Egipto vs. Argelia, la guerra del futbol que tal vez nunca has oído hablar

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صحة! مريݢل؟ | صباح الخير؟ ازيك؟‎ (Sahha! Mrigal? Sabah al-kheir? Ezzayek?) Así se habla el árabe en Argelia y Egipto. Te he hecho hincapié en que el árabe varía de región a región, pero aquí queda en evidencia. Espero que estés muy bien. La vez pasada vimos la lista de todas las eliminatorias fallidas de la selección egipcia, con solamente presencia en tres mundiales. Ahora bien, hay una que tiene un lugar especial porque desembocó en un conflicto diplomático que cercenó las relaciones entre países hermanos. Es momento de hablar sobre la guerra del futbol del 2009 entre Egipto y Argelia

Recomendación musical 1

Egipto es un gran lugar para potenciar tu carrera musical en el Medio Oriente. En ese sentido es como México; quien logra destacar aquí, puede considerar que ha entrado como cuchillo en mantequilla en Latinoamérica. En 2009 había una cantante de escasos 16 años que empezaba a ganar terreno. Se trataba de Randa Hafez (رنده حافظ). ¿Qué tanto éxito ha tenido? Imagina que ganó al año siguiente el premio a la Mejor Estrella Emergente en los Middle East Music Awards. En 2012 su canción Gowaya Kteer (جوايا كتير) ganó a la mejor canción en los MTV Music Awards. Esta fue su canción debut: Sakta aleeh (ساكتة عليه).

Vamos al tema de hoy

El ridículo en Sudamérica tiene por fin su desenlace

Llegó por fin la decisión esperada en Conmebol por parte de la FIFA. Resulta que el 22 de septiembre de 2021 se deberá reponer el partido pendiente por las eliminatorias de Qatar 2022 entre Brasil y Argentina. En realidad no se juega ya casi nada: Brasil no compromete su liderato y Argentina ya no baja del segundo lugar; esto es solamente por el orgullo de que probablemente alguno perderá el invicto.

Brasil y Argentina son los rivales supremos en Sudamérica y los partidos siempre son a muerte. Y precisamente esa rivalidad tiñó el partido suspendido. El pretexto fue que la legión argentina en la Premier League en ese entonces (Emiliano Buendía, Emiliano “Dibu” Martínez, Giovani Lo Celso y Cristian “Cuit” Romero) no tenían permiso para jugar en Brasil. En septiembre de 2021 las cosas no eran bastante halagüeñas en Sudamérica; para el Reino Unido estaban situados en su lista negra. Por ello, todo aquel que viniera de ahí a Brasil debía pasar un periodo de dos semanas de cuarentena. Por la naturaleza de la ventana FIFA (tres juegos), esto era imposible. Brasil lo advirtió, pero estos argentinos vinieron de todos modos, más cuando contaban con el respaldo de la Conmebol.

¿Qué sucedió? Lo inédito. Apenas a los cinco minutos, ingresaron autoridades sanitarias a la grama del Morumbí en Sao Paulo para buscar a los que habían violado la cuarentena. El espectáculo era por demás pobre: todo mundo esperaba ver si la Scaloneta podía superar la prueba de Tite, pero en lugar de eso presenciaba algo que solamente te esperas en las ligas más pobres. Todo toma tintes más ridículos cuando vemos que el presidente Jair Bolsonaro fue de los mandatarios que más subestimó el Covid-19. Brasil tiene la segunda mayor cantidad de fallecidos durante la pandemia con más de 600 mil. Bolsonaro negaba el virus, denostaba la vacuna, minimizaba la enfermedad, negó apoyo a la población durante la pandemia y otras acciones que le valieron una denuncia en La Haya. Curiosamente, era más estricto con los argentinos.

Al final, la FIFA determinó. se repite el partido en territorio brasileño (se hablaba se jugarlo en Melbourne, Australia) y dos partidos de suspensión a los jugadores en cuestión. Tendremos por fin una edición más de este clásico sudamericano que atrae la atención de todo el mundo.

Irán vs. Irak, el clásico del Medio Oriente

En toda confederación hay rivalidades que calientan el futbol: Alemania vs. Países Bajos, México vs. Estados Unidos, Honduras vs. El Salvador, Irán vs. Irak y Arabia Saudita (veremos esa historia después), Australia vs. Nueva Zelanda, China vs. Japón, Corea del Sur y Hong Kong (ya hablé de eso), Malasia vs. Indonesia, Corea del Norte vs. Corea del Sur, Grecia vs. Turquía… seguramente conoces más. En África, la más cáustica se encuentra al norte del continente y de hecho desembocó en un lío diplomático. Bienvenido al Argelia vs. Egipto.

Razones sociales detrás de la rivalidad

Egipto y Argelia tradicionalmente son hermanos. Países que fueron alcanzados por la arabización a mediados del siglo VIII, países que estuvieron en el Imperio Otomano, países que cayeron víctimas de británicos y franceses, respectivamente… Egipto es el principal socio comercial de Argelia en cuestiones que no tienen nada que ver con el mercado petrolero y le ha proporcionado infraestructura de telecomunicaciones, por poner un ejemplo.

Los discursos atronadores del presidente Gamal Abdel Nasser (جمال عبد الناصر) fueron acogidos con beneplácito en Argelia, que buscaba sacarse el fiero yugo francés como fuera (más información aquí). De hecho, Nasser apoyó incondicionalmente a Ahmed Ben Bella (أحمد بن بلة), líder del Frente de Liberación Nacional. En represalia, Francia tomó la nacionalización del canal de Suez para atacar junto con el Reino Unido e Israel. 

Cuando por fin logró la independencia, Ben Bella le dio más deferencia a Nasser que al rey Hassan II de la vecina Marruecos; es más, Nasser apoyó a los argelinos en la Guerra de la Arena contra los marroquíes. Argelia le devolvió el favor. Aunque llegó tarde para acudir en la Guerra de los Seis Días (1967), en la de Yom Kippur sí logró mandar regimientos y financió la reconstrucción egipcia.

La cosa cambió cuando en 1977 el sucesor de Nasser, Anwar Sadat (أنور السادات), fue de visita de estado a Israel a negociar los Acuerdos de Camp David y mandar embajadores. Este movimiento fue visto en todo el mundo árabe como una puñalada trapera. Todos los miembros de la Liga Árabe se reunieron para manifestar su rotundo desacuerdo, dejando de lado por supuesto a Egipto. Sadat respondió cortando contacto con cada país que participó (Libia, Siria, Irak, Yemen del Sur y Argelia) y dándoles 24 horas a sus embajadores para que abandonen el país. A continuación, Egipto fue expulsado de la Liga Árabe y sufrió un boicot justo como Israel. Apenas hasta 1988, El Cairo y Argel pudieron normalizar sus relaciones

La manzana de la discordia

Con todo esto, podemos entrar en materia de futbol.

¿De dónde viene la rivalidad futbolística?

Gamal Abdel Nasser proclamaba su apoyo al Frente de Liberación Nacional, pero cuando su sección de futbol quiso buscar partidos contra la selección de Egipto, se mostró renuente a hacerlo. Apenas jugó dos partidos, pero con clubes o un equipo improvisado, y generó un resentimiento, ya que este equipo FLN estaba formado por jugadores de la liga francesa y Egipto venía de ser Campeón de África en 1957. Poco alcanzaban a vislumbrar todas las circunstancias que rodeaban: Francia había presionado para que la FIFA sancionara a todos los países que los enfrentaran. Marruecos y Túnez podían enfrentarse a eso, pero Egipto era miembro fundador de la flamante Confederación Africana de Futbol y no iba a arriesgar su estatus así como así.

El siguiente episodio fue en los Juegos Panafricanos Argel 1978. Egipto y Libia, otra buena rivalidad, se enfrentaban por un puesto en semifinales. Todo parecía normal y los egipcios ya ganaban 1-0. Si seguían marcando goles podrían alzarse a la cima de su grupo. Lo que ocurrió es que un jugador libio golpeó a otro egipcio y se armó la batalla campal, y tuvo que llegar la policía argelina a contener la batalla. Claro, Libia fue expulsada de la competencia, pero no quedó ahí. Realmente la brutalidad había sido tan indignante que también terminó lastimando a jugadores egipcios. En protesta a esto, el Primer Ministro Mamdouh Saleh (ممدوح سالم) fue drástico: retiró no solamente al equipo de futbol, sino a toda su delegación, sin importar que estaban arriba del medallero. Claro, esto fue otra herida para las relaciones entre egipcios y argelinos que eventualmente se romperían al año siguiente.

Ahora vayamos a 1984, porque la clasificación a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles está que arde. Ahora Argelia y Egipto jugaban por ser uno de los tres representantes del continente africano. La ida en Argel había sido disputada y quedaron 1-1, en medio de tensiones diplomáticas. La vuelta era con un escenario tan imponente como el Estadio de El Cairo lleno de 120.000 personas insultado a argelinos. Era tal la atmósfera que el partido se tuvo que detener por varias peleas. Al final un gol de Alaa Nabil (علاء نبيل) mandó a los egipcios a Estados Unidos, donde llegaron a cuartos de final.

Donde realmente hubo un punto de inflexión fue en las eliminatorias a Italia 1990. La eliminatoria africana siempre es altamente disputada, y más esta. Los 16 mejores equipos se dividían en grupos. Los ganadores de cada uno pasaban a una final donde saldrían los dos representantes de África. Egipto se vería las caras de nuevo con Argelia. Los argelinos buscaban un tercer mundial seguido, mientras que los egipcios querían acabar con 56 años de ausencia. El año anterior por fin se habían normalizado las relaciones, pero en el campo cundió el odio, la enemistad. La ida en Constantine quedó con un par de roscas y todo se definía de nuevo en El Cairo, ahora ante 100.000 espectadores y lleno hasta las banderas con cinco horas de anticipación. Para Argelia, un empate era suficiente para clasificar. No era un partido cualquiera, era la guerra dividida en 11 batallas. 

Al final el gol del inmortal Hossam Hassan (حسام حسن) metió el gol que desató la euforia, y así terminaría el marcador. La ira en Argelia no se hizo esperar y se fueron sobre todo el cuerpo arbitral; el árbitro Ali Bin Nasser tardó ocho minutos en llegar al vestidor. ¿Ahora con quién desquitarse? A la parte VIP, y de pronto todos los oficiales argelinos llenaban los asientos de plantas y tierra. La batalla siguió en los vestidores y fue tan feroz que el doctor de la selección egipcia perdió un ojo. Egipto le echó la culpa a Lakhdar Belloumi (لخضر بلومي), leyenda que le marcó a Alemania en España 1982. Sin darle oportunidad a defenderse, fue condenado a prisión y multado, pero él nunca regresó.

Desde entonces habían pasado veinte años donde Egipto y Argelia tenían odio en el futbol. En esos veinte años habían sucedido desencuentros puntuales:

  • Egipto se negó a jugar la Copa Africana de 1990 en Argelia, pero la FIFA los amenazó con una sanción. Así pues, solamente envió una selección juvenil que cayó fácilmente 2-0 contra los argelinos, quienes finalmente ganarían su primera copa.
  • Para las eliminatorias Corea-Japón 2002, Egipto debía ganar en Argelia y esperar al resultado de Senegal en Namibia. Lamentablemente, los argelinos, que no peleaban ya nada, frustraron esa clasificación al empatar 1-1.
  • En la Copa Africana Túnez 2004, la victoria 2-1 de Argelia contra Egipto fue determinante para que los Faraones quedaran eliminados en fase de grupos.
  • En la Recopa Norafricana del 2008, el Masry (المصري) tenía que enfrentarse al Béjaïa (بجاية‎) argelino. Se había impuesto 1-0 en Port Said y había que mantener la ventaja. Sin embargo, quedó eliminado al perder 2-0, en un auténtico partido de terror. Hossam Hassan, el DT, fue expulsado por protestar al ‘67. Su hermano gemelo Ibrahim, directivo, golpeó al cuarto árbitro después de que casi le rompe el dedo. Como resultado, ambos fueron suspendidos por la Federación Egipcia de Futbol hasta nuevo aviso. Esto fue en diciembre.

Todo eso calentó el siguiente choque de trenes. Para las eliminatorias de Sudáfrica 2010 había una fase final de cinco grupos de cuatro equipos. El ganador iría al mundial. El destino quiso que Egipto y Argelia quedaran en el mismo pelotón. Por haber ganado la Copa Africana de Naciones anterior, los egipcios eran de nuevo favoritos para clasificar. Había otro dato. Egipto llevaba 20 años sin asistir, mientras que el ayuno de Argelia se extendía a 24 años. Luego, los clubes egipcios suelen pasarles por encima a los clubes argelinos, pero en selecciones Argelia mandaba hasta ese momento: ocho victorias, seis empates y cinco descalabros. Dos partidos para ver quién era el mejor, y solamente uno iría… o tal vez ninguno, pero eso era altamente improbable. Zambia y Rwanda eran los equipos que completaban el grupo C.

Primera caída: Partido en Blida

Ya habían tenido suficiente con el odio. Para llevar la fiesta en paz, se tomaron muchas medidas. Primero, Egipto retiró la ficha de Interpol de Belloumi, mientras que Argelia compensó al doctor que había resultado tuerto. Para evitar la presión, Egipto preparó el duelo en Omán, mientras que Argelia hizo lo propio en Francia. Este sería el último partido antes de que los egipcios acudieran a Sudáfrica a la Copa Confederaciones.

Las cosas no habían comenzado de manera tersa para ninguno de los dos. Argelia había empatado en Rwanda, mientras que el partido de Egipto también quedó en empate: 1-1 contra Zambia, pero en casa. Había mucho en juego en el estadio Moustapha Tchaker (ملعب مصطفى تشاكر) de Blida, 45 km al sureste de Argel. Precisamente Blida es conocida como la ciudad de las rosas por la alta cantidad que crece en sus jardines, y precisamente rosas fue lo que se le obsequió a la selección egipcia a su llegada. 

Y para evitar problemas, 5.000 militares transformaron a Blida en un búnker. Si eras menor de edad, no podías pasar a menos de que mostraras tu boleto al partido. El ambiente de todas maneras estaba enrarecido. Los argelinos preferían ganar este partido antes que pasar a Sudáfrica y el mismo DT Rabah Saâdane temía por la seguridad de su familia en caso de perder. Por su parte, Egipto venía de jugar realmente mal. El empate contra Zambia no reflejaba el dominio de los Chipolopolo y la reciente victoria contra Omán no habría sido así de no haber sido por el portero Essam El Hadary (عصام الحضري).

En cualquier caso, el partido realmente ocurrió sin ningún incidente que lamentar. Karim Ziani, baja ante Rwanda, regresó y deshizo la defensa egipcia, sobre todo en el segundo tiempo. Por eso los goles de Matmour (كريم مطمور) (60’), Rachid Ghezzal (رشيد غزال) (64’) y Rafik Djebbour (رفيق جبور) (77’) pusieron adelante a Egipto. La defensa de Rafik Halliche (رفيق حليش), Antar Yahia (عنتر يحيى) y Majid Bougherra (مجيد بوغرة) hizo un gran trabajo al secar una a una las aproximaciones de Egipto, pero concedió un gol por conducto de Aboutrika al 86’. El marcador final: 3-1.

Segunda caída: Partido en El Cairo

El internet puede ser un territorio comanche, lo vivieron Egipto y Argelia. Empezó todo con insultos a través de redes sociales. Fue cociéndose a fuego lento durante semanas y semanas: canciones alteradas para burlarse del contrario, bardeo en todo foro online árabe, fotos alteradas con Photoshop, comentarios en todo video de YouTube relevantes, y escaló todo hasta un hackeo inmisericorde: hackers de Egipto se cargaron el sitio de Ech-Chorouk El-Youmi (الشروق اليومي), el segundo periódico con más tiraje en la Arabósfera, mientras que uno solo de Argelia jodió la página de la presidencia de Egipto más la de al-Ahram (الأهرام), el segundo diario egipcio más antiguo. Los egipcios decían que los argelinos eran unos malagradecidos; no serían independientes si no hubiera sido por ellos; los argelinos les respondían diciéndoles traidores, prostitutas de Israel y les recordaban la humillación en la Guerra de los Seis Días. 

Precisamente este partido fue como un pasto semiseco de una sabana que es combustible para un fuego que se esparce y se esparce. Egipto se había recuperado con tres victorias obtenidas después de sudar sangre en Rwanda y en especial en Zambia (1-0). ¿Y Argelia? También. Las cosas estaban así: Argelia tenía 13 puntos y diferencia de +7 (9 goles a favor, 2 en contra), Egipto tenía 10 puntos con diferencia de +3 (7 | 4). Era el último partido de la fase de grupos. A Argelia le bastaba un empate o incluso una derrota de diferencia de un gol. Egipto tenía que ganar por diferencia de tres tantos. ¿Y si era de dos la diferencia? ¡Desempate! Exactamente 20 años después de ese partido donde el doctor egipcio quedó tuerto se repetían las circunstancias. Mismo estadio, misma necesidad de ganar, mismo partido que define todo, la única diferencia es que la victoria tenía que cumplir un mínimo. Parafraseando a Ibai, todo estaba listo para el mejor día en la historia del internet árabe.

Cuando la selección argelina aterrizó en El Cairo, se encontró con un infierno. Era muchísima la hostilidad. Tanto rencor, tantos malentendidos, tanta rivalidad y el deseo por regresar a una copa se encontraban para causar una atmósfera tóxica. De camino al hotel de concentración, el camión que los transportaba fue vandalizado y tres jugadores resultaron lesionados: Khaled Lemmouchia (خالد لموشية) en la cabeza, Rafik Halliche apenas arriba del ojo y Rafik Saïfi (رفيق صايفي) en el hombro. Argelia alzó la voz: era imposible competir así. Egipto dijo que era un intento inútil para mover el partido a terreno neutro. Había reportes que decían que todo fue un montaje de los mismos jugadores argelinos para desprestigiar a los egipcios. De todos modos, los egipcios mantuvieron a Argelia sin dormir con tremendas serenatas al hotel. ¿Y la policía? Brillaba por su ausencia.

Las cosas se estaban saliendo de control. Parte de la culpa la tenían los medios de comunicación sensacionalistas, pero la gente ya había albergado el odio en el corazón. Había que hacer algo. La FIFA había dicho que el show debía continuar, siempre y cuando la Federación Egipcia garantizara la seguridad. ¡Trato hecho! En las afueras de El Cairo hubo un concierto del rey del raï argelino Cheb Khaled (الشاب خالد) con la estrella egipcia del momento Mohamed Mounir (محمد منير). Cheb Khaled incluso gritó: «¡Viva Argelia, país árabe! ¡Viva Egipto, país árabe!». En vano. El daño ya estaba hecho.

De nuevo teníamos un partido en el Estadio Internacional de El Cairo lleno. Las remodelaciones que exigían las condiciones de seguridad habían reducido su aforo a 75.000 espectadores, y aún así seguía luciendo imponente. ¡Hubieras visto las caras de todos los fennecs! Podías ver el miedo tatuado. El objetivo era claro: cerrar la portería costara lo que costara. Las cosas empezaron cuesta arriba con un gol de riñones rematado por Amr Zaki (عمرو زكي) apenas a los tres minutos. Ahora había que no permitir el gol que mandara todo a un tercer partido.

Egipto atacaba sin cesar, Argelia se defendía sin descanso. La consigna era clara: estacionar el camión atrás. Y funcionó. Llegaba el tiempo de compensación, ¡cinco minutos! El marcador seguía 1-0. De pronto una descolgada en la que parecía un penal. No se detuvo la jugada porque seguía insistiendo hasta que Emad Moteab (عماد متعب) cabeceó justo cuando estaba por morir las esperanzas de Egipto. ¡Explotó el estadio! Toda la banca saltó de sus asientos. Los argelinos terminaron tendidos en el césped después de tan férrea defensa. 

Ahí no quedó la cosa: nadie durmió en El Cairo, todo mundo estaba celebrando en las calles, accionaba lanzallamas caseros al firmamento. Se dice que hubo muertos en las celebraciones, algo que fue desmentido por el embajador argelino (20 egipcios y 12 argelinos heridos), las mujeres argelinas que tuvieron la osadía de ir a o vivir en El Cairo fueron desnudadas. En respuesta, los negocios egipcios en Argelia fueron vandalizados, y quien se llevó la peor parte fue la compañía de telefonía celular Djezzy (جازي), franquicia en Argelia de la compañía egipcia Orascom Telecom (trabajadores hostigados, chips quemados y oficinas destruidas), con decenas de millones de dólares en daños.

Y aún faltaba la tercera caída.

Tercera caída: Partido en Omdurmán

Echemos un vistazo a todos los criterios de desempate:

  • Puntos obtenidos: 13. Check.
  • Diferencia de goles: +4. Check.
  • Puntos obtenidos entre los equipos en cuestión: 3, victoria para cada uno. Check.
  • Diferencia de goles en los partidos: 0. Check

Curiosamente en esas eliminatorias se decidió prescindir del criterio de goles de visitante, que le habría dado el pase a Egipto (1 contra 0 de Argelia), pero ya era inútil pensar de otra manera. ¡Nos vamos a un partido de desempate en sede neutra! La FIFA solicitó que cada país propusiera una sede. Cada uno apostó por la cercanía y las alianzas: Argelia dijo que debía ser en Túnez, Egipto propuso Sudán. El sorteo favoreció a este último, y ya estaba la cita: 17 de noviembre de 2009, en el estadio al-Merreikh de Omdurmán.

Para que no hubiera la misma animadversión, se redujo la capacidad del estadio de 41.000 a 36.000. Solamente se venderían 18.000 entradas para no sudaneses, mitad para argelinos, mitad para egipcios, que estarían estrictamente separados. Hubo un dispositivo de 15.000 policías solamente para este partido. Todas las oficinas y escuelas en Omdurmán cerraron temprano. 

Fue en vano. No había bastado con tanta carga que tiñó la vuelta en El Cairo. Los que no alcanzaron se los compraron a ciudadanos sudaneses. Luego, en realidad hubo 50.000 en el estadio, muchos de ellos políticos, como el representante del presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika (عبد العزيز بوتفليقة), y los hijos de Hosni Mubarak (حسني مبارك), Alaa (علاء) y Gamal. El intento del presidente de Sudán Omar al-Bashir (عمار البشير) para que fumaran la pipa de la paz fue inútil; el presidente de la Federación Egipcia de Futbol le hizo el fuchi a su similar de Argelia en persona. De plano las embajadas les decían a sus ciudadanos que evitaran el estadio. Las heridas no cerraban y ahora todo estaba politizado.

El partido no tuvo gran historia que contar. El 3-1-4-2 egipcio que mandó Hassan Shehata (حسن شحاتة) se neutralizó con el 3-4-2-1 que paró Rabah Saâdane (رابح سعدان), como si fuera un hidróxido de sodio con el ácido clorhídrico. ¿Qué fue lo único digno de relatar? Que Karim Ziani remató con todas sus fuerzas un centro a la olla al minuto 40’… y todo el mundo en Argelia a celebrar. El resto fue un concierto de paradas de Faouzi Chaouchi (فوزي شاوشي), arquero argelino. 

No hubo tiempo para más. ¡Argelia estaba en el mundial! Fue icónica la imagen de Chaouchi trepado en su portería, festejando con los suyos que por fin regresaban a un mundial después de 24 largos años. ¿Y Egipto? Tuvo que rumiar su coraje.

Créditos: ASHRAF SHAZLY/AFP via Getty Images

¿Cómo acabó la cosa?

Los argelinos reventaron los autobuses que transportaban a los aficionados de vuelta al aeropuerto de Jartum, viéndose obligados a ir a pie y escoltados por la policía de Sudán. La federación de Egipto lanzó una queja a la FIFA por la violencia de sus aficionados, pero ya tenía las manos llenas por lo de la mano de Thierry Henry ante Irlanda, y no procedió.

Sudán citó al embajador de Egipto por sus críticas con respecto a la cobertura del encuentro, los argelinos en Francia se emborracharon de tanto paroxismo y no faltó el supermercado vandalizado por ellos. En El Cairo se la pasaron mentando madres, cantando consignas anti-argelinas y protestando por la frustración. Quedó en veremos el campeonato africano de handball meses después porque seguramente estaría Argelia y había que ser prudentes; al final sí se llevó a cabo. Hubo hasta un exabrupto de mandar hasta el ejército egipcio para lavar esa humillación.

Al año siguiente tuvieron que verse las caras de nuevo para las semifinales de la Copa Africana de Naciones en Angola y Egipto aprovechó que expulsaron a tres jugadores para aplastar 4-0 que les abriría la puerta para su séptimo título. De todos modos, no era lo mismo; el día que contaba había sido para los Fennecs. Por cierto, ese partido retiró al legendario árbitro beninés Coffy Codjia, que no logró expulsar a Chaouchi por un cabezazo al asistente.

Toda la mala leche duró hasta que Egipto cambió de presidente. Poco a poco se comenzaron a limar asperezas porque la inestabilidad de Libia sin Gaddafi amenazaba a todo el norte de África, por lo que los ejércitos tuvieron que trabajar mano a mano en 2014. Fueron cinco años donde egipcios y argelinos no podían ni hablarse. Algunos analistas sostienen que todo fue orquestado para darle legitimidad a Gamal Mubarak y que él pudiera heredar la presidencia de su padre; esto fracasó estrepitosamente con la crisis del 2011 y la Hermandad Musulmana.

En la Copa Árabe pasada Egipto y Argelia quedaron en el mismo grupo (más info aquí) y el partido terminó en un salomónico empate a un gol. En esta ocasión no hubo tragedias que lamentar. Entre que ambos equipos no llevaron a sus mejores hombres y Qatar no estaba dispuesto a que la situación se escapara de las manos, todo quedó finalmente en un juego. Al parecer, el juego entre Argentina y Brasil de septiembre será mucho más ameno y en un contexto para llegar en mejor forma a la Copa del Mundo de igual manera en Qatar. El futbol y la política, una emulsión explosiva y bastante espesa. No es posible separar sus fases, nos guste o no. Egipto y Argelia lo vivieron, con un juego que terminó de romper una relación ya muy dañada por resentimientos y rivalidad. Para este caso, hay que recordar la frase de Gamal Abdel Nasser:

لا يمكن صياغة الحلول الحقيقية لمشاكل شخص ما على غرار تجارب الشعوب الأخرى.

Las soluciones reales a los problemas de un pueblo no pueden ser copiadas de las experiencias de otros pueblos.

Fuentes

ESPN. FIFA definió que Brasil-Argentina, por Eliminatorias, deberá jugarse en Brasil el 22 de septiembre. 22 de abril de 2022
Rivas Molina, Federico. El partido suspendido entre Brasil y Argentina se volverá a jugar. El País. 14 de febrero de 2022.
de Grado, Álvaro. Guerra entre la Federación brasileña y la Premier League. As. 8 de septiembre de 2021
Saad Filho, Alfredo, y Feil, Fernanda. COVID-19 in Brazil: how Jair Bolsonaro created a calamity. King’s College London. 27 de abril de 2021
Pai, Shreyas. 5 rivalries that define the African Cup of Nations. Sports Keeda. 4 de enero de 2017
Ibrahim, Vivian. Algeria and Egypt: A tale of two histories. Egypt Independent. 24 de noviembre de 2009
Guide, Ken. Egypt v Algeria: An eye for a… World Cup berth. Association Football. 17 de noviembre de 2009
Hawkey, Ian. Feet of the Chameleon: The Story of Football in Africa. Londres, Reino Unido: Anova Books (2009)
Oliver, Brian. Twenty years on, the ‘hate match’ between Egypt and Algeria is on again. The Guardian. 10 de octubre de 2009
Audu, Samm. Egypt’s Hassan Twins Banned After Trouble In Algeria. Goal.com 28 de diciembre de 2008
11v11. Récord de Argelia contra Egipto. Actualización constante
Ayari, Rami. World Cup Qualifying Preview: Algeria – Egypt. Goal.com. 5 de junio de 2009
Murphy, Dan. World Cup: Algeria vs. Egypt in tense one game playoff. The Christian Science Monitor. 18 de novimebre de 2009
Montague, James. Egypt versus Algeria: Inside the storm. CNN. 27 de noviembre de 2009
Benghida, Sonia. World Cup Football in International Relations: The 2009 Algerian-Egyptian football conflict. International Journal of Innovation and Applied Studies. Vol. 9 No. 1 Nov. 2014, pp. 234-238.
Elyan, Tamim. Algeria, Egypt face off in a classic North African derby. Daily News Egypt. 5 de junio de 2009
Lindsey, Ursula. The Soccer Wars. Foreign Policy. 3 de diciembre de 2009

El futbol árabe es pasión, más cuando atraes los reflectores. Egipto y Argelia a veces no pueden verse ni en pintura. Es considerada la rivalidad más fuerte y dañina del futbol africano a nivel selecciones. ¿Y en clubes? Tenemos que ir a las entrañas de Egipto en este caso. Como mencioné, El Cairo es la ciudad más poblada de la Liga Árabe. Es una capital no solamente de una región, también en el futbol acapara todo en la liga egipcia. Y claro, tiene que haber un derbi que paraliza a un país y a un continente. Se trata de al-Ahly contra Zamalek. En nuestra siguiente parada veremos al clásico más importante de todo el Medio Oriente.

Recomendación musical 2

Las loas no paran en Argelia al regresar al mundial tras 24 años de larga espera. No eran favoritos; es más, estaban en el bombo tres del sorteo. La canción que los acompañó a la justa en Sudáfrica era L’Algérie bladi sakna fi galbi (لالجيري بلادي ساكنة في قلبي) de Milano et Torino, un grupo de música popular que siempre canta canciones de futbol. Escucha

Recapitulemos

La rivalidad más feroz que tenemos en el futbol africano de selecciones es Argelia contra Egipto. Antes eran países que se ayudaban mucho; Egipto los apoyó en la independencia, mientras que Argelia también ayudó en las guerras contra Israel. Todo cambió cuando Anwar Sadat, presidente de Egipto, fue de visita precisamente a Israel en 1977, lo que causó enojos y eventualmente la relación se rompió durante más de 10 años. En cuanto al futbol, se dice que el antecedente fue un juego de eliminatoria para el mundial de Italia 1990, cuando se armó la cámara húngara (incluso el doctor del equipo egipcio perdió un ojo), pero otros mencionan que realmente comenzó todo cuando Egipto se negó a jugar contra el equipo de FLN en los años 50. Para el mundial de Sudáfrica 2010 ambos quedaron en el mismo grupo. El primer partido en Blida acabó 3-1 para los argelinos. La vuelta tenía las mismas condiciones que el juego de 1989, excepto que Egipto debía ganar por diferencia de dos tantos para forzar a un desempate. La atmósfera fue por demás hostil y derivado del bardeo en redes sociales. El marcador fue 2-0. El desempate fue en Omdurmán, Sudán, y Argelia ganó 1-0, regresando a un mundial después de 24 años.

Nos vemos la siguiente. تشاو! سلام! (Chao, Salam)

Picture of Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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