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HISTORIAL

Infografía: Ricardo Calvente (Editorial Puskas)

CLASIFICÓ VÍA ELIMINATORIA

Infografía: Ricardo Calvente (Editorial Puskas)

¿CÓMO JUEGA?

Bajo la denominación de Holanda por parte de la UEFA y de Países Bajos por la FIFA –cosas del fútbol moderno–, la Oranje llega a esta Eurocopa en un momento tremendamente inestable. En junio de 2019, todavía a las órdenes Ronald Koeman, logró llegar a la final de la primera Nations League de la historia, dejando un gran sabor de boca tras superar por el camino a selecciones como Suiza, Alemania o la Francia que venía de levantar la Copa del Mundo. Y todo ello, tras un Mundial de 2018 en el que, paradojas del balompié, Países Bajos no había conseguido ni siquiera clasificarse, al igual que tampoco lo hizo en la Eurocopa de 2016. Por lo tanto, esta será la primera gran cita a la que acudan, desde el tercer puesto cosechado en el Mundial de 2014.

De vuelta al presente, hay que destacar que a Países Bajos le llega este evento en un mal momento, ya que estaba estipulado que fuese el propio Koeman quien dirigiese la orquesta neerlandesa, pero que todo se truncó por la aparición de la pandemia y el aplazamiento de la competición. Su sucesor fue Frank de Boer, tras una breve estadía de Lodeweges durante dos partidos. Por lo tanto, el seleccionador actual solo ha tenido once encuentros, distribuidos en tres ventanas, para preparar una Eurocopa en la que no podrá contar ni con Virgil van Dijk –su máximo estandarte defensivo–, ni con el guardameta titular Jasper Cillessen (COVID). A pesar de que viendo la convocatoria pueda no parecerlo, los jóvenes han perdido protagonismo con el cambio de estratega.

A partir de aquí, lo cierto es que de Boer ha mostrado un plan A que no ha funcionado como prometía el proyecto del actual entrenador azulgrana y que, por tanto, no está garantizado que no vaya a verse alterado. Sin ir más lejos, en los dos amistosos previos a la Eurocopa, viene experimentando con novedades importantes como una línea de tres centrales –sistema que escogió en su segundo partido como seleccionador– que quién sabe si habrá llegado para quedarse. No obstante, su esquema más utilizado es un 4-2-3-1 algo asimétrico, donde uno de los laterales –normalmente el derecho– acostumbra a ser más profundo que el otro. Algo que depende meramente del perfil de los laterales/carrileros en ambos costados, nada relacionado con el dibujo debería alterar este patrón.

Su premisa, siguiendo el manual de estilo que dictamina su historia, mostrar un fútbol asociativo que busque dominar desde la tenencia de la pelota. Salidas de balón elaboradas, normalmente a través de superioridades numéricas en la primera línea, para lo que se implementa un mecanismo donde, si no hay tres centrales puros, o bien el lateral zurdo (Winjdal, Aké o Blind) ejerce como tercer central a la hora de construir, o donde Frenkie de Jong descienda para comandar la jugada viendo el fútbol de cara. Casi siempre, recostado en el perfil izquierdo –como en sus tiempos del Ajax–, que es el sector donde mayor capacidad asociativa existe, empleando la derecha con un lateral/carrilero más físico como Dumfries y un extremo encarador en caso de que de Boer apostase por volver a un dibujo que dé cabida a futbolistas como Berghuis y su diagonal fuera-dentro, marca de la casa. En caso de recuperar el 4-2-3-1, el flanco izquierdo sería a priori para Donyell Malen, el gran damnificado por el cambio de dibujo, una pieza que aproveche con su desmarque las zonas que le libera un punta muy móvil como Depay. Cabe destacar que, a diferencia con otras convocatorias, en esta hay más centrales que de costumbre, menos extremos y dos delanteros centros puros. Una pequeña gran pista.

Los acompañantes en ese mediocampo diseñado habitualmente a tres alturas son Wijnaldum –normalmente en la 3ª aunque también puede adaptarse a la segunda–, y un jugador de recorrido que varía entre Klaassen o De Roon. Mucha movilidad e ida y vuelta en la medular. La otra gran duda en el “XI” es ver si de Boer finalmente se decanta por inclusión de un “9” de gran envergadura para cargar el área, como Luuk de Jong o Wout Weghorst. Esto se ha visto desplazando a Depay a la izquierda dentro del 4-2-3-1, o coexistiendo ambos en el carril central (3-5-2), que probablemente sea la forma más complementaria de juntar a una referencia que fije centrales, con un Depay que goce de mucha libertad para intercambiar carriles partiendo como segundo punta.

Sin balón es una selección menos agresiva que la diseñada por Koeman, la cual acostumbraba a presionar alto con marcajes al hombre en muchas ocasiones. La baja de un jerarca a campo abierto como van Dijk hace que hayan entrado sustitutos no tan rápidos ni físicos, por lo que resulta coherente que el bloque ahora sea medio para no estirar tanto al equipo –en transición defensiva vienen sufriendo bastante–. En cualquier caso, no es una fase del juego testada ya que Países Bajos se ha enfrentado a selecciones que le han cedido la iniciativa constantemente desde el desembarco de Frank de Boer, y ahí ha dejado muchas dudas en lo colectivo. Su ataque posicional depende en exceso de las individualidades ofensivas o la llegada desde segunda línea de su mediocampo. Sensación de que necesitan más tiempo para que su indudable materia prima se complemente mejor.

XI TIPO

Sin Cillessen, baja de última hora junto a van de Beek, una de las principales dudas está en la portería. ¿Tim Krul o Maarten Stekelenburg? La otra gran incógnita reside en el central zurdo, pudiendo entrar Aké o Timber por Blind, desplazando al perfil izquierdo en este último caso a un de Ligt que llega también entre algodones. Si vuelve el 4-2-3-1, entrarían Malen o Berghuis por el joven zaguero del Ajax.

FIGURA

MEMPHIS DEPAY

Sin la figura de van Dijk, el atacante del Olympique Lyonnais (libre el 30 de junio) es la estrella de la Oranje. A sus 27 años, pasa por un momento de forma extraordinario y, aunque Frenkie de Jong o incluso de Ligt puedan discutirle el trono, sabe lo que es liderar un equipo sin otros atacantes de máxima élite en el OL. Los datos le avalan: gol (20) cada 147´ y 12 asistencias en 37 partidos de Ligue 1, además de ser el autor de nueve dianas y cuatro asistencias en las 25 anotaciones de la era de Boer. Tanto si juega en la punta –solo o acompañado–, vaciando zonas con sus movimientos distractorios o su capacidad para combinar con el compañero; como si lo hace partiendo desde la izquierda perfilándose para el disparo de diestra desde la frontal. Es un jugador mucho más consistente y determinante que el que aterrizó en Francia hace cuatro temporadas y media. Al contragolpe también puede ser definitorio, aprovechando su capacidad de desmarque. Y en los libres directos, otro activo importantísimo.

Promesa

OWEN WIJNDAL

El gran desconocido para muchos en el presumible carril izquierdo titular, oposita a ello con apenas 21 años. Un futbolista completísimo y creativo, lo que le convierte en una oportunidad de mercado que debería atraer reflectores si completa una buena Eurocopa. Este debería ser el verano donde dejase el AZ Alkmaar: es rápido, es técnico y tácticamente se sale del guión rutinario de muchos compañeros de demarcación, porque no le quema el balón. Sabe asociarse, dibujar último o penúltimo pase y se atreve a conducir u ofrecerse en carriles interiores si considera que es lo que demanda la jugada. Físicamente mejor de lo que pueda parecer por envergadura –aunque puede sufrir en juego aéreo ya que mide 1´74–, difícil de superar en el uno contra uno, aunque a nivel posicional puede descuidar su espalda. Veremos si de Boer se atreve, que parece que sí, o si antepone la experiencia de Blind, van Aanholt o Aké.

ENTRENADOR

FRANK DE BOER

Comenzó su carrera tanto vestido de corto, como de traje, en el Ajax; y desde entonces ha pasado por cuatro de las seis ligas más laureadas del planeta fútbol. Como técnico, poco después de estar dos años y medio como ayudante de Bert van Marwijk en la selección neerlandesa subcampeona del mundo en 2010, volvió a Ámsterdam para hacer historia ya como primer estratega. En las cinco temporadas y media que estuvo, levantó cuatro títulos consecutivos –único en hacerlo desde 1903–, dos subcampeonatos y se convirtió en el octavo entrenador con mejores números en la historia de la Eredivisie: 2´23 puntos de media por partido, rozando los 2´24 de Johan Cruyff y los 2´30 de Rinus Michels. Fue entonces cuando dio el salto al Inter, donde fue destituido tras 14 partidos y, posteriormente, de un Crystal Palace que no marcó ningún gol en los cuatro partidos de Premier League que él estuvo al frente. Pasó también por la MLS de la mano de Atlanta United, empeorando a un Tata Martino que venía de ser campeón. Llega muy cuestionado a la Eurocopa, tras haber demostrado que es un entrenador capaz de lo mejor y de lo peor.

Iñaki María Avial
Iñaki María Avial
Periodista · 1997 · España | Kaká me enseñó desde San Siro que en el fútbol la magia importa, Gerrard se fue a Estambul a confirmarme que la mentalidad prevalece. También soy `Chiellinista´. Delante de un micrófono, como dijo Michael Robinson, "estoy muy ocupado, pero no siento que esté trabajando".

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