Chelsea 0-1 Porto: Acento portugués

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

Sérgio Conceiçao es uno de los nombres propios de esta UEFA Champions League 2020/21. Mientras Neymar Jr impartía otro clínic exquisito de fútbol callejero para eliminar al vigente campeón, el Porto caía en Londres dejando la sensación de haber dado, desde un punto de vista colectivo, mucho más de lo que cada individualidad podría haber sumado de forma independiente. Así, el juego de saltos en presión del Porto, cómo buscó superarlo el Chelsea y la defensa alta de Tuchel marcaron la caída europea de un proyecto que muy probablemente haya alcanzado su cénit, al menos desde un punto de vista resultadista.

Una de las noticias del encuentro fue que el Porto logró quitarle a su rival la iniciativa de la pelota que tanto y tan bien suele aprovechar el Chelsea de Thomas Tuchel. Ni más, ni menos. En todo caso, lo hizo con un serio bloqueo que provocaba la avanzadilla de su oponente, dispuesto en 5-2-3, igualando en número la primera línea de presión sobre el intento de sumar un hombre (pivote, lateral derecho o portero) para formar superioridades en salida. Con el paso del tiempo, de hecho, esa falta de ideas en las primeras líneas del cuadro luso terminó por convertirse en precipitación y rifa de balones en largo, activando más transiciones que juego directo.

En el segundo tiempo corregiría el técnico portugués la forma de relacionarse de centrocampistas (intervalo entre extremo-punta), del portero (más presencia en fase de inicio) y esto repercutió directamente en los centrales (un pelín más de velocidad para detectar al liberado), aunque las referencias defensivas del Chelsea eran más que notables y el bloqueo en el Porto seguía siendo considerable: la primera línea nunca saltaba sobre los defensas rivales, sino que aguardaba en una defensa alta tapando vías de pase con centrocampistas; además, a espaldas de ésta primera línea, se escondía un doble pivote muy activo a la hora de hacer seguimientos para amenazar el giro del centrocampista que se ofrecía de forma activa, así como de multiplicarse para proteger la espalda de los tres atacantes.

Por otra parte, como no podía ser de otra forma, Conceiçao trató de dejar su sello personal también en este partido: sobre la fase de inicio rival, el Porto dispuso de su presión alta con los interiores (Uribe-Oliveira) emparejados con Kanté y Jorginho, impidiendo el giro del doble pivote blue en la habitual salida en 3+2. No obstante, con Otàvio lanzando carreras circulares para saltar sobre central poseedor, habitualmente Thiago Silva, mientras le tapaba línea de pase con Azpilicueta, el Chelsea encontró una y otra vez al hombre liberado a espaldas del extremo brasileño: Kanté, de espaldas, encontraba de cara al tercer hombre en el central español y, a partir de entonces, el Chelsea podía salir desde atrás.

Aun así, en todo caso, el Porto logró establecer un juego de saltos agresivo y contundente a pesar de ser algo precipitado: no fueron pocas las veces en que a Pepe  (una vez más pletórico sin balón) le tocó salir de zona hasta prácticamente el centro del campo, fruto también de ese control tan exigente que supone enfrentar al tridente ofensivo del Chelsea, especialista en la recepción y el giro entre líneas. Así fue como el cuadro inglés logró sumar el mayor número de llegadas a portería rival, en esa transición rival de presión a repliegue (una vez superada la primera, sobre todo). Pero el Porto logró resistir sin excesivas complicaciones, revolucionando el encuentro en los minutos finales, una prueba más de lo bien que gestiona los tiempos el cuadro luso. Esta vez, no obstante, el obsequio sería mínimo: Mehdi Taremi lograría reducir distancias en el 93’, pero serviría de poco. Este sería, al fin, el último encuentro del histórico Pepe y de la revelación en los banquillos, Sergio Conceiçao, en la UEFA Champions League 2020/21.

Manu Escuder
Manu Escuder
Periodista, analista y scout. Formando y formándome. También escribo en Revista Panenka.

También lee: