En la región de Liguria, se encuentra el Golfo de La Spezia, en su momento reconocido como un importante enclave militar y punto para el comercio marítimo. En 1919, pasó a ser conocido como el Golfo de los Poetas. Así lo bautizó Sam Benelli en La Cena delle Beffe, su magnum opus, ya que en esa zona vivieron Dante Alighieri, Filippo Tommaso Marinetti, Cesare Pavese, Gabriele D’Annunzio, Lord Byron, Percy Shelley y Mary Shelley. El Golfo se ha convertido en un importante sitio turístico, tanto local como internacional, tomando más relevancia este 2021, cuando Pixar sacó Luca, una película animada que tiene lugar entre los callejones empedrados de Cinque Terre, que se ubica en la provincia de La Spezia.
En el fútbol, la región de Liguria tiene mucha tradición, pues están el Genoa, el club más antiguo de Italia y uno de los más ganadores, y la Sampdoria, que en los últimos 30 años ha adquirido popularidad, pero en La Spezia, hasta el 2020, vivieron la primera experiencia de Serie A de la mano de Vincenzo Italiano. Irónicamente, hijo de sicilianos, Italiano no nació en Italia, sino en Alemania, en Karlsruhe, donde vivían sus abuelos. La ciudad que vio nacer a Karl Benz, el creador del primer vehículo impulsado por un motor de combustión interna, a Oliver Bierhoff y Oliver Khan, jugadores históricos de la Mannschaft.
Vincenzo inició jugando en Sicilia, a donde se trasladó con sus padres a los meses de haber nacido. Debutó profesionalmente con el Partinico a los 15 años y después con el Trapani en la Serie C a los 16. Antes de eso, tuvo problemas para ser aceptado en algunos equipos, como el Torino, por su físico. Después fue al Hellas Verona, donde pasó la mayor parte de su carrera, fue al Genoa, regresó al Verona, jugó en el Chievo, Padova, Perugia y finalizó en el Lumezzane. Como jugador, se le recuerda por su visión, golpeo y salida con balón, en un inicio siendo el regista (director) de Cesare Prandelli en Verona, el jugador encargado de sacar al equipo desde atrás cuando se tiene la posesión del balón. En el 2012, se vio involucrado en el escándalo de amaño de partidos del 2011, el Calcioscommesse, que tuvo a Antonio Conte entre sus nombres más famosos por complicidad cuando dirigía al Siena. En un inicio, Vincenzo Italiano recibió una sanción de tres años, pero esta se redujo a nueve meses tras las apelaciones.
Desde su etapa como futbolista, le veían cualidades como entrenador por ser siempre el jugador más inteligente de su equipo. Por eso no sorprendió verlo en los banquillos una vez retirado. Primero, como asistente de Alessandro Dal Canto en el Venezia, luego en el Luparense San Paolo, el Vigontina San Paolo, el Arzignano Valchiampo y finalmente en el Trapani de la Serie C en el 2018, su primera experiencia como entrenador en un club profesional.
El equipo pronto logró conectar con la afición, y lo normal era ver llenos en el Stadio Provinciale. Se dice que nadie es profeta en su tierra, pero Vincenzo lo estaba logrando. El Trapani se convirtió en la imagen de su entrenador como futbolista: jugaban bien. No extrañó que lograran el ascenso a la Serie B en la primera temporada de Italiano.
Su buen año le valió para llegar al Spezia, que venía de quedarse cerca del ascenso. Con Vincenzo lo lograron por medio del play-off. Tuvieron que pasar más de 100 años y tres refundaciones para que jugaran por primera vez en la Serie A. Todo fue de la mano de un entrenador que, en dos años entrenado a equipos profesionales, sumaba dos ascensos.
La aventura en la Serie A fue mejor de lo esperado. Un equipo condenado a sufrir terminó con victorias contra Napoli y Milan, y eliminando a la Roma en octavos de final de la Coppa Italia. Luego, con una goleada al Torino, lograron la salvación e Italiano tuvo que cumplir su promesa, caminar desde el Stadio Alberto Picco hasta Porto Venere, alrededor de 15 kilómetros, recibido por un grupo de aficionados en la meta. Era un poeta más en el Golfo de La Spezia.
Su buen fútbol y un poco de suerte lo llevaron a Florencia, cuando Gennaro Gattuso, recién nombrado entrenador de la Fiorentina, salió tras algunas diferencias con la directiva. Encabezados por Rocco Commisso, fueron a buscar al hombre milagro de La Spezia, y así es como Italiano, en tres años, pasó de empezar su carrera profesional en la tercera división a dirigir a uno de los equipos con más tradición en Italia. 160 son los kilómetros que separan al Golfo de Los Poetas de la Florencia de los artistas, los que tuvo que recorrer el Spezia de Thiago Motta para visitar a la Fiorentina de Vincenzo Italiano este fin de semana en el Stadio Artemio Franchi, donde cayó por 3-0.
Texto escrito por @Gutila5ta.
