La quinta fecha de la Premier League ha dejado claro que todos tienen sus oportunidades para hacer que los gigantes tropiecen. No importa que jueguen mejor o peor, sino que compitan y sean capaces de aprovechar su momento. Los latigazos del Southampton al Chelsea en St. Mary, otro día dominante del Arsenal, una nueva exhibición del Manchester City con mucho gol noruego, el siguiente paso de la resurrección del Manchester United y el Liverpool sufriendo ante el Newcastle son la propuesta para los cinco apuntes de la jornada. Esta vez, con partidos entre semana por primera vez en el curso.
El joven Southampton golpea al Chelsea
El Southampton puede dar la sensación de que su plantilla podría quedársele corta en determinado momento de la temporada, pero no deja de rendir cuando viene la hora de la verdad. Uno de estos momentos ha llegado al enfrentar al Chelsea, que cayó 2-1 en St. Mary viene con varias bajas importantes y dudas que, si bien son normales al arrancar la temporada, son poco usuales en un equipo de semejante nivel. A partir de un 4-4-1-1 muy bien definido, el Soton consiguió atascar a los Blues con un bloque medio que buscó cerrar muy bien las zonas intermedias, incomodando así las recepciones de Mason Mount y Ruben Loftus-Cheek, los volantes del 4-2-2-2 de Thomas Tuchel. Ahí fue clave Roméo Lavia -el joven mediocentro surgido en el Manchester City- ofreciendo ayudas, repitiendo esfuerzos y aprovechando su lectura para meterse en el circuito del Chelsea, Además, la línea defensiva brilló gracias a las actuaciones de Armel Bella-Kotchap y Mohammed Salisu enfrentando a dos falsos atacantes súper móviles como Kai Havertz y Raheem Sterling. Pero este trío, aparte de montar el cerrojo, dejó un puñado de acciones muy positivas con la pelota, sobre todo en los reinicios de juego. Con Lavia ofreciéndose delante y muy cerca, los dos centrales ayudaron a tejer salidas con las que los Saints pudieron desordenar al Chelsea y salir para encontrar a James Ward-Prowse entre líneas. Nombres, rendimientos y chances que el Southampton de Ralph Hasenhüttl ha aprovechado para castigar a uno de los seis grandes.
Otra noche de dominio para el Arsenal
Cinco jornadas han pasado y el Arsenal no sólo no pierde, sino que cada vez da una mayor sensación de superioridad respecto a su rival. Y si llega a encajar goles, en vez de caerse como hace unos pocos meses, golpea más fuerte y se impone. Como se comentó la fecha pasada, el Aston Villa venía mostrando una serie de problemas que le están estancando, pero los Gunners han vuelto a mostrar que la pizarra de Mikel Arteta les está haciendo marcar la diferencia. En este caso, para ganar a los villanos 2-1. Partiendo del 4-2-3-1 habitual, los londinenses volvieron a encontrar mucha energía y fluidez a partir un buen partido de Albert Sambi Lokonga dando los primeros pases, Granit Xhaka apoyando la salida al ver de cara el juego para después sumar de espaldas y de la red que generan Bukayo Saka, Martin Ødegaard, Gabriel Martinelli y Gabriel Jesus. Con el joven belga siendo el más cercano para los centrales y siendo el ancla, el suizo sumando recorrido con toques en vertical y el noruego arrastrando a pares en las zonas intermedias, los de Gerrard sufrieron muchísimo para detener a los capitalinos. Y luego, con la calidad que tienen los dos brasileños, el extremo inglés y el propio nórdico, descosieron un sistema que buscaba marcar al hombre y sólo encontraba sombras. Un gol olímpico de Douglas Luiz parecía nublar el panorama, pero la reacción volvió a darse inmediatamente después con el hombre que viene haciendo los tantos que sentencian y devuelven el control. Martinelli volvió a marcar en el momento justo para coronar un partidazo en el mano a mano, moviéndose bien de fuera para dentro, amenazando a Matty Cash y Ezri Konsa al pie o al espacio y probando de lejos. Con dominio y reacción, el Arsenal es más líder y gusta más que nunca.
Lluvia de goles y exhibición para Haaland y el City
El Manchester City es, junto con el protagonista anterior, el que mejor fútbol está dejando en este inicio de Premier League. Se ha recuperado de dos sustos gigantescos ante Newcastle y Crystal Palace con un aplastante 6-0 al histórico Nottingham Forest, y todo ha pasado por matizar de una vez por todas la ubicación de Kyle Walker. Tras sufrir muchísimo con el lateral inglés pisando prácticamente zonas de doble pivote en los planes iniciales, Pep Guardiola lo ha colocado como tercer central ante el 5-3-2 de Steve Cooper. Por primera vez en la campaña, coincidieron Erling Haaland y Julián Álvarez en el once inicial, siendo el argentino un segundo punta en el 4-2-3-1 de partida que se convirtió en una especie de 3-2-5 con balón. Con el noruego fijando muy arriba a los centrales rivales, el ex River jugó mucho flotando entre líneas buscando ofrecer apoyos a espaldas del interior derecho del Forest o atacar el área entre carrilero y central con rupturas. La sociedad de Juli con Bernardo Silva -teórico volante derecho que terminaba cayendo a banda, aunque sin dar total amplitud- fue muy productiva porque intercambiaron muy bien sus zonas, con el portugués saliendo al costado para recibir, encarar, arrastrar rival en conducción y meterse en diagonal hacia el área con el sudamericano ocupando el otro espacio. Todo estuvo acompañado por un tremendo İlkay Gündoğan en el doble pivote junto a Rodri, ganando mucha altura, juntando al equipo en campo rival desde el pase, lanzando a bandas, atacando la frontal y permitiendo al equipo contrapresionar muy bien. Para muestra, dos datos: el alemán intervino (¡)127(!) veces y acertó (¡)106 de 110(!) pases que dio. Con todo esto detrás, Erling Haaland terminó con otro hat trick interviniendo apenas (¡)16(!) veces y Julián Álvarez, con más del doble de toques, sumó doblete. Roles claros, rutas definidas y lluvia de goles.
Un paso más del Manchester United para resurgir
El Manchester United sigue sin jugar bien, pero incluso así, las intenciones y la estructura de Erik ten Hag están notándose cada vez más al paso de las jornadas. Esta vez, visitando el King Power Stadium, los Red Devils enseñaron más detalles que los acercan a competir y sacar resultados como el 0-1 de este jueves. Ante un Leicester que intentó defender en un bloque medio que partía de un 4-4-2, los diablos mostraron más asimetría en el campo con Diogo Dalot participando mucho más en el inicio de las jugadas al quedarse más cerca de sus centrales. Con el lado fuerte en la derecha, Scott McTominay cayó cerca de zona de lateral para hacer de ancla y proteger la espalda de Bruno Fernandes, permitiendo a Anthony Elanga proyectarse por la banda. Con el portugués encontrando los costados de Boubakary Soumaré y Christian Eriksen atrayendo a Youri Tielemans, además de ofrecer incontables soluciones desde el pase para lanzar transiciones, el United tuvo ventaja por calidad del luso y el danés, aunque siempre estuvo en peligro de romperse y correr mucho para atrás. En todo caso, con dos escenarios de partido (un primer tiempo muy dividido y un segundo donde los Foxes asumieron más la iniciativa), Raphaël Varane y Lisandro Martínez empiezan a generar buena química (impecable el francés dominando cambios para defender al hombre o en zona y achicar), Tyrell Malacia sumando al pie y al espacio jugando abierto en banda izquierda y Marcus Rashford rompiendo entre los centrales, los de ten Hag mostraron que las ideas están, aunque todavía falta mucho camino y tiempo para acercarse a jugar como se quiere para ganar. De momento, la resurrección está sucediendo.
Liverpool y el hábito de ganar sufriendo
Las sensaciones del Liverpool en estas primeras semanas de Premier League son peores de lo que muchos esperarían, pero el plantel también va al límite de sus capacidades en cuanto a bajas. Teniendo esto en mente, los de Jürgen Klopp se están haciendo el hábito de ganar sufriendo, y el 2-1 conseguido ante el Newcastle es una gran muestra. Fue un partido complicado donde su rival mostró recursos para competir desde la pizarra de Eddie Howe, marcada en este caso por el debut de Alexander Isak en la punta del ataque. Con ambos equipos partiendo de un 4-3-3, los Magpies causaron varios dolores de cabeza con el delantero sueco ofreciendo rupturas y agresividad al moverse entre centrales y laterales de los Reds, además de hacer muy ancho el campo con Miguel Almirón y Ryan Fraser, sus extremos. Entre los balones filtrados tras recoger rebotes o robar de cara al arco rival, o llevar la pelota fuera para devolverla al área con centro o pase lateral, Isak marcó su primer gol y se le anuló otro. Pero este Liverpool, ante todo, compite y puede ganar por castigo. Otra buena actuación de Roberto Firmino ofreciendo apoyos a costados del pivote rival y atacando el área después, un Mohamed Salah más fino y listo para asistir, Luis Díaz absorbiendo mucho liderazgo en ofensiva para recibir al pie y buscar mano, además de un Fábio Carvalho que viene muy conectado con el gol, valieron para sacar tres puntos importantísimos que dan un alivio de cara a construir sin unos y aprovechar para meter a Arthur Melo en dinámica.