La Premier League ha entrado al mes de noviembre confirmando a sus líderes y a sus revelaciones importantes en el primer tercio de la temporada. La décimo quinta jornada ha regalado fútbol de altísimo nivel, soluciones muy creativas ante la adversidad, debuts ilusionantes y confirmaciones importantes previo al último suspiro de EPL previo a la Copa del Mundo. El brillante Artetaball del Arsenal en Stamford Bridge, una victoria que le da luz al Liverpool , la clarividencia de Pep Guardiola y sus jugones para ganar estando en problemas, el debut de Unai Emery en el Aston Villa volviendo a maltratar al Manchester United y el Newcastle alcanzando un estatus de competidor nato cortando la cabeza de un proyecto son las propuestas para repasar el fin de semana de Premiership.
El brillante Artetaball del Arsenal en Stamford Bridge
En poco más de un mes, el Arsenal se ha enfrentado a tres equipos Big Six con nota altísima. Dominó el derbi del norte de Londres contra el Tottenham, se puso en ventaja ante el Liverpool y la recuperó dos veces más, y ahora, a nada de la Copa del Mundo, ha dejado una exhibición que debe disipar toda duda sobre su estatus en esta Premier League. Los Gunners controlaron de principio a fin un partido que Mikel Arteta diseñó a la perfección aprovechando dos detalles vitales: uno, el regreso de Oleksandr Zinchenko al equipo tras su baja por lesión; otro, las dudas de Graham Potter sobre el momento sin balón del Chelsea -presionar o no hacerlo-. A partir de esto, el Arsenal se asentó con total seguridad en un 3-2-5 con balón que controló todo con Ben White, William Saliba y Gabriel Magalhães de centrales, el lateral ucraniano cerrando junto a Thomas Partey en el medio, Bukayo Saka y Gabriel Martinelli muy anchos en los extremos y Granit Xhaka con Martin Ødegaard jugando a costados de pivotes del Chelsea. La superioridad fue evidente desde la ubicación de Zinchenko, estrechando al máximo el intento de presión Blue en un 4-2-3-1 que perdió referencia del ancho del campo, provocando dudas sobre saltos al poseedor y condicionando las ayudas a ofrecer. Ahí empezó el recital Gunner, siempre encontrando al hombre libre con atracciones, buenas secuencias de pase, paredes. Así, el Arsenal siempre logró viajar junto, controló y gestionó su pérdida y, además, la línea defensiva dejó una masterclass sobre cómo gestionar la altura del bloque, anticiparse y hundirse según la necesidad del equipo. Aunque el gol cayera en una pelota parada y el marcador sólo acabara 0-1, el mensaje ha sido claro: el Artetaball tiene lo necesario para seguir peleando por la Premier League.
El Liverpool ve la luz en casa del Tottenham
La consistencia del Liverpool en la Premiership se está volviendo un tema digno de análisis. Después de perder 1-2 en casa contra el Leeds, los Reds viajaron al norte de Londres para enfrentar al Tottenham y tratar de remontar un déficit de puntos contra los líderes que cada vez se ve más grande. Endeble en defensa e impreciso en ataque, venía con muchas dudas de cara al duelo con los Spurs, pero las grandes versiones de sus atacantes bastaron para sentenciar. Con el 4-3-1-2 más que asentado, Jürgen Klopp disfrutó de los que, quizá, han sido los mejores minutos de Fabinho, Thiago, Roberto Firmino, Mohamed Salah y Darwin Núñez -todo el eje del sistema en tiempos recientes- juntos. Las mejores secuencias de ataque de los de Anfield se dieron cuando el delantero uruguayo pudo estirar y fijar a Cristian Romero en el lado izquierdo de la ofensiva, permitiendo al brasileño bajar al apoyo y arrastrar a Eric Dier (eje de la línea de tres Spur) y dando al egipcio muchos metros por gestionar con libertad, algo que logró con gran criterio y precisión en varios momentos de partido. Así llegó el primer gol, y el segundo fue todo de Salah pescando en el error de Dier al cabecear un trazo largo de Alisson. Pero así como consiguió tramos de juego de buen nivel, el Liverpool siguió aquejando los problemas que caracterizan a su rombo en el centro del campo, con dificultades para controlar su pérdida de balón, cerrar las bandas tras caídas de sus interiores a esas zonas y, por ende, concede más ventajas para recibir centros laterales, escapadas o combinaciones por fuera. Justo así fue como el Tottenham hizo méritos para empatar el partido en el segundo tiempo y alcanzó el gol con Harry Kane.
La clarividencia de Guardiola y sus jugones
El Manchester City es, junto con el Arsenal de Mikel Arteta, el equipo más resistente a la adversidad en este primer tramo de la Premier League. La sensación con el campeón defensor es que siempre controla todo pese a algunas complicaciones, pero en momentos de apremio siempre está a un detalle inevitable de sus grandes figuras o Pep Guardiola de sacar una diferencia. En el duelo ante el Fulham, ambas cosas pasaron para sacar una victoria in extremis en el último minuto. Sin Erling Haaland y con Julián Álvarez de titular en el centro del ataque, los Skyblues parecían ir viento en popa con un trámite de partido totalmente normal para ellos en todos aspectos, dominando desde su 3-2-5 con balón que cerraba a John Stones como central diestro, tenía a João Cancelo y Jack Grealish alternando la amplitud por izquierda y contó con Bernardo Silva partiendo del extremo derecho. Todo tenía sentido, todo funcionaba bien, e incluso Julián Álvarez mostró de nuevo sus capacidades para separarse de su par, desmarcarse y definir, pero Cancelo se fue expulsado al minuto 26 por falta como último hombre dentro del área propia. Los Cityzens tendrían que pasar más de una hora con 10 hombres, pero Guardiola decidió hacer cambios importantes. Para el segundo tiempo, modificó a un 3-4-2 que dejó intactos a sus centrales con balón, acercó mucho más a Rodri a ellos y escalonó por delante suyo a Bernardo, İlkay Gündoğan y Kevin De Bruyne con muchísima libertad de acción, dejando casi solos arriba a Jack Grealish y Julián Álvarez. El riesgo estaba asumido, pero la posibilidad de defenderse con la pelota los mantuvo vivos hasta el final, y las entradas de Erling Haaland y Phil Foden por la Araña y Grealish mantuvieron la amenaza al atraer la presión del Fulham abajo para crear ventajas detrás de sus mediocampistas. Con ese escenario de libertad para leer espacios y moverse, Kevin De Bruyne cerró un juego tremendo asistiendo al noruego al minuto 95′ para mantener al rojo vivo la carrera por el liderato. Un día más, la clarividencia de Guardiola y sus dirigidos ha valido tres puntos y conservar la sensación de ser inevitables.
‘Good ebening, Manchester United’: Unai Emery
El regreso de Unai Emery a la Premier League no sólo ha causado gratas impresiones, sino que ha dejado una gran victoria para un Aston Villa muy necesitado de puntos. Recibiendo al Manchester United -que presentó la novedad de Donny van de Beek de inicio en lugar de Bruno Fernandes-, los Villanos dieron una muy buena primera exhibición bajo el mando del entrenador vasco con tres detalles puntuales que marcaron diferencias en el trámite del partido. Todo pasó por un objetivo que no parecía fácil de lograr: romper la efectiva presión con marcas individuales de los Red Devils. El primero en sus reinicios de juego, donde buscaron atraer muy abajo al rival a partir de un 4-2-2-2 muy bien repartido para girar a sus pares desde el pase lateral o diagonal y así encontrar a Douglas Luiz y Leander Dendoncker más sueltos por delante. Tras ese desajuste, el segundo estuvo al progresar, y ahí los de Birmingham tuvieron ventaja en zona de mediapuntas gracias a Jacob Ramsey y Emiliano Buendía, quienes aparecieron muy libres por dentro y recibieron pases de sus pivotes con tiempo y espacio suficientes para conectar al equipo en contragolpe, donde Leon Bailey y Ollie Watkins le permitieron a sus volantes llegar al área de buena manera al fijar y arrastrar muy bien a Lindelöf y Martínez luego de que el bloque recogiera los rebotes. La tercera marca de este partido estuvo en el momento sin balón, parándose en un 4-4-2 muy compacto por dentro que contó con una primera ventaja importante al defenderse de los primeros pases del United por pura cantidad de jugadores (cuatro en la construcción para los Red Devils por seis entre mediocampistas y actacantes). Desde ahí, el bloque pudo llevar a los mancuianos a jugar más por fuera o forzarlos a buscar balones largos a la primera oportunidad sobre los movimientos de apoyo o carrera de Cristiano Ronaldo, con un buen trabajo de los volantes abriéndose según la altura de su bloque para ir sobre laterales rivales. Así fue como Unai Emery le dio un riguroso Good ebening de presentación a un Manchester United que venía compitiendo de buena forma.
Newcastle, verdugo y competidor peligroso
Eddie Howe está construyendo un equipo impresionante en el Toon. Para muestra, la actuación, el resultado y las consecuencias del 1-4 conseguido en St. Mary’s ante el Southampton. Si algo le faltaba al Newcastle en este fantástico primer tramo de Premier League era jugar mal ante un rival inferior, pero competir a tal grado que pudiera vencerle haciendo menos que este. Esa podría ser la radiografía de la goleada propinada a los Saints que ha causado el despido de Ralph Hasenhüttl. Los del sur inglés asumieron un poco más la iniciativa del encuentro a partir de un 3-5-1-1 con balón que tuvo mucha agresividad para llevar el balón a las bandas, buscando atraer primero por la derecha para llegar a definir en la izquierda con un Romain Perraud muy profundo como carrilero zurdo, Mohamed Elyounoussi atacando zona de interior, Theo Walcott como enlace entre líneas y Che Adams acercándose a la zona del balón al apoyo. Todo era facilitado por la educadísima pierna derecha de James Ward-Prowse lanzando y dirigiendo ataques. Pero el Soton nunca pudo concretar las sensaciones de peligro llegando al área con centros laterales, y fue donde las Urracas hicieron pesar su plan. Mezclando presiones en bloque medio y alta sobre los reinicios rivales, los del Toon volvieron a marcar diferencias y provocaron errores en las salidas rivales. Pero la verdadera marca de verdugo del Newcastle vino en el segundo tiempo, marcando tres goles con sólo tres llegadas gracias a su capacidad para juntarse a pocos toques por las bandas, con el interior del lado del balón yendo hacia la banda, el lateral tomando altura y el extremo metiéndose en diagonal. Este patrón tan repetido del lado derecho con Sean Longstaff, Kieran Trippier y Miguel Almirón fue la vía del primer gol. Mientras, en izquierda, Jacob Murphy trazando su movimiento hacia adentro, Dan Burn compensándole por detrás y Joe Willock sumándose a la línea de atacantes desde el interior de ese lado permitieron avanzar con paredes y balones largos a la contra. Las postales de gol del Newcastle reflejan que ya puede competir hasta en días muy complicados, pero también dan cuenta de que pueden sentenciar al rival que tengan en frente.