En una jornada frenética en la que varios equipos de la zona alta cayeron derrotados, uno de ellos fue el Manchester City, quien perdió 2-1 ante el Bournemouth de Andoni Iraola.
Iraola fue fiel a su idea para derrotar a un gigante como es el City de Pep con varios puntos clave, como por ejemplo la alta e intensa presión.
El Bournemouth trató de cerrar el paso por el carril central y ahí Iraola realizó ajustes importantes, primero con Christie yendo a por Walker y posteriormente marcando a Kovačić; es decir, Christie fue el encargado de cubrir las zonas amplias.
Pero ahí es cuando Gundogan entraba en acción dando apoyos para facilitar la circulación sky blue. Iraola de nuevo ajusta su presión, ordenando que Zabarnyi o Senesi salten hacia el centro del campo para cubrir la zona central que queda libre, corriendo un gran riesgo, ya que con esto cabía la más que posible opción de recibir contragolpes.
Otro punto importante sin balón son los duelos. Vencer un duelo te permite llevar a cabo una acción hacia la portería rival. Y perderlo te puede condenar. En el primer gol del Bournemouth, obra de Semenyo, vemos como Lewis Cook con la ayuda de Zabarnyi, vence el duelo a Erling Haaland. A raíz de ahí, transicionaron rápido para hacer el 1-0.
Sin bien he profundizado en el comportamiento sin balón del Bournemouth, con el esférico también fue un equipo intenso, pero siempre ordenado. Senesi lanzaba, Zabarnyi salía desde atrás, un Kerkez MVP que fue un auténtico puñal con sus dos asistencias además de evitar un gol, un doble pivote omnipresente conformado por Christie y Cook y el veneno de los hombres de arriba, especialmente de un Antoine Semenyo que se exhibió ante la fragilidad de un errático Kyle Walker.
Semenyo anotó, al igual que un Evanilson que sigue aportando mucho tras la salida de Solanke en verano. Tras esta victoria, el Bournemouth de Andoni Iraola ha derrotado en quince días a Arsenal y Manchester City. El matagigantes está aquí.