HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
La Francia de Didier Deschamps llega a Qatar 2022 con bastantes más incógnitas de las que cabría esperar de una selección que es vigente campeona del mundo, y se va a presentar con ese tridente de la muerte formado por Antoine Griezmann, Karim Benzema y Kylian Mbappé. Las bajas en su mediocampo, la confección del equipo y esa apuesta por el esquema de tres centrales que no acaba de funcionar meten más dudas a una selección que, por plantilla, seguramente se plante en el Mundial como la mejor del mundo. Ahora, tocará comprobar si lo demuestran en el campo.
El principal problema de esta Francia, tal y como lo ha planteado Didier Deschamps hasta el momento, es la ausencia de jugadores que vayan al espacio, que compensen la libertad y los descensos de los cracks. La versión de Mbappé en Francia no se parece nada a la suya en el Paris Saint-Germain donde, rodeado por Messi y Neymar, vive estirando y fijando a los centrales rivales, enfocándose a la profundidad y el remate. En la selección tiene muchísima más libertad para descender, sumarse en circuitos de pase, abrirse a banda y empezar a tirar paredes de un nivel técnico altísimo con sus compañeros. Es una versión que, como espectadores, disfrutamos más y seguro que él también, pero que necesita ser compensada para que sea efectiva. Es por ello que, dentro del 5-2-1-2 galo, sea mucho más necesaria la presencia de carrileros con mucho recorrido y capacidad de ir al espacio, como pueden ser Kingsley Coman en ese rol o Theo Hernández, en lugar de otros igualmente buenos o incluso mejores, pero que no tienen ese recorrido como pueden ser Benjamin Pavard o Lucas Hernández.
En el mediocampo la situación es similar. Provoca que dentro de una selección de jugadores de primer nivel como pueden ser Camavinga o Rabiot, seguramente el jugador que mejor le venga al equipo acompañando a Aurélien Tchouaméni sea Youssouf Fofana. Esto se debe a la capacidad para estirar, recoger segundas jugadas y recorrido llegando al área que tiene el del Mónaco, capaz de compensar ese Griezmann-Benzema-Mbappé.
En los últimos días previos al Mundial y pese a haber jugado con una línea de cinco defensas la mayor parte del ciclo mundialista, tanto la prensa francesa como el propio Deschamps en rueda de prensa han insinuado que pueden jugar con línea de cuatro en el torneo. Las numerosas ausencias (a las ya sabidas de Kanté, Pogba o Maignan se han añadido las de última hora de Kimpembe y Nkunku) han mermando a la plantilla, que habrá que ver como responde a ese cambio de esquema. Siendo un equipo que junta tanto juego interior, con su tridente rondando carril central, les vendría muy bien la amenaza por fuera que podría dar Theo Hernández.
Por lo demás, como viene siendo habitual durante todo el ciclo de Deschamps, a Francia le falta dinamismo en sus ataques posicionales enfrentando bloques cerrados, hay poca amenaza por fuera (aunque están opciones como Coman o Dembélé desde el banquillo) y baja creatividad en la base de la jugada. Por otra parte, transitando tras robo son una amenaza como pocos equipos hay en el mundo, potenciado todo por los jugadores que integran al conjunto y lo bien que saben interpretar esas situaciones.
Defensivamente, optan por presiones altas, con Benzema y Mbappé tapando centrales y Griezmann al mediocentro rival, pero no son especialmente agresivos. Si ven que esa primera línea es superada, no tienen problema en replegar. Tienden a ser un equipo bastante largo, que concede recepciones por dentro debido a la separación entre la línea defensiva y la de medios. También sufren en situaciones a balón parado y segundas jugadas derivadas de las mismas.
Francia querrá lograr algo que no ha conseguido nadie en los últimos sesenta años, que es repetir título en el Mundial. Brasil lo consiguió en 1958 y 1962. Tienen los jugadores para ello, ahora habrá que ver si tienen el equipo para lograrlo.
XI TIPO
FIGURA: KYLIAN MBAPPÉ
Es difícil elegir a la figura de Francia. Antoine Griezmann fue la estrella cuando ganaron en Rusia 2018, Karim Benzema es el reciente Balón de Oro y seguramente, hoy por hoy, el mejor jugador del equipo, pero Kylian Mbappé es la cara visible del proyecto. La selección le permite unas libertades y una jerarquía que no tiene ni en su club. Rusia 2018 le tomó muy joven, pero ahora llega a Qatar 2022 con 23 años, mucho más hecho futbolísticamente y con hambre por demostrar. Ha mejorado muchísimo en apoyos, devoluciones de primeras y capacidad para integrarse en cadenas de pase sin perder un ápice de intimidación al espacio. Tiene recursos para definir en situaciones de mano a mano y una arrancada al espacio y cambio de ritmo únicas en el panorama mundial. El año pasado, su Eurocopa no fue todo lo buena que se pensaba y erró el penalti que les eliminó ante Suiza. Ahora llega con la voluntad de que sea su Mundial.
PROMESA: AURÉLIEN TCHOUAMÉNI
El fichaje estrella del Real Madrid en el verano, uno que ha pinta para tirarse una década siendo el mediocentro titular del equipo blanco, y que, salvo sorpresa, también llega a Qatar 2022 como titular en su selección. Las continuas lesiones de Kanté le han abierto la puerta, pero él no ha tenido problema en ganarse la confianza a base de actuaciones sobresalientes y unas cualidades asombrosas. Aurélien Tchouaméni tiene capacidad para sacar el balón jugado con giros ante acoso, salidas en conducción y un amplio rango de pases que le permiten cambiar de orientación, encontrar a compañeros entre líneas y desahogar posesiones. Sin balón, está muy conectado a las jugadas para lograr robos en situaciones de presión tras pérdida, lee líneas de pase, tiene físico para llegar a todos lados y vencer en duelos individuales. Ha demostrado estar preparado para ser el mediocentro titular del Real Madrid tras la marcha de Casemiro; también podrá serlo de una candidata a ganar el Mundial,
ENTRENADOR: DIDIER DESCHAMPS
Ha cumplido una década al mando de la selección francesa, dirigiendo a una de las mejores, seguramente la mejor generación de la historia del país. En ese tiempo, ha tenido grandes éxitos como la consecución de la segunda estrella en Rusia 2018, con otras decepciones como la pasada Eurocopa. Su equipo ha tenido problemas crónicos como la capacidad de crear ante bloques cerrados, basando su victoria en el pasado Mundial en la solidez defensiva con la pareja Varane-Umtiti, la amenaza a balón parado y apoyándose en sus cracks para que resolvieran (grandes torneos de Kanté, Pogba, Griezmann o Mbappé). Habrá que ver que ocurre en Qatar 2022 y si es capaz de construir un equipo que funcione como tal a la vez que potencia y da libertad a ese tridente que todo el mundo envidia.
