Escribir dos veces sobre un jugador en una sección de destacado a lo largo de un torneo puede ser interpretado de muchas maneras. Un sesgo fuerte, una preferencia evidente e incluso favoritismo serían las más importantes. Pero cuando el talento brota y brilla, es imposible no rendirse ante este, y con mucha mayor razón cuando se juega un pase a liguilla en un partido clave, en una rivalidad fuerte y tradicional. De ese tamaño ha sido la actuación de Fernando Beltrán este domingo en el Chivas 4-1 Pumas de repechaje del Clausura 2022.
El Nene ya copó esta sección el la jornada tres del certamen con rendimiento y juego muy similares, pero el impacto de esta, por su contexto, ha sido incomparable. Partiendo del interior derecho en el 5-3-2 de Ricardo Cadena, Beltrán fue decisivo para que el Guadalajara pudiera entrar en la dinámica que el partido le pedía al equipo. En un escenario dividido, ríspido y muy accidentado por el roce y el pésimo estado de la cancha, fue quien conectó todo y le ofreció todas las soluciones que puede dar al Rebaño.
Siempre respaldado por un muy buen Eduardo Torres como mediocentro, destacó con su capacidad para ofrecerse bien como un apoyo cercano para recibir el primer pase. Una vez que Lalo giraba contra acoso rival o podía salir con uno de sus controles orientados, podía jugar a pocos toques con Nene y darle vías de avance buenas y rápidas a Chivas. A partir de esto, entre Fernando Beltrán y su pivote, además del buen pie zurdo de Jesús Orozco Chiquete en el lado izquierdo de la defensa, había calidad y seguridad para descansar con la pelota y cambiar ritmos cuando Fer y Lalo lo decidieran.
A través de su inteligencia para ir tejiendo jugadas desde el pase corto u su constante movilidad para dar líneas de pase, Beltrán también desordenó el centro del campo de Pumas. Su habilidad para ganar metros en vertical y darle opciones de avance al bloque cuando se desmarca y va completando triángulos hicieron dudar a Leonel López (doble pivote junto con Santiago Trigos sin balón). Con esto, generó espacios que explotaron bien Ricardo Angulo como interior izquierdo (hasta su lesión) y Roberto Alvarado como segunda punta ofreciendo apoyos.
Prueba de todo esto fue su golazo, tirando una primera pared con Pavel Pérez y luego volviendo a recibir tras un taconazo de Alexis Vega para entrar al área y cruzar a Alfredo Talavera. En 82 minutos jugados, Fernando Beltrán falló un solo pase (36 completados de 37 en 46 acciones con balón), dejó un pase clave y ganó cinco de siete duelos por bajo, ayudando al equipo a propiciar robos y apretar al doble pivote universitario. Ha sido una actuación redonda para celebrar el regreso de Chivas a liguilla y, de paso, su cumpleaños 24.
