Cinco apuntes de Premier League – Jornada 24

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

En otro fin de semana clave de cara a la carrera por el título, la Premier League nos ha regalado duelos vibrantes. Unos han tenido finales inesperados y cambios de guion que han dejado gran sabor de boca para el aficionado, otros han sido absolutas batallas tácticas, pero el nivel sigue creciendo a medida que nos adentramos en la segunda mitad de la temporada. La gran voltereta del Arsenal en Villa Park, el desconcertante empate del Manchester City en el City Ground de Nottingham, las dos caras del Manchester United goleando al Leicester City en casa, otra victoria trascendental del Liverpool y el duelo De Zerbi contra Silva en el Brighton-Fulham son la propuesta para repasar la jornada 24 de la Premiership.

El Arsenal y su voltereta contra la historia en Villa Park

Pese a haber perdido el liderato la semana pasada y haber llegado a esta jornada con la duda sobre seguir en la cima de la tabla, el Arsenal volvió a mostrar su pasta de campeón de Premier League con una gran reacción en casa del Aston Villa, ganando por primera vez en tres años y medio un partido que perdía al medio tiempo (1-3 vs West Ham, 9 de diciembre del 2019). El equipo de Unai Emery les metió en aprietos durante el primer tiempo con transiciones muy profundas y rápidas conseguidas tras comprimirse bien en propio campo, replicando los patrones defensivos que se han venido contando en distintos apuntes de jornadas pasadas -partiendo del 4-2-2-2, agregar ayudas permanentes de volantes y pivotes a la línea defensiva-. En este caso, uno de los matices más importantes fue que estos movimientos se dieron emparejando al hombre, de tal manera que los triángulos del Arsenal en bandas (Zinchenko-Xhaka-Trossard -que inició en lugar de Martinelli- y White-Ødegaard-Saka) estaban cubiertos siempre por fuera. Así, los Villanos se garantizaron un primer tiempo donde pudieron generar robos en campo propio por estas zonas para luego salir en transición a partir de buenas exhibiciones pasadoras de Douglas Luiz y Boubacar Kamara en el doble pivote y John McGinn y Philippe Coutinho por los costados, castigando los metros a espaldas de los laterales londinenses, que fueron anchos y muy arriba por tramos de partido intentando estirar fuera para que extremos atacaran pasillos intermedios. Pero, de nuevo, la estructura de Arteta y la calidad y el corazón de sus jugadores se impusieron en una doble remontada. Un buen Jorginho acercándose más al lado del balón para dar continuidad, lanzar y hasta encontrar en profundidad a compañeros -golazo aparte para el 2-3-, un genial Martin Ødegaard atacando la espalda y costados de Boubacar Kamara, brillando además con balón filtrando pases y saliendo de acosos, y un excelente Oleksandr Zinchenko dando todo tipo de soluciones por dentro -marcando el empate con un remate desde tiro de esquina generado por una indicación previa de Nicolás Jover, el entrenador de pelota parada, para aprovechar la debilidad del Villa cuando le cobran en corto al primer palo- explican cómo el Arsenal ha podido remontar y mantener el liderato de la liga.

El desconcertante empate del Manchester City en Nottingham

Cuando parecía haberse montado en una dinámica de confianza y capacidad para resolver partidos pese a no estar en su mejor nivel, el Manchester City volvió a tropezar en Premier League. En un empate desconcertante ante el Nottingham Forest, Pep Guardiola siguió dando rodaje a la idea de Bernardo Silva -de golazo incluido- partiendo de la lateral izquierda y cerrando en zona de pivotes cuando el equipo tenía la pelota, sabiendo que el equipo de Steve Cooper le esperaría muy atrás para robar y salir a la contra. De hecho, el campeón defensor jugó un encuentro impecable en términos de posesión, creación de ventajas, llegada y, sobre todo, a nivel de contrapresión. El bloque Cityzen viajó siempre muy junto a campo rival y consiguió hundir muchísimo a un Forest que le planteó un reto muy interesante con un bloque bajo que partía del 4-3-2-1, igualando al hombre por todo el campo y orientando posesiones hacia las bandas con los acosos, pero también metiendo mucha gente en su propia frontal con las ayudas de sus mediocampistas, que se enfrentaban todo el tiempo a los desmarques de İlkay Gündoğan y Kevin De Bruyne en zonas intermedias. Aparte de Jack Grealish -izquierda- y Phil Foden -derecha- jugando de extremos a perfil cambiado buscando sus diagonales de fuera hacia adentro como una vía para desatascar ataques, Rodri se mostró con una libertad poco más marcada de lo usual para cargar el área y ofrecer algunos arrastres por dentro, buscando llevarse a su par y abrir espacio para que se atacara la frontal desde atrás o le buscaran en posición de remate. De Bruyne, dicho se de paso, estaba siendo uno de los principales argumentos del equipo centrando y amenazando desde el intervalo entre central y lateral rivales. Todo esto funcionaba bien porque el bloque estaba muy compacto arriba y tanto los centrales como Rodri y Bernardo Silva dejaron actuaciones con buena agresividad y sincronía para ganar duelos y segundas jugadas, y cuando el Forest adelantó líneas en la segunda parte, también pudieron generar atacando al espacio con rupturas de sus atacantes, en especial de Erling Haaland y Phil Foden, pero la tensión del City se fue perdiendo y el estrés creció a medida que seguían produciendo ocasiones y estas no acababan en gol. El mismo noruego se perdió dos acciones manifiestas de gol frente al arco de un Keylor Navas espectacular que le negó al campeón varias chances más hasta que, justo por la zona de Bernardo Silva, un avance elaborado desde el arquero costarrience terminó con llegada en banda y pase a segundo palo para Chris Wood, quien sentenció cerca del final un empate que le quitó a los de Guardiola otra chance para resistir en la cima de la tabla.

Las dos caras del Manchester United

«Basura», esa fue la definición de Erik ten Hag para el primer tiempo del Manchester United el domingo pasado ante el Leicester City. La realidad es que sus primeros 45 minutos fueron bastante complicados y limitados a partir de dos asuntos puntuales. Una fue que el entrenador neerlandés decidió replicar el plan con Wout Weghorst como un interior más cercano a la mediapunta jugando detrás de Marcus Rashford, quien arrancó en la punta del ataque, acompañado por Alejandro Garnacho en banda izquierda y Bruno Fernandes volviendo a aparecer recostado en la derecha. La mezcla de estos roles no le sentó bien a los Devils ante el reto que le propusieron los Foxes, y ahí entra el segundo punto que explica ese lapso de partido. Los de Brendan Rodgers buscaron vigilar individualmente a los hombres de las dos primeras líneas del United en sus reinicios, invitándoles a jugar por dentro y saltando ahí al acoso para robar de forma frontal más cerca del arco contrario. La conjunción de estas cuestiones puso a prueba a David De Gea, quien respondió con creces cuando concedían ocasiones al no poder salir en corto con comodidad, pero tampoco podía asentarse como esperaba buscando los apoyos y descargas de Weghorst en zona de mediapunta más los desmarques de Marcus Rashford y no encontraba cómo tener con seguridad la pelota para reorganizarse y descansar. Aun así, la genial actuación de Bruno Fernandes ya estaba desbloqueando cosas para los mancunianos, y la tremenda asistencia para el 1-0 al ’10’ del United ya avisaba que el equipo podía romper el guion pese a no estar cómodo. Para el segundo tiempo, Erik ten Hag ajustó sacando a Alejandro Garnacho y dando entrada a Jadon Sancho, que en vez de ir a la banda, jugó en la zona donde arrancó Weghorst, pasando al neerlandés a la punta y dejando a Fernandes en la derecha. Con el paso de los minutos, los Devils mantuvieron su amenaza al espacio, pero ganó muchísimo para manejar todo a través del balón, acelerando y pausando posesiones, atrayendo para correr, logrando llegar más junto a campo contrario y montando por fin una buena rest defence que le permitió llevar el partido a donde quería. Las dos caras del Manchester United en un mismo juego también fueron la muestra de la capacidad que tiene Erik ten Hag para corregir sobre la marcha y de sus jugadores para ejecutar las soluciones necesarias para ganar.

Tres puntos de oxígeno puro para el Liverpool

Por primera vez desde las fiestas decembrinas (26 y 30 de diciembre ante Aston Villa en el Boxing Day y Leicester City), el Liverpool volvió a hilar dos victorias seguidas de Premier League. A estas alturas, parece una noticia que no debería ser relevante, pero el vigente subcampeón las necesitaba de cara a la Champions League de esta campaña y, evidentemente, a remontar puestos en una clasificación que refleja con fidelidad todos sus problemas y sufrimientos en la 2022-23. No obstante, sus primeros 20 minutos en St. James’ Park volvieron a dar esperanza sobre todo a partir de dos sociedades sobre las que Jürgen Klopp está apostando con mucha decisión en las últimas semanas. La primera es la de Fabinho con Stefan Bajčetić, la más reciente como tal, donde el pivote brasileño ha vuelto a ser el eje del equipo en todos los momentos del juego, aunque no tan claramente como en sus mejores momentos, pero sumando en los primeros pases del equipo y haciendo de ancla para que sus interiores pudiesen tener mucho más juego. Fue ahí donde volvió a destacar Bajčetić, el joven español de 18 años, como un interior zurdo con mucha intervención en la base de la jugada, giros para salir de acosos, dando claridad a los avances y licencia para llegar a la frontal mientras Jordan Henderson se recostaba sobre la derecha trazando sus desmarques hacia afuera. La otra fue la de su tridente de ataque, con Darwin Núñez siendo una amenaza potente al espacio -así consiguió su gol- al jugar de atacante de banda en izquierda, Cody Gakpo yendo mucho al apoyo partiendo de la punta y Mohamed Salah alternando recepciones al pie con ataques profundos. Luego, la tarjeta roja de Nick Pope al minuto 22 por cometer mano deliberada fuera del área cambió el trámite del partido, aunque ya con el 0-2 a favor para el Pool. A partir de ese momento, las sensaciones del equipo de Klopp fueron empeorando, mostrando de nuevo su incapacidad para presionar arriba, generar referencias defensivas claras en campo propio y protegerse de posibles centros laterales en movimiento y a balón parado. Pese a sufrir un buen tramo del juego, los Reds sacaron tres puntos que le dan oxígeno puro para la siguiente jornada.

De Zerbi vs Silva: duelo de pizarras por entrar a Europa

La última escala de estos cinco apuntes lleva a la derrota del Brighton por 0-1 ante el Fulham. No era un duelo con demasiados reflectores, pero sin duda ofrecía muchas cosas desde lo táctico al enfrentar a Roberto De Zerbi con Marco Silva cuando sus equipos se disputan mano a mano un boleto para disputar competencias europeas la temporada entrante. Los Seagulls mostraron todo su repertorio para construir salidas y avances a campo contrario con el ya tradicional sello del entrenador italiano a partir del 4-2-4 que suele utilizar en ataque, con paciencia para mover el balón en primera línea, atraer la presión rival e ir ganando metros con buenos pases tensos de Adam Webster y Lewis Dunk -el que más-. Con el equipo londinense defendiendo en 4-1-4-1 y evitando al máximo saltar a la presión, fue muy importante crear las ventajas para progresar desde el juego de movimientos de Joël Veltman -ganando altura como lateral derecho por dentro-, Pascal Groß recorriéndose un poco a la derecha, Moisés Caicedo dirigiendo la posesión y una constante superioridad delante con Alexis Mac Allister y Evan Ferguson estando mucho a los costados de João Palhinha. Mientras, Pervis Estupiñán ofrecía carreras un poco más por dentro en la izquierda con Solly March y Kaoru Mitoma fijando muy arriba a la línea defensiva. Pese a generar llegadas por varias zonas y encontrar siempre un camino -incluso con gol anulado por fuera de lugar-, una pérdida bastó para que, tras los cambios de Silva, dando ingreso a Carlos Vinícius y Manor Solomon por Harry Wilson y Andreas Pereira -volante diestro y mediapunta-, con un apoyo del delantero brasileño y una contra directa, el extremo israelí marcara el gol de la diferencia a muy pocos minutos del final. Marco Silva se llevó el duelo con esto, pero el dominio y la producción mayor estuvieron con los de Roberto De Zerbi. Ambos protagonizarán una carrera muy interesante para decidir quién se meterá a competencia europea la próxima temporada.

Roberto González
Roberto González
Periodista y analista. Amo el fútbol desde que tengo memoria. Disfruto encontrar y explicar el porqué de las cosas.

También lee: