Destacado Premier League 23/24 – Jornada 15: Convirtiendo a los villanos en héroes

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Tenía un reto mayúsculo el Aston Villa en la décimo quinta jornada enfrentándose al vigente campeón de Premier League. Y el reto lo saldaron de manera impecable, dejándonos con la boca abierta por la exhibición que dio el equipo del destacado de la jornada: Unai Emery.

Empezando por la zaga, el partido de Pau Torres fue una de las claves tácticas de Unai Emery, exigiéndole ser el encargado de liderar saltos a la presión, intimidar a Haaland y filtrar en profundidad cambiando la dirección del juego.

Los de Emery presionaron alto, y para ello tienes que situar tu defensa bastante alta. Lo cual es un riesgo, pero ayuda a que el rival tenga menos tiempo de reacción a la hora de buscar líneas de pase. De esta manera, Emery minimizó daños achicando espacios.

Konsa demostró una solidez tremenda con Diego Carlos y Pau Torres, lo que ayudó a dar libertad por banda izquierda a Digne. Sin balón, Emery además de ordenar asfixiar al rival a través de una magnífica presión; defensivamente contuvieron al adversario sin recibir peligro prácticamente.

Ahora, ¿Cómo trataron de construir y generar peligro? Para ello, Emery colocó jugadores atacando la espalda del rival para dar fluidez en zonas interiores, forzó saltos del rival y arrastró marcas; todo ello para generar espacio a sus volantes. En esto fue vital la buena orientación corporal de Kamara cuando recibía una presión.

Otro matiz de Emery fue Ezri Konsa como lateral bajo, para agilizar jugada con los apoyos de Kamara y Tielemans bajando a recibir. Y luego, el dominio insultante de los villanos no se entiende sin Kamara y Douglas Luiz, quienes dominaron el partido superando presiones haciendo avanzar al equipo y desesperando al Manchester City.

A Kamara y Luiz sumamos un Tielemans que Emery inyectó como cuarto mediocampista para contrarrestar la superioridad del City en el medio, mostrando una versión trabajadora a la vez que elegante. Agregando al medio, McGinn giraba como una peonza creando confusión en el contrario, ayudándose también de su gran capacidad de proteger el balón y avanzar metros seguidamente, llegando a tres cuartos.

Y en ataque, mientras Watkins arrastraba la marca y creaba oportunidades con sus movimientos, Leon Bailey bailaba a Joško Gvardiol una y otra vez, siendo un colmillo continuamente, firmando un encuentro extraordinario.

Lo del Aston Villa fue una exhibición de encontrar espacio libre, presionar cerrando líneas de pase obstaculizando la salida, tener el control de lo que está pasando y asumir riesgos ante todo un Manchester City. Una victoria de un prestigio y mérito gigantesco de Unai Emery y sus pupilos.

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