Portugal y Francia coquetearon muchos minutos sobre el césped de Budapest con complicarse la vida hasta límites insospechados. Los galos, con perder ese primer puesto de grupo que les garantiza un sorteo más accesible en los octavos, los lusos con abandonar la competición en fase de grupos. Finalmente, unos y otros firmaron tablas en un partido que sirvió para saber qué piezas tocar y cuáles no mover de cara a las eliminatorias, donde cada error se pagará con la vida.
Modificaron cosas tanto Fernando Santos como Didier Deschamps, aunque con resultados dispares. Portugal, en un movimiento sorprendente, prescindió de Bruno Fernandes y formó con Renato Sanches y Joao Moutinho como novedades en el mediocampo. El resultado no pudo ser mejor. Ellos dos ayudaron a Portugal a descansar con el balón, sumar secuencias en campo rival y batir líneas ya fuera mediante pases (Joao) o con conducciones (Renato). También mejoraron la defensa posicional, cerrando el carril central y tapando líneas de pase con un resultado mucho más positivo del que había mostrado William Carvalho, exponiendo menos a Danilo Pereira.
Francia, por su parte, abandonó el 4-3-3 para formar en 4-4-2, con Corentin Tolisso cerrando en banda derecha y Mbappé en izquierda. Durante la primera parte tuvieron problemas tanto en defensa para controlar las recepciones de los interiores rivales, como para sumar salidas y amenazar en ataque. El mejor jugador francés, de lejos, fue Paul Pogba que completó una actuación tremenda siendo el encargado de lanzar las transiciones. El talento que tiene ahí, para medir la fuerza, la tensión y la distancia a recorrer del envío le hacen incomparable a cualquier otro jugador en el mundo. La relación entre esa capacidad suya y las rupturas al espacio de Mbappé, un arma que no tiene respuesta.
Los goles los marcaron Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, pero sería muy injusto limitar su actuación a su faceta goleadora cuando ambos dejaron actuaciones tremendas participando en apoyo, dejando de cara a compañeros y ayudando a sus equipos a progresar. Otras actuaciones individuales destacadas fueron las de Joao Palhinha en Portugal, que mejoró mucho asociativamente e incluso sin balón lo ofrecido por Danilo Pereira, y la de Adrien Rabiot como lateral izquierdo de urgencia en Francia tras la lesión de Digne. El de la Juventus dejó buenas progresiones por izquierda participando por dentro mientras Mbappé fijaba abierto.
Tras 75 minutos de frenesí, en los que Portugal pasó tramos eliminada del torneo, ambas selecciones pactaron una tregua en el tramo final. Ahora Francia se medirá a Suiza en octavos de final y parece difícil que repita este esquema que no acabó de funcionar en el día de hoy, mientras Portugal tendrá un choque tremendo ante Bélgica en el que la presencia de jugadores como Moutinho, Renato o incluso Palhinha se hace indispensable. Fernando Santos parece haber corregido a tiempo, ahora se trata de darle continuidad y seguir confiando en que Cristiano Ronaldo marque las diferencias. Su fase de grupos, con 36 años a sus espaldas, escapa de toda lógica.