Nueva jornada en la mejor liga del mundo y nuevo destacado, como es habitual. En esta duodécima fecha de la Premier League, toca hablar de Conor Gallagher. El centrocampista inglés del Chelsea cuajó una enorme exhibición en uno de los mejores partidos que hemos visto en el presente 2023.
¿Cómo fue clave? Primero, Pep Guardiola colocó a Manuel Akanji en doble pivote junto a Rodri, simulando el rol de Stones. Sin embargo, ahí estaba Gallagher para perseguir al suizo, generando caos en el rival y desahogando a su equipo, permitiendo el avance a raíz de sus recuperaciones en segunda y tercera altura del medio campo.
Mauricio Pochettino está configurando un ecosistema para brindarle libertad, y su partido explica por qué es el jugador con más intercepciones en el último tercio de las siete grandes ligas en Europa. La idea del entrenador argentino es crearle un entorno en el que tenga que tocar menos balón, pero de manera más eficiente y ayudando a que el Chelsea presione las zonas centrales; por eso, sus intercepciones son oro.
Un aspecto importante fue cómo aprovechó las sobrecargas que realizaba el rival. En el 3-3, Gallagher inicia y posteriormente, se adentra para sacar tajada de la sobrecarga realizada sobre Mudryk y la carrera inteligente de Caicedo. Entonces, Conor pudo disparar libre de marca y Jackson aprovechó el rebote de Ederson. Con Enzo cayendo hacia la izquierda, Gallagher se mantenía profundo para recibir a la espalda del adversario, haciendo mucho daño en salida desde atrás, atrayendo la marca de Rodri y Dias.
En el segundo tiempo, Pochettino hizo un intercambio de posiciones entre Palmer y Gallagher con el objetivo de que Palmer llevara el balón hacia dentro, conectara con Sterling y evitara un marcaje en zona a Conor. El ajuste vino en respuesta al hecho por Pep cambiando a defensa de cuatro en los reinicios de juego, queriendo evitar saltos de Dias hacia Gallagher. Posteriormente, Gallagher volvió a protagonizar un cambio táctico, ya que desde el minuto 65 actuó en doble pivote al lado de Caicedo, para dar mayor amplitud por banda a Sterling, Malo Gusto y Mudryk.
Conor Gallagher fue un auténtico dolor de cabeza para un Pep Guardiola que tuvo que ajustar constantemente. Puso la asistencia en el 1-1 de Thiago Silva, pero sumó más por su increíble inteligencia táctica para presionar, recibir de espaldas, girar, destruir y avanzar. El valor de Gallagher en un equipo de presión alta es infinito, pues su entrega da al Chelsea un ritmo superior. Es el motor del Chelsea de Mauricio Pochettino y está dando motivos para seguir siendo titular con los blues.