: mantuvo las líneas más juntas y decidió priorizar el achique de espacios por dentro en fase defensiva. También arriesgó menos en salida de balón o tras robo para que un Salzburg que acumulaba muchos jugadores por delante del esférico y lo compensaba siendo muy intenso en la contrapresión no fuese tan coral y corriese el riesgo de partirse. Eso sirvió para bajar las pulsaciones y, aunque el Atlético apenas pudo atacar los espacios que dejaba su oponente más allá de alguna transición del siempre enérgico Llorente, encontró el premio a balón parado. Hermoso culminó un partido muy completo con y sin balón, convirtiendo una falta lateral botada por Carrasco en el 0-1 al filo del descanso. A la vuelta de vestuarios, el Salzburg sumó unos minutos de mayor intimidación, pero, a medida que la gasolina se le iba acabando, el Atleti encontró más facilidades. Por ello, Marsch se jugó sus últimas cartas con dos hombres de refresco en ataque como Okafor y Adeyemi, pero entonces el Cholo también supo responder cambiando la tila por el mate argentino. Si en la primera mitad aceptó que el equipo viviese en campo propio y enfriase el duelo lo máximo posible, en la segunda dio entrada a Correa por un Suárez al que las piernas no le dieron para castigar al contragolpe. Y en una salida rápida, cogiendo al Salzburg a contrapié por el cansancio acumulado que conlleva un plan tan agresivo, el rosarino visualizó el agujero por el flanco derecho para regalarle el 0-2 a un Carrasco que en el 86′ aún conservaba las fuerzas necesarias para meter a su equipo en octavos.
INTER DE MILAN 0–0 SHAKTHAR: EL INTER SE ESTRELLA CONTRA EL MURO UCRANIANO
Por: Victor Martín
Italianos y ucranianos jugaron su partido con un ojo puesto en lo que pasaba en el otro partido del grupo. Viendo cómo se desenvolvieron los acontecimientos en Valdebebas, ambos supieron muy temprano que quien ganara se llevaría el gato al agua. Dando esto por sabido, pues es imprescindible para entender los riesgos que tomaron Antonio Conte y Luís Castro a lo largo de los 90 minutos, vamos con el análisis del partido.
El entrenador portugués sorprendió a muchos cambiando su habitual 4-5-1 por un 5-3-2 (con Stepanenko como central) con el que replicaba la organización defensiva del Inter. Así, consiguió tener superioridad numérica –o como mínimo igualdad– contra la máxima amenaza ofensiva italiana, la pareja que forman Romelu Lukaku y Lautaro Martínez. Los nerazzurri, por su parte, intentaron contrarrestar esto lanzando constantemente a Hakimi y Barella al espacio. El plan era que, cuando llegase el balón a Skriniar, uno de los dos (normalmente Barella con Hakimi fijando al carrilero del Shakthar) tirase una ruptura y se buscase el envío largo. La idea resultó positiva en los primeros minutos, pero una vez el cuadro ucraniano lo interpretó, al los lombardos se les acabaron las rutas a la hora de progresar. La línea de pase hacia Lukaku estuvo bien tapada (este tenía que retrasar mucho su posición sí quería recibir), prácticamente no existían apoyos intermedios (el equipo se partía en dos bloques diferenciados) y los problemas para atacar bloques reactivos volvieron a evidenciarse. El Shakthar no castigó al contragolpe, pero solo concedió una ocasión clara.
En el segundo tiempo, con ambos ya plenamente conscientes de cómo estaba el asunto en la clasificación, la pasividad en ambos bandos hasta el minuto 68. Ni Castro, cuyo objetivo primordial era no perder y asegurar la clasificación a Europa League, ni Conte, que mantuvo su bloque medio reactivo, cambiaron absolutamente nada respecto a los primeros 45 minutos. Si bien es cierto que el Inter diversificó más su ataque por el lado izquierdo buscando la conexión Young-Lukaku, las intenciones no variaron demasiado. Los tardíos cambios de Conte (Alexis por detrás de Lautaro y Lukaku, el más destacable) no tuvieron efecto en el juego de su equipo; todo lo contrario que los de Castro. Los ingresos de Alan Patrick y Solomon fueron una bocanada de aire fresco para el Shakthar. Con ellos, los ucranianos fueron capaces de sumar secuencias de pase larguísimas y cortarle al Inter el poco ritmo ofensivo que estaba teniendo. La actuación del joven portero Trubin, a quien hay que hacer mención especial por el poso que mostró en sus salidas por alto, acabó de sostener la resistencia. El Inter, ya fuera de Europa, deberá fiarlo todo al Scudetto.
REAL MADRID 2-0 BORUSSIA MÖNCHENGLADBACH: PRUEBA SUPERADA
Por: Miquel Villarroya
El conjunto dirigido por Zinedine Zidane ganó y se clasificó a los octavos de final como primero de grupo. Tras una sufrida y extraña primera fase en la que tuvo muchos altibajos, el Real Madrid estará en el bombo uno del sorteo del próximo lunes. El rendimiento ofrecido por el Gladbach en el Alfredo Di Stéfano dejó mucho que desear. Tras una mala puesta en escena de los alemanes, los merengues se pusieron arriba en el marcador con facilidad. Dos centros al área bien puestos por Lucas y Rodrygo, y Benzema convirtió a ateos en ‘cristianos’. Dos testarazos que no se veían desde la marcha del portugués Cristiano Ronaldo a Turín.
El conjunto alemán, colocado en 4-4-2 en bloque medio-alto, tenía muchos problemas para defender la zona entre las líneas. La primera línea no presionaba bien y las conductas de pivotes y extremos no eran efectivas, pues estaban en vigilancia individual con el jugador que tenían más cerca y, por lo tanto, agrandaban el bloque. En este escenario, el Real Madrid conseguía recibir por dentro e intimidar por fuera. Un gran Lucas -de lateral- centrando en la derecha, un Modric con muchísimo recorrido y un Rodrygo inspirado fueron los cómplices de un Benzema pletórico en el área. El Real Madrid se clasifica a la siguiente ronda, y qué paradójico resulta que, después de ver la eliminación tan cerca, sea el único equipo español que lo hace como primero de grupo.
PARIS SAINT GERMAIN 5–1 ISTAMBUL BASAKSEHIR: EL 3-5-2 Y LA FIESTA DE NEYMAR
Por: Víctor Martín
Tras el episodio sucedido el martes, el PSG-Basaksehir se reanudó desde el mismo minuto (14) en el que se interrumpió y con los mismos 22 protagonistas.
Ciñéndonos a lo que pasó en el verde, los parisinos fueron muy superiores y ganaron cómodamente a un conjunto que ya no se jugaba nada. Una de las características del dibujo que eligió Thomas Tuchel para atacar (3-5-2) fue concentrar a muchos jugadores en el carril central, y eso les dio la primera ventaja a los franceses. El técnico alemán dispuso una defensa de tres centrales con Danilo entre Kimpembe y Marquinhos, situó Paredes más sujeto por delante y dio bastante libertad al cuadrado creativo del sistema, conformado por Verratti y Rafinha (interiores), y Neymar y Mbappé (falsos delanteros). Con Florenzi y Bakker en amplitud y fijando la atención de los laterales del Basaksehir, el PSG siempre tuvo superioridad en la zona central con esos cuatro futbolistas. Además, el bloque medio del equipo de Buruk fue bastante agresivo, con las referencias claras y presionando siempre que podían al poseedor del balón, y el PSG lo aprovechó. Verratti marcaba el ritmo de la posesión, Kylian fijaba a los centrales y Ney aparecía entre líneas para crear. Cuando aún el partido estaba vivo, el Basaksehir nunca pudo defender a la altura que pretendía. Mientras, el París, con Marquinhos y Kimpembé cogiendo mucha altura, jugó un primer tiempo bastante completo.
El partido de Neymar fue simple y llanamente una exhibición técnica. Si en la primera mitad, con el PSG atacando bastante en posicional, ya hizo gala de su habilidad en espacios reducidos, en el segundo tiempo, con más espacios a explotar, fue insalvable para los jugadores turcos. Con la presión alta del Basaksehir dejando grietas y permitiendo al PSG correr, el brasileño mostró las toneladas de calidad que atesora e incluso completó su hat-trick. Pero, por encima de todo, se lo pasó bien jugando al fútbol.
AJAX 0-1 ATALANTA: UNA BUROCRACIA INESPERADA
Por: Miquel Villarroya
El partido disputado entre el conjunto dirigido por Erik ten Hag y el de Gian Piero Gasperini fue decepcionante desde el punto de vista del espectador. En la ida, ambos equipos nos pusieron la miel en los labios para tener esperanzas de una vuelta eléctrica y siguiendo la misma tónica. Nada más lejos de la realidad. Ambos elencos salieron con el freno de mano puesto, arriesgando poco tanto con balón como sin él. La Atalanta no arriesgaba en los primeros pases, y el Ajax, que asumió el papel de protagonista, tenía muchísimas dificultades y existían pocos movimientos eficaces para progresar. Gasperini planteó una vigilancia especial al hombre más determinante del cuadro neerlandés: Antony Santos. Gosens no saltaba con el lateral rival, sino que se quedaba con el brasileño. Esto permitía que Djimsiti no saliera de zona y que el carrilero fuera el que asumiera el duelo individual. Asimismo, los italianos arriesgaron muy poco, pues se bajaba el bloque muy deprisa ante cualquier progresión del rival, buscando superioridades para evitar caer en desajustes tras algún desequilibrio.
Durante el primer tiempo, el joven jugador del conjunto local, Brian Brobbey (2002), fue la luz en la oscuridad. Su capacidad para descender, jugar de espaldas a portería y descargar de cara fue lo mejor en un encuentro que carecía de determinación e inspiración individual. Su actuación solo duró 45’, pues tuvo que ser sustituido por problemas físicos. Finalmente, el encuentro acabó en victoria de Atalanta por la mínima, con gol de Luis Muriel tras pase de Remo Freuler –quizá, el mejor del partido–. El resultado fue un fiel reflejo de lo que mostraron en el campo. Mucho respeto, con tramos en los que imperaba el tedio y poca individualidad para superar lo colectivo. En medio de una atmósfera extraña, con rumores de un posible rompimiento entre Gasperini y ‘Papu’ Gómez, el conjunto de Bérgamo estará por segundo año consecutivo en los octavos de Champions.
MIDTJYLLAND 1-1 LIVERPOOL: MÁS QUE UN MERO TRÁMITE
Por: Hugo Marugán
En Dinamarca se medían dos equipos que ya conocían su posición final en el grupo antes de jugar. Los locales se despedían de Europa tras haber sumado únicamente un punto en las cinco jornadas anteriores. Los ingleses avanzarían de ronda como primeros de grupo. La ocasión parecía perfecta para que Klopp diera descanso a sus jugadores y no les expusiera a la terrible plaga de lesiones que se ha cernido sobre el equipo esta temporada. Y, aunque el partido sirvió para el debut de Leighton Clarkson o Billy Koumetio, también hubo bastantes titulares reds sobre el césped.
En el primer minuto ya se adelantó el Liverpool, con Salah aprovechando un error en salida entre Scholz y Sviatchenko. A partir de ahí, se dedicaron a jugar con el resultado y no forzar la máquina, desperdiciando varias salidas en transición y tomando malas decisiones o precipitándose. Los jugadores más destacados para los campeones ingleses fueron Fabinho, quien está haciendo una temporada sobresaliente como central, acudiendo en coberturas y defendiendo el área, y un Caoimhin Kelleher que demostró su buen uso del juego de pies girando la presión rival con pases largos y bien medidos para activar a los laterales. El Midtjylland buscaba presiones altas con los extremos cerrando el pase exterior de los centrales y orientando hacia dentro, pero no fue hasta el segundo tiempo cuando lograron continuidad y arrinconaron al rival. La salida de Fabinho por un nervioso Koumetio cambió las sensaciones, y los locales crecieron a partir de sus dos jugadores brasileños. El lateral Paulinho, muy preciso en sus envíos, y un Evander tremendamente hábil en espacios reducidos y con capacidad de activar el lado débil con precisión. Finalmente, fue en un penalti donde lograron el empate y sumaron un histórico punto para ellos, mientras el Liverpool ya se puede olvidar de la Champions hasta febrero.
BAYERN MÚNICH 2-0 LOKOMOTIV MOSCÚ: HONORABLE ILUSIÓN
Por: Memo Navarro
El Bayern Múnich no quiso que su paso invicto en Champions League sufriera algún tipo de afectación. Con muy poco, sentenció la ilusión del honorable Lokomotiv de sacar un boleto de último momento con destino a Europa League. En realidad, el conjunto de Moscú plantó cara de manera audaz en el Allianz Arena con un planteamiento claramente reactivo, pero bien pensado y estructurado dada su evidente inferioridad. Al defender, el bloque era muy compacto y se situaba a una altura media con el objetivo claro de tapar líneas de pase en carriles interiores y orillar todas las posesiones teutonas. Ya con balón, los de Marko Nikolić se concentraron en atraer la presión local desde la salida de Marinato y, a partir de eso, cambiar de orientación para encontrar al alejado. O en su defecto, activar a un tercer hombre mediante los apoyos de Éder o Kamano. No por ello dejaron de lado las transiciones, una fase que les redituó en la primera vuelta.
Ya en los segundos 45 minutos, el vigente campeón subió una marcha a su juego y dominó todos los registros. Primero, a partir de las acciones a balón parado con Niklas Süle como principal protagonista. Después, con la entrada de Serge Gnabry, la balanza se inclinó totalmente hacia el equipo bávaro. El delantero alemán, cada vez más fino en espacios reducidos, supo penetrar el entramado moscovita y asistió a Choupo-Moting. Poco margen te queda cuando te enfrentas al gen competitivo del Bayern Munich.
MANCHESTER CITY 3-0 MARSELLA: MIRAR HACIA EL FUTURO
Por: Roberto González
El Manchester City recibió al Marsella para cerrar la fase de grupos de la Champions League sin algo que jugarse. Aunque ya no quedaba mucho más, el conjunto de la Costa Azul salió deseoso de despedirse con la frente en alto de la Copa de Europa, pero sólo terminó confirmándose como el peor equipo de la competencia. Con su equipo ya clasificado, Pep Guardiola apostó por mezclar nombres titulares con recién recuperados de lesión para ponerlos a punto de cara a la parte más dura del calendario en Inglaterra. Introdujo a Zack Steffen en portería, Nathan Aké como lateral izquierdo, Eric García –salió con molestias en la cadera antes de la media hora en el reloj–. a Fernandinho en el centro del campo y a Sergio Agüero –autor del 2-0 en su regreso a la actividad–. Con cierta obligación por ganar definitivamente el grupo, pasar como primero y aligerarse el camino en octavos, el DT catalán aprovechó para seguir puliendo su 4-2-3-1 flexible que llega a convertirse en 4-2-2-2, donde el doble pivote (Gündoğan-Fernandinho) se escalona, tiene a uno de los mediocentros lateralizando por momentos, los laterales abiertos mientras los extremos pisan zonas intermedias y hay dos puntas que alternan apoyos y fijaciones sobre los defensores. En este caso, Phil Foden, Bernardo Silva y Riyad Mahrez fueron los encargados de jugar detrás de un Ferrán Torres que partió como nueve para buscar constantes desmarques profundos que empujaran para atrás a la zaga rival y ensancharan intervalos. De hecho, en su gol (1-0) logró combinar muy bien las sujeciones sobre los centrales González y Balerdi con un buen timing para el desmarque.
Aún con estos patrones asentados y teniendo los comportamientos bien claros, los celestes abrieron un poco el trámite del partido enfocándose más a la presión alta y jugando con el ímpetu de André Villas-Boas y sus dirigidos. Más allá de que el cuadro galo buscó propiciar robos con marcas al hombre y luego castigarlos al espacio, tampoco fue contundente en las ocasiones que tuvo frente al arco rival. Ni siquiera un activo Dimitri Payet como falso nueve fue capaz de causar verdaderos problemas a espaldas del doble pivote Cityzen, al tiempo que Foden, Mahrez y Bernardo produjeron todo tipo de desajustes a espaldas de los interiores (Gueye-Sanson) y explotaron cuanto pudieron los costados de Kamara (pivote). En cualquier caso, tres estocadas bastaron para que el City de Guardiola caminara invicto a las rondas de eliminación directa tras vencer a un Marsella que nunca compitió.
OLYMPIACOS 0-2 PORTO: DIOGO LEITE EN PLAN GRANDE
Por: Tomás Da Cunha
Con un equipo repleto de suplentes, y contando con cuatro jugadores que ganaron la Youth League en 2018-19, los dragones han confirmado su superioridad ante un Olympiacos que solo necesitaba no hacer un peor papel que el Olympique Marsella para terminar tercero y clasificar a la Europa League. El planteamiento táctico de Sérgio Conceição, con un 4-5-1 en bloque medio para limitar las incursiones de los griegos por el carril central, fue reforzado por el gol a balón parado (penalti de Otávio) en los primeros minutos. Sin espacios para los habituales envíos en largo, Olympiacos ha tenido problemas para avanzar y solo amenazó en una ocasión, cuando Bouchalakis lanzó Masouras. Fourtounis, que empezó en el banquillo, entró en la primera mitad buscando soluciones a los problemas creativos. Sin sufrir defensivamente, Porto fue capaz de sumar robos de balón y contragolpear, con Otávio activando las transiciones; notable primera mitad del brasileño como interior izquierdo, gestionando ritmos y ligando el ataque.
La mejor fase de Olympiacos ha sido después del intervalo, con Fourtounis intentando crear superioridades en el centro-derecha y asumiendo más riesgos en ataque. El-Arabi ha tenido una ocasión clara de gol, pero el Porto supo aguantar, sobre todo por la exhibición imperial de Diogo Leite. El central zurdo se impuso por una gran lectura para salir de zona y mucha contundencia para ganar duelos, sin dejar girar al rival. Conceição metió a ‘Tecatito’ Corona y Luis Díaz para no perder capacidad contragolpeadora y acabó encontrando el 0-2 en una jugada genial del colombiano, que ha derivado en el gol de su compatriota Uribe. La estabilidad defensiva del Porto (solo sufrió goles del Manchester City) y la eficacia en ataque resultaron en otro triunfo.