El futbol como cura para el rencor en Srebrenica

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Zdravo! Kako si? Volvemos a saludar en bosnio. La semana pasada estuvimos hablando sobre cómo el futbol en Bosnia-Herzegovina puede estar dividido dependiendo si son bosnios, serbios y croatas. Ahora ha llegado el momento de abordar un tema bastante doloroso no solamente para los bosnios, sino para todo aquel que se dice humano, pero también veremos cómo el futbol puede cicatrizar las heridas.

Recomendación musical  1

Una persona que ha desarrollado el teatro musical en Bosnia-Herzegovina se lama Alma Ferović Fazlić. Con estudios en la Academia de Música de Sarajevo y en el Royal Academy of Music en Londres, ha traído musicales a Sarajevo como Dirty Dancing y Flashdance yéndose de gira con Sir Elton John por su gira alrededor del Reino Unido. También ha incursionado en música de Bollywood y constantemente actúa con el aclamado director indio de bandas sonoras A R Rahman. Es la fundadora y directora del Instituto de Música, Teatro y Multimedia (iMTM), representante oficial de la prestigiosa Rockschool de Londres. Ella compuso la música y la letra para el documental musical Srebrenica. La puedes escuchar aquí.

Vamos al tema de esta semana.

Bosnia-Herzegovina podría colarse a los Premios Óscar

La pandemia por CoVID-19 ha trastornado sin remedio los calendarios de diversos eventos de toda índole. La escena cinematográfica no es de ninguna manera una excepción. Se ha retrasado hasta el 25 de abril la ceremonia de los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, realizada cada año en el Dolby Theater de Hollywood. Ni siquiera tenemos las nominaciones, que se sabrán hasta el 15 de marzo. Correrán las apuestas y los debates entre cinéfilos para vaticinar quiénes son los ganadores al mejor actor, actriz, director, banda sonora y la mejor película.

En una ceremonia tan enfocada en películas de habla inglesa, una de las categorías que más expectación genera por su impacto mundial es el Óscar a la Mejor Película Extranjera. De nuevo la pandemia ha generado cambios: en lugar de 10 películas, 15 películas libran el corte previo antes de tener la quinterna final que luchará por llevarse la Estatuilla de Oro. Una película con amplias posibilidades no solamente de llegar a la ansiada nominación, sino de vencer, proviene de Bosnia-Herzegovina y se llama Quo Vadis, Aida? de la directora Jasmina Žbanić.

Bosnia-Herzegovina en total ha postulado 20 películas y solamente ha ganado en una ocasión, en 2001, cuando En tierra de nadie (Ničija zemlja) de Danis Tanović se impuso a películas como la célebre Amélie de Jean-Pierre Jeunet. ¡Es todo un mérito haber superado a un país potencia en producción cinematográfica como Francia! Desde entonces, Bosnia-Herzegovina no ha logrado tener ninguna película nominada (apenas en 2013 logró llegar a la lista de enero, la película Un episodio en la vida de un recogedor de hierro (Epizoda u životu berača željeza) del mismo Tanović). Sin embargo, parece que Quo Vadis, Aida? logrará romper esa racha negativa.

Danis Tanović (créditos: Frank Micelotta/ImageDirect)

En Quo Vadis, Aida?, Jasna Đuričić (Јасна Ђуричић) es Aida Selmanagić, una traductora que trabaja en la ONU, que busca desesperadamente salvar a su familia atrapada en un pueblo bosnio llamado Srebrenica que ha quedado rodeada por el ejército serbio. Ella tendrá el tiempo contado para lograr poner a sus seres queridos en un campo de refugiados a salvo del terror. Esta película está basada en un hecho bastante doloroso y vergonzoso, la masacre de Srebrenica. Este es el único genocidio en Europa desde la II Guerra Mundial. ¿De qué trató?

Un poco sobre Srebrenica

Un pueblo lleno de minas de plata localizado en una ruta hacia Roma. Ahí estaba la antigua Argentaria. Todo ese metal precioso se iba para Salona (ahora Split, Croacia) y Sirmium (ahora Sremska Mitrovica, Serbia). Para el siglo XIII-XIV se había transformado en un importante centro de negocios en los Balcanes. En lugar del Imperio Romano, ahora estaba la antigua república de Ragusa (actualmente Dubrovnik). El latín había dado paso a las lenguas eslavos. En lugar de Argentaria ahora se llamaba Srebrenica (Сребреница). En esencia, el significado era el mismo; plata es srebro en serbocroata.

Con el Imperio Otomano la importancia económica de Srebrenica cayó en coma, así como la población cristiana, sustituida por musulmanes… proceso más lento que en el resto de Bosnia-Herzegovina, por cierto. La iglesia franciscana de San Nicolás se transformó en la Mezquita Blanca. Entre bosnios, serbios y otomanos, Srebrenica cambiaba cada vez de poder. De vez en cuando era escena de rebeliones serbias para desestabilizar el Imperio Otomano, pero nada que hiciera recordar esos momentos donde Srebrenica era un buen punto para hacer negocios en los Dinares.

Todo cambió con la llegada del Imperio Austrohúngaro. Ahora no fue la plata, sino otro recurso natural menos pensado: el agua mineral, con el manantial Crni Guber (Guber Negro) como parte del sistema del río Drina. La compañía bohemia Mattoni vio el potencial y empezó a producir industrialmente el agua, llamada Guber-Quelle. Fue un éxito en Viena, Budapest, Belgrado, Praga, Lviv, Cracovia… y conquistó Europa. Y llegó la pregunta: ¿por qué una zona con un agua mineral tan buena no tiene desarrollo? Llegaron las escuelas, carreteras, electricidad, salud… todo lo que debía tener un pueblo. Ese progreso tuvo crecimiento, pero también diseminó el nacionalismo serbio que las autoridades austrohúngaras no lograron aplacar.

Después de que Srebrenica quedara integrada en el Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos (luego Yugoslavia), fue escenario de atrocidades de četnici, ustaše. Los partizanos combatieron como pudieron. Acabada la guerra, Tito vio un potencial en Srebrenica. Este podría ser un precioso lugar de descanso para todos los yugoslavos. Tal vez ya no había Guber-Quelle, pero el agua natural seguía. Por ello se construyó el spa Banja Guber, que traía varias ganancias a la economía… ¡hasta 3 millones de dólares cada año! 

Banja Guber

Mientras tanto, el pueblo, localizado en la parte más al este de Bosnia-Herzegovina y casi en la frontera con Serbia, era un ejemplo de convivencia entre musulmanes y ortodoxos, que se fue diluyendo con las apariciones de Slobodan Milošević… para 1990 la situación se sostenía apenas con alfileres, pero Banja Guber daba muchos dividendos. 

Mezquita Blanca de Srebrenica

Todo cambiaría en 1992, cuando Bosnia-Herzegovina declaró su independencia.

Detalles de la guerra civil de Bosnia-Herzegovina

La semana pasada no me adentré en detalles de la cruenta guerra civil que ocurrió en este país. Ha llegado el momento de adentrarnos en el infierno. Desde 1992 hubo una guerra civil de extrema brutalidad y complejidad. Era como una batalla de Super Smash Bros., pero en la vida real y con sangre, sudor, lágrimas, terror, dolor y muerte: serbios vs. croatas vs. bosnios.

A principios de 1993, los musulmanes y los croatas de Herzegovina empezaron a enfrentarse, creando otro frente. Los croatas atacaron a los musulmanes en Stolac y en Mostar; bombardearon sus monumentos históricos y destrozaron el famoso puente medieval de Mostar. Las tropas musulmanas, con un pequeño contingente extranjero de muyahidines, profanaron iglesias y arrasaron pueblos croatas, sobre todo en la zona de Travnik.

Muyahidines bosnios

En medio de todo, había refugiados en campos de concentración. Las atrocidades estaban a la orden del día… y los más afectados eran los bosnios. Esas imágenes pululaban por los principales diarios de todo el mundo. La ONU no quería que en Europa se repitiera lo que sucedía en Chechenia, Abjasia o Somalia y creó una fuerza de paz llamada UNPROFOR con soldados luciendo cascos azules con la bandera de Naciones Unidas. Con 7.500 unidades logró tener bajo su tutela el aeropuerto de Sarajevo, por lo menos para que llegaran los víveres y autorizando ataques aéreos. 

Hasta ahí… la UNPROFOR tuvo una negligencia bastante alarmante, a veces permitiendo atrocidades. A veces no tenían de otra: los serbobosnios respondieron a esos ataques capturando a 300 cascos azules y encadenándolos a posibles objetivos. 

Masacre de Srebrenica

La presidencia serbobosnia estaba dispuesta a separarse de Bosnia-Herzegovina y para ello quería comerse más territorio y pasar sobre la frontera natural del río Drina que los separaba de Serbia. Ciudades como Srebrenica, de mayoría musulmana, eran un estorbo para este fin. Por ello, emprendieron una campaña de “limpieza étnica” en la actual Republika Srpska. Y en abril de 1992, Srebrenica fue rodeada por tropas serbias, las cuales a su vez fueron repelidas por bosnios.

La ONU ya tenía conocimiento de la limpieza étnica de serbobosnios a bosniacos en las ciudades de Foča (Фоча) y Višegrad (Вишеград). Por ello, la ONU detectó que había ciudades en ese territorio codiciado por serbios que aún tenían mayoría musulmana: Žepa (Жепа), Goražde (Горажде) y Srebrenica. Esas serían las “zonas seguras” y aquí los musulmanes podrían refugiarse; si no, ahí estaba el campo de Potočari (Поточари). Eso sucedió el 16 de abril de 1993. Pensaron que un pequeño regimiento de cascos azules neerlandeses del batallón Dutchbat bastaría para contener a los serbobosnios, y por eso la ONU no les dio permiso para usar la fuerza. ¡Grave error de cálculo!

Los serbobosnios no se quedarían con los brazos cruzados después de tantas “derrotas” ante los bosnios y la OTAN. El presidente de la Republika Srpska Radovan Karadžić (Радован Караџић) dijo que había llegado el momento de la venganza. Por ello planeó la toma de Srebrenica. El general Ratko Mladić (Ратко Младић) la ejecutaría, no sin antes advertirle a Karadžić que tendría que haber un genocidio de bosniacos para que el plan funcionara. 

Ratko Mladić y Radovan Karadžić

Del 6 al 11 de julio de 1995 comenzó la toma final de Srebrenica con la operación Krivaja ‘95. Los cascos azules neerlandeses fueron incapaces de impedir que las fuerzas serbobosnias comandadas por Mladić tomaran la zona segura. También influyó una pésima visibilidad en Srebrenica. Todo acabó cuando el Ejército Serbio amenazó con bombardear Potočari si la OTAN no paraba los ataques aéreos. 

Mapa de la operación Krivaja ’95

30.000 refugiados bosniacos musulmanes quedaron a merced de los serbobosnios. Empezaba apenas el terror. Thomas Karremans, el oficial de enlace, fue amenazado por Mladić en la reunión que mantuvieron en un hotel de Bratunac, y cedió a las exigencias serbias. Incluso se tomaron una foto juntos, hoy vergüenza de las autoridades internacionales. Mientras visitaba el campamento bosnio, Mladić se dejó grabar por la televisión serbia, apareciendo como un pacífico libertador, tranquilizando a los refugiados, a quienes garantizaba su transporte a una zona de control bosnio. La realidad fue muy diferente: en cuanto las cámaras dejaron de filmar, y bajo el pretexto de buscar criminales de guerra, 1.700 hombres de entre 16 y 77 años fueron aislados de los 25.000 refugiados, conducidos a las afueras y ejecutados.

Se separó a los hombres de las mujeres. Durante los tres sucesivos días, las tropas ejecutaron a una parte importante de los prisioneros varones. En total asesinaron a más de 8.000 hombres bosniacos, el mayor genocidio en Europa desde la II Guerra Mundial. Algunos hombres lograron escapar en columnas, las cuales aún así eran objeto de emboscadas serbias. Pocos pudieron sobrevivir a la barbarie.

Las mujeres, niños menores a 12 años y ancianos fueron trasladados en convoyes hacia Tuzla, de mayoría bosniaca. Pero tampoco la pasaron bien. Los militares serbios aprovecharon para violar a las mujeres en varias ocasiones.

Resolución de Srebrenica

Milagrosamente, una muy maltrecha Goražde consiguió resistir gracias a los alimentos que llegaban de la ONU. 

En Croacia, mientras tanto, se intensificaron los ataques en la región de Krajina (de mayoría serbia) en agosto de 1995; al menos 150.000 serbocroatas huyeron a las zonas del norte de Bosnia bajo control serbio. Los serbios, con cinco impactos de mortero, atacaron por segunda vez el principal mercado de Sarajevo (Markale), causando numerosas víctimas. La ONU y la OTAN ya habían tenido suficiente.

Se dio un ultimátum a los serbobosnios para que levantaran el sitio de Sarajevo; y para enfatizar la seriedad del propósito, la OTAN llevó a cabo ataques aéreos durante dos semanas, en septiembre de 1995. Los acuerdos de Dayton de 1995 configuraron una Bosnia confederada en tres regiones étnicas diferenciadas para serbios, croatas y musulmanes. Finalmente, Srebrenica quedó bajo tutela serbobosnia.

Las consecuencias más notables derivadas de este acontecimiento fueron varias y reseñables desde el ámbito del Derecho Internacional contemporáneo. En primer término, la creación ad hoc por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia, con un mandato preciso en torno a unas categorías de crímenes específicos (genocidio, contra la humanidad y de guerra). Hasta 2019, 45 serbios habían recibido un total de 699 años de prisión por los diferentes casos relacionados con el Genocidio de Srebrenica ante diferentes tribunales.

Examinó 161 casos dictando 90 condenas y estuvo desarrollando su labor desde que fue creado, en el año 1993, hasta finales de 2017. Fue el antecedente inmediato de la actual Corte Penal Internacional que, creada mediante el Estatuto de Roma de 1998, comenzó su actividad de carácter permanente en el año 2002.

¿A quiénes se sentenció? Ex general serbio Radislav Krstić (Радислав Крстић) a 35 años; a Vidoje Blagojević (Видоје Благојевић) a 15; a Vujadin Popović (Вујадин Поповић) y a Ljubiša Beara (Љубиша Беара) a cadena perpetua; a Drago Nikolić (Драго Николић) a 35 años; a Ljubomir Borovčanin (Љубомир Боровчанин) a 17; a Vinko Pandurević (Винко Пандуревић) a 13, a Radivoje Miletić (Радивоје Милетић) a 19, y a Milan Gvero (Милан Гверо) a 5 años de prisión. El ex presidente serbio Slobodan Milošević también fue acusado por el genocidio de Srebrenica, pero murió en prisión sin haber terminado su proceso judicial. 

Ratko Mladić, en 2017, a los 74 años de edad, recibió su sentencia: cadena perpetua. El TPIY lo encontró culpable de diez de los once cargos en su contra, incluyendo genocidio, exterminio, asesinato y traslado forzado, y crímenes contra la humanidad. 

La cuestión de las responsabilidades individuales se ha sustanciado en buena medida. No ha sucedido lo mismo con los Estados involucrados y con Naciones Unidas.

Más allá del Informe de su Secretario General, Kofi Annan -publicado en 1999- en el que se reconocieron errores y deficiencias en el mandato del Consejo de Seguridad y en la cadena de mando de UNPROFOR, no se adoptaron medidas específicas de reparación derivadas de la aceptación de responsabilidad.

Únicamente han prosperado algunas demandas individuales de familiares de las víctimas presentadas en Países Bajos por la actuación de sus cascos azules durante aquellos días de julio de 1995, así como la dimisión del gobierno neerlandés tras la publicación del Informe Niod.

Srebrenica ahora

Srebrenica aún sigue en etapa de construcción. Actualmente viven 13.000 personas y la composición es casi mitad serbobosnios, mitad bosniacos y un puñado de croatas y gitanos. Hay planes para revivir el spa de Banja Guber y la industria de agua mineral, pero se retrasan una y otra vez por falta de acuerdos e interés.

Cada 11 de julio se realiza una ceremonia en el memorial de Potočari con la inhumación de los restos que continúan identificándose 25 años después gracias a las tecnologías de punta. Personas viajan allí desde toda Bosnia-Herzegovina para marchar desde el cementerio de Visoko (Високо) para participar en esta ceremonia de entierro. Muchos de esos muertos estaban en fosas comunes… aún quedan 1.000 personas desaparecidas.

Las heridas abiertas y las relaciones entre las dos comunidades étnicas (serbia y bosnio-musulmana) distan mucho de la normalidad en la convivencia. Hasta la fecha, este episodio macabro de Srebrenica es motivo de discusión entre ambos. En Republika Sprska se niega que lo sucedido en Srebrenica fuese genocidio y considera ilegitimo al tribunal que así lo dictaminó.

Los autores intelectuales y físicos de la matanza jamás se arrepintieron por haberla perpetrado. Consideraban que la eliminación de los musulmanes en Bosnia era necesaria y, a pesar de las condenas emitidas por el Tribunal, siguen siendo glorificados por miles de personas. Hay serbios que incluso creen que el genocidio de Srebrenica es simplemente un invento para demonizar a Serbia.

Milorad Dodik (Милорад Додик), presidente de la República de Srpska, entre 2010 y 2018, calificó este genocidio como la “mayor mentira del siglo XX”, cree que Mladić es un “héroe” y asegura que “muchos del listado de víctimas murieron en combate o están vivas”.

Sin embargo, contra todos los pronósticos, cada vez hay más matrimonios mixtos entre serbobosnios y bosniacos. Gente que vivía en Srebrenica antes de la masacre ha regresado para hacer su vida. A veces la convivencia no es sencilla, pero hay ejemplos de que la paz es posible para dejar atrás los errores, perdonarse y reconciliarse. El futbol es un ejemplo para esto. Te presento al FK Guber.

FK Guber: donde musulmanes y cristianos juegan a la pelota

En un pueblo que vio morir a 8.000 bosnios en un genocidio étnico-religioso, un equipo entre musulmanes y cristianos sería algo tan impensado, más cuando apenas se han cumplido 25 años de ese terror. En el grupo este de la segunda liga de la República Srpska, equivalente a la tercera división de Bosnia-Herzegovina, juega el FK Guber (ФК Губер) Srebrenica, un equipo donde juegan bosnios y serbobosnios mano a mano.

El futbol se ha jugado en Srebrenica desde 1924. No se sabe quién trajo el primer balón aquí, pero sí se sabe que dos entusiastas apellidados Selmanagić (Селманагић) y Vujadinović (Вујадиновић) donaron un terreno para que se reunieran los niños y la gloria llegara a la ciudad. Después de la II Guerra Mundial, surgió el club Polet (Полет), que quiere decir “ánimo, entusiasmo”. En los años 60 cambió su nombre a FK Rudar (ФК Рудар) por las minas de plomo y zinc. 

En 1973 cambió a su nombre actual, Guber, que recordaba al agua mineral que metió a Srebrenica al mapa del imperio austrohúngaro y al spa que metió a Srebrenica al mapa de Yugoslavia. Ahí empezó a escalar poco a poco la pirámide de futbol, desde la liga municipal hasta la temporada 1988-89, en la que subió al grupo norte de la liga de la república de Bosnia-Herzegovina, el equivalente de la tercera división yugoslava. 

En la temporada 1989-90 derrotó al Borac de Banja Luka y al Velež de Nevesinje (Вележ Невесиње) para clasificarse a la fase final de la Copa del Mariscal Tito, la Copa de Yugoslavia. En los dieciseisavos de final se enfrentó al Budućnost de Titograd (Будућност Титоград, actualmente Podgorica, capital de Montenegro). Empataron a un gol y Guber ganó 3-2 en penales. Demasiado bueno para ser real: los burócratas de la Asociación de Futbol de Yugoslavia anularon el partido y debió repetirse. Volvía a vivirse la historia, porque empataban a un gol, pero en los últimos minutos encajaron un gol y quedaron eliminados. Iban tan fuertes que el partido contra el Sloboda Tuzla era ganable. ¿Quién hubiera sido el rival en caso de meterse a cuartos? El Crvena Zvezda; es decir, jugar en el Marakana, ¡todo un honor!

Y después de ello, las convulsiones históricas los alcanzaron. Cuando Srebrenica fue sitiado por el ejército serbio, el futbol se dejó de jugar durante más de 10 años. El campo del estadio ubicado en Vidikovac (Видиковац) se llenó de malezas; la ciudad pasó de ser mayoritariamente musulmana a tener solamente ortodoxos. 

Los musulmanes empezaron a regresar a Srebrenica en 2002 y los rencores estaban aún bastante frescos como para jugar futbol. Los serbobosnios jugaban futbol en una mitad; los bosnios (apenas un cuarto de población), en la otra. Tras bambalinas, los padres de estos chicos estaban bastante reticentes en mandarlos a jugar juntos. Poco a poco hubo acercamientos tibios entre ambas comunidades.

En 2004 se decidió revivir al FK Guber. Esto fue una idea de una ONG neerlandesa, Workgroup Netherlands-Srebrenica. No fue sencillo e incluso tuvo que haber una mediadora, Dragana Jovanović, directora de la televisora local Prijatelji Srebrenice. 

Poco a poco el estadio renació; los muros que recibieron impactos de bala ahora tenían pintas con mensajes de esperanza y con imágenes de los principales futbolistas que ilusionan a jóvenes alrededor del mundo, como Wesley Sneijder y Xabi Alonso. Las cosas quedaron claras: si querían ir a lo grande, tenían que pasarse el balón y usar la misma camiseta. El trabajo incluyó sesiones con los padres, para convencerlos de que sus hijos estarían bien.

El FK Guber recibe aportaciones no del gobierno de Bosnia-Herzegovina, sino de las federaciones de futbol de Dinamarca y Noruega, del ADO Den Haag de la Eredivisie y de Munir Pašagić, un filántropo nacido en Srebrenica pero que huyó a Eslovaquia con la guerra y que ahí hizo su vida y su fortuna gracias a su labor en la política y en los negocios.

El equipo está lejos de ser profesional; muchos de ellos aún estudian y/o tienen un trabajo de turno completo. Aún así, los entrenamientos pueden llegar al límite. Pero pasar las puertas del estadio es en sí una terapia; dejan atrás las diferencias y se ponen a patear el balón. Cuando salen del estadio ya son amigos. El FK Guber es un ejemplo para la reconciliación entre dos comunidades que conocieron la barbarie.

En los fines de semana que no tienen partidos, los chicos se la pasan en la oficina local para apostar por sus clubes favoritos. Los serbobosnios apoyan al Crvena Zvezda o al Partizan, los clubes por antonomasia de Serbia; los bosnios prefieren seguir a los clubes sarajevitas, pero también terminan contagiados por la pasión serbia, y más cuando hay Večiti Derby, el partido más apasionante de los Balcanes. Sin dudas, esta convivencia es más abierta que en el común de la población de Srebrenica, solamente que no se ve a estos chicos presumiéndolo.

Algunos de los jugadores tienen familiares asesinados en la guerra, los padres de otros apoyaron a Ratko Mladić, pero eso ya no importa. Ahora son amigos. Y aquí juegan ahora croatas y gitanos también. Todos son bienvenidos. Es un modelo para la vida en Srebrenica y para toda la sociedad bosnia, según palabras del Imán Pestaljić de esta ciudad.

Por ahora Srebrenica sigue en reconstrucción y el desempleo sigue en niveles alarmantes. Muchos jóvenes prefieren irse a Banja Luka o a Sarajevo para mejores oportunidades de vida, y como aún no hay mucha actividad, mejor se van a divertir a Bratunac (Братунац), una ciudad serbobosnia a 11 km de distancia.

Toda esta labor ha cosechado frutos, como Jovan Lazarević (Јован Лазаровић), de padres serbobosnios. Apodado como el “Messi bosnio”, con 12 años resonó en el mundo no solamente por su nivel, sino por jugar en un equipo vehículo de paz y tolerancia. Eso sucedió hace cinco años, pero hay que buscar más información para ver dónde está ahora. Al parecer, está jugando futsal en Mostar, pero eso no está confirmado.

Dificultades financieras del FK Guber

En cuanto a resultados deportivos, el FK Guber logró la hazaña de ganar la Regionalna Liga en 2016, ascendiendo al grupo Este de la Druga Liga de la Republika Srpska. Ahí se mantuvo tres temporadas, hasta que quedaron en último lugar y estaba de vuelta a la Regionalna Liga. 

El descenso de FK Guber se puede explicar con las dificultades económicas, producto de malos resultados y pésimas decisiones financieras. En diciembre de 2019 estuvo a punto de desaparecer. La gente de Srebrenica se unió para intentarlo salvar. Se eligió una nueva directiva a cargo de Ziad Zijo Salimović. Gente en la diáspora que nació en Srebrenica también respondió al llamado. De inmediato surgieron acciones para remodelar el vestuario, la jardinería y en los alrededores. Lo siguiente fue llamar de vuelta a los jugadores del FK Guber que se habían ido. Era imposible jugar cuando en entrenamientos apenas se reunían cinco o seis jugadores. Ya ni hablamos de falta de balones y uniformes. La misión era salvarlo; un club que va para el centenario no merecía un final así. La solución fue establecer un sistema de sociedad, con un pago de 25 marcos bosnios por membresía (alrededor de 15 dólares).

Los resultados no se hicieron esperar. Tardó un año en regresar a la Druga Liga. En el parón de invierno de esta temporada, FK Guber marcha quinto con 26 puntos, y está apenas a cuatro puntos del líder Budućnost de Pilica, que garantiza un ascenso a la Prva Liga de la Republika Srpska (segunda división). Ese sería un logro sustancial. 

Apoyo a FK Guber

La labor de unidad del FK Guber no ha pasado desapercibida y ha recibido también apoyo de varias iniciativas. En 2016 firmó un convenio de colaboración con el club FK Sarajevo, que siempre se destaca en Bosnia-Herzegovina por su labor altruista y de responsabilidad social. Este convenio se vio en forma de financiamiento a dos niños que viven en el internado de Srebrenica en Potočari. Para el 95° aniversario del FK Guber, el club jugó contra el FK Sarajevo, que también presume de un origen multiétnico.

Esta alianza se concretó también con la ONG Emmaus International, que también está presente en el país. Emmaus International trabaja con los sectores más desfavorecidos de la sociedad, brindándoles asistencia económica, ayuda. Tiene varias iniciativas como educación residencial y alojamiento de niños en zonas rurales de Srebrenica y el campo juvenil internacional “Srebrenica: road to a new Europe”. También es el principal patrocinador de la selección de Bosnia-Herzegovina que compite en la Homeless World Cup, una competencia de futbol callejero para poblaciones vulnerables como sin techo, refugiados, hombres rehabilitados de drogas, pobres y enfermos de SIDA, por poner algunos ejemplos.

Bosnia-Herzegovina participa en la Homeless World Cup desde el 2012 y es una de las selecciones más competitivas, casi siempre acabando en la lucha por el título entre los ocho mejores equipos. Su mayor logro ha sido el subcampeonato en la edición de 2014, disputada en Santiago de Chile

En la Homeless World Cup del 2016, en Glasgow, Bosnia-Herzegovina incluyó a cuatro sobrevivientes de Srebrenica. Te traigo la historia de dos de ellos: Nedžad Avdić y Asmir Mehić..

Nedžad tuvo que huir con 17 años de Srebrenica. Tras vagar cuatro años sin zapatos, comida, agua ni energías, fue capturado por fuerzas serbobosnias. Lo subieron a un convoy y le ordenaron que se formara en una fila. Lo desvistieron, ataron sus manos a la espalda. Le dispararon en la mano y el estómago. No murió de milagro; sobrevivió haciéndose el muerto. Mientras los soldados serbobosnios dejaron el campamento, vio que alguien más se movía. Como pudo, se arrastró hacia donde estaba él, se desamarraron y se escondieron en los bosques.

Pasó los días entre los bosques, escondiéndose en las corrientes y durmiendo en territorio hasta que Nedžad alcanzó territorio controlado por el gobierno bosnio. Ahora vive en Srebrenica; tiene tres hijas y trabaja en una compañía de importación y exportación de coches. A veces lucha con el odio aún presente de los serbobosnios, pero está dispuesto a todo por darle una gran vida a ellas.

Asmir no vivió del todo el terror. Tenía dos años cuando fue la toma de Srebrenica y se fue con su madre a Tuzla, dejando todo atrás. Su padre se quedó y murió en batalla. La madre de Asmir tuvo problemas para darle una casa y desde entonces vivían en departamentos colectivos. Su mayor deseo era encontrar trabajo y un trabajo estable, como por ejemplo Director Técnico.

En la última edición de Cardiff 2019 (Tampere 2020 fue cancelada por CoVID-19), también hubo un sobreviviente del terror de Srebrenica, Fahrudin Muminović. Fue el único sobreviviente de su villa. Con solamente siete años de edad, vio a su padre y 150 hombres más ser asesinados por serbobosnios; irónicamente, un soldado serbio se apiadó de él y lo salvó de la muerte.. Luego, su madre falleció al dar a luz a su hermana. Se transformó en testigo protegido en La Haya y escondido en una pantalla, dio su testimonio con lujo de detalles en la Corte Penal Internacional que mandó a prisión a varios involucrados en el genocidio. Desde entonces, ha vivido en orfanatos. Su historia trascendió años después y ahora es el niño que vivió.

Fahrudin Muminović (Daniel Lipinski)

Srebrenica es un ejemplo del terror por odios entre razas y etnias y una página negra en la historia de los Balcanes. También es un pueblo donde el futbol poco a poco borra el rencor y ahora une a bosniacos y serbobosnios. Recordemos las palabras que dijo el mufti de Bosnia-Herzegovina, Mustafa Cerić, en el memorial de Potočari en 2001:

En el nombre de Dios, el Compasivo y Misericordioso, te rogamos, Dios Todopoderoso, que el dolor sea esperanza, que los sentimientos sean justicia, que las lágrimas de la madre sean oración, que Srebrenica nunca vuelva a suceder.

Fuentes

iMTM. Alma Ferović Fazlić
Van de Ven, Coen, y Goethals, Kasper. Srebrenica: Playing football on the ruins of genocide. al-Jazeera. 11 de julio de 2016
Salimovic, Sadik. Devet decenija FK Guber: Srebreničani ujedinjeni u fudbalu. Radio Slobodna Evropa. 19 de febrero de 2014
Sekulic, Marinko. FK „Guber“ Srebrenica – škola međunacionalnog suživota. DW. 22 de diciembre de2008
FK Sarajevo. FK Sarajevo nastavlja sa podrškom internatskog smještaja za djecu iz Srebrenice. 5 de abril de 2016
Dow, Gregor. Remembering Srebrenica. Alexander Walker. 27 de julio de 2016
Geoghegan, Peter. Srebrenica Survivors come to Scotland for Homeless World Cup. 10 de julio de 2016
Colombo, Agustín. A 25 años del genocidio de Srebrenica: cómo el fútbol ayuda a cicatrizar la herida. 442. 11 de julio de 2020
Klix.ba. Srebrenica na nogama zbog FK Guber: Posljednja šansa za spas «stogodišnjaka». 11 de diciembre de 2019
Cordero, Álvaro. 25 años de la matanza de Srebrenica, el único genocidio europeo desde la Segunda Guerra Mundial. France 24. 11 de julio de 2020

Normalmente los balcánicos no pueden estar juntos debido a rencores pasados, pero recordemos que la selección de Yugoslavia era realmente un equipo de cuidado cuando se unían y dejaban de lado todo eso. Ahora hay un país donde se da esta unión, esta vez como migrantes. Estoy hablando de Suiza. Jugadores serbios, croatas, bosnios, macedonios y albaneses han formado una época de oro para el futbol suizo, comenzando por la conquista del mundial sub-17 Nigeria 2009. Allí también hay turcos, africanos y hasta latinoamericanos. Esto se une a un contexto social donde conviven alemanes, franceses e italianos. Esa historia te la traigo la siguiente semana.

Recomendación musical 2

Bosnia-Herzegovina tiene un género musical llamado sevdalinka, muy ligado a la etnia bosníaca. Recordemos que ahí estuvieron los otomanos durante un poco más de cuatro siglos y en música estarían presentes. Mezcla elementos turcos y sefarditas, como el uso de violín o clarinete, o el modo frigio tan inherente a la música del Medio Oriente. Se le ocurrió mandar una canción así a Eurovisión en 2006 y el encargado fue el grupo Hari Mata Hari, con el cantante Hajrudin Hari Varešanovic. Las letras fueron del compositor y cantante serbio Željko Joksimović. La canción se llama Lejla. Con ella, Bosnia-Herzegovina logró su mejor posición hasta la fecha, un tercer lugar. Disfrútala.

Recapitulemos

Srebrenica es una ciudad localizada en Republika Srpska que era ejemplo de convivencia entre musulmanes y cristianos. En su momento, era un pueblo célebre por su agua mineral y por un spa. Cuando sucedió la guerra civil, Srebrenica debía ser anexada a Serbia, por lo que fue rodeada por fuerzas serbias. La ONU dispuso que Srebrenica sería una zona segura para que musulmanes se refugiaran. Los cascos azules fueron insuficientes para evitar la toma de la ciudad, que cayó el 11 de julio. Después de eso, mataron a los hombres bosniacos (8.000 víctimas), y las mujeres fueron violadas. Es el peor genocidio en Europa desde la II Guerra Mundial. Poco a poco se recupera, y la población ya es mitad serbobosnia, mitad bosniaca. Hay iniciativas para lograr la paz entre ambas comunidades, como el futbol. El FK Guber es el equipo del pueblo y ahí juegan musulmanes y cristianos mano a mano. Ahora está en la tercera división, pero hay posibilidades de que siga subiendo. Ahora tiene un convenio de colaboración con el FK Sarajevo y la ONG Emmaus International, la cual a su vez patrocina a la selección homeless de Bosnia-Herzegovina. Ahí han jugado sobrevivientes de la masacre de Srebrenica.

Nos vemos la siguiente. Do viđenja!

Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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