Bahréin, cuatro veces en la orilla

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مرحبا! شخبارك؟ (Marhaba! Shakhbarak?) Este es el saludo en Bahréin, muy similar a otros de la región. ¡Cómo no, si este es el dialecto árabe del Golfo! Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada estuvimos viendo todo lo referente al City Football Group, sus negocios, sus equipos y sus controversias. Ahora llegamos a nuestro último país de la Liga Árabe antes de entrar de lleno al Mundial. ¡Acompáñame!

Recomendación musical 1

En esta nueva etapa de renacimiento de la Península Arábiga, todos los países están en un proceso de renovación. Lo que alguna vez fue una región que económicamente dependía del petróleo, ahora intentan quitarse ese estigma y avanzar hacia una nueva manera de hacer las cosas. Intentan, por ejemplo, darle una mayor participación a los niños. Mira, por ejemplo, esta canción que canta la niña Neila Abdullah (نيلة عبدالله): Bahrain, ya shams an-nahar (بحرين, يا شمس النهار), Bahréin, país del sol.

Vamos al tema de hoy

Bahréin: chiquito, pero resonante

¡Bienvenido al país más pequeño de la Liga Árabe! Si Emiratos Árabes Unidos es una federación, Omán va a lo suyo, Kuwait está incrustado entre Irán e Irak y Qatar es una península, Bahréin es una isla, o más bien un conjunto de 50 islas naturales y artificiales. Solamente conectada con Arabia Saudita por la llamada Calzada del Rey Fahd, todavía depende en gran medida de este reino, así como de los Emiratos. Apenas llega a 750 kilómetros cuadrados, con lo que es el tercer país con menos territorio en el continente asiático, detrás de Maldivas y Singapur. De población, aquí viven aproximadamente millón y medio de habitantes.

No muchos conocen que en Bahréin se desarrolló la civilización Dilmún, que en sus buenos años controló todas las rutas del comercio en el Golfo Pérsico. Floreció durante tres milenios, durante la Era del Bronce. Sumeria la veía con ojos de reverencia; se dice que de aquí salió la historia del Jardín del Edén, con improntas en las religiones abrahámicas. Bahréin fue de los primeros países en ser alcanzado por el islam. Durante el siglo XIX las perlas bahreiníes eran las más demandadas en Europa por su calidad. Se independizó de los británicos en 1971 y la guerra civil de Líbano los benefició al trasladar el punto financiero del Medio Oriente de Beirut hasta Bahréin (al revés de lo que sucedía con Shakira en la canción Ojos así). Para saber más de este conflicto, tengo un texto al respecto.

Su nombre quiere decir “dos mares”. ¿Será contar el mar al este y al oeste? ¿Será el mar que bordea al norte y que lo hace al sur? ¿Será el agua salada del mar y el agua dulce del interior? Las teorías nunca faltan. Y este es el país que todavía funciona como un segundo mediador entre Arabia Saudita e Irán en caso de emergencia (es decir, que Omán esté ocupado). Ahí va, poco a poco, callado, abriéndose paso para no quedarse rezagado con respecto a sus vecinos.

Historia del futbol en Bahréin

Si bien todavía estaba bajo dominio británico, eso no quería decir que no se pudiera hacer nada sin permiso de ellos: toda la región peninsular tenía su autonomía. Bahréin pudo establecer su federación de futbol en 1957, aún cuando los sueños de emancipación lucían muy lejanos. Bahréin se terminó uniendo a la FIFA nueve años después. Con la independencia de los ingleses ya pudieron jugar como Alá manda.

Esto parecía más fácil decirlo que hacerlo. Bahréin empezó muy atrás que Qatar, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Kuwait, así que lo que valía más era destacar en algo que estaba más al alcance, como la Copa del Golfo. Claramente esto tampoco daba resultado. 

Sin posibilidades para llegar lejos en el futbol de la mayor, las selecciones juveniles tomaron el mando. Muchos amantes del futbol en Bahréin recuerdan con cariño 1989, el mundial sub-16 en Escocia. Clasificaron al vencer a China por la vía de los penales en ese Asiático en Tailandia. Ya en tierras escocesas empezaron fuerte al terminar como líderes de un grupo con Cuba (3-0), Ghana (1-0) y los anfitriones (1-1). Donde finalmente pegaron la sorpresa de la vida fue al eliminar a Brasil en penales. Llegaron a semifinales donde se vieron las caras con Arabia Saudita. No pudieron cobrarse la derrota en la final de Tailandia y volvieron a caer 1-0 con el futuro campeón (más información en este texto).

Todo parecía indicar que se conformarían con participaciones esporádicas en mundiales sub-16 (Egipto 1999) y sub-19 (Chile 1987), pero algo cambió en 2000. Podemos decir que ese crecimiento comenzó con las victorias sobre Irán para la Copa Asiática 2000 (1-0) y las eliminatorias de Corea-Japón 2002 (3-1). Esta última terminaría por joder el boleto a Irán y le echaría fuego a las relaciones con Arabia Saudita (ya hablé de eso). ¿Casualidad?

Vayamos ahora a la primera Copa Asiática que disputaron, China 2004. Su debut no pudo haber sido nada halagüeño, disputando el partido inaugural contra el anfitrión, y luego medirse a su vecino incómodo Qatar más Indonesia. Sin complejos, se pararon en el Estadio de los Trabajadores y se llevaron un empate sensacional en el último minuto (2-2). De esa misma manera sobrevivieron al asedio qatarí (1-1). De pronto se dieron cuenta de que podían acceder a la siguiente ronda, pero tenían que vencer a Indonesia, lo cual lograron con un 3-1. 

En cuartos de final los esperaba Uzbekistán, que ya daba indicios de dar dolores de cabeza en eliminatorias asiáticas. Tuvieron que recurrir a los penales, después de encajar gol en el último minuto. Con actuación soberbia de su portero, dieron la sorpresa del torneo al sacar a los uzbecos. Lo que siguió fueron las semifinales contra Japón. Les tocó dar el partido de sus vidas hasta el momento, volvieron a llevar al límite al conjunto superior a priori (3-3 en tiempo regular), pero en esta ocasión tocó ceder en tiempo extra.

Un bahreiní terminaba como máximo goleador: A’ala al-Hubail (علاء حبيل). Tal vez perdieron el bronce contra Irán, pero Asia se dio cuenta de que Bahréin ahí estaba, y se trepaban a la posición 44 del ránking FIFA. Para los bahreiníes, comenzaba la nueva etapa, aunque un poco agridulce.

Primer frustración: Alemania 2006

La Copa Asiática fue una confirmación del gran momento que atravesaba Bahréin en las eliminatorias al mundial. Antes de disputar el partido inaugural contra los chinos, lideraba su grupo 6 con siete puntos, por cuatro de Siria, tres de Tayikistán y uno de Kirguistán. Con ese honroso cuarto lugar solamente hubo que arañar un empate de último minuto en Damasco para enfilarse a la tercera ronda, a la que accedían solamente los ganadores de cada grupo.

En esta ronda se accedía a la élite de Asia, y el nivel subiría de manera considerable. En su grupo tuvo a bien enfrentarse a Japón, Irán y Corea del Norte, bastante candente si se me permite la opinión. Meterse al mundial se antojaba complicado, más en un grupo con el campeón de Asia y el que te la debía desde esa falta de respeto en 2001. Lo que sí lucía más realista era acceder por la vía del repechaje ante Concacaf y para eso habría una lucha encarnizada contra los norcoreanos. 

En las primeras dos jornadas todo iba bien cuando obtuvo un empate sin goles ante los iraníes. Luego, se metió a Pyongyang. Con todo y desmanes de los norcoreanos, Bahréin ganó un partido clave para aspirar a ese repechaje. Esos cuatro puntos fueron el colchón que necesitaban, porque de ahí ya no ganó partidos. En su defensa, puedo decir que cayó por la mínima. No caían las victorias, pero japoneses e iraníes tenían que sudar para llevarse los tres puntos. Tanto fue así que en la jornada 5 ya estaba claro que Bahréin tendría que irse a una serie extra para obtener al equipo asiático en el repechaje.

¿Quién era el rival? Uzbekistán, que en la última jornada le remontó un 2-0 a Kuwait de manera heroica. La lucha entre dos países que se habían ganado con justicia la etiqueta de “competitivos” engalanaba este pre repechaje, y no decepcionó, aunque no por razones del juego per se. Era el partido de ida y Uzbekistán se había puesto a la cabeza con gol de Mirjalol Qosimov. 

Al minuto 39’, penal para Uzbekistán. Bahréin no sabía por dónde le estaban llegando. Server Djeparov era el encargado de cobrarlo, y anotó. Era el 2-0, pero no fue válido. ¿Quién era el árbitro que cambió la decisión? El japonés Yoshida Toshimitsu, árbitro del año en la J-League durante el 2004. Para él, había invasión al área penal, algo que se comprobó en la repetición. Según las reglas, se tenía que repetir el cobro. ¿Eso hizo? No, señaló tiro libre indirecto a favor de Bahréin. Reclamos y todo, no cambiaron la decisión de Yoshida. Al final, el marcador se mantenía 1-0.

La Federación Uzbeca estaba furiosa, y era entendible. Se quejó ante la FIFA y demandó que el partido acabara en la mesa con victoria 3-0. ¿Cuál fue la decisión? Le quitaron la acreditación internacional a Yoshida. Bien. Ahora, con respecto al partido, se anulaba ese 1-0 y se tenía que repetir. Hasta el canciller de Uzbekistán lamentó ese fallo.

Era una nueva oportunidad y ahora Bahréin pudo aprovecharla por medio de un empate a un gol. Esto era crucial porque obtenían el valioso gol de visitante. Lo único que tenían que hacer era aguardar en Manama y aguantar el cero. Por más que Uzbekistán tenía a Shatskikh, Geynrikh y Djeparov en gran momento, cada embate fue frustrado. El 0-0 ponía a Bahréin en el siguiente repechaje.

Trinidad y Tobago solamente se interponía entre ese deseado debut mundialista para Bahréin. ¿Qué era lo mejor de todo? Que cerraban en casa. El 1-1 de Puerto España era también un marcador de oro para cerrar el trámite en Manama. ¿Qué sucedió? Que el DT de los trinitarios, Leo Beenhakker, finalmente les preparó una defensa a ultranza. El físico de los caribeños superaba por mucho al de los bahreiníes, y luego Trinidad y Tobago ya contaba con jugadores afincados en el futbol inglés. El gol precisamente cayó por tiro de esquina rematado por Lawrence y su estatura de 2,01 m.

Curiosamente, fue la última vez que clasificó un país del Caribe al mundial. ¿Habría revancha para los bahreiníes en la siguiente?

Segunda frustración: Sudáfrica 2010

Todo por la mudanza de Australia, que se había aburrido de Oceanía. Originalmente Bahréin estaría en los cinco equipos exentos de primera ronda, pero los australianos tuvieron un excelente mundial, al pisar los octavos de final. Así las cosas, como el criterio era la participación en Alemania, le dieron ese lugar, bajando a Bahréin al sexto lugar. No tuvo gran problema en despachar a Malasia en ese preliminar. 

Ya en la segunda ronda les tocó un grupo con Omán, Tailandia y Japón. Con los demás resultados en el presupuesto (derrotas ante los japoneses, victorias sobre tailandeses), había que superar a Omán, cosa que lograron desde el primer partido al triunfar en Mascate. Segunda fase, cumplida. ¿Qué había para la tercera ronda? Dos grupos de cinco. Los dos primeros pasan directo, los terceros juegan después para el repechaje contra el ganador de Oceanía. Su grupo también estaba claro, con los australianos, los japoneses, Qatar y Uzbekistán. Al igual que hace cuatro años, el objetivo era meterse en tercero, y bastaba con salir con marcadores globales favorables ante qataríes y uzbekos. Se logró sin mayor sobresalto.

El rival esta vez sería Arabia Saudita, vecinos y con duelos que sacan chispas en la Copa del Golfo. Es verdad que la última vez que se vieron las caras fue un amistoso que había ganado Bahréin, el historial decía otra cosa: claro dominio saudiárabe. Les tocaba ahora comenzar la serie en Manama. Un cero a cero parecía demasiado premio, pero por gol de visitante la vuelta en Riad tendría el camino cuesta arriba. Llegó el día de la verdad. Antes del minuto 90’, el marcador era un empate a un gol, lo cual les daba a los bahreiníes una nueva oportunidad para acceder al mundial de manera indirecta. Lo que ocurrió en cuatro minutos aún está tatuado en la retina de todo el futbol asiático.

Corría el minuto 91. Arabia Saudita no había dejado de atacar, pero sin éxito. En eso un pelotazo encuentra a Yasser al-Qahtani (ياسر القهتاني), que había hecho un último esfuerzo. A punto de salir del campo, lanza un centro alto y Hamad al-Montashari (حماد المنتشاري) tiene que cabecear. ¡Gol de Arabia Saudita! Tanta resistencia casi espartana había sido inútil y se iban a casa… aparentemente. Minuto 93’, córner a favor de Bahréin. Servicio… Ismail Abdulatif (إسماعيل عبد اللطيف) llegó desde atrás, nadie lo vio, cabeceó… ¡El milagro! Todo el estadio Rey Fahd en Riad enmudeció. Nadie en el estadio y nadie de los que habían sintonizado la transmisión legal o ilegalmente (saludos, Roja Directa) lo podía creer. Bahréin recuperaba el boleto de manera in extremis ante una Arabia Saudita en auténtico estado de shock. Hasta la fecha se habla de este partido como uno de los momentos inolvidables de toda la historia de las eliminatorias mundialistas. Nadie que vea esos cuatro minutos puede quedar indiferente: es futbol en estado puro. Te comparto el video para también te emociones.

Sin embargo, tanto heroísmo fue en vano. Les tocó caer de nuevo en el repechaje, y ahora el responsable era Nueva Zelanda. Un 1-1 en Manama y un 1-0 en Auckland los regresaba a un mundial desde 1982, cuando llegaron también por el milagro de Riad (más información aquí). Curiosamente, Nueva Zelanda no ha vuelto a un mundial, aunque fue el único equipo en Sudáfrica en marcharse invicto. 

Bahréin volvía a dejar pasar una oportunidad de oro para meterse. ¿La tercera sería la vencida?

Tercera frustración: Brasil 2014

Después de tanto crecimiento sostenido, el futbol le había hecho justicia a Bahréin. Por fin quedaba dentro de los cinco primeros para quedar exento de las rondas previas. Ya en el sorteo sería otra cosa. El grupo que les tocaba era bastante bravo, con Indonesia, Irán y Qatar. La pugna con los qataríes por el segundo boleto hacia la siguiente ronda era el principal interés.

La cuestión es que Irán estaba resurgiendo con fuerza de la mano del portugués Carlos Queiroz, y quien tocó verlo fue Bahréin. Perdieron 6-0 en Teherán. Cuando acabó el 2011 (quinta ronda), Irán ya estaba dentro con 11 puntos, Qatar tenía nueve, pero con diferencia de +5, Bahréin estaba en 6 puntos, pero con -4, y una triste Indonesia ya se despedía con cero puntos. ¿Qué seguía? Para aspirar a un hipotético boleto, Bahréin tenía que ganar por nueve goles a Indonesia, y esperar a que Irán les hiciera el favor de derrotar a Qatar. ¿Un milagro? Desde luego.

Tenían que vengarse de esa derrota 3-1 en la Copa Asiática del 2007, y esta era la oportunidad. No era tan difícil. Indonesia estaba sumida en un caos de organización. La federación de futbol (PSSI) solamente reconocía la liga Prima, mientras que sus mejores jugadores militaban en la Liga Super, un campeonato disidente. Como la FIFA solamente le daba el aval a la PSSI, únicamente podía mandar jugadores de la Liga Prima (para más contexto, te comparto el texto donde hablo del futbol indonesio). Así pues, Indonesia encararía el partido con mucha debilidad y con un vestidor roto. 

Esa convocatoria indonesia tenía jugadores que a lo mucho habían disputado 12 encuentros con la selección nacional; ocho de los que estaban en el once inicial apenas debutaban. Encima, nada más empezar (en serio, hablo del minuto 2), el portero Syamsidar cometió penal y el árbitro rigorista le enseñó la roja, dejando a Indonesia con un hombre menos. ¿Había motivos para soñar con el milagro?

Pues el penal se cobró y gol. 1-0. ¡Alerta desde Teherán! Ashkan Dejagah (اشكان دژآگه) marcó el 1-0 al minuto 4’. ¡Motivación instantánea! ¡No tan rápido! Penal para Qatar que habían cobrado. De nuevo tierra de por medio. Bahréin no se rindió y para el medio tiempo ya ganaba 4-0. ¡Golazo de Irán (50’)! 2-1. Era el espoleo que necesitaban. 

Entre penales cobrados y un equipo en desventaja numérica y desmotivado, Bahréin tenía tatuada la portería para conseguir esos otros cinco goles que necesitaban. Para el minuto 82’, habían marcado el 9-0. ¡Consiguieron lo imposible! Estaban dentro de la siguiente ronda. Se dieron el lujo de fallar otro penal (cuatro marcados en total). Ya habían hecho su parte. En eso, minuto ‘86, en el estadio Azadi. Tiro libre indirecto que remata con la cabeza Kasola. Se empataba el encuentro. Ya no se movería.

Mazazo anímico para Bahréin, que todavía del coraje anotó un gol más. 10-0. La peor derrota de Indonesia era un 9-0 contra Dinamarca en 1974. El marcador fue tan escandaloso, que la FIFA investigó cualquier posible intento de amaño. Bahréin había conseguido su mejor victoria hasta la fecha, ¿pero de qué servía? Ni llegaba a la ronda para pelear el boleto a Brasil. 

Cuarta frustración: Qatar 2022

Después de estar la década pasada en un periodo oscuro, todo parecía indicar que Bahréin podría regresar. Cumplieron al meterse a octavos de final en la Copa Asiática de Emiratos Árabes Unidos. Luego, les había pegado a Irak y a Arabia Saudita en amistosos. Ganaron la Copa del Golfo y el Campeonato de Asia Occidental, sus primeros torneos. Derrotaron 1-0 a Irán en eliminatorias, que pasaba por horas bajas con el belga Marc Wilmots en el banquillo.

Para noviembre tuvieron un traspié al empatar en Hong Kong 0-0. En ese momento no lo sabían, pero fue un error costosísimo. Vino la pandemia por Covid y sacudió al mundo. El cambio de entrenador le sentó bien a Irán, y se cobraron la derrota 3-0. Bahréin terminó en tercero del grupo. Esos dos puntos perdidos fue la distancia que los separó de Irak. Fue tan traumática que terminó pesando para que no superaran la fase de grupos de la Copa Árabe pasada.

Bahréin, ese equipo que se ha quedado una y otra vez a la orilla. El talento ahí está y el portugués Hélio Sousa aún está dirigiendo a los llamados Guerreros de Dilmún, pero si no tienen una defensa del título en la Copa del Golfo en enero del próximo año, será muy probable que diga adiós; en mi opinión, esto sería muy costoso, toda vez que sí se metieron a la Copa Asiática que será en Qatar. Para el mundial del 2026 cuentan con el doble de plazas para el mundial. Es justo pensar que pueden disputar su primer mundial.

Fuentes

Teclab, Youssef. The Near-Misses and Future Hope of Uzbekistan. These Football Times. 21 de marzo de 2017
Soccerphile. World Cup 2006 Qualifying Draw: Asia
Smith, Tony. The hot, sticky night in Bahrain when the All Whites’ World Cup final dream was forged. Stuff. 12 de octubre de 2021
Associated Press. Fifa opens ‘routine’ inquiry into Bahrain’s 10-0 win over Indonesia. 1° de marzo de 2012

No todo lo que brilla es oro, en especial en Bahréin. Esta estabilidad esconde un régimen autoritario que reprimió las protestas por la Primavera Árabe en 2011. La mayoría chií quería sacar del poder a la minoría suní, y no hubo éxito. La represalia fue terrible, alcanzando incluso a los futbolistas. Uno de ellos, Hakeem al-Araibi, tuvo que refugiarse en Australia, pero el gobierno bahreiní movió sus influencias para que fuera encarcelado en Tailandia. Esta cruenta historia te la traigo en nuestra última parada antes del mundial.

Recomendación musical 2

Musicians without Frontiers (موسيقيون بلا حدود) es una iniciativa para promover la paz del gobierno de Bahréin, en específico de la Autoridad para la Cultura y Antigüedades. Son cinco músicos de diferentes nacionalidad: Saad Mahmood Jawad (سعد محمود جواد) de Irak (oud), Ahmed Ghawas (أحمد غواس) de Bahréin (bouzouki), Ibantuta de Francia (guitarra), Carlos Villarroel de Argentina (bajo), y Ahmed Maany (أحمد معني) de Egipto (percusión). Esta canción se llama Huna al-Bahrain (هنا البحرين)

Recapitulemos

Bahréin es el país más pequeño de la Liga Árabe (750 km2). En futbol empezaron muy débiles, con pequeños triunfos, como el cuarto lugar en el mundial sub-16 Escocia 1989. A partir de unas semifinales en Copa Asiática China 2004 comenzaron los triunfos. A partir de ahí, encadenó magníficas participaciones en mundiales que para su mala fortuna no se cristalizaron:

  • Alemania 2006. Una pésima decisión del árbitro causó que el partido de ida contra Uzbekistán se repitiera. Ganó la serie por goles de visitante y luego perdió el repechaje contra Trinidad y Tobago en casa.
  • Sudáfrica 2010. En unos cuatro minutos finales de alarido, Bahréin eliminó a Arabia Saudita también por goles de visitante. Cayó contra Nueva Zelanda en el repechaje intercontinental.
  • Brasil 2014. Para poder pasar de ronda, Bahréin tenía que derrotar por nueve goles a una Indonesia en caos y que Irán derrotara a Qatar. Beneficiado por una expulsión al portero, consiguió el mayor triunfo de su historia, 10-0. Sin embargo, de nada sirvió. Qatar obtuvo un empate de Irán al minuto ‘86. El partido despertó sospechas de la FIFA.
  • Qatar 2022. Lograron la hombrada al vencer a Irán 1-0, pero un empate en Hong Kong les costó quedar eliminados, al terminar a dos puntos de distancia del segundo lugar, que era Irak.

Nos vemos la siguiente. Allah ma3k! (الله معك!)

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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