HISTORIAL
CLASIFICÓ VÍA ELIMINATORIA
¿CÓMO JUEGA?
Tan solo tres derrotas en 25 partidos: esos son los números de Senol Günes en su segunda etapa al frente de la Selección. Las recientes victorias contra Países Bajos (4-2), Noruega (0-3) o Rusia (3-2), además de los anteriores empates contra Croacia (3-3), Alemania (3-3) o Francia (1-1) convierten al combinado turco en una de las grandes tapadas para la Eurocopa 2020. Su forma de jugar, con grietas en sus momentos con balón pero combativa en sus ratos sin él, la convierten en un hueso duro de roer para los rivales propositivos.
En defensa posicional, Turquía es un combinado capaz de mantener el bloque estrecho y subsistir a partir de la jerarquía de sus centrales, principalmente la de Söyüncü saliendo veloz de zona para compensar los desbarajustes que pudieran haber a las espaldas del centro del campo rival (todo y que, en el clásico 4-1-4-1 de Günes, hay también un medio relacionado con el control de la zona entre líneas). También el orden de su última línea sirve para que esta segunda línea (medio, interiores y extremos) puedan saltar sobre sus respectivas referencias defensivas. Así, pudiendo lanzar pequeñas contrapresiones en el momento de la pérdida, Turquía suele defender en un bloque medio-bajo contra rivales con capacidad para someterle a través de la pelota.
En salida de balón no es un equipo con rutas muy definidas para construir de forma elaborada: si bien Kabak y Söyüncü pueden dar un paso al frente con balón, la tendencia ante presión es el envío largo sobre la imponente figura de Burak Yilmaz, en este caso relacionado con la activación del juego directo. Tampoco es precisamente una selección que se caracterice por sus ataques elaborados o su calma en campo contrario, sino más bien por su verticalidad con balón y su tendencia a progresar a partir de la primera ventaja encontrada. Su juego en muy pocas ocasiones se cocina a fuego lento.
En este sentido, y sin gozar de grandes nombres que puedan recorrer muchos metros en conducción e imponerse gracias a su exuberancia atlética, la esencia del cuadro turco es eminentemente vertical: los apoyos a un toque de Yilmaz, si bien no son regulares, sirven para sacar de zona a su par o para habilitar a Calhanoglu de cara. En el momento de la carrera, no obstante, es un equipo que depende bastante de las capacidades físicas y técnicas de Yazici o Ünder, e incluso del lateral Müldür (cuando no juega Celik). Eso sí: una vez en fase de finalización, el acierto e inspiración del propio Yilmaz es el mejor argumento para Turquía. Contra Países Bajos ya anotó un hat-trick, y durante la presente temporada ha escrito una maravillosa historia en los anales del fútbol francés.
XI TIPO
FIGURA
BURAK YILMAZ
La posibilidad de que Burak Yilmaz dé continuidad al enorme rendimiento mostrado durante toda la temporada en el Lille (campeón de Ligue 1) es el mayor argumento que puede encontrar Turquía, junto a su organización defensiva, para no sumar derrotas. El delantero veterano viene de anotar 18 tantos en la 20/21, que podrían haber sido más de no ser por una lesión en la pantorrilla que le tuvo fuera por casi dos meses. Sus puntuales descargas en apoyo y una sorprendente velocidad en ruptura trasladan el juego turco a una esfera diferente.
PROMESA
OZAN KABAK
Durante su efímera etapa por Liverpool ha dejado un rendimiento in crescendo, que no sobresaliente, aunque con Turquía parece formar una pareja fiable junto a un central de mayor jerarquía como es Söyüncü. A sus 21 años, y con cierto margen de mejora en algunos aspectos (duelos estáticos de cuerpo a cuerpo o agilidad de cintura en el giro), Ozan Kabak se ha convertido en el central derecho titular para Günes, tanto por sus habilidades con balón para salir jugando como por su gran adaptación a las virtudes defensivas del central fox.
ENTRENADOR
ŞENOL GÜNEŞ
Tras toda una carrera desarrollada en la Superliga turca (con un par de años de por medio en el Seoul coreano), Senol Günes confirmó el inicio de su segunda etapa al frente de la selección el 18 de marzo de 2019 con el objetivo de clasificarla para la siguiente Eurocopa. Los resultados de la primera etapa le respaldaban: en el Mundial de 2002 ya había llevado a Turquía a una más que sorprendente tercera posición.