En una campaña atípica e inestable para el Liverpool de Jürgen Klopp, el destacado de esta jornada es indudablemente el equipo red, que cosechó una aplastante victoria ante su eterno rival, el Manchester United, en el clásico inglés.
Por increíble que parezca, tumbaron a los de ten Hag por un contundente 7-0. La primera parte Red fue buena, pero no daba la sensación de que acabara en goleada. Es más, el Manchester United tuvo oportunidades. Pero tras el descanso con 1-0 (Gakpo) en el marcador, apareció el ciclón de Anfield para avasallar al rival. El Liverpool recuperó la presión e intensidad que le hacían un equipo difícil de destruir, para machacar al oponente.
Fue un encuentro en el cual destacó el bloque por encima de individualidades, más allá del show de Salah ante Lisandro. Robertson hizo uno de los mejores partidos con la camiseta del Liverpool con puro pundonor, teniendo toda su banda para él. Un gran Fabinho fue la lanzadera hacia el ataque y Elliott con espacio fue determinante. La línea atacante firmó un partido de matrícula de honor, con Gakpo haciendo la clásica labor de Firmino, Salah generando ventajas en el uno contra uno y Núñez con acierto siendo decisivo, demostrando que es un jugador de grandes citas.
La gran clave fue el centro del campo. Las marcas se realizaron de diez: Elliott sobre Casemiro y Henderson cerca de Fred, con Gakpo ayudando. El Liverpool ganó la batalla en la medular con el modelo ‘Box Midfield’, una formación muy común en el Brighton de De Zerbi.
Mientras, Antony presionaba por dentro al Liverpool, lo cual dejó expuesto al costado izquierdo mancuniano (Dalot y Lisandro) y Salah se aprovechó de ello haciendo daño a la espalda del rival con Darwin atento por izquierda realizando desmarques de ruptura.
Trent Alexander-Arnold tuvo tiempo para pensar y crear, Salah tuvo espacio para divertirse. En defensa junto a un muy buen Van Dijk, Ibrahima Konaté cuajó un sobresaliente encuentro, haciéndose notar y sobre todo, asumiendo riesgos con su salida de balón. La vuelta del central francés ha venido como agua de Mayo al Liverpool. Además, Firmino pudo unirse a la fiesta haciendo el 7-0 final.
El segundo tiempo del Pool fue arrollador, con un colosal Mohamed Salah. No tuvieron piedad ante un Manchester United que en la última media hora mentalmente se derrumbó. El Liverpool olió sangre y asesinó a su máximo rival de manera cruel. Los de Klopp recordaron a aquel temido equipo que era un auténtico ciclón. Clásico con desenlace inesperado en Anfield para que el Liverpool acaricie puestos Champions con la moral por las nubes.
