En una nueva jornada llena de emociones en la mejor liga del mundo, el destacado esta vez es el central inglés del Manchester City, John Stones. Un jugador del cual estamos viendo una evolución totalmente inesperada con rol y posición distinta.
Con John Stones todos teníamos la imagen de un central puro, clásico inglés; de la vieja usanza. Esa imagen ya está distorsionada, tanto que ya le hemos visto jugar esta temporada en tres posiciones distintas: defensa central, lateral derecho y…en el doble pivote.
¿Quién se iba a pensar que Stones iba a rendir tan bien como mediocentro? Nadie, sólo Pep. El técnico español le colocó junto a Rodri el pasado sábado ante el Liverpool y dio resultado. Ayudó a la destrucción un escalón más arriba y manejó los tiempos en la salida de balón.
La presión del Liverpool con 4-2-3-1 fue superada sin complicaciones con Stones como eje, formando triángulos con Akanji y De Bruyne. Completando el engranaje y vigilando la espalda de Salah: cuando el egipcio realizaba un salto en la presión, John percutía sobre su zona y De Bruyne progresaba en el lugar que queda libre para enviar pases clave en la jugada.
Stones, siendo el tercer hombre en salida desde atrás, anduvo siempre atento a las vigilancias. El 3-2-2-3 que alineó Guardiola con balón, hizo hasta que Stones intercambiara posiciones con Kevin de Bruyne en el interior y con Rodri. El ex central del Everton tuvo libertad en todo momento para marcar el ritmo del encuentro.
El intercambio posicional con sus compañeros permitió generar superioridades constantes. Cortando y avanzando. Grealish aprovechó el espacio entre Henderson y Fabinho para conectar con Stones y Rodri.
El aprovechamiento de espacios entre centro del campo y ataque rompiendo líneas fue fundamental, realizando pases diagonales hacia los costados con una precisión como si de un playmaker se tratara. Siempre activo a la hora de recibir para dar ritmo al juego a través de su exitoso rango de pase.
Klopp no tuvo respuesta ante el papel de John Stones. Increíble su partido, su interpretación de las jugadas es única para un defensor, ejerciendo un rol de interior/doble pivote con permutas en ataque/salida y uno de tapón defensivo para frenar las transiciones rápidas.
El internacional inglés mostró una personalidad e inteligencia abrumadora para adaptarse a una nueva posición de manera sobresaliente como lateral invertido. Fue la llave del juego de posición fluido. Una nueva obra de Pep Guardiola que nadie antes imaginó.