Go dye! Wa apin? Este idioma que ves es el mekatelyu, el lenguaje criollo que usan los descendientes de caribeños de habla inglesa en Centroamérica. Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada estuvimos hablando de los garífunas, una etnia entre Belice y Nicaragua que ha aportado mucho al futbol, en especial para los catrachos. Ahora es momento de hablar de nuevo de otra minoría ruidosa en el futbol, pero tenemos que irnos un poco al sur. Llegamos a Costa Rica
Recomendación musical
Los afrocaribeños han podido aportar su música caribeña al folclor costarricense. Aquí te traigo un poco de calypso que suena en la costa noreste. Para muestra un botón. Está Luis Enrique Mejía Godoy. Nacido en Somoto, Nicaragua, se marchó a Costa Rica para estudiar la medicina. Abanderado de la revolución sandinista, encabezó el movimiento de nueva música costarricense. Aquí está la canción Congolí changó, grabada en 1973 y muy identificativa de la costa caribeña.
Vamos al tema de hoy
Negros nubarrones en el cielo tico
Cuando en los últimos cuatro procesos mundialistas había cierta comodidad, ahora Costa Rica comienza a sudar sangre. Las cosas empezaron mal con dos puntos de nueve posibles, y medio se compusieron con una cosecha de casi la mitad. Ahora apenas están en la pelea por un boleto hacia el repechaje interzonas con Panamá y Jamaica.
El dato más espeluznante fue el alto promedio de edad dentro de la convocatoria para el partido contra Estados Unidos en Columbus la semana pasada, con los llamados de Saborío y Bolaños. Además de por necesidad ante las bajas de jugadores clave como Joel Campbell, el DT colombiano Luis Fernando Suárez echó mano de ellos en el aspecto de motivación. Ellos estuvieron en esa sensacional victoria de 2-0 sobre la selección de las barras y las estrellas en Harrison, Nueva Jersey, El partido fue altamente disputado, pero los ticos cayeron 2-1.
Por el momento se cuenta con jugadores como Saborío, Bolaños, además de Campbell, Brian Ruiz y, sin lugar a dudas, Keylor Navas. ¿Pero después? Centroamérica en general está pasándola mal con el recambio generacional, y Costa Rica es quien va más rezagado. Preocupa no solamente el proceso a Qatar 2022 sino después de esta justa mundialista. Preocupa que después de 25 años relativamente en la cresta de la ola en Concacaf, se regrese a la mediocridad. La pobre exhibición de la selección sub-23 en el Preolímpico este año solamente dispara las alarmas frente al futuro negro a largo plazo.
Costa Rica debe apresurarse para encontrar una camada que les permita todavía dominar la UNCAF cómodamente. Parece que la liga costarricense ha dejado de exportar jugadores masivamente, no a Europa, sino a otras ligas de la región como la Liga MX y la MLS. Hay una comunidad que les podría dar muchos dividendos. Seguramente te habrás fijado que en el futbol tico hay leyendas de raza negra y con apellidos de origen inglés, como el mismo Joel Campbell, Paulo Wanchope, Hernán Medford, entre otros más rutilantes. Todos ellos son descendientes de trabajadores nacidos en el Caribe. Esta es su historia.
Historia de los afrocaribeños en Costa Rica
Vayamos al siglo XVI, cuando el territorio que después se conocería como Costa Rica se incorporó al virreinato de la Nueva España. Paralelamente, los ingleses empezaban su penetración hacia todas las islas caribeñas, en lo que después sería conocido como las Indias Occidentales (West Indies). Inglaterra también había puesto sus ojos en una isla al oeste llamada Jamaica.
Aunque España e Inglaterra tenían una rivalidad, por debajo de la mesa había comercio y contrabando. Por ello, muchos esclavos africanos llegaban también a Costa Rica como trabajadores de los ranchos ganaderos en una población llamada Guanacaste en el Pacífico, y en los plantíos de cacao de Matina, en la costa caribeña. Venían de todas las regiones del África subsahariana, como los mandingo de Gambia, los wolof de Senegal y Gambia, los ashanti de Ghana, los ije de Benín, puras de Sudán y yorubas de Costa de Marfil. En estos casos hubo una asimilación forzada y un mestizaje en su mayoría obligado. Los dueños españoles tomaban a las mujeres como concubinas. Por eso se habla más de mulatos que de mestizos, y por esa razón el número de esclavos bajó hasta que la esclavitud fue abolida oficialmente en 1823.
Curiosamente, la fecha de llegada de afrocaribeños a Costa Rica es disputada entre la comunidad académica. Mientras una corriente dice que arribaron durante los tiempos de la colonia, la otra dice que llegaron a finales del siglo XIX. La razón fue que se quería construir una línea ferroviaria que conectara San José con Limón, en el Caribe. El gobierno costarricense se vio en la necesidad de importar trabajadores del Caribe. Encima, en Jamaica había una crisis de la industria azucarera y las condiciones económicas no eran las mejores. Era una situación ganar-ganar: Costa Rica ganaba mano de obra y en Jamaica se hablaba de un destino laboral con buenas condiciones. Así las cosas, 1870 llegó de Jamaica el primer barco, el Lizzie, con 120 hombres y tres mujeres. Al poco tiempo llegaban hombres de las Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, Santa Lucía y Belice.
Al poco tiempo se dieron cuenta de que las buenas condiciones eran simplemente una mentira. No solamente se le pagaba poco, y a veces no se les daba el salario, como ocurrió en los últimos meses de contrato en la ferroviaria. Por esas fechas la empresa estadounidense United Fruit Company abrió plantíos de plátanos en el Caribe costarricense y naturalmente pidieron mano de obra. Esos trabajadores ferroviarios del Caribe estaban en busca de dinero y aceptaron trabajar, pero les quitaron sus ahorros como derecho de piso. Por si fuera poco, en esas fechas el gobierno de Costa Rica tenía una política de segregación racial: a esos trabajadores se les prohibía salir de esa provincia llamada Limón. Paradójicamente, esas condiciones de aislamiento hicieron que Limón desarrollara una identidad propia, con idioma, costumbres, música y religión propias. Uno podía abandonar San José, ir a Limón y pensaba que había entrado en un país diferente, pero seguía siendo territorio costarricense.
Esta situación se mantuvo hasta mediados de 1948, con la revolución de los 44 días a cargo de José María Figueres Ferrer, mejor conocido como Don Pepe. Esa limitante de movillidad y esa perniciosa segregación racial fueron abolidas, los afrocaribeños recibieron la ciudadanía y el derecho al voto. De Limón, los afrocaribeños se desperdigaron por toda Costa Rica, en especial San José, Heredia y Cartago.
Afroticos actualmente
Se calcula que actualmente hay cerca de 400.000 afrocostarricenses, alrededor del 8% de la población de Costa Rica. Las provincias que históricamente los ha recibido son Guanacaste, al noroeste y en la costa del Pacífico, y Limón, al este y prácticamente toda la costa caribeña. No estamos hablando de una cultura mestiza, sino mulata. Pongo hincapié en esta diferencia de conceptos por una razón: mientras que mestizo refiere a un término que tiende a hablar de una relación equilibrada, mulato denota mayor componente negro.
La comunidad afrocostarricense ha sabido aportar al entramado social en Costa Rica con un componente bastante fuerte en la cultura, la historia y la economía del país. Si te diste cuenta, mencioné que los afrocostarricenses estaban también en la costa del Pacífico, y aparentemente entré en una contradicción por hablar una y otra vez del Caribe. Lo que sucede es que hay dos corrientes dentro de esta comunidad: la minoría, que llegó durante la época del Imperio Español, y la mayoría, descendientes de aquellos jamaiquinos trabajadores ferroviario. Los primeros tienen más bien apellidos españoles, hablan español y profesan el catolicismo por asimilación con la sociedad; los segundos prácticamente importaron las costumbres sociales de Jamaica. Es por ello que en Limón se practica el protestantismo o el anglicanismo. Antes también había religiones africanas como el vudú, la santería o la cocomía, esta última peyorativamente tildada como secta y proscrita. También en este último grupo se habla inglés y patois de Jamaica, lengua conocida en Costa Rica como el mekatelyu (del inglés “may I can tell you”).
En la gastronomía y en la cultura la población afrocostarricense ha dado de qué hablar. Sus platillos tienen ingredientes base como el ñame, la yuca, la fruta de pan, el frijol de palo y el chile panameño; gracias a ello, Costa Rica puede ofrecer al mundo no solamente su famoso gallo pinto, sino el pati, el rondón, el calalú y el pambón. La arquitectura con sus estilos isabelinos es idéntica a la que puedes encontrar en el Caribe. Quizá la fiesta que más identifica a esta comunidad son los Carnavales de Limón, a mediados de octubre. Ya si hablamos de música, los afrocaribeños se orientaron a ritmos hermanos. Adoptaron principalmente el calypso de Trinidad y Tobago, pero también probaron con el reggae de Jamaica; la guaracha, el chachachá y la rumba de Cuba, y el swing, el blues y el jazz de Nueva Orleans, en Estados Unidos.
Afroticos destacados
Por las penurias que experimentaron al llegar, muchos afrocaribeños costarricense se volcaron a la defensa de los derechos humanos. Apenas recibieron la oportunidad de la ciudadanía, se hicieron presentes. Hablo de Alex Curling Deliser. Él fue el principal opositor a la segregatoria ley de la United Fruit Company; por su labor activista fue electo como diputado en 1953. No obstante que era diputado suplente, realmente él participaba en las sesiones plenarias, llevándolo a proponer una ley que daba la bienvenida a las minorías étnicas y extranjeros a la vida costarricense. Por ello y por muchas cosas más, Curling es todo un Benemérito de la Patria en Costa Rica.
También en la política tenemos a Harold Nichols, el único afrocostarricense en el Partido Comunista. Cuando todos pensábamos que el techo había llegado con Sherman Thomas, como ex candidato a la presidencia, una mujer lo rompió. Se trata de Epsy Campbell, la actual Vicepresidenta.
En la literatura tenemos a dos exponentes. El primero es Quince Duncan, el primer escritor afrocostarricense en español. Ganó el Premio Nacional de Literatura gracias a su destreza para retratar la vida de su comunidad. La otra es Eulalia Bernard, poetisa que trascendió sus orígenes, llevándonos al Continente Negro.
En las artes tenemos al artista plástico Marton Robinson. También llega la cantante Sasha Campbell, con una incursión en la prestigiosa Semana de la Moda en Los Ángeles y con un programa de alta audiencia como Buen día. Finalmente conocemos a Thelma Darkings, precursora del género de los talk shows con Entre nos con Thelma Darkings. Ya si hablamos de televisión, no podemos saltarnos a comunicadores como Mishelle Mitchell, Mario McGregor y Harry McLean.
Finalmente tenemos que llegar al deporte. Los afrocostarricenses llegaron con sus costumbres, entre ellas el gusto por el cricket, practicado después de días duros de trabajo en las ferrovías o en las plantaciones de plátano. En atletismo se cubrió de gloria Nery Brenes. Especialista DE los 400 m planos, ganó oro en los Panamericanos de Guadalajara 2011. En el box está Hannah Gabriel, con un récord envidiable de 19 victorias (11 por nocaut), un empate y apenas dos derrotas. Fue campeona de la división superwelter de la Organización Mundial de Boxeo.
Vamos al tema que nos atañe, el futbol.
Futbol en Limón, llave de entrada de la comunidad afrocaribeña en Costa Rica
El futbol ha sido un deporte fundamental en la integración de los afrocaribeños para Costa Rica, y en Limón ha cobrado especial relevancia. Más allá de equipos de San José, como el Alajuela y el Saprissa, y del Herediano, Limón le ha puesto cierta candela al futbol.
Hay dos equipos principales de la provincia. El primero es el de la ciudad capital. Comenzamos con la Deportiva Limonense, el decano de la liga costarricense. Participó en el campeonato nacional de 1921 como Gimnástica Limonense, quedando en quinto lugar de siete. Al poco tiempo desapareció por problemas económicos. En los años 50 el empuje de afrocostarricenses dio nacimiento a la Deportiva Limonense. Se han mantenido como un equipo yoyo dentro de la primera y la segunda división, salvo en 1982, que obtuvo el subcampeonato en una temporada de ensueño. Tras ello, en los años 2000 descendieron a segunda, y una nueva crisis económica obligó a renovarse como Limón FC. Siguió con ese lastre financiero que los puso en la mira de la OIJ por lavado de dinero de su dueño Carlos Pascal. Parecía que la llamada Tropa del Caribe se establecía como equipo serio al quedar en tercer y cuarto lugar en 2011 y 2015, pero este año perdieron la liguilla por el no descenso.
El otro equipo de la provincia de Limón es el Santos de Guápiles. Inspirados por la llegada del Santos con todo y Pelé a Costa Rica para jugar contra el Saprissa y el Herediano. Este equipo sufrió una década de los 80 llenos de tribulaciones que afectaron incluso a su identidad y sus colores, en 1999 llegaron a primera división. Tan pronto llegaron, ganaron el título de Apertura en 2001, obteniendo el derecho de disputar el título nacional que perdieron ante el Alajuelense. Tras un breve tropiezo al ascenso, se han levantado para reclamar otro subcampeonato (2012, perdiendo con el Herediano). Tuvieron el ojo de la polémica por la presencia del empresario mexicano Mohamed Morales, dueño de los conflictivos Tiburones Rojos del Veracruz. A nivel internacional, hablamos de otro equipo de respeto; en la primera edición de la Liga Concacaf, llegaron también a un subcampeonato, perdiendo en la final contra un coloso centroamericano como el Olimpia hondureño.
Ambos equipos limonenses han coincidido en primera división, y disputan el Derbi del Caribe, con mayor dominio de la Marea Roja. Eso sí, por antigüedad, el Limón FC tiene otra rivalidad de importancia y gran futbol. Se trata del Derbi de los Puertos frente al Puntarenas, la ciudad más grande del Pacífico costarricense.
Afroticos que la rompieron en el futbol costarricense
La selección tica no sería lo mismo sin esa fortaleza característica de la comunidad afrocaribeña. Cuando Costa Rica irrumpió en el mundial de Italia 1990, lo hizo con un futbol alegre y un guiño a la afición turinesa gracias a su camiseta de visitante de la Vecchia Signora. El primer gol costarricense en ese campeonato fue de un afrocaribeño, Juan Cayasso, ante Escocia. Su buen juego le valió jugar dos temporadas en la Bundesliga, con el Stuttgart Kickers. Otro afrocaribeño, esta vez de casa (jugaba en el Limonense) fue Roy Myers.
También en esa plantilla que fue al mundial de Italia estaba Hernán Medford. Después se convertiría en un ariete para los ticos. Con paso europeos con equipos como el Dinamo Zagreb, el Rayo Vallecano y el Foggia, terminó consagrándose en el futbol mexicano, en equipos como el Pachuca, León y Necaxa. En 2001, Medford certificó la victoria histórica con su gol al minuto ‘86, en un partido conocido como el Aztecazo. Gracias a ese gol, la afición mexicana comenzó a ver al futbol tico con respeto; después de todo, eran los primeros que se llevaban la victoria de una fortaleza inexpugnable como el Estadio Azteca en una condición climática adversa, como un partido en un sábado a mediodía, con la altura y la contaminación de la Ciudad de México.
Si Hernán Medford es un histórico, Paulo César Wanchope no se queda atrás. Él abrió la puerta para que los costarricenses vieran que era posible triunfar en el exigente futbol inglés. Muchos ticos se despertaban temprano para verlo quebrar cientos de defensas con el Derby County, el West Ham y el Manchester City pre-petrodinero. Hasta la irrupción de Keylor Navas, era considerado como el mejor jugador de la historia de Costa Rica. Es el segundo máximo anotador de la historia de la selección tica, detrás de Roland Fonseca.
Actualmente, tenemos jugadores afrocaribeños como Joel Campbell, jugador clave en ese mundial de Brasil 2014 que vio a Costa Rica ganar un grupo lleno de ex campeones mundiales, alcanzar el quinto partido y arañar las semifinales. Ha podido jugar en clubes históricos como el Olympiacos, el Arsenal, el Villarreal y el Sporting de Lisboa. Ahora en su ocaso le ha dado las piernas para jugar en el futbol mexicano. Aquí ha sido parte de un León con trato agradable al balón y ahora está en la plantilla más cara de Latinoamérica, el Monterrey.
Otros jugadores afroticos son Kendall Waston. También como mención aparte está Errol Daniels, el máximo goleador de la liga costarricense con el Alajuelense. También se habla de Jonathan McDonald. Y no podemos olvidar a Álvaro Grant McDonald, leyenda del Herediano. Su legado ha trascendido su generación, porque es padre nada más y nada menos que de otra leyenda, Álvaro Saborío, autor del gol que eliminó a Portugal en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Como nueva camada tenemos a Pablo Arboine, jugador del Santos de Guápiles e integrante de esa selección sub-17 que llegó a cuartos de final del mundial de Chile 2005. Luis Díaz, de Guanacaste, está teniendo un buen proceso con el Columbus Crew de la Liga MLS. Jossimar Pérez es otro jugador a seguir, en este caso está también en el conjunto santista. Finalmente hay un guardameta lejos del radar que está probando suerte con el Sporting de Lisboa, Anthony Walker, de tan sólo 18 años.
¿Qué viene para los afrocaribeños de Costa Rica?
En teoría, Costa Rica abolió la esclavitud y esa política segregacionista. En la práctica, esta sigue en el inconsciente colectivo costarricense. A pesar de tener una porción importante en la sociedad, los afrocaribeños no han recibido una parte de la riqueza y la economía que tiene para ofrecer el gobierno. Hay políticas que han causado cierto enojo, como la supresión del inglés estándar en la educación limonense del currículum escolar en 2016. Hablando precisamente de la educación, apenas el 12% de los afrodescendientes tiene título de educación superior, y no me hagas empezar con los estereotipos y prejuicios de su sociedad.
Como una manera de limar asperezas y hacer las paces con el pasado, el gobierno costarricense instituyó el 31 de agosto como el “Día del Negro y la Cultura Afrocostarricense”; por cierto todo ese mes es el Mes Histórico de la Afrodescendencia. Desde 1999 se lleva a cabo en Limón el Festival de la Cultura Negra con el fin de crear consciencia de los valores de esta comunidad.
El aporte de los afrocaribeños en Costa Rica es invaluable y se ha sabido sobreponer a malos ratos y condiciones adversas. Por más que los han querido silenciar, ahí están para darle sabor, alegría y cubrir de gloria que ticos disfrutan. Cierro, como homenaje a los afroticos, con el poema Soy negrito que compuso Laura Peñaranda:
Hoy me miro en el espejo
un negrito veo de gran corazón
y me siento muy orgulloso de Dios
y su hermosa creación.
Bailo al ritmo del calypso
y como un rico Pan bón
de mi país me siento orgulloso
y de mi hermoso Puerto Limón.
Fuentes
Cátedra de Estudios de África y el Caribe y la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Costa Rica. Construyendo Nuestra Nación – 3/4 – Cultura e Identidad. YouTube. 1° de septiembre de 2018
Ministerio de Educación Pública. La afrodescendencia en Costa Rica. San José, Costa Rica. 2011
Turismo Cultural de Costa Rica. Elementos culturales de interés turístico: 6. Productos y comida afrocostarricenses. Fecha desconocida
Monge Quesada, Estefan. Los jóvenes jugadores llamados a deleitar los ojos del entrenador de Costa Rica, Ronald González. ESPN Costa Rica. 22 de mayo de 2020
Emma 365. ¡JÓVENES PROMESAS DEL FÚTBOL DE COSTA RICA 2021. YouTube. 5 de septiembre de 2020
EFE. Costa Rica debe erradicar la negación e invisibilidad de su cultura negra. 22 de marzo de 2016
Visit Costa Rica. ¿Por qué celebramos el Mes de la Cultura Afrocostarricense? Fecha desconocida
Mitchell, Mishelle. El golpe del racismo. La República. 30 de agosto de 2018
Visit Costa Rica. Manifestaciones culturales del Caribe. Fecha desconocida
Acuña León, María de los Ángeles. CONSTRUYENDO NUESTRA NACIÓN: EL APORTE DE LA POBLACIÓN AFROCARIBEÑA EN COSTA RICA. PRODUCCIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA, VICERRECTORÍA DE DOCENCIA, ODI Y CEAC. DIRECCIÓN: ANTONIO JARA VARGAS, COSTA RICA, 2018. Anuario de Estudios Centroamericanos, Universidad de Costa Rica (2018)
Seguiremos en Costa Rica, pero esta vez nuestro destino es la capital, San José. Dentro de la ciudad hay un barrio que guarda relación con México. Y es que tiene ese nombre, Barrio México. Aquí jugó un equipo leyenda del futbol costarricense, y también nos da la pauta para hablar de la relación México-Costa Rica a través del futbol. Esto es lo que veremos la siguiente vez.
Recomendación musical 2
El músico afrocaribeño más conocido en Costa Rica es Walter Ferguson. No importa que nació en Panamá; al poco tiempo adquirió la nacionalidad costarricense. En sus canciones hablaba de manera irónica y alegre sobre las tragedias que aquejaban a su pares. Nunca salió de su querida Cahuita. Lo que realmente sorprende es su expresividad; con tan sólo una guitarra te sabía contar una historia. Su canción más conocida es Cabin in the wata, donde cuenta cómo un tipo tuvo que construir una cabaña en el mar en un parque nacional para que no fuera desalojado. Escúchala
Recapitulemos
El futbol y la sociedad en Costa Rica no se pueden entender sin considerar el aporte de su población afrodescendiente, en especial la que procede del Caribe. La minoría llegó como esclavos de los ranchos en Guanacaste durante el Imperio Español. La mayoría llegó a finales del siglo XIX como mano de obra para trabajar en la Construcción del Ferrocarril Atlántico y los plantíos de plátano de la United Fruit Company. Desde 1948 quedaron atrás las políticas segregacionistas. Se calcula que hay 400.000 afrocaribeños (8% de la población de Costa Rica), que han influido en la cultura, sociedad, gastronomía y deporte de Costa Rica. Tienen una cultura única dentro de Costa Rica. En el futbol tenemos a varios afrodescendientes, como Juan Cayasso, Hernán Medford, Paulo César Wanchope, Joel Campbell, Kendall Waston y más. En Costa Rica se celebra el Día del Negro y el Afrodescendiente el 31 de agosto cada año.
Nos vemos la siguiente. Bay!