وين هالغيبة! كيف حالك؟ (Wen halghebe! Kif halak?) Así se saluda en Jordania. Espero que estés muy bien hoy. La vez pasada estuvimos hablando sobre el reconocimiento del futbol palestino. Ahora es momento de cruzar al este del Mar Muerto. Aquí hay un reino de una dinastía que a lo mejor no has escuchado, pero es bastante notoria dentro del Medio Oriente, la hachemita. Llegamos a Jordania.
Recomendación musical
La banda jordana que más ha pegado fuera de su país es Rum (رم). Por más de 20 años han mezclado la música folclórica de su país con la modernidad. Gracias a su estilo contracultural para lo que vemos en el Medio Oriente, se han ganado varias oportunidades de musicalizar bandas sonoras de series de televisión en el Mundo Árabe. Eso los llevó a actuar por ejemplo en el centro John F. Kennedy, a orillas del río Potomac, en Washington D.C. Esta es una canción suya: Ya ruh (يا روح)
En este texto nos acompaña Francisco Trejo. Es egresado del Colegio de México, donde estudió Relaciones Internacionales. Asimismo, es maestro en Relaciones Internacionales por el Instituto Universitario de Altos Estudios (IHEID) de Ginebra, Suiza. Previamente vivió en Jordania, donde trabajó en la embajada de México. Miembro del Programa Juvenil del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI). Habla árabe, así como otros idiomas, como ruso, chino, alemán, frances e inglés. Actualmente trabaja en la embajada de Irlanda en México. En sus ratos libres, le gusta correr, leer, viajar, y catar tés. Puedes seguirlo en Twitter como @ftrejo. ¡Bienvenido, Francisco!
Vamos al tema de esta semana
Jordania: más allá de Petra
Cuando escuchamos Jordania, lo primero que salta la vista es la imponente Petra, el vestigio de la enigmática tribu de los nabateos y sus majestuosos edificios esculpidos en roca. No es lo único. Imagina tumbarte en la voluble arena de la reserva Wadi Rum (وادي رم) y contemplar un cielo estrellado en medio del silencio, o contemplar en Madaba (مادبا) un asombroso mapa de mosaicos que retrata la Tierra Santa. Si eres cristiano, tal vez eches un vistazo desde lo más alto del Monte Nebo y te pongas en el lugar de Moisés, o te desplaces a Betania y te toque estar en las aguas donde Jesús bautizó a Juan. Jordania es mucho más que la Ciudad Rosa, maravilla del mundo moderno con toda justicia.
Este país de menos de 90 mil kilómetros cuadrados ha logrado sortear con relativa calma la oleada de la Primavera Árabe y se erige como un país con paz y desarrollo sostenidos. Aquí está una dinastía de bajo perfil, la de los hachemitas. Los beduinos del desierto se llegan a compenetrar con la incipiente modernidad de ciudades como Ammán (عمّان) e Irbid (إربد). No esperes estar solo en tu viaje: tan pronto conozcas un jordano, con seguridad te invitará a tomar el té. La hospitalidad está muy engranada en su ADN. Y es más que probable que la amistad derive en que conozcas a su familia, el desembocamiento de toda la parte social. Sí, defienden la tradición a ultranza, pero no quiere decir que no manifiesten curiosidad sobre tu mundo en caso de que acudas como forastero. En fin, Jordania es calidez y buenos modales que te hacen sentir como en casa. Esa característica tiene su nombre árabe: al-Nashama (النشامى).
¿Qué sucede en el deporte, y más específicamente en el futbol? Su generación dorada ha comenzado a despedirse. Parece que fue ayer, cuando en 2007 se aparecía Jordania en el mundial sub-20 de Canadá. Más de la mitad de ese equipo debutante posteriormente se quedó a las puertas de Brasil 2014; la garra charrúa explotó esa burbuja de manera estrepitosa (5-0 en Ammán). Su jugador más talentoso, Baha’ Abdel Rahman (بهاء عبد الرحمن), se niega a colgar los botines con 35 años de edad. El segundo máximo goleador de la selección jordana tal vez tardó en abrirse a nuevos horizontes. Tras Qatar y Kuwait, ahora despacha el balón en el Selangor de la liga malaya. Que no te despiste el periodo fugaz del DT inglés Harry Redknapp en el proceso a Rusia 2018 (¡apenas seis días!) y el peluseo en sus declaraciones. Jordania ha tenido tiempo suficiente para por lo menos dar buena batalla en eliminatorias a mundiales, meterse a tres Copas Asiáticas (llegando en Qatar 2011 a Cuartos de Final) y competir de linda forma en los Campeonatos de Asia Occidental. ¿Pero qué es en verdad Jordania?
Un poco de historia
El actual Reino Hachemita de Jordania se encuentra en la región que antiguamente se conocía como el Creciente Fértil, que agrupa a Mesopotamia, cuna de las civilizaciones ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates, y al Levante, región que abarca la antigua Siria y Palestina. Jordania en la actualidad limita al norte con Siria, al noreste con Irak, al este y al sur con Arabia Saudita, tiene una estrecha salida al Mar Rojo, y al oeste colinda con Israel y Palestina.
Los vestigios humanos más antiguos en el actual territorio de Jordania datan de hace 200.000 años y en el período neolítico (6000 – 4500 a.C.), los habitantes de esta región produjeron estructuras de piedra gigantes que inspiraron mitos y leyendas sobre antiguas civilizaciones. En los milenios subsecuentes, se desarrollaron la agricultura, el pastoreo, las ciudades-Estado, el arte, la mitología, la religión y la escritura silábica en el idioma cananita del sur, un pariente cercano del antiguo hebreo. En el siglo XIII a.C., muchos grupos hablantes de lenguas semíticas ocuparon este territorio, estableciendo los reinos de Ammón, Moab y Edom. De esta era provienen los mitos de Moisés, Abraham y las doce tribus de Israel, que son mencionados en la Torah y el Corán. En los siglos posteriores, la región estuvo ocupada por diferentes imperios, desde el greco-macedonio de Alejandro Magno, pasando por los seléucidas, los romanos y los bizantinos, quienes dejaron un legado arquitectónico prominente, incluyendo los actuales sitios arqueológicos de Jerash, Pella, Madaba, por mencionar algunos. En los siglos previos a nuestra era, se desarrollaron los nabateos, tribu árabe que ocupó el sur de la actual Jordania, quienes construyeron la ciudad de Petra.
La conquista de las tribus árabes musulmanas en el 636 d.C. dejó una marca indeleble en esta región geoestratégica que sigue teniendo impacto en la actualidad. Los omeyas (661-750), cuya capital imperial se ubicaba en Damasco, controlaban la península arábiga, el Creciente Fértil y se extendieron hasta el norte de África. La dinastía que le sucedió fue la abasí que trasladó la capital del imperio islámico a Bagdad y le restó importancia a la actual región de Jordania y Palestina. En los siguientes siglos controlaron la región los cruzados, los ayubíes, los mamelucos y los otomanos a partir de 1517. A pesar de estas ocupaciones, pocos sitios urbanos se desarrollaron, ya que los beduinos realizaban incursiones y saqueos en estos centros, dificultando el transporte y el comercio. Por ello, distintos historiadores mencionan que la región tenía una importancia geoestratégica para controlar el tránsito entre la península arábiga, Egipto y la península de Anatolia.
El actual Reino Hachemita de Jordania se formó como resultado de un arreglo poscolonial. A raíz de que el sharif Hussein (حسين) de Mecca, apoyado por T.E. Lawrence (el mítico Lawrence de Arabia), la artillería británica, y diversas tribus beduinas vencieran a las tropas otomanas y las expulsaran del Levante y la península arábiga, Gran Bretaña le otorgó a Abdullah (عبد الله), hijo del sherif Hussein, control sobre el emirato de Transjordania a partir de 1923. Faisal (فیصل), el otro hijo del sherif, perdió control de Siria a favor de los ocupantes francesas, y obtuvo a cambio el reino de Irak. Hay que destacar que esta dinastía es linaje directo del profeta Mahoma.
En las siguientes dos décadas, el emir Abdullah tuvo que negociar con las tribus beduinas, los ingleses y las autoridades en Siria, Arabia Saudita e Irak a efecto de mantener cierto control sobre el territorio de Transjordania. En 1946 Gran Bretaña le otorgó la independencia completa al Reino Hachemita de Jordania, iniciando una nueva época poscolonial en la región que estuvo marcada por la proclamación del Estado de Israel en 1948, el movimiento panárabe y la Guerra Fría.
De refugiados y algo más
La vida independiente del Reino Hachemita de Jordania ha estado directamente influenciada por la cuestión palestina. Esta cuestión ya ha sido abordada en los dos últimos textos. Cuando el Estado de Israel se declaró independiente en 1948, Jordania se alió con Egipto, Siria y Líbano para atacar a Israel, aunque la falta de coordinación y municiones le dio la ventaja al ejército israelí. Sin embargo, las tropas jordanas lograron mantener el control de Cisjordania, un territorio al oeste del río Jordán, y de Jerusalén oriental, que pasó a ser parte del territorio jordano. Frente a este resultado, los líderes palestinos decidieron unir fuerzas con el rey Abdullah y este le dio la ciudadanía a más de medio millón de palestinos que huyeron de la ocupación israelí.
Las guerras de 1967 y 1973 entre Israel y los países árabes provocaron un éxodo masivo de palestinos que en su mayoría se refugiaron en Jordania y transformaron la composición demográfica y política del Reino Hachemita. Es que este fracaso causó que Israel tomó así control de Cisjordania, Jerusalén oriental, el Sinaí y los Altos del Golán. Así, 300.000 palestinos se refugiaron en Jordania, convirtiendo a éste en el principal grupo étnico del reino. Además, Cisjordania representaba el principal centro de producción agrícola y un centro industrial importante del Reino Hachemita. En los siguientes decenios, el rey Hussein mantuvo una posición de apoyo al proceso de paz entre Israel y los palestinos, eliminando en 1988 la representación de Cisjordania y distritos palestinos en el parlamento jordano.
Este movimiento obedeció a un cálculo estratégico de impulsar la visión de una nación jordana distinta a la causa palestina con miras a garantizar la estabilidad del reino. Con la firma del acuerdo de paz entre Jordania e Israel en 1994 y un mayor acercamiento de Ammán hacia Estados Unidos, el pueblo palestino ha visto con recelo al gobierno jordano, aunque los lazos entre palestinos y jordanos se han estrechado como fruto de décadas de interacción y coexistencia pacífica.
Liga de futbol de Jordania: Ammán y demás ciudades
Quitando la liga egipcia, el campeonato jordano fue el primero en disputarse en todo el Mundo Árabe. Su primera temporada se remonta a 1944 y salvo cinco años se ha disputado sin falta. Por lo general el calendario va de marzo a octubre, con 12 equipos compitiendo por ser el campeón. Los dos últimos descienden. El primer lugar clasifica a Champions League, mientras que el subcampeón va para la Copa AFC junto con el ganador de la Copa FA. En esta competencia de segundo orden, los clubes jordanos han podido salir campeones en tres ocasiones, empatando en este rubro con la liga iraquí y a un solo triunfo de Kuwait.
Si nos vamos a miembros de la liga, vemos una abrumadora cantidad de clubes de la capital, Ammán. Y todavía nos vamos de bruces cuando vemos cómo está la situación con los títulos: de 69 temporadas de la Pro League de Jordania, solamente en tres ocasiones no han ganado clubes de la gubernatura capitalina. Todos ellos fueron a parar a al-Ramtha (الرمثا), un club en la ciudad del mismo nombre que descansa en la frontera con Siria. Cabe destacar que este es el más reciente campeón, algo que logró tras 39 años.
En ese lapso hubo un dominio entre dos clubes que año con año compiten para ver quién es el mejor. Solamente en tres temporadas dejaron escapar el título. Son dos clubes que reflejan todas las vicisitudes y diferencias sociales de Jordania. Detrás de esa nashama que encandila a cuanta persona los visita, se desata una historia donde la procedencia lo es todo. Hay discriminación, violencia, pasión. Si el futbol de Jordania de pronto atrae los reflectores al menos del Medio Oriente esto es gracias a esta rivalidad. Bienvenido al derby de Jordania entre al-Faisaly y al-Wehdat.
Derby de Jordania: entre jordanos oriundos y jordanos palestinos
Para entender de dónde viene esta rivalidad, hay que remontarnos a la historia. Como buen territorio británico, el futbol llegó, pero comprendieron que era muy peligroso dejar que los equipos se organizaran en un contexto donde las rebeliones estaban a la orden del día. Es por ellos que en 1939 proscribieron al club al-Ashbal (الأشبل). Fundado en 1929, se considera el segundo club más antiguo detrás del Jordan (الأردن), y por falta de presupuesto, se enfocaban en el futbol, pero también tenían en sus haberes otros deportes, como el basquetbol, la natación, handbol, boxeo y volibol.
Dos años más tarde permitieron de nuevo el club, siempre y cuando pudiera recabar fondos en tiempo récord para comprar un terreno. Lo lograron organizando una lotería entre los miembros del ejército jordano. Reunieron la friolera de 3.700 dinares, más que suficientes para subsistir. En eso, cambiaron el nombre a al-Faisaly (الفيصلي). Esto fue en honor del rey Faisal I (فيصل الأول), monarca de Siria e Irak.
al-Faisaly es el club más ganador de Jordania, con 34 títulos de 69 posibles. No podemos olvidarnos del récord de 21 Copas FA, 8 Shields y 17 Supercopas. También han conquistado la Copa AFC en dos ocasiones (2005 y 2006). Sus colores son azul celeste y blanco. En la historia de al-Faisaly tenemos que mencionar la figura de Sheikh Sultan al-Adwan (الشيخ سلطان العدوان), prominente terrateniente y figura longeva de la tribu Adwan. Su deceso en 2018 fue un duro golpe para el futbol jordano.
Sigamos con nuestro relato. Después de la guerra con Israel, muchos árabes palestinos se vieron obligados a huir y Jordania fue uno de sus destinos predilectos. En cuestión de 20 años, llegaron dos millones de refugiados que se acomodaron como pudieron en cuatro campamentos. Uno de éstos se encuentra al sureste de Ammán. Se trata de al-Wehdat y fue abierto en 1955. Por extensión, es el segundo más grande y actualmente tiene 54.000 habitantes, 8.400 de ellos son estudiantes. Un año después surgía la sección juvenil y el futbol cobraba vida. Así surgió el club al-Wehdat (الوحدات).
al-Wehdat no oculta su afiliación por la causa palestina y esto se refleja en sus colores: camiseta verde, shorts rojos y calcetas blancas. Ascendió en 1975 a primera. Tuvieron pánico escénico y descendieron, para regresar al año siguiente. De ahí, han seguido 17 ligas, 10 copas, 10 Shields (récord) y 14 supercopas. Para entender cómo llegó ahí, hay que hablar de Tareq Khouri (طارق خوري), un empresario prominente de origen palestino y ahora diputado en el parlamento jordano. Tiene el honor de ser el primer club en atreverse a jugar un torneo fuera de Jordania. Hay que decir que ante la falta de licencia de al-Ramtha para competir en la edición de Champions League de este año, acudió al quedar subcampeón. Por desgracia, quedó en último lugar, con apenas tres puntos de 18 en fase de grupos.
La rivalidad no sería lo que es sin la Revolución de Jordania, o Septiembre Negro. Todo empezó en 1970, cuando la Organización de Liberación de Palestina quiso derrocar al rey Hussein I, pero el ejército real terminó aplastando la rebelión. A su paso, dejó muertos tanto palestinos como jordanos.De por sí los palestinos sufrían discriminación, un conflicto de nueve meses tan cruento terminó por romper esta relación. Los jordanos oriundos controlan el ejército, la policía y el gobierno. Hay que señalar que en Jordania viven 2,4 millones de refugiados palestinos (alrededor del 20%), pero no todos están condenados a la marginación. Hay un sector de palestinos con mayor nivel educativo que se ha adueñado de la economía privada. He ahí la causa de las tensiones. Ahí nació el terrorismo palestino, pero esa es otra historia.
Hay una cierta arrogancia de aficionados a al-Faisaly porque se consideran sangre jordana limpia, mientras que los aficionados a al-Wehdat se sienten perseguidos por la policía. Y naturalmente todos los duelos entre ambos clubes son de alto voltaje. La tensión se puede cortar con un cuchillo cada que se miden. Con los acuerdos de Oslo se intentó limar las asperezas, y al-Wehdat cambió el nombre a al-Diffatain (الضفتين), o “Dos fracciones”, que son Jordania y Palestina. Ese intento de reconciliar a los palestinos jordanos y los jordanos no tuvo el éxito esperado y fue cuestión de tiempo para que volviera al mismo nombre.
Como te decíamos, el encuentro saca muchas chispas. Cuando criticar al gobierno está prohibido por ley, las gradas del estadio funcionan como catarsis para la libertad de expresión. Los aficionados de al-Faisaly y al-Wehdat se enfrascan en duelos de palabras. En el 2000 empezaron a caldearse los ánimos con la segunda Intifada como telón de fondo. Los al-Faisalawy se mofaban con cantos alusivos a Benyamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, y también salían salpicadas las madres de los mártires palestinos. ¿Y cuando va el rey Hussein I? Le piden que se divorcie de Rania… ¡tiene orígenes palestinos! Por su parte, desde al-Wehdat sonaba un clamor: “Allah, Wehdat, al-Quds árabe”. al-Quds es el nombre árabe de Jerusalén. Había un temor con bastante fundamento durante esa década; con las elecciones en Israel, en Jordania estaban atentos para cualquier esfuerzo por vaciar el país vecino de palestinos. Mientras tanto, circularon rumores de que en Jordania comenzarían a revocar la nacionalidad de esos palestinos.
La situación llegó a un punto álgido en 2010, cuando al-Wehdat ganó 1-0. De pronto colapsó una barda del estadio. Al menos eso fue lo que pusieron en los reportes. En realidad, al acabar el partido, los al-Faisalawy comenzaron a arrojar piedras a sus rivales e intentaron escapar. Por desgracia, la policía los confundió con hooligans y los persiguió. Al no tener ninguna otra alternativa, tuvieron que escapar rompiendo un muro… solamente para ser golpeados por la policía de nuevo. En total hubo al menos 12 muertos y más de 250 heridos. Tal violencia llegó a oídos de la embajada de Estados Unidos en Ammán, y tomó ante un partido que en el peor de los casos podría poner en riesgo la existencia misma de Jordania, como fue revelado en un cable de WikiLeaks. Afortunadamente, el gobierno ha tomado cartas en el asunto y la violencia ha bajado desde entonces, pero no es raro ver a soldados y policías guardando el orden.
Para haber un dominio en trofeos por parte de al-Faisaly, el historial entre ambos es bastante parejo. Hasta agosto del año pasado, ambos tenían 53 triunfos cada uno, incluyendo 40 empates, con 146 goles de palestinos y 144 de jordanos puros. Sin embargo, los últimos tres encuentros han sido victoria celeste, por lo que la balanza se ha inclinado sin remedio. Cabe destacar que ambos clubes son la base de la selección jordana, entonces dejan sus diferencias en las ventanas FIFA.
Presente de Jordania
A pesar de que Jordania e Israel gozan de relaciones pacíficas, esto no se ha traducido en un acercamiento a nivel político ni económico, pues el aumento de los asentamientos ilegales y las provocaciones de ciudadanos israelíes en Jerusalén oriental y en la mezquita al-Aqsa generan reacciones negativas en el liderazgo y las poblaciones jordana y palestina. Pese a que el Reino Hachemita de Jordania ha marcado su propio rumbo como nación independiente, la legitimidad del rey Abdullah II y de su clan reside en proporcionar estabilidad, desarrollo y defender la causa palestina en virtud de que la mitad de su población es de origen palestino. Finalmente, a pesar de que los territorios de Jordania y Palestina están claramente delimitados en la actualidad, en distintos círculos sociales se sigue afirmando que los palestinos y los jordanos constituyen un mismo pueblo.
Por otra parte, Jordania tuvo dificultades en marcar goles durante las eliminatorias a Qatar 2022 y por diferencia de goles no alcanzó ni el segundo puesto. Por ello, todavía debieron disputar una ronda adicional para clasificar a su cuarta Copa Asiática en fila, algo que lograron sin mayor problema. Esta temporada, al-Faisaly quiere volver a ganar el título y tras 10 jornadas han llegado a 24 puntos, manteniendo una ventaja de cuatro sobre al-Wehdat, pero éste último aún tiene un encuentro menos. Esta carrera parejera todavía da para mucho más, pero al menos ya sabes qué esperar del partido más mediático de la liga jordana. Palestinos y jordanos, palestinos o jordanos… ¡qué fácil es atribuir diferencias a los componentes de una sustancia tan miscible como la sociedad jordana! al-Wehdat podrá crecer cuando se integre finalmente y comprenda que han llegado a enriquecer la población, mientras que al-Faisaly debe dejar detrás la discriminación… Después de todo, ¡este año la mitad de sus jugadores tiene raíces palestinas! Este partido revive la pregunta: ¿qué es ser un “verdadero” jordano?
Muchas gracias por tu ayuda, Francisco. Siempre es un placer contar con amigos talentosos y que sepan de lo que hablan. ¡Eres bienvenido cuando quieras!
Fuentes
u/smmshad. The Derby of Jordan, the fiercest rivalry most people have never heard of. Reddit. 15 de abril de 2022
DW on Sport. The Jordanian Derby – Political Divides. Octubre de 2012
Alon, Yoav, The Making of Jordan: Tribes, Colonialism and Modern State, I.B. Tauris, 2009.
Pattai, Raphael, The Kingdom of Jordan, Princeton University Press, 1958.
Susser, Asher, Israel, Jordan, and Palestine: The Two-State Imperative, Brandeis University Press, 2011.
Andrews, Frank. Inside Jordan’s fiercest football rivalry. Lonely Planet. 15 de noviembre de 2018
Viajeros Callejeros. 10 lugares que ver en Jordania imprescindibles. Fecha desconocida
Este mes es clave para el futbol femenil internacional. Salvo Asia, todas las confederaciones tienen sus torneos continentales, y en su mayoría están sirviendo como las eliminatorias para el mundial de Australia y Nueva Zelanda el año siguiente. Este es un gran pretexto para quedarnos en Jordania. Es que aquí gobierna un ejemplo no solamente para toda el Mundo Árabe, sino en todo el mundo. Hablo de la Reina Rania. La manera en cómo ha aprovechado su posición para ganar derechos para las mujeres y qué acciones ha tomado para reflejar esto en el futbol serán abordadas la siguente semana.
Recapitulemos
La historia de Jordania ha visto un crisol de civilizaciones, como los moabitas, los nabateos, los otomanos y los británicos, por mencionar solamente algunos ejemplos. Desde el fin de la I Guerra Mundial, el Reino Unido tuvo el control de Transjordania, quien le cedió el poder a la dinastía hachemita. El surgimiento del Estado de Israel en 1948 no dejó contentos a árabes y sin éxito intentaron destruirlo. Como consecuencia, miles de palestinos huyeron hacia Jordania en cuestión de 20 años, hasta la guerra de los Seis Días. Actualmente los palestinos son la minoría más grande del país, con el 20% de la población total (más de 10 millones), mientras que si nos vamos a origen, esto sube al 50%. Mientras los jordanos originales controlan todas las instituciones gubernamentales, los palestinos dominan el sector privado de la economía, pero muchos aún viven en campos de refugiados. Este es el contexto de la mayor rivalidad del futbol jordano: al-Faisaly está ligado a la jordanidad y es el club más ganador, mientras que al-Wehdat surgió en un campamento al sur de Ammán. Las tensiones escalaron hasta 2010 como producto de las elecciones en Israel y se produjo una gresca con un muro del estadio derribado, dejando como saldo 12 muertos y 250 heridos.
Nos vemos la siguiente. مع سلامة! (Ma’ salama!)