مرحبا! (Marhaba!) De nuevo volvemos a saludar en árabe, porque ya llegamos con un año de anticipación a la fiesta mundial del futbol. Nuestra puerta de entrada fue la transición para ver la influencia árabe en el futbol latinoamericano. Ahora nos toca hablar de los pormenores del futbol del Medio Oriente y comenzaremos con los clubes.
Recomendación musical 1
A principios de la década de 2000, desde Brasil una novela tomó por asalto prácticamente toda Latinoamérica y buena parte del mundo, El Clon (O clone). La historia combinaba principios de genética, religión, amor prohibido y diferencias culturales en una trama bastante absorbente. Quedaban así unidos Brasil y el mundo árabe, particularmente Marruecos. La banda sonora era una auténtica joya. Compuesta por Marcus Viana y Tony Mouzayek, nos introduce a la música árabe de una manera bellísima. Esta era la canción de inicio: Maktub. Por cierto, maktub (مكتوب) es una palabra árabe que quiere decir “escrito”.
Vamos al tema de hoy
Mundial de Clubes ¿árabe?
Como bien lo sabes, el Mundial de Clubes es una competencia anual entre los clubes campeones de cada confederación, más el campeón de la liga del país sede. Esta edición de nuevo se llevará a cabo no en el año correspondiente. La razón es que Japón sería el organizador, pero los altos gastos de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, sin público debido a la pandemia por COVID-19, y en consecuencia, sin retorno de inversión, hicieron que el evento fuera insostenible para el país nipón, así que el Mundial de Clubes se llevará a cabo en Emiratos Árabes Unidos del 3 al 12 de febrero.
Como sea, es momento de echar un vistazo a los equipos que la disputarán. El único asistente que no acude como campeón es el Auckland City neozelandés, ya que la OFC se vio obligada a cancelar su liga de campeones debido de nuevo a la pandemia, y entonces los Navy Blues acuden nominados solamente por méritos deportivos históricos. El resto son los vencedores de sus competencias:
- Monterrey ganó la Liga de Campeones de Concacaf, o Concachampions.
- Palmeiras retuvo el título de la Copa Libertadores y busca tener una mejor presentación que el año pasado, la peor participación de un club sudamericano (cuarto lugar).
- Chelsea alzó la Orejona, trofeo de la Champions League.
- al-Ahly (الأهلي) volvió a ganar la Champions League de África.
- al-Hilal (الهلال) es campeón de la Champions League de Asia.
- Por último, al-Jazira (الجزيرة) tuvo que esperar hasta el último momento para certificar su tercer campeonato de la Pro League de Emiratos Árabes Unidos.
¿Notas algo curioso? Te dejo unos momentos para que lo pienses… ¿Ya? Perfecto. ¡Los últimos tres equipos son del Mundo Árabe – Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos! Esto representa casi la mitad de los clubes invitados. No es una situación nueva; hace dos años ocurrió lo mismo cuando se realizó el Mundial de Clubes en Qatar. El club local fue al-Sadd (السد), mientras que por África acudió el Espérance de Túnez (التونسي الترجي) y Asia estuvo representada de nuevo por al-Hilal. En ese mismo mundial se dio otra situación curiosa: el campeón de la OFC fue el Hienghène Sport de Nueva Caledonia, adelantándose así al PSG, al Olympique de Marsella o al St. Etienne como representantes de Francia (ya hablé de eso en su momento).
Podemos decir que los mundiales de clubes de 2019 y 2021 son una especie de Ligas de Campeones Árabes no oficiales… porque en realidad hay un torneo de clubes entre países árabes. Su nombre es la Copa Árabe de Campeones y veremos su historia en este texto.
La UAFA: el futbol del habla árabe
Antes que nada, quiero ofrecer una disculpa por no haber hablado de este tema en el Previo de la Copa Árabe que recién terminó en Qatar, ya que el tema habría cobrado más sentido (aquí lo puedes leer). También quiero aclarar otra cuestión: la palabra الجامعة (al-Jami’a) en realidad se traduce como “comunidad” y no liga, como en inglés (créditos a mi amigo Franz Trejo), pero he decidido mantener esta última traducción porque empleo la palabra “comunidad” para referirme a una diáspora específica en un país extranjero. Habiendo dicho esto, es momento de entrar en materia.
En los años 70, los países de la Liga Árabe se dieron cuenta de que estaban separados entre África y Asia y que no había ninguna asociación que velara por sus intereses en conjunto. Como era imposible romper con sus confederaciones, tenían que hacer algo. Es así que representantes de países de la Liga Árabe se reunieron en 1974 en Trípoli, Libia, para fundar la Unión de Futbol Árabe (الاتحاد العربي لكرة القدم | al-Ittihad al-’Arabi li-Kurat al-Qadam). Los países fundadores fueron: Argelia, Egipto, Libia y Somalia por África, y Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Palestina y Siria por Asia. Resultó lógico nombrar como presidente al presidente de la Federación de Futbol Saudiárabe, el príncipe Faisal bin Fahd al Saud (فيصل بن فهد آل سعود). Él era el primogénito del rey Fahd y también era presidente del Bienestar de la Juventud, lo que después sería el Ministerio del Deporte.
Dos años después hubo una asamblea general en Damasco, Siria. Llegaron Marruecos, Túnez, Bahréin, Kuwait y Qatar; sin embargo, el cambio más fuerte fue trasladar las oficinas centrales de Trípoli, a Riad, capital de Arabia Saudita. La razón fue lógica: ahí trabajaba el príncipe Faisal bin Fahd y ya que era alguien que estaba más centrado en promover el deporte que en acumular todavía más riquezas.
En 1978 llegaron Líbano, Omán, Sudán y Yemen, mientras que en 1989 se afilió Mauritania y en 1998 lo hizo Djibouti. El siguiente año fue convulso. Poco después de regresar de un viaje a Jordania, el príncipe Faisal bin Fahd sufrió un infarto al miocardio y murió. De pronto, el deporte saudiárabe y el futbol árabe se quedaban sin cabeza. El puesto fue asumido por su hermano, el príncipe Sultan bin Fahd al Saud (سلطان بن فهد آل سعود), con más experiencia en cuestiones militares (estudió en la prestigiosa academia de Sandhurst, donde salen los máximos capos del ejército británico) que en deporte. De todas formas no fue un mal periodo, y todavía recibió a su miembro más reciente en 2003, Comoras.
A partir de 2011 la presidencia ha sido más bien “democrática”, con presidencias que duran ya tres años, pero siempre se queda el poder en Arabia Saudita. El príncipe Sultan bin Fahd tuvo que renunciar y fue sustituido precisamente por su sobrino, Nawaf bin Faisal (نواف بن فیصل); como su nombre lo dice, es el hijo mayor de Faisal bin Fahd. Como presidente del Comité Olímpico de Arabia Saudita, las mujeres saudiárabes asistieron a sus primeros Juegos Olímpicos, Londres 2012. Apenas duró tres años como Presidente, pues llegó Turki bin Khalid (تركي بن خالد), un miembro de la casa real al Saud, para variar.
En 2017 llegó alguien fuera de la realeza, Turki al-Sheikh (تركي آل الشيخ). En una nueva era para el deporte en Arabia Saudita, Turki ha buscado mezclarlo con el entretenimiento, y ese año fue considerado como la persona más influyente en el deporte del mundo árabe. No por nada es dueño del Almería, además de tener historial en al-Taawoun (التعاون) local, el Pyramids (بيراميدز) egipcio y al-Hilal de Sudán. Su periodo acabó prematuramente, y las cosas volvieron a su cauce. El presidente actual es Abdulaziz bin Faisal (عبدالعزيز بن فيصل), quien presume de correr en siete ocasiones las 24 Hrs. de Le Mans.
La UAFA funciona como una confederación normal, salvo que no es reconocida oficialmente por la FIFA. Tiene torneos sub-17, sub-20, de futbol playa, de futsal; tiene una Copa Árabe Femenina, una versión sub-20. También es la responsable de organizar el torneo de futbol de los Juegos Pan Árabes (los olímpicos del Mundo Árabe), y tiene su Champions League.
¿Cómo surge la Copa Árabe de Campeones?
A principios de 1980, la situación del futbol de clubes se daba de esta manera: Asia no tenía una competencia desde 1972, mientras que los clubes árabes no pisaban una semifinal africana desde 1976. Es por ello que la UAFA decidió crear una competencia que reuniera a todos los clubes campeones árabes. Así nació la primera Copa Árabe de Campeones (كأس العرب للأندية الأبطال | Ka’s al-’Arab li-Andiya al-Abtal).
Todos los países miembro recibieron su invitación, pero conforme llegaba el inicio, los equipos se empezaron a bajar. El primero fue al-Ahli de Trípoli (الأهلي طرابلسي), el campeón más reciente de Libia. También desistieron el Horsheed (هرسيد) de Somalia, y al-Nassr (النصر) de Arabia Saudita.
El primer partido fue en Ammán, Jordania. Su campeón, al-Ahli (الأهلي عمّاني), recibió a al-Nejmeh (النجمة). Este último había sido campeón de 1975, año en que se desató la Guerra Civil en Líbano. El partido ocurrió el 19 de junio de 1981, con una victoria para los libaneses 2-1. En la final se vieron las caras con al-Shorta (الشرطة), campeón iraquí, quien se alzaría con el primer campeonato al vencer en el global 4-2.
Primera etapa: Dominio asiático
Hasta 1988, ningún club africano fue capaz de ganar una Copa Árabe de Campeones. Se sumaban más y más clubes, y la UAFA tuvo que instaurar una etapa preliminar como corte para sacar a todos los que, por méritos deportivos, no merecían disputar la final. En este periodo, hubo un club que fue el primer tricampeón consecutivo, al-Rasheed (الرشيد) de Irak (85, 86 y 87). El dueño de al-Rasheed era Uday Hussein (عدي حسين), hijo del dictador Saddam, e instaurador de una época de oro y de terror para el futbol de Irak (lo veremos después). También otro ganador fue al-Ettifaq (الاتفاق), de Arabia Saudita. ¿El premio para ellos? Otro cupo para el torneo desde 1987.
Segunda etapa: Equilibrio
En 1989 sucedieron dos hechos que marcaron un antes y un después. Primero, por fin un africano se llevó el premio, el Wydad Casablanca (الوداد) marroquí. Luego, a la usanza de Europa, la UAFA creó la Recopa Africana (الكأس العربية للأندية الفائزة بالكؤوس | al-Ka’s al-’arabia li-‘andiat al-fayizat bi-alku’us), con ganadores de las copas locales de los países árabes. Tres años después llegó la Supercopa Árabe (الكأس العربية الممتازة | al-Ka’s al-’Arabiya al-Mumtaza), competencia entre los campeones y subcampeones de la Copa de Campeones y la Recopa.
Esta etapa abarcó hasta 2001 y tuvo como característica un reparto de títulos por continente: seis para África y cinco para Asia. Si nos vamos por países, aún había un cierto abuso de Arabia Saudita, con dos campeonatos de al-Shabab (الشباب) (1992 y 1999) y al-Hilal (1994 y 1995). al-Sadd de Qatar ganó en 2001. En África hubo más variedad: Espérance de Túnez ganó en 1993, al-Ahly de Egipto en 1996, Tlemcen (وداد تلمسان) de Argelia en 1998 y Sfaxien (الرياضي الصفاقسي) de Túnez en 2000.
Tercera etapa: Dominio africano
En 2002 la UAFA decidió fusionar la Copa de Campeones y la Recopa para dejar una única competencia. Esto pasó porque año con año llegaban más clubes y la UAFA de pronto no sabía qué hacer con tanto cuórum. Los campeones fueron al-Ahli de Arabia Saudita y el Zamalek (الزمالك) egipcio. También llegó el dinero a cargo del canal ART (Arab Radio & Television), que le cambió el nombre a Champions League, como en Europa, África y Asia. El chiste era darle más caché al torneo y que llegaran por fin los campeones.
El problema vino cuando ART fue comprada en 2009 por al-Jazeera, ahora beIN Sports, que se ha quedado con casi todas las transmisiones de futbol para el Mundo Árabe. Con conflictos de interés manifiestos, había presiones de la CAF y la AFC, por lo que el dinero no llegó y hubo años en los que no se disputó la Champions League árabe, primero de 2009 a 2012, y luego de 2013 a 2017.
Por cierto, cabe mencionar que desde el título de al-Ittihad (الإتّحاد) de Arabia Saudita en 2004, ningún club asiático ha logrado ser el mejor del mundo árabe. En este periodo el Espérance de Túnez ha empatado a al-Rasheed como máximo ganador del torneo.
¿Por qué no van los mejores?
Esa cuestión ha afectado para que la Copa Árabe de Campeones sea tomada en serio y se pueda disputar regularmente. Como te decía, la UAFA no es una confederación oficialmente reconocida por la FIFA, así que las competencias continentales siempre tienen la prioridad para todas las federaciones, que están obligadas a soltar a sus campeones para dichos torneos. En el caso de la CAF, los torneos son la Champions League y la Copa Confederación, en segundo orden; mientras tanto, en Asia está la Champions League también, sumada la Copa AFC.
Por otra parte, la CAF y la AFC se dividen en subconfederaciones que obedecen a criterios geográficos. Los países árabes de Asia felizmente pertenecen a la WAFF, o Federación de Futbol de Asia Occidental. La cosa cambia con África, partida entre la UNAF (Norte de África), WAFU (África Occidental), CECAFA (Este de África) y COSAFA (Sur de África). Con tanto relajo, es muy complicado empatar las agendas de sus países miembros y eso incluye la liga.
Es por ello que a la Copa Árabe de Campeones no siempre van los campeones. Algunos países incluso envían a equipos que apenas se han salvado de descender. Otros son invitados directamente por la UAFA. Se podría deducir que los que envían a equipos en cuarto o quinto lugar son las mejores ligas por la cantidad, pero esto no siempre es así. Estos son los lugares de la edición más reciente:
País | Cupos | Lugares que clasifican |
Arabia Saudita | 2 | Quinto y décimo |
Argelia | 2 | Sexto y séptimo |
Bahréin | 2 | Campeón y tercero |
Comoras | 1 | Campeón |
Djibouti | 1 | Tercero |
Egipto | 2 | Séptimo y décimo primero |
Emiratos Árabes Unidos | 2 | Quinto y noveno |
Irak | 3 | Los tres primeros |
Jordania | 1 | Cuarto lugar |
Kuwait | 3 | Campeón, tercero y quinto |
Líbano | 3 | Campeón y tercero |
Libia | 1 | Subcampeón |
Marruecos | 4 | Campeón, subcampeón, cuarto y quinto |
Mauritania | 1 | Campeón |
Omán | 2 | Los dos primeros |
Palestina | 1 | Campeón |
Qatar | 0 | No participa desde el 2001 |
Siria | 1 | Campeón |
Somalia | 1 | Subcampeón |
Sudán | 2 | Los dos primeros |
Túnez | 2 | Los dos primeros |
Yemen | 0 | Está en guerra civil desde 2015 y no hay liga. |
Edición más reciente. ¿Qué sucedió?
Desde que la competencia se conoce como la Copa Árabe de Campeones, la UAFA dispone en total de 38 equipos, una mitad africanos y la otra asiáticos. Hay una fase de grupos previa. En esta ocasión, Marruecos fue sede de las preliminares, donde los ocho equipos más endebles se enfrentaron en dos grupos a una sola vuelta. El ganador de cada grupo clasificaba a la ronda con los 30 equipos exentos.
Debido a la situación de jerarquías en los torneos continentales, el sistema de competencia tuvo que ser el más simple posible: eliminación directa a doble partido hasta la final, a un único duelo en una sede definida. Así, los campeones de las ligas de más prestigio como Marruecos y Túnez podían enfrentar sus compromisos con la confederación, mientras que podían negociar las fechas de encuentros para cuando hubiese algún hueco en la agenda.
Dentro de partidos memorables, tenemos en la primera ronda la eliminación sorpresa del subcampeón iraquí, al-Jaish (الجيش), que sucumbió ante el Nouadhibou (نواذيبو), el representante de Mauritania, una liga que no era profesional sino hasta 2010. Esto lo veremos después. También en octavos el Espérance de Túnez cayó prematuramente, y el responsable fue la tanda de penales ante el Olympic Safi (أولمبيك أسفي) de Marruecos, cuyo único logro relevante era llegar a una final de Copa. Otro papel que también llenó de ilusión fue el paso del Isamily (الإسماعيلي) egipcio, sacando por ejemplo a al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos. Solamente el Raja Casablanca (الرجاء) lo pudo detener, y esto hasta semifinal.
La final fue en el estadio Príncipe Moulay Abdellah (المجمع الرياضي الأمير مولاي عبد الل), en Rabat, Marruecos, entre el Raja Casablanca que fue administrativamente “visitante” y al-Ittihad de Arabia Saudita. Con tan sólo ver el marcador, nos damos cuenta del trámite del partido: un empate a cuatro goles, la mayor cantidad de tantos en una final árabe. El Raja siempre estuvo encima en el marcador, pero al-Ittihad respondía. El jugador del partido fue sin duda alguna Romarinho, de al-Ittihad, que se mandó un hat-trick, dos de ellos de penal. No era ningún improvisado. con al-Jazira compartió con Cristiano Ronaldo la distinción de máximo romperredes del Mundial de Clubes de 2017. Al final, la tanda de penales dejó a Asia todavía en sequía. El último título marroquí había sido en 2006, y el último título del Raja había sido ese mismo año.
Futuro inmediato
Considero que la Copa Árabe de Campeones es un torneo que permite potenciar el futbol en la región, más cuando tiene un potencial por ser descubierto. Lamentablemente, a corto plazo tendrá problemas para consolidarse. El calendario atípico para la temporada 2022-23 será en buena manera responsable, ya que el mundial de Qatar debe realizarse no en la pausa veraniega, sino en noviembre y diciembre. Además, este país es conocido por el desprecio que le hace a esta competencia. Esto incluye los derechos de transmisión y el patrocinio, que proceden de dinero qatarí. La edición de este año no se llevó a cabo y por lo menos no tendremos esta competencia hasta 2024. Esta puede ser un área de oportunidad para que Emiratos Árabes Unidos asuma el costo y se pueda llevar a cabo. El sistema de competencia desde luego es mejorable, pero es un mal necesario ante dos competencia continentales.
Para que la Copa Árabe de Campeones tenga un futuro por lo menos rentable, necesitan cumplirse las siguientes premisas:
- Llegar a un acuerdo entre todos los miembros de la UAFA y luego con la CAF y la AFC.
- Un nuevo patrocinio, ya sea Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos o en su defecto Egipto. Si viene de fuera, habrá cierto resentimiento y reticencia del mundo árabe.
- Mandar a los clubes por méritos deportivos y no por invitación.
La Copa Árabe de Campeones necesita de apoyo para que podamos apreciar su verdadero alcance. Clubes compitiendo dentro del mundo árabe es algo que aficionados del Medio Oriente esperan, porque ¡qué mejor que dirimir diferencias dentro del campo! La Copa Árabe ya sentó precedente. El camino ahí está.
Fuentes
Qayed, Mohammed, Stokkermans, Karel. Arab Club Champions Cup. RSSSF. Constante actualización
UAFAAC.com
Barnade, Oscar. Quién es Turki Al-Sheikh, el excéntrico magnate árabe que organizó la Maradona Cup entre Boca y Barcelona. Clarín. 14 de diciembre de 2021
Hemos llegado para quedarnos en el Medio Oriente y después de hablar de clubes, le toca a las selecciones. En el mundial de futbol hemos tenido presencia árabe desde 1934, pero 1978 fue el inicio de la racha que no se ve para cuándo acabe, menos con el aumento de escuadras a 48. Desgraciadamente, solamente han podido llegar a octavos de final, y esto en apenas dos ocasiones. Para más detalles, veremos esta historia la siguiente semana.
Recapitulemos
La UAFA es la federación que agolpa a todas las federaciones de futbol del Mundo Árabe. Tiene una competencia de clubes llamada Copa Árabe de Campeones, cuya primera edición fue en 1981. Hasta 1988 solamente la ganaban asiáticos. Tras una época con cierto equilibrio, ahora hay un dominio marcado de africanos (la ganan siempre desde 2005). Los equipos más ganadores son el Espérance de Túnez y al-Rasheed de Irak. En los últimos años ha habido problemas con los patrocinadores y por ello ha habido épocas donde no se ha disputado. La UAFA está dividida entre miembros de la AFC y la CAF, confederaciones con propios torneos de clubes, así que en muchas ocasiones los países no mandan a sus mejores equipos. La edición más reciente es 2020, que fue ganada por Raja Casablanca. Este año no se disputó, situación que tendremos por lo menos hasta 2024.
Nos vemos la siguiente. مع سلامة! (Ma salama)