HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
Japón es un invitado recurrente a la Copa del Mundo desde hace tiempo. En esta edición, la séptima consecutiva en la que participa, la selección dirigida por Hajime Moriyasu consiguió la clasificación como segunda de grupo. Los nipones certificaron el boleto a Qatar 2022 gracias a la victoria ante Australia (2-0) en la penúltima fecha y se quedaron a un solo punto de Arabia Saudita, el líder de su grupo. Pero lo más destacable de la fase de clasificación japonesa no fueron los resultados, que también, sino las sensaciones que transmitieron a nivel de juego. Es un equipo fresco, con una idea valiente, una mezcla entre veteranía y juventud muy armónica y unas bases tácticas con y sin balón muy asentadas.
Japón tiene las ideas muy claras a la hora de atacar. Con la pelota, tiene una organización dinámica muy fluida. Mayoritariamente desde un 4-3-3, aunque recientemente vienen usando un 4-2-3-1, tienen muy buenas rutas para progresar de forma elaborada. A través de una primera línea formada por los dos centrales (Takehiro Tomiyasu y Maya Yoshida) y el lateral derecho (Hiroki Sakai), más una base compuesta por dos mediocampistas (Wataru Endo, el más posicional, y Hidemasa Morita, que alterna idas y venidas), logran sacar el balón por dentro con la intención de generar espacio para atacar por fuera. Por izquierda, el extremo (Takefusa Kubo o Takumi Minamino) adopta un comportamiento interior y Yuto Nagatomo ofrece tanto la amplitud como la profundidad, mientras que por derecha, Junya Ito se encarga de abrir el campo y Daichi Kamada se mueve por zonas interiores (Sakai acostumbra a no incorporarse tanto al ataque como Nagatomo). Esta ocupación del campo permite a Japón estar equilibrada en caso de pérdida y que Endo, una pieza vital, pueda imponerse en la contrapresión para seguir atacando en campo rival.
Sin balón, los nipones son muy reconocibles independientemente de la estructura. Generalmente parten de un bloque medio (en la fase de clasificación en 4-3-3) a través del cual presionan con más o menos agresividad en función del momento del partido. Con esa estructura, buscan orientar la salida hacia dentro, con los extremos en posiciones intermedias saltando a centrales (tapando el pase hacia fuera mientras presionan) y el delantero disuadiendo la salida con el mediocentro. De esta forma, pretenden forzar al rival a jugar por dentro, donde tienen más densidad de jugadores, e intentar recuperar el balón en una zona alta para transitar rápidamente. De hecho, el contragolpe es otra de las fortalezas de esta selección japonesa. No solo por el perfil de jugadores (Ito, Kubo, Minamino, entre otros), sino porque son capaces de cambiar de «chip» rapidísimo y contraatacar con pocos pases y de forma vertical.
XI TIPO
FIGURA: TAKEFUSA KUBO
Con el permiso de Takumi Minamino, Takefusa Kubo es el jugador más diferencial de tres cuartos hacia adelante que tiene Japón. Partiendo de la banda, pero con mucha presencia por dentro, Moriyasu ha encontrado un lugar para que el jugador de la Real Sociedad pueda mostrar todo su talento. En la fase de clasificación no tuvo mucho peso; sin embargo, por el momento que vive con su club y por lo bien que ha jugado últimamente con la selección, Kubo llega a Qatar 2022 con una inercia inmejorable.
PROMESA: KAORU MITOMA
Disponer de un jugador como Kaoru Mitoma, capaz cambiar partidos entrando desde el banquillo, es una bendición para Hajime Moriyasu. El extremo del Brighton posee un descaro y una energía cuando recibe el balón en la banda que no tiene otro jugador en la plantilla. No es el más joven (25 años), pero dado que irrumpió en el fútbol europeo el año pasado, es prácticamente un recién llegado. Verle en el Mundial es uno de los mayores atractivos de Japón.
ENTRENADOR: HAJIME MORIYASU
Hajime Moriyasu asumió el cargo de seleccionador después de Rusia 2018, donde fue el asistente de Akira Nishino, el anterior director técnico japonés. Durante el proceso hacia Qatar 2022, además de clasificar directamente como segundo de grupo, consiguió un subcampeonato en la Copa de Asia del 2019 y un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio con la sub-23, cargo que ha compaginado con la absoluta hasta el día de hoy. Moriyasu acumula en su palmarés tres ligas japonesas con el Sanfrecce Hiroshima.