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HISTORIAL

¿CÓMO CLASIFICÓ?

ANÁLISIS

Tras una serie de actuaciones más que serias en algunos amistosos en 2020 ante Países Bajos, Argelia, Corea del Sur y Japón, y arrancar la fase de clasificación para la Copa del Mundo con 14 de 18 puntos posibles, el equipo de Gerardo Martino encadena resultados irregulares desde la lesión de Raúl Jiménez, seguramente la pieza más importante al comienzo de su proceso con México.

Las dolorosas derrotas contra Estados Unidos en Copa Oro y Nations League, y las negativas actuaciones en Cincinnati y Edmonton en la eliminatoria mundialista, fueron indicios de que el equipo venía a la baja. Actualmente existe un déficit competitivo ante combinados de cierto nivel, pese a que la propuesta es interesante porque conjunta un juego elaborado con una estrategia sin balón ordenada, agresiva y clara. En Qatar 2022, el plus lo deberán dar sus piezas: formar onces potentes que potencien la idea de juego será la diferencia entre competir al alto nivel o de mantenerse en la incertidumbre de los anteriores amistosos (tan solo dos victorias en los últimos diez encuentros).

México parte de una estructura en 4-3-3 o 4-2-3-1 que no tiene prisa con balón y maneja unas ideas claras sin él. Desde estos sistemas similares (la diferencia está en el rol de Carlos Rodríguez, generalmente, interior por momentos y mediapunta en otros), los del Tata crecen a partir de la superioridad numérica que genera un equipo cuando involucra a su portero en las fases de inicio y construcción. Este es el caso de Guillermo Ochoa: cuando el balón llega al guardameta, el resto de los jugadores se organizan en torno a él y el movimiento que lo sigue se torna fundamental para generar espacios y avanzar en colectivo. Con movimientos acertados, México progresa; si no es dinámico, se atasca.

Pero hay vida más allá de su guardameta. De hecho, no tiene nada que ver la disposición del equipo en fase de inicio (centrales abiertos, laterales altos y los tres centrocampistas repartiendo espacios) a cómo tienden a formar en fase de construcción: generalmente con tres centrales, (uno de los laterales en primera línea o el mediocentro se incrusta entre los zagueros), sumándole variedad y riqueza a su juego y pudiendo ordenarse en muchas ocasiones desde el 3-4-1-2/3-4-2-1 con Carlos Rodríguez entre líneas y el extremo izquierdo centrando su posición, pisando zona de delantero.

Sin balón, además, México también tiene argumentos para competir desde su planteamiento y estructura si logra corregir un defecto marcado: cuando presiona, muchas veces se crea un espacio grande entre centrocampistas y zagueros. Es un equipo que, en presión, tiende a ordenarse en 4-4-2, con el mediapunta junto al delantero yendo a presionar a centrales y tapando la línea de pase con el mediocentro rival constantemente. La idea es orientar a banda y apretar una vez el balón llega al lateral, asfixiándolo con el extremo y tapándole líneas de pase cercanas. Una vez que el equipo repliega, regresa a la formación en 4-2-3-1 y el mediapunta hace un marcaje individual al pivote salvo que la circulación rival lleve la pelota al central que no vigila el delantero.

El gran argumento competitivo de México es, indiscutiblemente, su pizarra. Sin ser un equipo apabullante desde sus posesiones y que vaya a dominar el juego a través de estas, generalmente es un bloque bien organizado sin balón y que pretende un juego vistoso cuando recupera. Involucrar al portero para generar superioridades, la movilidad en pasillos interiores, la variedad de estructuras según las fases y los planteamientos sin balón son parámetros que le suman riqueza al colectivo. El punto restante lo pondrán las individualidades. Presumiblemente, salvo por Argentina, el resto de rivales de la fase de grupos le permitirá manejar la pelota a su antojo. ¿Será capaz el Tata de explotar lo que maneja desde la pizarra?

XI TIPO

FIGURA: HIRVING LOZANO

Teniendo en cuenta que Jesús Tecatito Corona no estará en Qatar 2022, tras no poder recuperarse de su lesión en el tobillo izquierdo, y que Raúl Jiménez llegará algo justo a la cita mundialista, a México no le queda más que fiar su bagaje ofensivo a la figura de Hirving Lozano. Sin tener un rol de indiscutible en un Napoli que viene asombrando a Europa por su actual estado de forma, un extremo tan vertical y con capacidad para generar desborde desde banda puede ser el gran argumento de Gerardo Martino para que su equipo empiece a rodar. El acomodamiento dentro de la estructura colectiva y las relaciones que pueda generar desde el costado derecho serán cuestiones a explotar por su técnico para potenciar las virtudes de Lozano.

PROMESA: KEVIN ÁLVAREZ

El lateral diestro de Pachuca no tiene garantizada la titularidad en Qatar 2022 ya que deberá competir con Jorge Sánchez, que está sumando minutos y madurando en el Ajax pese a que ha tenido desatenciones defensivas; y también está latente la opción de habilitar a Néstor Araújo en banda para, como lo hizo Juan Carlos Osorio en 2018 con Carlos Salcedo, defender mejor los envíos a segundo palo. De cualquier modo, Álvarez tiene argumentos para sumar minutos en el Mundial, ya que hablamos de un lateral con mucha calidad a la hora de sumarse al frente. Interpreta bien cuándo debe atacar carriles interiores o buscar profundidad por banda, tiene sentido asociativo, mezcla bien con el extremo de su banda y es veloz. Con casi 24 años, ojalá termine su proceso formativo en Europa.

ENTRENADOR: GERARDO MARTINO

Después de una dilatada carrera como entrenador en Sudamérica (en múltiples clubes y como seleccionador nacional en Paraguay y Argentina), el Tata Martino se enfrenta a una nueva Copa del Mundo entre halagos y críticas. Su idea de juego está mostrándose ciertamente irregular, y su detallada propuesta con y sin balón no se ve reflejada en tantos resultados positivos como cabría esperar. Las expectativas cuentan que México debería, como mínimo, competir en un grupo con Argentina, Arabia Saudita y Polonia. Sin ser el grupo de la muerte, México precisa de que Martino esté acertado en los planteamientos y de que sus jugadores compren la idea que propone. Tan simple como complicado.

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Manu Escuder
Periodista, analista y scout. Formando y formándome. También escribo en Revista Panenka.

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