Santos Laguna ha sido uno de los principales animadores de la Liga MX en épocas recientes. Sin ir muy lejos, el último título que ganó el conjunto de la Comarca fue en el Clausura 2018, contra el Toluca de Hernán Cristante. El buen trabajo que han hecho los laguneros a nivel deportivo se puede ver reflejado en la cosecha de logros: cinco títulos de Liga, una Copa y un Campeón de Campeones en 20 años.
El Club verdiblanco que comanda el Grupo Orlegui se ha caracterizado por competir desde su estructura directiva, a través de un organigrama deportivo coherente. Una de las áreas importantes a resaltar es el departamento de scouting: en los últimos años, jugadores como Fernando Gorriarán, Brian Lozano, Juan Otero, Djaniny Tavares, Jonathan Rodríguez, Matheus Dória, entre otros, han aterrizado en Torreón. La mayoría de los fichajes han sido una oportunidad de mercado que el equipo no ha dejado pasar. Sumado a esto, recientemente hicieron una alianza con StatsBomb para contar con su servicio de datos y análisis. Innovan para competir.
El concepto de pensar fuera de la caja es algo que no suele suceder en el fútbol mexicano. Sin embargo, Alejandro Irarragorri, Presidente de Orlegui Sports, y su equipo de trabajo suelen aplicarlo en la elección de entrenadores. Diego Cocca, Luis Zubeldía, Robert Siboldi o Pedro Caixinha, uno de los primeros (o incluso el primero) en traer la Periodización Táctica a México, son algunos ejemplos de esto. Y ahora, del mismo modo, Guillermo Almada está siendo la mayor arma de Santos.
El entrenador uruguayo llegó como un desconocido a la Liga MX. Procedente del Barcelona de Guayaquil (Ecuador), donde ganó la liga en 2016, su presentación fue muy sorpresiva, ya que comenzó a mostrar un equipo ofensivo y agresivo en la presión. Generalmente, trataba de orientar al rival hacia una banda para, ahí, propiciar el robo de balón.
Su Apertura 2019 tuvo un nivel sobresaliente, ya que, a pesar de no salir campeón, sin duda alguna su equipo fue el mejor del torneo. Ese Santos era muy complementario en su 4-2-3-1. Su presión alta era sostenida por Dória atrás, pues los Guerreros dependían del físico para poder defender hacia adelante. Brian Lozano como su jugador diferencial, Jonathan Orozco con su juego de pies, Julio Furch descargando balones, Diego Valdés como lanzador o Fernando Gorriarán recuperando y abarcando muchos metros.
Poco a poco, ese gran equipo fue perdiendo piezas por ventas o lesiones. En junio del 2020 extrañaron a su jugador clave, Brian Lozano, debido a una fractura de tibia y peroné. Además, Orozco se fue a Xolos, Gerardo Arteaga al Genk (Bélgica), Furch al Atlas, Castillo a Juárez, entre otras bajas.
En el Guardianes 2020, Almada basó gran parte su ataque posicional en el chileno Diego Valdés y en Gael Sandoval, quien fue un reemplazo del lesionado Lozano. Luego, a pesar de la baja de Sandoval (cedido), Santos sigue compitiendo gracias a la adaptación de ciertas piezas (fichajes o canteranos), la evolución de jugadores puntuales como Gorriarán y a la pizarra su estratega. Almada cambia piezas, busca opciones e incluso matiza el plan según el rival, pero la idea siempre es la misma. Es un equipo reconocible —vertical e intenso en la presión— independientemente del resultado.
En el Guardianes 2021, Almada ha constituido un equipo nuevo con un 4-4-2 marcado que apoya mucho su juego en la dinámica e intensidad de Fernando Gorriarán y Alan Cervantes o en el uno contra uno de sus extremos —Omar Campos y Juan Otero—. De hecho, su pareja de mediocampistas está teniendo unos registros altísimos. Alan Cervantes, contra Necaxa, recuperó el balón 17 veces, siendo la marca más alta en Liga MX (vía Statiskicks), mientras que Gorriarán está tomando mucho más peso con balón (estadísticamente, es el líder de oportunidades creadas).
Santos también ha conseguido mantenerse como un equipo importante en la Liga MX debido a su trabajo en Fuerzas Básicas. Invertir de manera correcta en las categorías inferiores suele traducirse en varias cosas, aunque la solidez financiera a mediano y largo plazo es una de las más importantes. Los laguneros han producido jugadores como Uriel Antuna (Chivas), Eduardo Aguirre (Santos) o el ya mencionado Gerardo Arteaga, a quien vendieron al GENK belga en 2.5 millones de euros.
Hoy, el DT uruguayo tiene un as bajo la manga con Santiago Muñoz. El joven delantero (18 años) con alma de mediapunta irrumpió con autoridad, anotando goles de gran manufactura técnica y dejando acciones de un IQ bastante elevado, sobre todo si nos detenemos a pensar que está debutando en Primera División. También fue el delantero de aquella selección mexicana sub 17 que alcanzó el subcampeonato en 2019 contra Brasil.
Santos es un ejemplo de cómo renovarse para no morir. Guillermo Almada siempre muestra una versión competitiva de su equipo a pesar del cambio de piezas, y eso habla del gran trabajo de hay detrás. Sin duda, es un ejemplo positivo de cómo se puede trabajar en Liga MX teniendo paciencia en los proyectos.
Por: Daniel Amezcua