Dusseldorf: El futbol por fin le da los reflectores

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Hallo, mein Freund! Wie geht’s? Espero que estés muy bien hoy y con ganas de seguir aprendiendo de las ciudades sede de esta Eurocopa. Ahora hemos llegado a Dusseldorf, una ciudad que empieza a tener el reconocimiento que necesitaba.

Recomendación musical

Dusseldorf definitivamente aparece en el mapa de la música mundial por el proyecto llamado Kraftwerk. Un grupo pionero en la música electrónica. A través de sintetizadores, secuenciadores y voces robóticas, crearon un sonido hipnotizante y seductor que invitaba a un futuro que aún no viene. Su estética es singular, usando el naranja y blancom y una vestimenta elegante. Creado por Florian Schneider y Ralf Hütter, su legado se extiende con géneros como el house y el trance. Esta es su canción más distintiva: Trans-Europe Express. De este manantial melódico han bebido grupos, desde Afrika Bambaata hasta Daft Punk.

Saliendo de la sombra

Dusseldorf es una ciudad que ya quisieran muchos países, pero injustamente es el actor de reparto en el ecosistema alemán. Su carnaval es eclipsado por el tremendo carnaval de Colonia. Su aeropuerto funcional y semiautomatizado queda ensombrecido por la terminal aérea de Fráncfort. En Dusseldorf se mueve mucho dinero, pero no tanto como en Fráncfort. Las condiciones para vivir en Dusseldorf son cómodas, y Dortmund y Gelsenkirchen le dan mil vueltas.

Dusseldorf es la capital del Bundesland Renania del Norte-Westfalia, y tiene toda la pinta para ser un lugar estratégico, pero padece de una enfermedad llamada geografía. Pasa que le toca compartir para bien o para mal ciudades que de igual manera son urbes claves para Alemania.

En el futbol sucede algo igual. Obligados a verse a la sombra del resto de clubes de la cuenca del Ruhr, Dusseldorf se ha tenido que conformar con ver de lejos cómo el Borussia Dortmund, el Schalke 04, el Eintracht Frankfurt, el MSV Duisburg, el Borussia Mönchengladbach, el Rot-Weiss Essen, ahora el Bayer Leverkusen y dolorosamente el 1. FC Köln se quedan con un pedazo del pastel. 

Fortuna Düsseldorf, el club con nombre de panadería

Una panadería bautizó al club. No es broma. El Turnverein Flingern 1895 ya tenía sus años establecido, y necesitaba otro nombre para competir. Y sucedió que una carroza de una panadería llamada Fortuna pasó por donde estaban los fundadores del club en 1912, y el nombre les gustó para atraer a la diosa fortuna. Y como Flingern empezaba a ser engullido por Dusseldorf, se atrevieron a nombrarlo con esa ciudad. De igual manera este club agolpó al Düsseldorfer Fußballklub Spielverein, fundado en 1908, y el FK Alemania 1911.

Parecía a corto plazo que la fortuna estaba de su lado. Establecido en la República de Weimar y el III Reich como un equipo de respeto y tradición, era el equipo que dominaba la Gauliga del Niederrhein sin contestación hasta que acabó la II Guerra Mundial. Ese esplendor incluyó ser proclamado campeón de Alemania Occidental en 1931 y luego de toda Alemania dos años después. En la final dio cuenta del invencible Schalke 04, teniendo así el honor de ser el primer equipo de la cuenca del Ruhr en ser proclamado campeón.

Pronto vendría el golpe de realidad, porque empezarían a ser un club de media tabla. No sería suficiente su desempeño para pelear por el campeonato de toda Alemania. Tienen el consuelo de mandar a jugadores a la postre seleccionados por la Mannschaft: Paul Janes, el jugador con más convocatorias hasta 1970; Stanislaus Kobierski, autor del primer tanto alemán en mundiales; Toni Turek, el portero del equipo que logró el “milagro de Berna”; Erich Juskowiak, seleccionado en el mundial de 1958, y Jupp Derwall, entre otros.

No se alcanzó a trepar a la Bundesliga en 1963, sino hasta 1966. En su primer partido vencieron al Borussia Dortmund, que venía de ser campeón de la Recopa UEFA. No obstante, esa primera categoría fue demasiado para ellos y terminaron descendiendo. Regresaron en 1971, justo cuando se emprendían las remodelaciones de su casa, el Rheinstadion. Llegaron con todo, al quedar terceros en 1973 y 1974. Empezaba así la época dorada del Fortuna Düsseldorf.

Cuando la fortuna le sonrió al Fortuna Düsseldorf

Contagiados por el papel pivotal del Rheinstadion, Fortuna Düsseldorf poco a poco se convertía en candidato para pelearle la liga al Bayern Múnich. En 1978 venía el apogeo, primero con una goleada 7-1 al conjunto bávaro, la peor derrota de su historia. Luego, con tres finales de la DFB-Pokal en fila. La primera resultó en una derrota amarga con el rival de siempre 1. FC Köln (¡vaya humillación!); las otras dos resultaron en dulces victorias, ante el Hertha Berlin y la revancha frente al mismo Köln, respectivamente. En esos tres años maravillosos, instituyó un récord que se mantiene en la copa alemana: más triunfos en fila. 

Paradójicamente la derrota ante las Cabras se tradujo en clasificar a la Recopa de 1979, porque el Köln logró doblete ese año y se quedó de rebote con el boleto… ¡para más inri! De todas maneras, oportunidades así no caen del cielo, y el Fortuna Düsseldorf aprovechó para colarse hasta el final, derrotando a Universitatea Craiova, Aberdeen, Servette y Baník Ostrava. En la final en Basilea sería contra el Barcelona. Un vendaval en el primer tiempo dejó las cosas 2-2. En la ciudad donde surgió el padre de los culés, Joan Gamper, se dieron cita cientos de aficionados catalanes ante lo que podría ser el primer título europeo para el cuadro blaugrana. En el tiempo extra el Fortuna Düsseldorf finalmente encajó dos goles y no le alcanzó el tiempo para caer 4-3.

Esta bonanza no se puede contar sin olvidarnos de los mejores jugadores de los Flingeraner. El primero es Gerd Zewe. Con 440 partidos, es el jugador que ha estado en más partidos del Fortuna Düsseldorf. El otro es Klaus Allofs, el único campeón goleador de la Bundesliga de este club. Además, cuando ganó Alemania la Eurocopa de 1980, fue el campeón goleador también de la justa continental. Por cierto, años después potenció al Werder Bremen como director general junto al DT Thomas Schaaf.

Dusseldorf como cita de grandes partidos

A los aficionados del Fortuna les produce una nostalgia tremenda esta época dorada, porque después de ello los tiempos no han sido los mejores, cayendo incluso hasta la cuarta división. Quien tuvo una mejor vida fue el Rheinstadion; sin hacer ruido le tocó cinco finales de DFB-Pokal, un mundial, una Eurocopa, entre otros grandes eventos, como finales de la NFL Europa… pero esa es harina de otro costal.

Dusseldorf fue un estadio recurrente para el mundial de 1974, con cinco partidos… ¡en cuatro de ellos jugó la selección de Suecia! Para la Eurocopa de 1988 tuvo el honor de inaugurar las hostilidades con un duelo de colosos como Alemania-Italia. Y para rematar, aquí ocurrió una de las mejores finales, la de 1973 entre el Borussia Mönchengladbach y el Köln, que vio una exhibición del rebelde sin causa Günter Netzer.

Dusseldorf resurge de las cenizas

Este año Dusseldorf comenzó por reclamar el lugar que le pertenece. El Fortuna Düsseldorf parece recuperar la memoria, aunque sea en segunda división. En la DFB-Pokal se benefició de un camino a modo para llegar a semifinales. En serio, no le tocó nadie de la Bundesliga y así se coló a semifinales, teniendo el honor de enfrentarse al Bayer Leverkusen en estado de gracia. El 4-0 a medio gas no importó; al mundo le dijeron “aquí estamos”.

Este año después de cuatro intentos infructuosos lograron obtener el medio boleto para regresar a la Bundesliga. Parecía todo dispuesto cuando en Bochum vencieron 3-0 y solo era cuestión de sobrellevar las cosas en casa, pero como si fuera una broma macabra, perdieron de manera dramática esa renta para irse a penal y dejar escapar el último tren a la Bundesliga.

A manera de consuelo, el Merkur-Spiel Arena se pudo meter en las 10 ciudades designadas como sede para la Eurocopa de este año, por sobre otros viejos lobos de mar como Hannover, Bremen, Mönchengladbach y Núremberg. Son cinco juegos por disputarse ahí, y la Mannschaft podría caer aquí. Claro que para que eso suceda debe terminar en segundo lugar y luego solventar su compromiso de octavos de final para jugar finalmente en Dusseldorf. No descartes ese escenario, aunque para ser honestos, la selección alemana no puede permitirse un bajo desempeño en fase de grupos jugando en casa.

Esto va en línea con lo que el gobierno de Alemania ha hecho con Dusseldorf en los últimos cinco años. Visualizó que la cuenca del Ruhr podía aportar aún más si levantaban la calidad de vida y como Dusseldorf es la ciudad más grande que está próxima a Países Bajos le han dado todas las facilidades que necesitan. Por eso esta ciudad está creciendo a pasos agigantados, está siendo consentida para el dinero no salga de Westfalia. 

Colocar cinco partidos de la Eurocopa fue una buena jugada. Dusseldorf poco a poco tiene los reflectores que durante años ansió. Colonia puede quedarse con su carnaval, Fráncfort puede tener todos los bancos que quiera, Dortmund y Gelsenkirchen pueden quedarse con su futbol. Dusseldorf está probando que es más que una capital sin tanto chiste. Lo único que necesitaba era un empujón externo… y un golpe de suerte para el Fortuna Dusseldorf.

Fuentes

Bundesliga. Bundesliga club-by-club historical guide: Fortuna Düsseldorf. 10 de julio de 2023.
www.f95.de

Recapitulemos

Aun cuando es la capital de Renania del Norte-Westfalia, Dusseldorf ha tenido que vivir a la sombra de Frankfurt, Colonia, Dortmund y Gelsenkirchen. El futbol no es una excepción. El Fortuna Düsseldorf empezó fuerte su historia, siendo el primer club de la cuenca del Ruhr en ganar un torneo alemán. En 1979 llegó a la final de la Recopa con el Barcelona, pero fuera de ahí ha tenido menos relevancia, cayendo incluso a la cuarta división. Su estadio la ha pasado mejor, al haber sido sede de una Eurocopa, una copa mundial y una de las mejores finales de la Pokal. Este año hubo un intento de renacimiento, cuando el Fortuna Düsseldorf llegó a semifinales de la Pokal y estuvo a 90 minutos de regresar a la Bundesliga; en esto último, cedió de forma dramática la ventaja que se había llevado de visitante ante el Bochum y terminó cayendo en penales.

Nos vemos la siguiente. Auf Wiedersehen!

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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