Llegó el 2023. Con él, los primeros cinco apuntes de Premier League del año calendario, en una jornada que ha marcado nueva distancia entre los líderes y recortado o vencido la que existía en los candidatos a entrar en competencias europeas. No hay nada como entrar a un nuevo año en plena forma, y los protagonistas de este texto son la confirmación perfecta. La jerárquica victoria del Arsenal en Brighton, el plan de Unai Emery y su Aston Villa en casa del Tottenham, Marcus Rashford sonando la alarma para darle al Manchester United el triunfo en Wolverhampton, el Everton sacando un milagroso empate en la cancha del Manchester City y un Chelsea que se extravió visitando Nottingham son las propuestas para repasar la jornada 18 de la Premiership.
El Arsenal jerarca marcha al son de Ødegaard
En cada jornada de Premier League, el Arsenal disipa más dudas respecto a su temporada. Puede sufrir más o menos, pero jamás deja de competir y muestra siempre que domina todas las fases. La apuesta de Mikel Arteta por crecer desde la globalidad del juego está dejando dividendos enormes, y la actuación en Brighton fue una justa prueba. Los Gunners propusieron un partido de presión alta y vigilancias individuales a partir de un 4-1-4-1 que buscó en todo momento emparejar segunda y última línea ante el 4-2-2-2 que plantea Roberto De Zerbi para avanzar a campo rival. Con esto, los londinenses igualaron a Martin Ødegaard y Granit Xhaka (interiores) con Billy Gilmour y Pascal Groß (pivotes), a Gabriel Martinelli y Bukayo Saka (extremos) con Tariq Lamptey y Pervis Estupiñán (laterales) y dejaron a Eddie Nketiah en punta vigilando pases de Lewis Dunk y Levi Colwill (centrales). Así, controlaron mejor a la última línea Seagull con Ben White y Oleksandr Zinchenko encargados de Kaoru Mitoma y Solly March, dejando a Thomas Partey en el mediocentro con el ajuste para cubrir a Adam Lallana en el centro. Esta base le dio resultados buenísimos al líder de la liga en el primer tiempo, generando incluso el 0-1 de esta manera y poniendo en aprietos al Brighton, además de conseguir segundas jugadas que les permitieron vivir más arriba y mostrar su ya tradicional fluidez en campo rival. Y tanto ahí -leyendo y atacando espacios, manejando ataques en el último tercio, dejando un puñado de acciones técnicas buenísimas y marcando y asistiendo con máxima calidad- como en la presión, Martin Ødegaard dejó una exhibición en el interior derecho que le confirma como el mejor centrocampista de la liga. No obstante, el Arsenal sufrió cuando el equipo de De Zerbi asumió mayor posesión en torno a la hora de partido, castigando al bloque capitalino con buenas atracciones para conquistar espaldas del medio campo y poner a sufrir a un errático William Saliba. Pese al 2-4 tras estar 0-3 arriba, la realidad es clara: en este momento, los Gunners son el mejor equipo de Inglaterra.
La masterclass de Unai Emery en Londres
Unai Emery nunca ha perdido un partido de Premier League ante el Tottenham. Y pese a que hoy podía esperarse algo cercano a ello, su Aston Villa dejó una exhibición táctica notable para abrir el 2023 y vencer 0-2. Sabiendo que el equipo de Antonio Conte sufre para asentarse en campo contrario y tiene problemas construyendo ataques ante equipos replegados, el entrenador vasco diseñó un plan que sacó lo peor de los Spurs con la pelota. El 4-4-2 base de Emery que se mostró en el papel se convirtió en un (¡)6-2-2(!) que buscó generar superioridad contra la línea ofensiva de los londinenses, que atacaron mucho tiempo en 3-2-5 con Ivan Perišić siendo más extremo que carrilero en la izquierda y Matt Doherty yendo profundo en derecha, dejando a Bryan Gil, Harry Kane y Heung-min Son por dentro. La línea de seis fue posible gracias a Emiliano Buendía y John McGinn, quienes partían como volantes por las bandas y terminaron agregándose como carrileros, cerrando a Ashley Young y Lucas Digne -laterales con el equipo en posesión del balón- como centrales exteriores. Además de controlar mejor a Perišić y Son en campo propio, consiguieron tapar los intentos de avance de los Spurs por dentro con Boubakar Kamara vigilando de cerca a Son, Douglas Luiz mirando a Gil y un hombre más para cubrir posible apoyo de Kane. La clave del bloque villano pasó por dejar libres a los centrales de Conte, enfocando los esfuerzos en vigilar a Pierre-Emile Højbjerg e Yves Bissouma -pivotes- con Ollie Watkins y Leon Bailey -delanteros-. Así, los de Emery tuvieron la seguridad de recuperar con un rival muy metido arriba y desdoblar de forma habitual, con sus pivotes gestionando balones a la contra, Emi Buendía y John McGinn atacando espacios intermedios de diferentes maneras y cargando el área, además del propio Watkins creando las ventajas arriba. Así consiguieron dar dos golpes definitivos para abrir el 2023 con una victoria que puede significar un punto de quiebre para este nuevo proyecto.
Marcus Rashford sonó la alarma del United
12 victorias, dos empates, una derrota y nueve arcos en cero. Esos son los números de los últimos 15 partidos del Manchester United en todas las competiciones. Lo mejor es que el equipo de Erik ten Hag no está consiguiendo las cifras por casualidad, sino que son consecuencia de una identidad cada vez más pronunciada, como ha sucedido en su victoria en Wolverhampton. Iniciaron los mismos once que venció al Nottingham Forest la jornada pasada salvo Alejandro Garnacho, quien tomó el lugar de Marcus Rashford como titular por haberse quedado dormido y llegar tarde a la charla grupal previa. Con Luke Shaw repitiendo como central zurdo y Aaron Wan-Bissaka en la lateral diestra, los Devils volvieron a mostrar las rutas expuestas en la fecha anterior, con el defensor inglés apartado al máximo de la circulación del balón y Tyrell Malacia escalando a zona de interior zurdo en los avances. A diferencia del partido pasado, los Reds buscaron constantes atracciones sobre la primera línea de los Wolves para avanzar con Casemiro o Christian Eriksen y así llevar afuera el balón con ventajas que pusieran a Garnacho y Antony en situaciones de mano a mano. Así, el United explotó constantemente los duelos contra Semedo y Bueno, buscando llegadas mediante centros laterales. Pero algo no terminaba de agradar al entrenador neerlandés, que no se pensó dos veces el cambio. Debía entrar Marcus Rashford, y se redimió con creces del episodio del despertador que lo retiró del once inicial. El inglés dejó una poderosa exhibición en el segundo tiempo, mostrando que ha vuelto a su mejor versión y que ha recuperado sus mejores armas. Recibiendo abierto y con libertad para trazar diagonales de la izquierda hacia adentro -vital Tyrell Malacia dando ese margen-, ofreció muchísima amenaza desde su golpeo y cambio de dirección, además de mostrar ya una agresividad y lectura brutales para combinar con sus mediocampistas y atacar el área. Así consiguió el gol de la diferencia y puso el 0-2 que se le anuló por una mano inexistente de su parte en el rebote dado por José Sá, el arquero local. Marcus Rashford sonó la alarma en Wolverhampton, y el United respondió al llamado.
El milagroso empate del Everton en el Etihad
Dos tiros, un gol y un punto que sabe a oro. Así se puede resumir el milagroso empate a uno conseguido por el Everton en el Etihad Stadium. La visita de los Toffees al Manchester City resultó mucho mejor de lo que el trámite de partido indicó, aunque el campeón defensor tampoco mostrara la cara brillante que se le suele ver casi cada jornada. Para enfrentar el 5-4-1 bajo de los de Frank Lampard, Pep Guardiola volvió a apostar por la WM en ataque -es decir, un 3-2-5- que repitió a 10 de los 11 nombres vistos en Leeds días atrás. Bernardo Silva tomó el lugar de İlkay Gündoğan en el once titular, y el plan de control de pérdida con mucho juego de lado a lado dado por Jack Grealish y Riyad Mahrez volvió a imperar. Pese a que los Cityzens contaron de nuevo con un gran Rico Lewis actuando en zona de doble pivote con mucha frescura y criterio para salir de acosos, juntar pases y dar continuidad al equipo con la pelota, el paso de los minutos y un muy impreciso Kevin De Bruyne ayudaron a que el equipo fuera perdiendo consistencia con el paso de los minutos. Con un plan de partido íntegramente diseñado para darle ventajas al belga y conectar de todos los ángulos posibles con Erling Haaland, el City empezó a soltar volverse más errático y frágil en su pérdida, pero también al presionar arriba al Everton, que llegó a descansar en algunos tramos del partido con balón. Y pese a ir gestionando la ventaja, tener un excelente Grealish ayudando a atacar de costado a costado y hasta un mejor Mahrez que en días pasados, los de Guardiola fueron viéndose menos lúcidos hacia el final, permitiendo al rival salidas que se tradujeron en el golazo aislado de Demarai Gray. Lo que a los del Merseyside les supo a triunfo y milagro, al campeón defensor le valió como una derrota por algunas sensaciones y un gol casi aislado pese a jugar peor que otros días.
El extravío del Chelsea en Nottingham
El Chelsea cerró la jornada 18 de la Premier League perdiéndose y empatando 1-1 en Nottingham. Visitando al Forest, los londinenses volvieron a mostrar que necesita mucho más tiempo y, sin duda, plantel completo para poder asentar lo que Graham Potter quiere plasmar en la cancha. Lo que les dio el dominio -al menos durante el primer tiempo- ante el Bournemouth no existió en esta fecha ante los de Steve Cooper, que mostraron un comportamiento mucho más pasivo que el de los Cherries hace unos días para defenderse. Partiendo de un 4-3-3 muy típico con laterales bajos y extremos abiertos, los Blues encontraron varios problemas pese a empezar con ventaja en el marcador. El primero fue su circulación de balón, que fue espesa por tramos y no movilizaba al repliegue del Forest pese a que las intenciones de atraer a su primer línea para abrirle espacios en zonas de interiores sí se reflejaron en algunas pocas acciones. Ahí influyó para mal Denis Zakaria, que si bien tiene un ímpetu enorme para ganar segundas jugadas y abrir algo de terreno en conducción, su suma con balón ante un equipo que casi no saltaba a la presión fue baja al cometer varios errores y tener algunas pérdidas. El segundo problema fue el conjunto de movimientos que su sistema permite por delante de la línea del balón, con desmarques que rompen demasiado al equipo cuando la idea es juntar desde el pase. Pese a esto, Kai Havertz mostró una inteligencia brutal para siempre ofrecer apoyos, y Thiago Silva estuvo ejemplar ordenando y tejiendo jugadas desde la primera línea, aunque sufriera retrocediendo hacia su arco. Con todo esto, los de Steve Cooper reaccionaron en los primeros 15 minutos del segundo tiempo desatando el caos y llegando mucho hasta conseguir el gol entre muchos rebotes en el área. Y para amainar la tormenta, Graham Potter terminó pasando a un 4-2-2-2 donde cambió todo el centro del campo y decidió tener a Havertz y Aubameyang arriba para buscar ese punto de unión extra que llegó a faltarle a su bloque. Fue demasiado tarde y no alcanzó para liberar a su Chelsea del extravío ante el Forest en Nottingham.