La última jornada de Premier League previo a la Copa del Mundo ha quedado sentenciada y dejó duelos importantísimos que se definieron por márgenes mínimos y al límite del tiempo. Los cambios siguen dándose en toda la clasificación salvo en una zona: el top dos. El Tottenham llevando su victoria ante el Leeds hasta el último golpe, el Brentford cazando al campeón defensor en el Etihad Stadium, el segundo triunfo en dos partidos para Unai Emery en su retorno a la isla, el Arsenal erigiéndose como rey pre Mundial de la liga, Alejandro Garnacho respondiendo al llamado ganador de Erik ten Hag en Londres y la primera mención especial de la temporada en esta sección son las propuestas para repasar la fecha 16 de la Premiership, una con sabor a Mundial.
Spurs vs Baby Leeds: golpe a golpe
Lo hizo de nuevo. El Baby Leeds, como le llama el colega Raúl Martínez al equipo de Jesse Marsch, ha vuelto a dejar una entretenida exhibición ante un equipo a priori superior y, por si fuera poco, otro Big Six. Visitando al Tottenham, los Whites fueron superiores a partir de la clásica presión zonal intensa de su entrenador con algunos matices, emparejando a Marc Roca y Tyler Adams con Pierre-Emile Højbjerg y Rodrigo Bentancur en el medio campo. No sólo consiguió robos por dentro achicando bien el campo y siendo muy agresivos -como en el 2-3 anotado por Rodrigo Moreno-, sino que aprovecharon muy bien su juego con lejanos para salir de la presión local, ganar segundas jugadas y asentarse arriba -caso del 0-1-. Además, Crysencio Summerville y Wilfried Gnonto amenazaron muchísimo tanto al pie como al espacio, descontrolaron a sus pares y ayudaron a acelerar jugadas de fuera hacia adentro. Pero más allá de los aciertos del Leeds, el Tottenham estaba volviendo a dejar las sensaciones negativas de las últimas jornadas, siendo incapaz de atacar sin partirse, sin controlar su transición defensiva y, por consiguiente, ganando pocos rebotes hasta muy cerca de su propia área, algo que les ha penalizado también en el primer tanto del partido. Pero todo lo malo fue cambiando gracias a cuatro nombres, los mismos de los que más depende el equipo de Antonio Conte: Harry Kane, Dejan Kulusevski, Richarlison y Rodrigo Bentancur. El grandísimo sentido asociativo, apoyos y llegada a zona de remate del primero, los movimientos del segundo y el tercero en función de los de Kane -el brasileño siendo quien más estira sin balón y el sueco como el que más recibe al pie y combina en corto- y la inteligencia del cuarto para compensando la profundidad que le falta al bloque por dentro con grandes desplazamientos verticales con balón y sin él -tras robo- fueron la diferencia. Una vez que las piezas más importantes se acomodaron, los Spurs fueron capaces de golpear y seguir hasta el final, con doblete del uruguayo, asistencia del nórdico y un tanto más de Kane.
El Brentford cazó al campeón en Mánchester
El Modo Mundial cobró una gran víctima en el último fin de semana de Premier League previo a la Copa del Mundo. Su nombre sido, Manchester City. El campeón defensor recibió al Brentford sacando un cuadro titular que, si no era totalmente el de una cita grande, sí estuvo muy cerca de serlo, y sufrió visiblemente de dos maneras claras por varios tramos del partido. Durante buena parte del primer tiempo, los Bees ensuciaron muy bien los reinicios del conjunto Cityzen con vigilancias individuales sobre su primera línea y orientándolas hacia las bandas, forzando así salidas largas dirigidas a los costados que le permitían recoger los rebotes si el City no salía con precisión. El Brentford no sólo hizo a los de Guardiola salirse de la calma con que controla el juego desde el pase corto, obligándolo a ser más vertical de la cuenta y causándose otro gran problema con esto: desprotegerse en transición defensiva. Los de Thomas Frank fueron aprovechando cada vez mejor esa necesidad de ataque para cerrarse muy bien en su propia frontal, defender a un nivel alto su área y encontrar espacios para correr con Ivan Toney y Bryan Mbeumo en el frente de ataque, además de un muy buen Rico Henry como carrilero izquierdo amenazando la espalda de John Stones. Y por si eso no fuese suficiente, el laboratorio de pelota parada de los londinenses coordinado por Bernardo Cueva volvió a dejar una muestra de absoluta élite produciendo el primer gol del partido. Los Bees cazaron al campeón con una gran exhibición, ayudada también por las desconexiones individuales, duelos perdidos y un flojo rendimiento que hizo al equipo de Guardiola irse al parón cinco puntos atrás del Arsenal en la carrera por el título.
El retorno de Unai Emery a la isla: dos de dos
De dos, dos. Unai Emery está invicto en su vuelta a la Premier League -excluyendo la derrota en Copa de la Liga ante el Manchester United la semana pasada-. Primero venció a Erik ten Hag. Ahora, como segunda víctima, Roberto De Zerbi. El Aston Villa del entrenador vasco dejó una muy buena presentación en casa del Brighton, haciéndose fuerte desde el plan sin balón y asumiéndose inferior en la cancha de un equipo que va a buscar dominar siempre desde la posesión. A partir de un 4-4-2 muy bien definido, los Villanos propusieron un duelo de pivotes al emparejar a los suyos -Douglas Luiz y Boubacar Kamara- con los rivales -Alexis Mac Allister y Moisés Caicedo-, además de vigilar con sus Danny Ings y Emiliano Buendía -sus dos puntas- a Lewis Dunk y Levi Colwill, los centrales locales. Con esto, sumado a una gran conducta colectiva que se centró forzar errores para robar por el centro y hacer que el Brighton tuviera que buscar el avance por fuera. Lo mismo buscaron los Seagulls, encontrando así su único gol del partido a los pocos segundos por medio de Alexis Mac Allister, pero el Aston Villa lo hizo redituar al doble generando varias ocasiones de esta manera, incluso causando así el 2-1 al inicio del segundo tiempo. Además, el gran partido de Danny Ings luchando contra Lewis Dunk cuerpo a cuerpo y la exhibición de Emi Buendía desmarcándose libre y agresivo a lo ancho del campo, atacando espaldas de pivotes y dañando mucho al espacio. Algo que condicionó el plan de partido de Roberto De Zerbi fue la temprana lesión de Adam Lallana, el mediapunta titular que debió salir a los cinco minutos, dejando su lugar a un Julio Enciso que, aunque mostró algunos buenos detalles, tampoco pudo crear alguna ventaja adicional. Pese a que el Brighton mostró más definición en ciertos aspectos de su idea, con Pascal Groß sumándose al juego interior al partir de la lateral derecha y mucho juego de Leandro Trossard y Solly March somo extremos, el equipo de Unai Emery fue cerrando todas las vías, incluso llegando a montar un bloque bastante bajo sobre el final del partido con buenas ayudas en la banda derecha para dominar las apariciones del alemán reconvertido a lateral.
El imparable Arsenal de Arteta, rey pre Mundial
Lo ha conseguido: el Arsenal de Mikel Arteta se ha erigido como rey del primer tramo de Premier League hasta el parón mundialista. Para lograrlo, los Gunners tuvieron que viajar al Molineux a enfrentar a un Wolverhampton que todavía no contaba con Julen Lopetegui, su nuevo entrenador. Sin embargo, era un partido que no admitía la mínima relajación por las posibles amenazas de los Wolves, sobre todo en el frente de ataque con Adama Traoré y Gonçalo Guedes. Con Oleksandr Zinchenko volviendo a afianzarse en la titularidad como lateral izquierdo y un once totalmente estelar, el Arsenal sufrió un primer revés con la salida de Granit Xhaka debido a una molestia leve, teniendo que recurrir a Fábio Vieira como interior izquierdo. El problema central del encuentro fue que los londinenses no encontraron la soltura habitual en los gestos de varios de sus jugadores clave y, por ende, no tuvo la fluidez que les caracteriza para mover la pelota de lado a lado y abrir huecos en el bloque rival. Entre William Saliba menos preciso que de costumbre con y sin balón, Thomas Partey con menor acierto y atacantes algo más inconsistentes que otros días, tuvieron dificultades en algunos lapsos para abrir a los Wolves, traduciendo esto en pérdidas y corridas de espaldas hacia propia meta, sobre todo del lado derecho, ya que Zinchenko logró compactar más al bloque en la izquierda. Además, un tema estructural del equipo fue que la salida de Xhaka le restó un poco de amenaza de desmarque vertical al equipo en favor de un juego con mayor tendencia a esperar entre líneas, como es el de Fábio Vieira. Tratando de conservar mucho la idea inicial, el Arsenal llegó a trabarse por momentos en esa altura por la izquierda, con Gabriel Jesus dejando buenos apoyos sobre la zona del interior zurdo, pero con menos respuesta a estos por las características del medio portugués. No obstante, como los grandes equipos, el líder de la liga mostró que puede repetir caminos para llegar al gol, y ahí fue decisivo Martin Ødegaard atacando el segundo palo y llegando al área, marcando el doblete que sentenció el juego y siendo el motor de un equipo que sigue intratable. Antes de ir al Mundial, la Premier League tiene el mayor sabor Gunner en muchos años.
ten Hag llama, Garnacho responde
El Manchester United ha conseguido llegar al parón mundialista con mucha vida dentro de la pelea por puestos de Champions League. Otra victoria in extremis le ha dado tres puntos capitales previo a la Copa del Mundo, y esta vez los consiguió en una aduana como Craven Cottage, un lugar que a pocos les está gustando pisar en esta temporada de Premier League. En un duelo muy parejo con el Fulham, los dirigidos por Erik ten Hag volvieron a enfrentar dificultades construyendo desde abajo, sobre todo porque no siempre consiguieron claridad para progresar por el centro tras atraer a la primera línea de los del Támesis. Teniendo en frente a un buen bloque que buscó presionar en 4-1-4-1 emparejando a los tres mediocampistas mancunianos, Casemiro sufrió por varios tramos de partido con Andreas Pereira pegado a él, acosándole de espalda, reduciéndole al máximo posible el tiempo para descargar cómodo y dejar que los centrales dieran el avance al bloque, aunque su capacidad para anticiparse y siempre cerrar el centro del campo fue la causa del 0-1 con un gran robo sobre Andreas Pereira que luego gestionaría muy bien Anthony Martial para crear la jugada del gol de Christian Eriksen. Sin embargo, el United sí consiguió que los de Marco Silva cayeran un poco más en la trampa de los defensores para luego buscar juego en largo sobre Anthony Martial, Marcus Rashford y Bruno Fernandes, quienes pudieron gestionar bien el juego directo y las caídas necesarias para acabar atacando de cara al arco de Bernd Leno. Ahí fue decisivo Lisandro Martínez, quien estuvo fantástico atrayendo al rival y dando muchas salidas largas con precisión gracias a su educadísima zurda. Sus achiques y también los duelos encarados cerca del área dieron un punto de solidez adicional. No obstante, el gran sufrimiento para los Devils fue la banda derecha, que terminó siendo el principal foco rojo del bloque con la prueba de Tyrell Malacia como lateral diestro, siendo totalmente zurdo y con poco rodaje en la posición. Ahí, Willian y Antonee Robinson -lateral y extremo por izquierda- le destrozaron con buenas incorporaciones del norteamericano, conducciones y cambios de ritmo endemoniados del brasileño y constantes caídas de Tom Cairney desde zona de interior hacia la banda para filtrar balones. Aunque Daniel James empató, el United se sostuvo en el camino que llevaba y fue paciente con su juego. Todo el tiempo se entregó a la capacidad organizadora y de lectura de partido de Christian Eriksen para pisar el área o gestionar posesiones, y cuando llegó el momento de definición, Erik ten Hag llamó a Alejandro Garnacho para entrar por la banda izquierda y amenazar con regate, conducciones y carreras al espacio. Fue así, con este par, como llegó el gol del triunfo, con una secuencia de siete pases que terminó en una pared fantástica entre el argentino y el danés, dejando al joven extremo en posición ideal para hacer su gol, colocando la pelota en la parte lateral de la red. Erik llamó, Alejandro respondió y Christian ayudó.
Mención especial: Newcastle 1-0 Chelsea
La primera mención especial a un partido de esta Premier League ha llegado ahora, en la jornada 16, para el Newcastle Chelsea. El equipo dirigido por Eddie Howe sacó una victoria trascendental que le mantiene como tercero, a dos puntos del Manchester City, con sensaciones de juego de un colectivo que sabe lo que busca y tiene maneras muy variadas para lograrlo. Sin duda, una exhibición más de sus triángulos lateral-interior-extremo, particularmente por la derecha con Kieran Trippier llegando uy profundo por la banda, Sean Longstaff cayendo hacia el costado para generarle el espacio y un encendido Miguel Almirón que asistió con esta jugada a Joe Willock por el otro costado. Era imposible dejar de lado este triunfo que, por fondo y forma, vale totalmente la pena destacar.